Plantas medicinales de todo el mundo

Plantas medicinales de todo el mundo, por Adolfo Perez Agustí. Editorial Dilema

Descripción, composición, principios activos, recolección, toxicidad y usos medicinales

9788498273854

Dentro de su aparente complejidad, una planta medicinal es un ejemplo de sencillez y perfección, con su estructura pugnando por llegar un poco más alto y sus raíces empeñadas en afianzarse cada vez más en la tierra. Organismo vivo, bello casi siempre, y capaz de proporcionar al ser humano y a los animales alimento y curación al mismo tiempo, ha sabido adaptarse en el tiempo y a cualquier lugar, en cualquier circunstancia.
Este manual es una puesta al día de una labor de muchos años de documentación botánica, una revisión fundamentada en las experiencias más actuales, habiéndose eliminado cualquier referencia esotérica o no contrastada por la medicina moderna.

Adolfo Pérez Agustí

es un veterano escritor, nacido en Madrid, dedicado desde hace ya casi 40 años a la divulgación y docencia de la Medicina Natural. Aunque en sus comienzos fue un estudiante poco aplicado de la Medicina Convencional, abandonó pronto estos estudios para intentar comprender la génesis de las enfermedades y la razón por la cual muchas se convertían en procesos crónicos. Esto le llevó inexorablemente al estudio del comportamiento de las partículas y su relación con la energía vibratoria que rige nuestro organismo, en cuyo campo de acción se mueve el pensamient­­­o. Desde entonces ha comenzado una nueva andadura profesional como director de esta colección publicada por Editorial Dilema, dedicada de modo preferente al estudio de las enfermedades y su relación con las emociones y el desequilibrio cuántico.

Índice

1. Introducción      7
2. Capítulo 1 Historia y desarrollo       11
3. Capítulo 2 Cómo utilizar las plantas medicinales       17
4. Capitulo 3 Principales plantas medicinales       27

Introducción

Dentro de su aparente complejidad, una planta medicinal es un ejemplo de sencillez y perfección, con su estructura pugnando por llegar un poco más alto y sus raíces empeñadas en afianzarse cada vez más en la tierra. Organismo vivo, bello casi siempre, y capaz de proporcionar al ser humano y a los animales alimento y curación al mismo tiempo, ha sabido adaptarse en el tiempo y a cualquier lugar, en cualquier circunstancia.
Una vez que comprendemos este prodigio natural, resulta im­posible admitir que alguien nos hable de la superioridad de los medicamentos como forma de curar al hombre. Encerrados en sus esterilizados y angostos laboratorios, los científicos se empeñan en mejorar la naturaleza y aunque no lo consiguen nunca, recogen cierta fama y dinero. Nos dicen que muchas de estas sustancias químicas debidamente encerradas en una cápsula o ampolla se lo­gran a partir de una planta medicinal, reconociendo por tanto las virtudes de la materia prima original; contradicción incomprensi­ble cuando luego insisten en la superioridad de su producto. Están
Hasta ahora se han aislado en el interior de las plantas medi­cinales más de 12.000 principios orgánicos, y gracias a ellos los seres humanos (también los animales y las especies insectívoras), han empleado y emplean las plantas medicinales en su estado na­tural desde hace 5.000 años, y eso de una manera racional, puesto que con anterioridad fueron empleadas con más o menos acierto de forma intuitiva. Sin embargo, cuando los químicos empezaron a propagar que tanta tradición milenaria no tenía "base científica", miles de personas olvidaron toda la información sabiamente reco­pilada durante siglos, y pasaron a ser consumidores de los medica­mentos.
