Chakras, las ruedas de la vida, por Anodea Judith. Editorial: Arkano Books

Chakras, las ruedas de la vida

Referencia: 9788415292678
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 por Anodea Judith

NUEVA EDICIÓN

DESCUBRE LOS SECRETOS DE TUS CENTROS ENERGÉTICOS

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Chakras, las ruedas de la vida plantea un maravilloso viaje por los niveles trascendentes de la consciencia.

Comparables a portales situados entre los planos físico y espiritual, los chakras representan la sagrada arquitectura del cuerpo y de la psique. Esta edición actualizada y ampliada del clásico Ruedas de la vida ?libro de referencia acerca de los chakras, del que ya se han vendido más de 200.000 ejemplares?, aporta también información esencial sobre las relaciones, la evolución y la sanación holística del ser humano, además de ofrecer una sección sobre el óptimo desarrollo de estos centros energéticos durante la infancia. 
A través de innovadoras metáforas que abarcan desde la física cuántica al desarrollo infantil, conocerás este antiguo sistema metafísico oriental y aprenderás a equilibrar tus propios chakras valiéndote de meditaciones inspiradoras, ejercicios físicos y una profunda interpretación de sus principios espirituales.


«Chakras, las ruedas de la vida es el libro más significativo e influyente que se haya escrito jamás sobre los chakras».
JOHN FRIEND, fundador de Anusara Yoga.

Los siete chakras encarnan una pro­funda fórmula de totalidad que integra el cuerpo, la mente y el espíritu.
Podríamos definirlos como las rue­das que nos transportan por la vida, por­que a través de ellas podemos liberar nuestro espíritu y desarrollar todo nues­tro potencial.

Chakras, las ruedas de la vida te ense­ñará a armonizar los chakras para mejo­rar tu salud, incrementar tu poder perso­nal y ampliar tu conciencia espiritual. Además, los ejercicios físicos que propo­ne, combinados con inspiradoras medi­taciones y visualizaciones, te ayudarán a:

- adquirir sabiduría espiritual
- optimizar tu salud
- descubrir y activar más tu energía
- potenciar tu creatividad
- manifestar tus sueños.

Anodea Judith (California, EE.UU.)

es licenciada en Psicología Clínica, posee un doctorado en Psicología y Salud, ejerce como terapeuta somática y maestra de yoga e imparte talleres en diferentes países del mundo.
Asimismo, es autora de varios libros sobre los chakras, entre los cuales destacan: Cuerpo de Oriente, mente de Occidente publicado en esta misma editorial y el libro con DVD Chakras iluminados, publicado por Gaia Ediciones.


