El Arte del Masaje

Inspiradas en las técnicas tradicionales de la antigua China y el mundo clásico, las prácticas del masaje resurgen con fuerza para implantarse en nuestro ámbito cotidiano. Mediante el tacto podemos conocernos mejor a nosotros mismos y a quienes nos dan o reciben un masaje. Y podemos establecer comunicaciones expresivas, profundas y desinteresadas con todos ellos. Con placer, y sin riesgo, todo el mundo puede aprender y aplicar las técnicas más elementales.

—    Elementos de masaje
Cómo deben ser la sala y el ambiente, los aceites esenciales y sus propiedades terapéuticas.
—    Masaje sensitivo
Una técnica de masaje que induce una profunda relajación y compenetra a fondo a quien lo da y a quien lo recibe. Ideal para parejas.
—    Masaje terapéutico
Las manipulaciones básicas para el tratamiento de todo tipo de dolencias y enfermedades.
—    Shiatsu
Técnica de masaje oriental, de gran valor preventivo y terapéutico, basada en la presión con los dedos sobre los puntos de acupuntura.
—    otros masajes
Reflexoterapia, drenaje linfático, quiropráctica, osteopatía,
automasaje e hidromasaje, rolfing y técnica Alexander.

Elaborado con métodos y consejos procedentes de los mejores expertos, El arte del masaje, ahora con una nueva presentación, es un clásico del catálogo de RBA Integral que ha servido de referencia para el trabajo de terapeutas y especialistas en los últimos años. Y también para miles de lectores que han querido obsequiar a sus parejas, familiares y amigos con los beneficios relajantes y cálidamente expresivos de un buen masaje.

192 páginas
19,0 x 26,5 cm
RÚSTICA

Índice

Presentación 6
INTRODUCCIÓN 8
Preparativos 10 Anatomía 14

EL MASAJE SENSITIVO 20
Introducción 22
Características del masaje sensitivo 22
Primer acercamiento 23
Movimientos y posiciones de las manos 26 Las ventajas del masaje sensitivo 31
La técnica (D:
De la cabeza a los pies 34 La técnica (II):
De los pies a la cabeza 58

EL MASAJE TERAPÉUTICO 78
Recuerdo histórico 80
Peculiaridades del tratamiento 82
La técnica:
Principales movimientos y manipulaciones 88 Los principales tratamientos 114

SHIATSU 116
Introducción 118
La energía ki 118
El hara 121
Los cinco elementos 122
La concepción oriental de la salud 122 Instrumentos y postura correcta 124 La técnica:
Secuencia básica del shiatsu 126

LOS OTROS MASAJES 160
El Automasaje 162
Rellejoterapia 167
El Drenaje Linfático Manual 170 La Postura 174
Rolfing 176
La técnica Alexander 179
La Osteopatía 180
La Quiropráctica 182
Masaje y Agua 185
Índice alfabético 188 Bibliografia y direcciones 191

AUTORES:

• PROYECTO INICIAL: Begoña Odriozola, Tomás Mata, Jordi Pigem y Jaume Roselló
• COLABORACIONES: Jaume Brot, Aurea Sierra (Asociación Shiatsu Barcelona), Nina Hallinger (masaje básico), Aurea Gómez (masaje terapéutico), Georges Feiss (Do-in, automasaje), Jesús Montoya (kinesiología, masaje y psicoterapia), Marcelino Vega (quiromasaje terapéutico), Francesc Aragall (biomecánico, integración postural), Rosalina Sicart (quiromasajista), M. Antonia Plaxats (masaje sensitivo, quiropráctica), Dr. Frederic Vinyes (drenaje linfático manual DLM; reflexoterapia), Francisco Naval (relaxología), Marie Carrasquedo (osteopatía craneal, m. y estética natural), M. José Portal (masaje a los ancianos), Gaston Saint-Pierre y Bárbara D'Arcy (técnica metamórfica), Jaume (serte (shiatsu), María Fuentes (Do-in), Samy Frenk (rolfing), Juan Porteros (rolfing), Begoña Odriozola (masaje y energía, traducciones), Alfredo Embid (documentación), Juana Lillo (shiatsu), Jaume Roselló (bibliografía y direcciones), Dr. Ignacio Preciado (masaje y nuevas terapias), Dr. Pedro Ródenas (masaje terapéutico, ducha escocesa), Brigitte Hansmann (Educación del Movimiento DFA), Dr. Aittor Loroño (Reeducación Postura Global RPG), Dr. Michel Marmier (quiropráctica), Katsumi Mamine (Escuela Seitai)
• REDACCIÓN Y COORDINACIÓN: Estanis Peinado
• FOTOGRAFÍAS: Jordi García, con la colaboración de: Silvia y Pedro Jiménez (masaje sensitivo), Aurea y Gabriel (masaje terapéutico); Juana Lillo y Estanis Peinado (shiatsu); Frederic Vinyes (reflexoterapia y drenaje linfático); Tomás Mata (coordinación de imágenes)