La llegada espectacular de los antibióticos, las hormonas sintéti­cas y los analgésicos, contribuyeron en gran medida a estos hechos y pronto ni un solo médico se atrevió a volver a utilizar con sus pa­cientes ninguna planta medicinal en su estado natural. Y es que no proporcionaba ninguna categoría, ni social ni científica, tratar de curar a los enfermos empleando productos que se podían coger en cualquier huerta o comprar en un modesto herbolario. Es más, los mismos enfermos reclamaban el medicamento más caro del merca­do, en la creencia de que tras el precio estaba su eficacia.
Con el paso del tiempo y en la medida en que los medios de información se hicieron gratuitos y de fácil acceso, las personas volvieron a reconsiderar el uso de las plantas medicinales y recla­maron su uso libre para curar sus enfermedades. Ahora las plantas medicinales están también en las farmacias, al igual que en los her­bolarios. No están todas las que quisiéramos, ya que algunas las han llevado a las farmacias alegando que son peligrosas (y de gran venta, seamos sinceros), pero todavía hay tanta variedad disponible que con el consejo acertado de un experto seguro que logramos curarnos de nuestros males con alguna de ellas. En resumen, sea usted sabio y utilice los productos de la naturaleza.
convencidos de que consiguen mejorar la obra de la naturaleza con sus medicamentos y hasta insisten en que, gracias a ellos, han salva­do a millones de enfermos. Pero algo no encaja en esta propaganda si tenemos en cuenta que ninguno de sus medicamentos químicos ha logrado permanecer en el mercado más de 100 años, y creo que todavía les he regalado algunas décadas.
Cuando a una planta medicinal le extraemos su principio "ac­tivo" la estamos desequilibrando y ese cambio afectará a sus pro­piedades y a la persona que recibirá esa parte aislada. Aunque su principio vital parece sumamente sencillo, con la fotosíntesis que transforma el dióxido de carbono y el agua en azúcares, por medio de la energía solar, los procesos metabólicos que se crean posterior­mente hacen difícil cualquier valoración sobre cuál es ese principio activo real. ¿Son los flavonoides o las vitaminas? ¿Los taninos o los aceites esenciales? ¿Quizá el secreto está en esas enzimas que se crean o modifican cuando las calentamos o entran a formar parte de nuestro sistema digestivo? Y si la respuesta es quimérica ¿cómo es posible que todavía haya científicos que insistan en extraer de las plantas medicinales su esencia? También hay otro elemento aún más sugestivo, y es el referente a la información que porta y transmite la planta medicinal, una información producto de miles de años de evolución. Esta información es integrada al individuo que la in­giere, sumándose a la ya existente, lo que aumenta la eficacia del ADN celular. Se establece entonces una sincronía entre los diferen­tes elementos, una unión y perfección en la energía cuántica, lo que conlleva a la armonía y corrige la distorsión hasta ahora existente. ¿Se puede lograr este efecto con un producto químico carente en su totalidad de vibración cuántica? Ese producto hace tiempo que dejó de ser orgánico, vivo, y por tanto el ADN celular no lo reconoce, no sabe qué hacer con él.Ello no excluye que no tenga efectos terapéu­ticos, pero a la larga creará una distorsión orgánica nueva.
Este manual es una puesta al día de una labor que empezó hace muchos años, cuando estudiaba botánica, una revisión fundamen­tada en las experiencias más actuales, habiéndose eliminado cual­quier referencia esotérica o no contrastada por la medicina moderna.