INDICE

PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN      11

PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN       17

CAPITULO 1

Y LA RUEDA GIRA      27

CAPITULO 2

CHAKRA UNO: LA TIERRA       78

CAPITULO 3

CHAKRA DOS: EL AGUA       126

CAPÍTULO 4

CHAKRA TRES: EL FUEGO       168

CAPÍTULO 5

CHAKRA CUATRO: EL AMOR      208

CAPITULO 6

CHAKRA CINCO: EL SONIDO       252

CAPITULO 7

CHAKRA SEIS: LA LUZ      296

CAPÍTULO 8

CHAKRA SIETE: EL PENSAMIENTO       332

CAPÍTULO 9

EL VIAJE DE REGRESO       364

CAPÍTULO 10

LA INTERACCIÓN ENTRE LOS CHAKRAS       371

CAPÍTULO 11

Los CHAKRAS Y LAS RELACIONES       383

CAPÍTULO 12

UNA PERSPECTIVA EVOLUTIVA      392

CAPÍTULO 13

CÓMO PROMOVER LA SALUD DE LOS CHAKRAS EN LOS NIÑOS      412

GLOSARIO DE TÉRMINOS INDIOS       427

NOTAS       435

ACERCA DE LA AUTORA      443

OTRAS OBRAS DE LA AUTORA      445

PREFACIO
A LA SEGUNDA EDICIÓN

Ya han transcurrido veinticinco años desde que descubrí la palabra chakra. Por aquel entonces rara vez encontraba el tér­mino en ningún índice ni catálogo, pero ahora existen innumerables referencias sobre el tema en libros de New Age, por no mencionar la amplia variedad de diapasones, velas coloreadas, inciensos, cami­setas y habitual parafernalia que embellece cualquier tema arquetípico que despierta en la consciencia colectiva. Admito que me halagan quienes opinan que la primera edición de este libro ha ejercido una gran influencia sobre el material publicado con posterioridad, pero considero que, en realidad, todos estamos culturalmente sedientos de modelos de integración y totalidad. En otras palabras, considero que el Sistema de chakras es una idea a la que le ha llegado la hora de manifestarse.

En este inicio del tercer milenio de la era actual afrontamos una época sin precedentes en el desarrollo humano. Nuestros libros de historia nos han demostrado que los sistemas que utilizábamos para organizar nuestras vidas ejercen un inmenso efecto sobre nuestra rea­lidad colectiva, y por esa razón resulta imprescindible que innovemos con inteligencia los sistemas que empleamos. Mientras atravesamos esta particular cúspide de la historia debemos construir puentes entre el pasado y el futuro, y no solo crear modelos que encajen con nuestras nuevas realidades, sino actualizar permanentemente los modelos antiguos con el fin de hacerlos viables en esta cultura tan cam­biante. Para que el Sistema de chakras resulte significativo en el siglo XXI, debe reflejar el tejido subyacente que siempre ha existido y mantenerse suficientemente flexible como para asumir las demandas de la vida moderna. Los antiguos crearon un sistema profundo, pero nosotros podemos unir su sabiduría a la información moderna sobre el mundo natural, el cuerpo y la psique, y crear así un sistema aún más eficaz.

Cuando comencé a incorporar a la teoría de los chakras ciertos conceptos como el enraizamiento o propuse la idea de una corriente descendente de consciencia, algunos se mostraron bastante escépticos. La mayoría de las interpretaciones sobre los chakras se centraban en la trascendencia de nuestra realidad física, describiéndola como inferior o deteriorada. La vida está sufriendo, nos cuentan, y los planos trascendentes son su antídoto. Si la vida está sufriendo y la trascen­dencia es el antídoto, la lógica de esta ecuación implica que la tras­cendencia es contraria a la vida misma, una visión que cuestiono se­riamente en este libro.

No creo que debamos sacrificar nuestro entusiasmo por la vida —ni menos aún que dejemos de disfrutar de ella— por avanzar espi­ritualmente. Ni tampoco considero que la espiritualidad sea antitética a la existencia mundana, ni que el crecimiento espiritual requiera un intenso dominio y control de nuestra naturaleza biológica innata y, por consiguiente, de la vida misma. Estoy convencida de que esto forma parte de un paradigma de control, apropiado en una era anterior, pero inapropiado frente a los retos de nuestra vida actual. Estos desafíos exigen modelos de integración, no de dominación.

Desde comienzos de los años ochenta, cuando escribí este libro, el paradigma colectivo ha cambiado considerablemente. El reclamo del cuerpo y la aceptación de la naturaleza sagrada de la Tierra se han incrementado de forma radical, junto con el reconocimiento de que la materia posee un valor espiritual innato. Hemos aprendido que la represión de las fuerzas naturales crea efectos secundarios desagra­dables y energías oscuras: ignorar el cuerpo provoca enfermedad; me­nospreciar la Tierra causa una crisis ecológica; reprimir la sexualidad puede ocasionar una explosión de violaciones e incesto.

Ha llegado la hora de reclamar lo que hemos perdido e integrarlo en el marco de nuevas fronteras. Volver a unir conceptos dispares como Oriente y Occidente, espíritu y materia, mente y cuerpo, se ha convertido en una obligación tanto cultural como personal. Según Ma­rion Woodman: «La materia sin espíritu es un cadáver. El espíritu sin materia es un fantasma»*. Ambos describen algo que está muerto.

