Espagiria Alquimica

El conocimiento de las vías Alquímicas tiene su base y funda-mento en el dominio de las técnicas y rudimentos de la Espagiria. Rubellus Petrinus pone a vuestro alcance las principales y más im-
portantes operaciones Espagirico Alquímicas en un lenguaje claro y accesible, fruto de la experiencia de quien por más de treinta años ha caminado los senderos de la Alquimia desde su laboratorio, experimentando paso a paso y comprobando todas y cada una de las técnicas aquí tratadas.
Es este el valor más importante del libro que tenéis en vuestras manos: la Alquimia Operativa
Encontraréis aquí la manera de preparar y tratar los más importan-tes materiales canónicos de la Alquimia y las fundamentales operaciones de la Espagiria, explicados como nunca antes se había hecho.
También contiene valiosa orientación para adquirir vuestra bibliografia alquímica, y por si esto no fuese suficiente, Rubellus Petrinus pone en vuestras manos uno de los tratados de Alquimia más precia-dos: El Compuesto de los Compuestos, de Alberto el Grande.
Es esta, sin lugar a dudas, la joya Espagírica de fin de milenio. Aquí se os ofrece la lámpara, el báculo y la llave... El resto lo debéis hacer vosotros.
Aprestaos a cruzar el umbral.
Lixandram

Partiendo desde las prime-ras providencias de la diaria rutina, aprenderemos a fabricar los modernos atanores para nuestros alambiques y retortas e iremos avanzando poco a poco por los caminos de la espagiria conducidos caritativamente de la mano del maestro, llegando así a conocer secretos que van desde la destilación del espíritu de vino, pasando por la extracción de la sal de las plantas, la destilación de los aceites esenciales, la preparación de tinturas, extractos y de las materias canónicas fundamentales usadas en las vías alquímicas; hasta tópicos de extremo interés como son la preparación de la sal volátil de orina, la sublimación del mercurio, la preparación del kermes y del espíritu de la sal dulcificado, hasta el licor de los siete granos y el primer ser vegetal, amén de otros interesantísimos arcanos jamás tratados con la absoluta claridad que da la experiencia y la caridad que brinda el espíritu de un auténtico Maestro.

Rubellus Petrinus vio la luz fisica por vez primera el año de gracia de 1931 en Braganga, una
ciudad del nordeste tramontano, en el bello Portugal.
A la edad de 18 años marchó hacia Angola, dónde permaneció hasta el año de 1975.
Fue allí, en Angola, al leer el famoso texto de Jaques Bergier intitulado "El retorno de los Brujos" que encontró la primera referencia hacia Fulcanelli, encargan-do de inmediato a Francia las famosas obras "El Misterio de las Catedrales" y "Las Moradas Filosofales".
Por supuesto que de momento no entendió nada, pero esto estimuló su curiosidad para conseguir un curso de química del año de 1886. Aquí dio inicio su brillan-te trayectoria espagírica.
Continuó trabajando hasta retornar a su natal Portugal, don-de se encontró con otras personas interesadas en la alquimia, y llegando a conocer a un alquimista relacionado con la Filiación Solazaref de Francia, dirigió sus pasos hacia allá para aprender el Arte en un hermoso castillo medieval reconstruido y junto con otros postulantes, comenzó el camino desde el duro inicio de moler kilos de tártaro y antimonio en el mortero y retirar las orinas comunes para obtener su sal, hasta develar los secretos para recoger el Rocío y los rudimentos escondidos en los gran-des arcanos.
De regreso a Portugal siguió su silente y fecundo trabajo de laboratorio, escalando poco a poco los peldaños de la Espagiria, aprendiendo y perfeccionando las diferentes técnicas y secretos del Arte, hasta dominarlos y ponerlos hoy, en este maravilloso libro, a vuestra entera disposición.

• PRÓLOGO

" CUM DISCIPULUS PRAESTUS EST,
MAGISTER APPARET "
(Cuando el discípulo está listo, aparece el Maestro)