Glosario de nombres comunes de plantas medicinales

Abedul^-     27

1. Abeto     30
2. Abrótano macho     32
3. Acebo      34
4. Acedera      36
5. Achicoria      38
6. Agnus cactus     40
7. Agracejo      41
8. Agrimonia     43
9. Agripalma     45
10. Ajedrea     47
11. Ajenjo     49
12. Ajo      51
13. Álamo negro     53
14. Albahaca     55
15. Alcachofa      57
16. Alcaravea     59
17. Alfalfa      61
18. Algarroba      63
19. Alholva     65
20. Aliso     67
21. Almendro      68
22. Aloe      72
23. Alpiste      70
24. Alquej enj e      75
25. Altramuz      76
26. Amapola     77
27. Altamisa     396
28. Ammi vulgar     79
29. Anamu     80
30. Angélica      82
31. Anís     83
32. Anís estrellado      85
33. Apio      86
34. Apio silvestre     278
35. Aquilea     315
36. Arándano      89
37. Arenaria      91
38. Aristoloquia     93
39. Árnica      95
40. Arraclán     27, 214
41. Artemisa     97
42. Ashwaganda      99
43. Astrágalo      100
44. Avena      101
45. Axocopaque      104
46. Azafrán     105
47. Azahar      106
48. Bacopa monnieri      107
49. Bardana      114
50. Berro      116
51. Berza     166
52. Betónica      118
53. Bistorta     120
54. Boj     121
55. Boldo      123
56. Bolsa de pastor     124
57. Borraja      126
58. Boswellia      128
59. Brezo     129
60. Calabaza     131
61. Calaguala      132
62. Caléndula      134
63. Canela      136
64. Capuchina      138
65. Cardamomo      141
66. Cardencha     140
67. Cardo mariano      142
68. Cardo santo     144
69. Cáscara sagrada      145
70. Castaño de indias      147
71. Cebada      149
72. Cebolla      150
73. Celidonia mayor     152
74. Centaura menor      154
75. Centella asiática     156
76. Cerezo      157
77. Chancapiedra      159
78. Cilantro      160
79. Ciprés     161
80. Clavo      163
81. Clemátide     93
82. Coclearia      164
83. Col     166
84. Cola de caballo      168
85. Comino      170
86. Condurango      172
87. Consuelda      173
88. Copalchi      175
89. Correhuela      177
90. Cúrcuma      178
91. Damiana     180
92. Diente de león      182
93. Dong quai      185
94. Drago      187
95. Drosera      188
96. Eleuterococo      190
97. Encina      192
98. Endrino      193
99. Enebro      195
100. Eneldo     197
101. Equinácea     199
102. Erísimo     201
103. Espino amarillo      202
104. Espino blanco      204
105. Espirulina      206
106. Espliego     207
107. Estragón      209
108. Eucalipto      211
109. Eufrasia      213
110. Fenogreco     65
111. Frángula     214
112. Fresno      216
113. Fucus     217
114. Fumaria      219
115. Garcinia cambogia     221
116. Garra del diablo     249
117. Gatuña      222
118. Gayuba     223
119. Genciana      225
120. Geranio       227
121. Ginkgo      228
122. Ginseng      230
123. Girasol      232
124. Gomenol     325
125. Gordolobo      234
126. Grama      235
127. Graviola      237
128. Grindelia      240
129. Grosellero negro      241
130. Guanábana     237
131. Guaraná      243
132. Gugulón     244
133. Hamamelis      247
134. Harpagofito     249
135. Helecho macho      251
136. Helenio      252
137. Helicrisio     254
138. Hepática     255
139. Hidrastis      257
140. Hiedra     259
141. Hierba de cabra arrecha      260
142. Hierba de San Guillermo      43
143. Hierba de san roberto     262
144. Hierba lombriguera     32
145. Hierba luisa      264
146. Higuera      265
147. Hinojo     267
148. Hipericón      269
149. Hisopo      271
150. Horny Goat Leed     260
151. Jaramago     201
152. Jengibre      272
153. Judía      274
154. Kava-kava     246
155. Laurel     276
156. Lavanda     278
157. Levístico     278
158. Limón      280
159. Lino      282
160. Liquen de islandia      284
161. Llantén mayor      289
162. Llantén menor     289
163. Lobelia      286
164. Lúpulo      287
165. Maca     292
166. Maíz     294
167. Malva     296
168. Malvavisco      297
169. Manzanilla dulce      299
170. Manzanilla romana     301
171. Margarita      302
172. Matricaria     396
173. Marrubio     304
174. Mejorana     305
175. Meliloto      307
176. Melisa      307
177. Menta      311
178. Mijo      313
179. Milenrama     315
180. Moral           316
181. Moringa      318
182. Muérdago     322
183. Muira puama     320
184. Naranjo amargo     323
185. Niaouli     325
186. Nogal     327
187. Noni     329
188. Nuez de cola     330
189. Nuez moscada     331
190. Ñame silvestre     333
191. Olivo     335
192. Olmo     337
193. Onagra     338
194. Orégano     340
195. Ortiga blanca     342
196. Ortiga mayor     343
197. Ortosifón     345
198. Pan y quesillo     124
199. Parietaria     346
200. Pasiflora     348
201. Perejil     349
202. Pigeum     351
203. Pino     352
204. Pino marítimo     354
205. Poleo     355
206. Pu-erh     399
207. Pulmonaria     357
208. Quasia     359
209. Regaliz     360
210. Rhodiola     364
211. Roble     362
212. Romero     369
213. Rompepiedras     371
214. Rosa canina     372
215. Rosa mosqueta     374
216. Ruda     376
217. Ruibarbo     378
218. Rusco     379
219. Sabal     381
220. Salicaria     382
221. Salvia     383
222. Sándalo     385
223. Santamaría     396
224. Sauce     387
225. Saúco     389
226. Sauzgatillo     40
227. Saw palmetto     381
228. Sen     391
229. Serpol     392
230. Shisandra     394
231. Siempreviva     392
232. Siempreviva amarilla     254
233. Tamarindo Malabar     221
234. Tanaceto     395
235. Té blanco     402
236. Té moruno     403
237. Té negro     401
238. Té rojo     399
239. Té verde     398
240. Tilo     403
241. Tilo de Holanda     403
242. Tomillo     405
243. Tormentilla     407
244. Trébol de agua     408
245. Trébol de prado     410
246. Trébol rojo     411
247. Tríbulus     413
248. Tusílago     416
249. Tuya     418
250. Ulmaria     419
251. Uña de gato     421
252. Valeriana     422
253. Vara de oro     424
254. Verbena     425
255. Verdolaga     426
256. Vincapervinca     428
257. Violeta     429
258. Vulneraria     431
259. Wintergreen     104
260. Yerba mate     432
261. Ylang-ylang     434
262. Zaragatona     435
263. Zarza     436
264. Zarzaparrilla     438