Las filosofías tántricas, de las que surgen los chakras, se basan en la acción de entrelazar sus numerosos hilos en un tapiz de realidad por demás complejo y elegante. El tantra es una filosofía que se muestra tanto a favor de la vida como del espíritu, y entreteje el espíritu y la materia para hacerlos regresar al todo del que partieron, si bien continúa impulsando ese todo a lo largo de su espiral de evolución.

En esta época por fin tenemos el privilegio de entretejer el cono­cimiento de la civilización antigua y la moderna para confeccionar un elegante mapa del viaje evolutivo de la consciencia. Y eso es lo que este libro representa. Considéralo una guía sobre el uso de los chakras. Sospecho que en el futuro habrá más ediciones de muchos otros au­tores, pero desde mi punto de vista esta es la más actualizada.

¿Y qué tiene de diferente esta edición? Contiene numerosas re­ferencias a las enseñanzas tántricas porque he tenido más tiempo para estudiarlas, aunque intento mantener un tono lo más occidental y me­nos esotérico posibles. También la he revisado y abreviado un poco, porque muchas personas me han dicho que se sintieron abrumadas ante el tamaño de la versión anterior. También fue eliminada la retórica política que tan importante era para mí cuando tenía menos de treinta años. Ahora que he dejado atrás los cuarenta, y a pesar de que mi po­lítica espiritual perdura, prefiero que el sistema hable por sí mismo. Algunos datos científicos también han sido actualizados, puesto que incluso nuestros modelos de la materia están cambiando con gran ra­pidez.

He intentado retener el matiz metafísico original del libro y dife­renciarlo de mis textos subsiguientes. The Sevenfold Journey : Reclai­mingMind, Body and Spirit through the Chakras (escrito con Selene

Vega, 1993) contiene la «práctica» que se corresponde con la «teoría» expuesta en este volumen. Explica los ejercicios diarios, tanto mentales como físicos, que sustentan el progreso personal en el Sistema de cha­kras. Mi tercer libro, Eastern Body, Western Mind: Psychology and the Chakra System as a Path to the Self, es una mirada a la psicología de los chakras, su progresión en términos de desarrollo, los traumas y abusos que ocurren a nivel de cada chakra, ',y la forma de sanarlos. Entreteje la psicología occidental y las terapias somáticas con el sistema oriental de los chakras.

El libro que ahora estás leyendo describe la teoría metafísica que sustenta el Sistema de chakras. Más que solo un grupo de centros energéticos localizados en el cuerpo, los chakras revelan un profundo mapa de principios universales, intrincadamente unidos entre sí como planos de realidad progresivamente trascendentes. Los niveles de consciencia que los chakras simbolizan se convierten en accesos a estos distintos planos; y puesto que estos se encuentran «empotrados» unos en otros, ninguno puede ser eliminado del Sistema porque este no se mantendría intacto desde el punto de vista teórico ni práctico. En otras palabras, no creo que haber recibido un sistema de siete cha­kras nos autoriza a eliminar los tres inferiores.

Este libro analiza la realidad exterior e interior a partes iguales. Describe la secuencia de chakras como un profundo sistema de cre­cimiento espiritual, así como un diagrama de la arquitectura sagrada en la que estamos inmersos, que es la gran estructura que nos contiene. Si realmente estamos hechos «a imagen y semejanza de Dios», creo que la sagrada arquitectura que despliega la naturaleza es un boceto de nuestras estructuras internas, tanto del cuerpo como de la psique. Cuando construimos un puente entre el mundo interior y el exterior, ambos se convierten en uno y el crecimiento interior deja de ser in­compatible con el trabajo exterior en el mundo. Por esa razón estas páginas hacen referencia a numerosos modelos científicos, con la in­tención de ilustrar la sabiduría antigua con metáforas modernas.