Hoy por hoy se cumple una vez más este antiquísimo adagio en tu persona, ¡Oh inquieto y sincero buscador de la verdad!, Que no ha sido la fortuita casualidad quien os atrajo cual universal imán hacia esta obra, en cuyas páginas vuestra vista hallará recreo, vuestro corazón sosiego y vuestro intelecto saciedad.
Sin albergar la menor de las dudas me atrevo a asegurar, que este día, será el parte-aguas que marque indeleblemente el antes y el después en vuestra jornada en pos del conocimiento en el Ars Magna.
Este será así mismo el día de la luz, tan esperado por quienes, empeñados en desentrañar los secretos de la Naturaleza, hemos caminado a tientas por las intrincadas veredas de la Alquimia, cuya entrada bien puede ser comparada con la Evangélica "puerta angosta", y cuyos senderos son también estrechos, pedregosos, pletóricos de obstáculos y de insondables abismos.
Hoy habéis encontrado la lámpara que disipará las tinieblas, el báculo que os sostendrá en el camino, y el caritativo consejo de un Maestro que os confiará la llave para entrar en el Palacio del Rey.
Filaleteo, el año de 1645, en su famoso libro "La Entrada abierta al Palacio cerrado del Rey " escribió:
"No son en modo alguno fábulas, sino experiencias reales que he visto, hecho y conocido... escribiéndolas para el bien del prójimo. "
Hoy, en los albores del tercer milenio de Nuestro Señor Jesucristo, resuena el eco de tales palabras y se expande cual onda generatriz de inconmensurable energía, en el cúmulo de la literatura Alquímica, logrando la separación entre el trigo y la cizaña. Purificando el auténtico conocimiento de todas las escorias que le rodean y que continuamente se empeñan en amalgamarse con el verdadero Oro sin conseguirlo, por fortuna, pues carecen del Mercurio necesario para lograrlo ex-opera operandi.
Hoy, en este opúsculo de sabiduría milenaria, cobran renovada actualidad tales aseveraciones, pues nuestro Maestro, el caritativo Rubellus Petrinus, tampoco os hablará de fábulas, sino de experiencias que ha visto y conocido a lo largo de más de treinta años de jornada en la vía del Arte Transmutatorio.
Y también, al igual que Filaleteo, las ha consignado por escrito para el bien del prójimo.
Nuestro Alquimista vio la luz fisica por vez primera el año de gracia de 1931 en Braganga, una ciudad del nordeste tramontano, en el bello Portugal.
A la edad de 18 años marchó hacia Angola, en dónde permaneció hasta el año de 1975, cuándo este país obtuvo su independencia.
Fue allí, en Angola, al leer el famoso texto de Jaques Bergier intitulado "El retorno de los Brujos" que encontró la primera referencia hacia Fulcanelli, encargando de inmediato a Francia las famosas obras "El Misterio de las Catedrales" y "Las Moradas Filosofales".
Por supuesto que de momento no entendió nada, pero esto estimuló su curiosidad para conseguir un curso de química del año de 1886. Aquí dio inicio su brillante trayectoria espagírica.
Cabe recordar en este momento una curiosa historia que le sucedió.
Por aquellos días requirió para sus experimentos nitrato de potasio. Se dirigió a una tienda de la especialidad, y al inquirir sobre la substancia, esta le fue negada, por ser componen-te de materiales explosivos y el país encontrarse en época crítica.
Entonces su espíritu de espagirista le iluminó la mente y preguntó al dependiente: ¿Acaso podríais venderme un poco de agua fuerte?, A lo que no se le presentó objeción alguna.
Salió Rubellus con la sonrisa de quien ha logrado su objetivo.
Su conocimiento espagírico le indicaba que al combinar el agua fuerte (ácido nítrico) con carbonato de potasio obtenido por calcinación de material vegetal, le proporcionaría el bus-cado nitro o nitrato de potasio. Así razona un espagirista. ¿Cuantos hubiesen dado marcha atrás con la cabeza baja por no poder conseguir la tal sustancia?
Continuó trabajando hasta retornar a su natal Portugal, donde se encontró con otras personas interesadas en la alquimia, y llegando a conocer a un alquimista relacionado con la Filiación Solazaref de Francia, dirigió sus pasos hacia allá para aprender el Arte en un hermoso castillo medieval reconstruido y junto con otros postulantes, comenzó el camino desde el duro inicio de moler kilos de tártaro y antimonio en el mortero y retirar las orinas comunes para obtener su sal, hasta develar los secretos para recoger el Rocío y los rudimentos escondidos en los grandes arcanos.
De regreso a Portugal siguió su silente y fecundo trabajo de laboratorio, escalando poco a poco los peldaños de la Espagiria, aprendiendo y perfeccionando las diferentes técnicas y secretos del Arte, hasta dominarlos y ponerlos hoy, en este maravilloso libro, a vuestra entera disposición.
Partiendo desde las primeras providencias de la diaria rutina, aprenderemos a fabricar los modernos atanores para nuestros alambiques y retortas e iremos avanzando poco a poco por los caminos de la espagiria conducidos caritativamente de la mano del maestro, llegando así a conocer secretos que van desde la destilación del espíritu de vino, pasando por la ex-tracción de la sal de las plantas, la destilación de los aceites esenciales, la preparación de tinturas, extractos y de las materias canónicas fundamentales usadas en las vías alquímicas; hasta tópicos de extremo interés como son la preparación de la sal volátil de orina, la sublimación del mercurio, la preparación del kermes y del espíritu de la sal dulcificado, hasta el licor de los siete granos y el primer ser vegetal, amén de otros interesantísimos arcanos jamás tratados con la absoluta claridad que da la experiencia y la caridad que brinda el espíritu de un auténtico Maestro.
Rubellus Petrinus puede, a raíz de este tratado de Espagiria Alquímica, decir junto a Filaleteo: "Presagio en ver-dad que no pocos serán iluminados por mis trabajos" (La Entrada abierta al Palacio cerrado del Rey). Seguro estoy que vosotros avalaréis mi sentir al degustar letra por letra esta aportación a la Espagíria de todos los tiempos.
No satisfecho con abrir el cofre de sus tesoros para gozo e iluminación de todos los sinceros buscadores de la verdad, Rubellus Petrinus termina esta obra compartiendo uno de los más apreciados textos de la literatura Alquímica: El Compuesto de los Compuestos, de Alberto el Grande.
En su brillante introducción, el Maestro Portugués nos da las imprescindibles claves para comprender una de las vías más hermosas para la obtención de la Medicina Universal, siempre siguiendo a la Naturaleza, pues como el mismo Albertus Teutonicus enseñó: "La naturaleza debe de servir de base y de modelo a la ciencia", sin pasar por alto las invaluables orientaciones que Rubellus nos brinda para la adquisición y consulta de los auténticos libros sobre la auténtica Ciencia Alquímica, que mucho nos servirán para cribar la paja, tan abundante hoy día, en este despertar de las ciencias herméticas.
Y yo, humilde aprendiz de tan Magno Arte, siendo afortunado beneficiario de la experiencia, sabiduría y caridad de Rubellus Petrinus, mi respetado Maestro y queridísimo amigo, puedo deciros con absoluta certeza, parafraseando a otro grande de la Alquimia, Basilio Valentín: "Sé en verdad, que si no percibisteis la luz de mis palabras, no existen anteojos que os anticipen, ni ojos naturales que os ayuden a encontrar al final, lo que os faltó al principio " (Las Doce claves de la Filosofía).
Aquí pues, ¡Oh sincero buscador de la verdad!, Tenéis el báculo, la lámpara y la llave, os corresponde tomar la decisión y empezar a caminar.
Que el Santo Espíritu de Dios os guíe y ayudándoos a recordar que debéis dar con gratuidad lo que por caridad habéis recibido, allane vuestro camino y bendiga vuestras acciones.
Festina lente... dormiens vigila
Dado en la ciudad de Jiménez, Chihuahua, México, en la víspera del día de Todos los Santos del Año del Señor de 1999, fin del segundo milenio.
Lixandram