Presentación

Finalmente, y trás una muy larga gestación, podemos ofreceros una obra largamente esperada por todos. Recabamos documentación y material a muchos profesionales y conocedores de todo lo relacionado con el quiromasaje, y al cabo de una laboriosa tarea de clasificación de la abundante información recibida, el resultado es este monográfico, que incluye lo esencial de cada tipo de masaje. Hemos querido hacer un libro bien documentado, pero sobre todo muy práctico, pensado tanto para los que quieran aprender lo más importante del masaje para practicarlo con su pareja o amistades, como para quien desee conocer un poco más acerca de sus asombrosas posibilidades terapéuticas. En el futuro probablemente se completará con otra obra sobre técnicas más complejas y especializadas, tanto desde una perspectiva médica como holística. Recordemos que existen unos 60.000 quiromasajistas en nuestro país, la mayoría con un notable nivel, si bien los benéficos efectos equilibradores y vitalizantes del masaje son practicados y conocidos por muchos miles de personas más.
«Las manos. El secreto está en ellas. Qué expresivas sobre la mente ajena, sobre el cuello, los hombros, el brazo, la cintura... Pero hemos rebajado la caricia al masaje. Acaso porque, pagando nos da menos vergüenza que alguien nos aborde y roce nuestros límites. Olvidamos que nacemos envueltos en la piel, expuestos dentro de ella; que padecemos hambre y sed de piel... En el Tercer Mundo (qué risible ufanía la que distribuye el ordinal) aún se toca la gente sin precisar la excusa del amor: van los hombres del brazo, cogidos de las manos, enlazados los dedos, por la calle. No temen la ternura. Se encuentran con júbilo, se besan, se oprimen uno a otro, se separan, se miran y vuelven a oprimirse.»
(Antonio Gala, «Dedicado a Tobías. La caricia»).
Durante los últimos veinte años, Occidente ha redescubierto una técnica conocida desde hace más de tres mil años en Egipto, en la India, en China, en el Tíbet y en Japón, en donde constituye el fundamento de la medicina tradicional. El masaje es tan antiguo como el mundo; es la experiencia del tacto, algo primordial y, no obstante, descuidado hasta hace bien poco por nuestra civilización. Es el primer contacto del niño, el gesto que reconforta, la mano que acaricia o fricciona instintivamente el sitio dolorido, el contacto más amorosamente íntimo. Se sabe que los griegos lo practicaban ya 500 años a. de C., con la intención de alargarle la vida a sus pacientes de edad avanzada, y que era uno de los tratamientos favoritos tanto del propio Hipócrates como de curanderos y chamanes. En la antigua Roma el masaje era terapéutico y lúdico a la vez; hasta el mismísimo Julio César hacía que cada día le dieran un masaje con aceite de oliva. Sin embargo, en Occidente las técnicas de masaje conocieron épocas de olvido, hasta que a finales del siglo pasado se desarrollaron en Suecia las grandes escuelas de masaje,
cuya enseñanza es célebre en todo el mundo. Lo que se ha dado en llamar «masaje sueco», muchos de cuyos movimientos básicos se reflejan en esta obra, consiste en un conjunto de técnicas inspiradas en los masajes tradicionales de China, Grecia o Egipto, con un acento especialmente rehabilitador, terapéutico e higiénico. Pero el puritanismo de la época victoriana marcó durante décadas el olvido de los aspectos más gozosos y sensuales del masaje, al limitar el tacto y el contacto físico al ámbito de la pareja. Ha sido en los últimos veinte años cuando hemos asistido a un verdadero renacimiento del aprecio por el propio cuerpo. Se ha desterrado cualquier sentimiento de culpa relacionado con el mismo, con lo que se reafirman las agradables y placenteras sensaciones de un masaje, que se convierte así en un excelente medio de comunicación e intercambio. A través del tacto podemos conocernos mejor y también conocer mejor a quien nos dé o reciba el masaje; con ello se establece una relación de intercambio expresivo sensible y desinteresado.
«Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y comenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja...Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo...»
(Julio Cortázar, «Rayuela»).