Los eruditos tántricos y gurús kundalini suelen establecer una distinción entre los chakras como experiencias kundalini y el modelo occidentalizado de chakras como «un sistema de crecimiento perso­nal». Algunos sostienen que esta distinción es tan grande que no existe relación significativa entre ambas posturas, y menos todavía cuando se utiliza una de ellas para negar la validez de la otra. Sin lugar a dudas existe una marcada diferencia, por ejemplo, entre tener una percepción o una visión (asociación con el sexto chakra) y experimentar la abru­madora luminiscencia interior asociada al despertar de la kundalini. Sin embargo, no me parece que estas experiencias estén desconectadas entre sí, sino que existen en un continuo.

Creo firmemente que limpiar los chakras comprendiendo su na­turaleza, practicando ejercicios apropiados y utilizando técnicas como la visualización y la meditación prepara el camino para una apertura espiritual bastante menos apoteósica que el despertar de la kunda­lini. Creo que esta occidentalización es un paso importante para hablar a la mente occidental de un modo que tenga que ver con las circuns­tancias en las que vivimos, en lugar de ser su antítesis. En otras palabras, nos proporciona un contexto en el cual estas experiencias pueden producirse.

Del mismo modo, hay quienes afirman que los chakras, como vór­tices del cuerpo sutil, no tienen absolutamente nada que ver con el cuerpo físico ni con los ganglios del sistema nervioso central que ema­nan de la columna vertebral, y que un despertar espiritual no es una experiencia somática. Pero que una experiencia no sea completamente somática no significa que tengamos que negarle dicha cualidad. Todo aquel que haya presenciado o experimentado las sensaciones físicas y movimientos espontáneos (kriyas) típicos del despertar de la kundalini no podrá negar su componente somático. Considero que este punto de vista evidencia el divorcio entre el espíritu y el cuerpo, un engaño que, en mi opinión, es el primero que debemos erradicar.

En una ocasión, un hombre originario de India se presentó en uno de mis talleres y me dijo que había viajado a Estados Unidos para aprender más sobre los chakras, porque en India era un tema esotérico, un «conocimiento secreto» negado a aquellas personas que tuvieran una familia y un trabajo. Ami parecer, «enraizar» los chakras permite divulgar el material entre un mayor número de personas. Y aunque los gurús orientales lo consideren peligroso, en mis veinti­cinco años de trabajo con el sistema he descubierto que el sentido co­mún permite a muchas personas transformar sus vidas sin síntomas

peligrosos ni desenraizados, tan frecuentemente asociados a la kun­dalini. Lejos de diluir la base espiritual en la que se basan los chakras, este método la amplia.

Tómate tu tiempo para leer el libro, porque incluye muchas cues­tiones sobre las cuales merece la pena reflexionar. Permite que los chakras se conviertan en una lente a través de la cual puedas observar tu vida y tu mundo. En este viaje intenso y colorido, deja que el Puente del Arcoíris del alma se despliegue ante ti mientras recorres tu camino.

Diciembre de 1998

PREFACIO
A LA PRIMERA EDICIÓN

En cierta ocasión, mientras meditaba profundamente sentada en mi alfombra de piel de cordero, viví una extraña experiencia.

Contaba mis respiraciones en silencio y de forma consciente cuando de pronto me vi fuera de mí cuerpo, mirando a otra «yo» que se en­contraba allí sentada en posición de loto. En cuanto me di cuenta de quién era la persona a la que estaba observando (si bien aquella mujer me parecía un poco mayor), vi que un libro le caía sobre las piernas. Y mientras tocaba su regazo, el ejemplar me devolvió de golpe a mi cuerpo. Fue entonces cuando miré el título y leí: El Sistema de chakras, por A. Judith Mull (mi nombre por aquel entonces).

Aquello sucedió en 1975; yo acababa de leer la palabra «chakra» por primera vez en mi vida, pero evidentemente ya significaba algo para mí. Salí del estado meditativo y fui a buscar el pasaje, un párrafo del libro de Ram Dass, The Only Dance There Is, y lo encontré casi de inmediato. Leí las frases varías veces y sentí un inmediato torbellino de energía en mi cuerpo —una profunda agitación interior—, como el que debe de percibir un detective en el momento en que encuentra una pista importante. Era una sensación de concepción, de algo nuevo que empezaba a crecer. Supe entonces que acabaría escribiendo este libro.