INDICE

Prólogo: página: 11
PRIMERA PARTE: Espagiria Alquímica, 17
Laboratorio, 20
Hornos, 23
Hornos y Alambiques de 6 litros, 23
Hornos para Alambiques de 2 litros, 26
Horno para Destilación con Retortas y Circuladores, 30
Destilación, 35
Destilación del Espíritu de Vino, 36
Destilación del Espíritu de Vinagre, 38
Destilación de los Aceites Esenciales, 41
Extracción de la Sal de la Plantas, 43
Tinturas Vegetales, 46
Destilados Vegetales, 50
Primer Ser Vegetal, 51

SEGUNDA PARTE: Espagiria Mineral - Nitro, 57
Sal Amoníaco, 59
Sal Volátil de orina, 61
Vitriolo, 65
Cardenillo y Cal de Venus, 67
Preparación de la Sal de Tártaro, 69
Sublimación del Mercurio, 71
Espíritu de Nitro, 76
Espíritu de la Sal, 78
Espíritu de la Sal Dulcificado, 80
Cal del Sol, 83
Cal de la Luna, 85
Cal de Marte, 87
Cal de Mercurio, 89
Cal de Saturno, 91
Verdete, 93
Tierra Foliácea, 95
Sal de Saturno: página, 97
Espíritu de Saturno, 98
Espíritu Volátil Urinoso, 101
Espíritu de Mindereus, 103
Tintura del Hierro o Marte, 105
Tintura del Cobre o Venus, 106
Tintura del Sol u oro, 108
El Kermes, 109
El Rocío, 111
Licor de Las Siete Semillas, 116
Introducción a: El Compuesto de los Compuestos, 121
El Compuesto de los Compuestos, de Alberto El Grande, 137
De la Formación de los Metales en General por el Azufre y el Mercurio, 137
Del Azufre, 138
De la Naturaleza del Mercurio, 139
Del Arsénico, 140
De la Putrefacción, 143
Del Régimen de la Piedra, 144
De la Sublimación del Mercurio, 145
De la Preparación de las Aguas
de las que sacarás el Aguardiente, 147
Agua Segunda prepara por la Sal Amoniaco, 148
Agua Tercera, preparada por medio
del Mercurio Sublimado, 148
Agua Cuarta que Reduce los Cuerpos Calcinados a su Materia Prima, 149
Propiedades de este Mercurio, 150
Multiplicación del Mercurio Filosófico, 151
Práctica del Mercurio de los Sabios, 151

Léxico Espagírico - Alquímico, 161
Bibliografia, 169
Correspondencias de los símbolos astrológicos, 171
Explicación de los Símbolos Espagíricos más comúnes, 172
Láminas a color: entre las páginas, 96 y 97