Sin embargo, a menudo nos sentimos torpes ante este tipo de comunicación. Por eso proponemos un conjunto de técnicas que constituye el mejor soporte de la propia confianza, pues un buen masaje no consiste únicamente en realizar una serie de movimientos, sino que va más allá, se vive desde el interior en tanto que constituye una forma de comunicación profunda con el otro. Demasiado a menudo el masaje es considerado sólo desde el punto de vista médico, reservándolo a los profesionales de bata blanca. Pero salvo en casos muy contados —que, por supuesto, confirman la regla, como es el caso del rolfing, o del masaje rehabilitador—, las páginas que tenéis entre las manos confirman que es posible aprender unas técnicas simples, que todo el mundo puede aplicar sin riesgo y con placer. Por otra parte, algunos ejercicios y consejos sirven para adiestrarnos en la práctica del masaje con una mejor disposición interior. Y finalmente también será útil a los profesionales quiromasajistas, algunos de los cuales descubrirán, por ejemplo en el shiatsu, o en el masaje sensitivo, otra manera de considerar el cuerpo y de enfocar la relación terapéutica.
Hemos pensado pues en todo ello para transmitir la mayor confianza posible en la propia capacidad para dar un masaje, siempre favorecedor a otro. Podéis disminuir sus tensiones, aliviar alguna zona dolorida, intercambiar energías y en general, comunicar más allá de las palabras.
En nuestro cuerpo existen canales por donde circula energía, y músculos endurecidos y acortados que a menudo hacen de canal de contención, aprisionándola, incluso secuestrándola. La energía vital nos permite la actividad, pero su bloqueo involucra a la zona afectada y puede manifestarse del modo más imprevisible: insomnio, dolor de cabeza, de espalda, de cuello, agujetas, manos o pies fríos... Aunque cada técnica de masaje tiene su estilo particular, todas coinciden en trabajar la totalidad del cuerpo/persona. Conectan partes aletargadas, movilizan energía y contribuyen a algún tipo de corrección; todo esto suele también reactivar la tensión psíquica concentrada en esas zonas afectadas.
«Todas las manifestaciones dinámicas del organismo humano —sus continuos movimientos y los diversos procesos de flujo g fluctuación— afectan al sistema muscular. Por eso las investigaciones sobre el sistema muscular son muy importantes para conocer y favorecer el equilibrio fisiológico y psicológico. Desde esta perspectiva existen estudios detallados del organismo físico que demuestran que las distinciones convencionales entre nervios, músculos, piel y huesos muchas veces son del todo artificiales y no reflejan la realidad física. Todo el sistema muscular del organismo está recubierto de tejidos conjuntivos que integran los músculos en un conjunto funcional y no pueden separarse ni física ni conceptualmente del tejido muscular, las fibras nerviosas o la piel. Existen segmentos de este tejido conjuntivo asociados a diferentes órganos, y una gran variedad de trastornos fisiológicos pueden detectarse y curarse mediante técnicas especiales de masaje del tejido conjuntivo.
Dado que el sistema muscular es un todo integrado, un trastorno en cualquier parte del mismo se propagará a través de todo el sistema, y puesto que todas las funciones corporales están sostenidas por músculos, cualquier debilitamiento del equilibrio del organismo se reflejará de manera específica en el sistema muscular.»
(Fritjof Capra, «El punto crucial»).
Finalmente, quisiéramos insistir en el masaje como celebración. Sea el shiatsu, esa especie de digitopuntura de origen oriental que presiona sobre determinados puntos de energía; o bien el masaje sensitivo, ampliamenté desarrollado en California, o cualquier otro masaje: superficial, circulatorio, correctivo o profundo, que dará elasticidad al tejido conjuntivo, desintegrará nódulos dolorosos y diluirá corazas musculares. Sea cual fuere, todo masaje es un ritual de celebración, un acto en el que la experiencia de quien lo da importa tanto como la del que lo recibe. Es siempre una comunicación no-verbal, emocional y energética. Entre dos y entre uno.
¡Ojalá este libro llegue a arrugarse de tanto practicarlo!