Pasaron muchos años hasta que el término chakra comenzó a apa­recer en los índices de los libros y en los catálogos de cartas. La in‑

formación era realmente escasa, así que me vi obligada (por fortuna) a desarrollar mis propias teorías a través de la autoexperimentación y el escrutinio de otras personas a las que yo enseñaba yoga y bodywork (trabajo corporal). En poco tiempo, todo lo que veía me parecía encajar en un claro patrón de «sietes» (colores, acontecimientos, com­portamientos, días), pero aun así me costaba encontrar información con la cual correlacionar mis teorías.

Me di por vencida, me trasladé a vivir al campo y comencé un es­tudio serio sobre la magia ritual, que trabajaba con los elementos tierra, agua, fuego y aire. Continué con las meditaciones, mis teorías fueron tomando forma, y yo también crecí. Sin embargo, aún no dis­ponía de las palabras que buscaba, así que en lugar de escribir sobre los chakras empecé a pintarlos. El proceso de visualización me ayudó a desarrollar mi pensamiento de un modo no lineal.

Dos años más tarde, obligada a regresar a la civilización, descubrí que la utilización del término «chakra» había aumentado. Me incorporé a un grupo de investigación sobre la consciencia y volví a estudiar. Recuperé la práctica del trabajo corporal, indagué en los po­deres de la clarividencia y descubrí que otras personas habían visto algunos de esos mismos patrones. Me sentí respaldada, segura, y arro­pada por mi recién descubierta clarividencia retomé de nuevo este trabajo.

En los últimos diez años he desarrollado una serie de teorías gracias a cientos de clientes que he conocido a través del trabajo cor­poral, las lecturas psíquicas, la terapia y la enseñanza. Me he sumergido en la literatura sánscrita, la física cuántica, la teosofía, la magia, la fi­siología, la psicología y la experiencia personal para desarrollar un sistema coherente que consiga unir lo viejo con lo nuevo. Y tanto mi obra como yo misma hemos experimentado diversos cambios.

Hoy, once años después, por fin he dejado de estar embarazada. Este bebé ha decidido nacer, esté completamente formado o no. Siento que estoy teniendo septillizos: mucho empujar y un prolongado trabajo de parto, pero imposible de detener una vez iniciado.

Cada uno de estos siete bebés, llamados chakras, merece un libro individual. Yo les he puesto nombres particulares —supervivencia, sexo, poder, amor, comunicación, clarividencia y sabiduría—, pero se los conoce con varios otros, e incluso con números. No obstante, en este trabajo están representados como una familia, una unidad que trabaja y crece al unísono. Sobra aclarar que los capítulos no incluyen todo lo que podría decirse sobre el sexo, el poder, etc., sino únicamente lo que resulta relevante para seguir las ramas de este particular árbol genealógico, con sus raíces insertas en la Tierra y sus hojas en el Cielo.

Este libro es una guía práctica sobre un tema habitualmente con­siderado muy espiritual. Y puesto que los «temas espirituales» son tan a menudo tachados de poco prácticos o inaccesibles, mi obra in­tenta volver a analizar los ámbitos espirituales, demostrando lo pro­fundamente enraizados que se encuentran en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida cotidiana. En mi opinión, solo comprende­remos y valoraremos la naturaleza espiritual que los caracteriza cuando resulte práctico hacerlo. Conseguimos mucho más cuando queremos hacer algo que cuando pensamos que deberíamos hacerlo.

En tiempos en los que miles de millones de personas afrontan la posibilidad de vivir un desastre nuclear, en los que hombres y mujeres temen caminar por las calles durante la noche, en los que el aislamiento y la desorientación son tan elevados, la espiritualidad se convierte en una herramienta muy práctica. La búsqueda de factores unificadores en nuestra existencia cotidiana, las ganas de comprender y encontrar una dirección, y el inevitable acercamiento a la consciencia nos empujan a evaluar con ojo crítico nuestra naturaleza espiritual. Los pueblos occidentales, demasiado pragmáticos y científicos como para aceptar las cuestiones de fe, han perdido el contacto con el mundo del espíritu y la sensación de unidad que este les puede aportar. Y lo cierto es que los sistemas antiguos, formulados en idiomas y culturas muy diferentes de las nuestras, suelen resultar demasiado alienantes para la mentalidad occidental.

Este libro se propone validar nuestras necesidades actuales tanto en el ámbito físico como en el mental y espiritual. Contiene teorías para los intelectuales, arte para los visionarios, meditaciones para los etéreos y ejercicios para el cuerpo. En otras palabras, encierra algo para todos y cada uno, ofreciendo practicidad sin ignorar su importante esencia subyacente.

A fin de satisfacer la mentalidad occidental (y la mía propia) he incluido algunas teorías científicas, pero mi educación no es científica y he notado que muy pocas personas piensan de esa forma en su vida personal. Para mí, el descubrimiento de los chakras llegó primero a través de la intuición, y posteriormente creció hasta al­canzar el campo racional. Me gustaría que los lectores también si­guieran ese orden.

La literatura tiende a ser lineal y racional, mientras que los estados inducidos por los chakras requieren un tipo de consciencia diferente. Como resultado, presento la información de diversas maneras. Para satisfacer a la mente racional, he expuesto estas teorías con metáforas científicas concretas, paradigmas populares de la investigación sobre la consciencia y modernas técnicas terapéuticas. Esta es la parte in­telectual, y su propósito es transmítír información y estimular el proceso de pensamiento.

Por otro lado, para estimular el otro hemisferio cerebral he incluido meditaciones guiadas, diseños y anécdotas personales con la esperanza de «dar vida» a los chakras. Esta es la parte divertida, y su finalidad es dar a conocer la experiencia de encontrarse intuitiva­mente conectado con la información disponible.

Las meditaciones deben ser leídas de forma lenta y poética. No he incluido una fase de relajación profunda antes de cada meditación por la simple razón de que resultan aburridas de leer y romperían cualquier impacto literario. Sin embargo, si piensas meditar o aplicar esta técnica en un trabajo grupal, te sugiero sinceramente que te tomes un tiempo para relajar el cuerpo y te prepares para entrar en estado meditativo. El ejercicio de relajación profunda o meditación de en­raizamiento descrito en el capítulo 2 puede ser utilizado como pre­paración, o si lo deseas puedes recurrir a tu propia técnica. En el mer­cado encontrarás meditaciones grabadas de forma profesional con un fondo musical relacionado con los chakras.

Los ejercicios físicos alcanzan distintos niveles de dificultad. Cual­quier persona puede hacerlos, si bien algunos de ellos, como la postura sobre la cabeza o la llamada chakrasana*, están indicados para cuerpos más flexibles o desarrollados. Insisto sobre todo en que practiques los ejercicios de este libro de forma lenta y cuidadosa, y que procures no estirar exageradamente ni torcer ningún músculo, ni tampoco que obligues al cuerpo a adoptar posturas dolorosas o incómodas. Si sientes malestar, INTERRUMPE LA PRÁCTICA DE LOS EJERCICIOS.

Si no cuentas con demasiada información sobre los chakras o sobre la metafísica en general, date tiempo para asimilar cada nivel. Las asociaciones son amplias y sutiles al mismo tiempo, y no puedes abordarlas como harías con la información de cualquier otra disciplina. Lo más importante es que disfrutes de la exploración.

Yo, desde luego, sí que lo hice mientras escribía este libro.

1987

 

Arkano Books
9788415292678

Ficha técnica

Autor/es:
Anodea Judith
Formato
14,5 x 21 cm
Páginas
448
Encuadernación
Rústica (tapa blanda)
Nuevo
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