La divinidad desnuda, por Chun Yeng Trang.ISBN: 9788498273465

La divinidad desnuda

Referencia: 9788498273465
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LA SABIDURÍA ERÓTICA EN LA CHINA CLASICA

Textos clásicos de sexualidad en la China antigua

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Tanto en su poesía como en su pintura erótica, es el gozo sexual de la pareja quien da fuerza creativa al mundo. El coito y todas sus variaciones fortalecen las relaciones de pareja, la vida familiar y la pro­pia realización personal, no sólo físicamente sino -y por encima de todo- espiritual.
La recopilación de textos, pertenecientes a manuales, nove­las, cuentos y poemas de la antigua china presentes en La Divinidad Desnuda, y que versan sobre el mundo profunda­mente espiritual y gozoso del erotismo y el sexo practicado por nuestros antepasados, deben hacernos reflexionar sobre todo aquello que la moderna civilización intenta arrebatar­nos, y que es la libertad para acercarnos a nuestro propio paraíso con la fuerza más amorosa que se puede sentir: un sexo intensamente compartido.
Chun Yeng Trang

BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Chun Yeng Trang, fue un erudito y poeta. Comenzó a estudiar la lengua francesa en una escuela en Shangay.
Tras varios años residiendo en la ciudad frecuentó los decadentes barrios de extramuros donde residían extranjeros. Allí pudo dar rienda suelta a la práctica de todo tipo de actividades ociosas ya que no imperaba el estricto código confuciano. De esta forma, pasó sus días a la deriva de una casa de placer a otra, fumando pipas de opio, jugando y organizando fiestas y borracheras junto a las cortesanas del lugar.
De toda esta experiencia se extraen los textos plasmados en este libro y que fueron encontrados en su antigua residencia en Shangay junto con otras novelas cortas y relatos eróticos.

INTRODUCCIÓN

Tú y yo formamos una flor.
Solos entre las hojas creamos la belleza
que da forma al mundo.
Penetrándote penetro en esa belleza,
y tu rocio en la mañana
reverdece mi vara florida.
Ningún hombre ha vivido de verdad
si no ha posado tu flor sobre su lengua.

En la China clásica, el amor es concebido como una forma de armonía universal. Tanto en su poesía como en su pintura erótica, es el gozo sexual de la pareja quien da fuerza creativa al mundo. El coito y todas sus variaciones fortalecen las relaciones de pareja, la vida familiar y la propia realización personal, no sólo físicamente sino -y por encima de todo- espiritual.
En la mitología china lo femenino y lo masculino, al unirse, crearon el mundo. La tierra y el cielo, uniendo sus manifestaciones, dieron nombre a todo lo oculto y a todo lo presente. El Taoismo lo llamó el yin -lo femenino- y el yang 4o masculino- y la unión de ambos conceptos alcanzan su máximo significado por medio de las relaciones sexuales. Por eso no ha sosprendernos que no fuera la procreación, como sucedía en occidente, el fin máximo del coito en la cultura clásica china, sino la realización del clímax en el goce sexual de la pareja. Gozar era equilibrar las fuerzas del yin y el yang. Gozar era dar forma a las manifestaciones espirituales del mundo, de la vida, de lo presente y de lo oculto.
Ya desde la primera dinastía Han (221 A.C.) existían numerosos escritos cuya función consistía en servir como manuales para lograr la plena vida sexual de la pareja. Algunos escritos se remontan a un tiempo mucho más lejano, allá por el año 500 A.C. En ellos se le enseña, tanto al hombre como a la mujer, como vivir por muchos arios y felizmente manteniendo relaciones sexuales armoniosas y como obtener una descendencia sana. Los manuales también ilustran en detalle las diferentes posiciones en las que se consumaba el coito. Algunas veces le eran regalados a la novia para prepararla en sus deberes conyugales ,y permanecían junto a la cama, donde eran consultados mientras se hacía el amor para lograr una máxima armonía amatoria. Estos tratadas estaban, además, profusamente ilustrados.
Desde la infancia, los niños chinos eran iniciados en este arte del amor, en El Arte de la Alcoba que constituye el clímax de las emociones humanas, y comprende el Camino Supremo (Tao).
Los chinos creían que el poder del yang es dominante en el varón y el del yin en la mujer. En el contacto sexual, cuando el varón eyacula su semen pierde parte de su poder yang, pero si no eyacula, estos poderes se refuerzan. Por otro lado, la mujer tiene poderes infinitos de yin. El flujo que lubrica su vagina en el coito refuerza el poder yang del hombre sin disminuir su poder yin. Asi pues, conseguir un orgasmo simultáneo, prologando lo más posible el acto sexual, se convierte en un ideal máximo de placer y pureza. Toda eyaculación innecesaria que desperdicia el yang dificulta que el varón satisfaga a su mujer. Sin embargo, la masturbación femenina no desperdicia el preciado semen, por lo que en estos manuales no es raro encontrar ilustraciones sobre lo que hoy llamaríamos consoladores, que eran utilizados por las mujeres en compañía de amigas, o de relaciones sexuales entre ellas.
Tampoco era inusual, debido a la estructura social y familiar, que el hombre chino realizara el coito con varias mujeres en el mismo acto, o bien con una sola mientras otra les acompañaba, procurándoles alimentos, bebidas o tocando algún instrumento que acompañara con su música el acto sexual, mientras presenciaba -sin falso pudor- sus actos amorosos. Cada una de estas mujeres formaban parte de la estructura familiar, pues no debe olvidarse que el varón chino podía tener varias esposas o concubinas.
Se observará en las ilustraciones que acompañan estos manuales milenarios que lo explícito es lo principal. Los órganos sexuales, tanto masculinos como femeninos, protagonizan la acción. No debemos olvidar que estos manuales buscaban el resultar utiles y no el despertar unicamente la imaginación, sino ser utilizados para conseguir el máximo placer conjunto en el coito.
El coito es considerado parte del orden natural y la práctica del mismo es deber sagrado de todo hombre y de toda mujer, nunca asociado a la culpa moral. Esta unión se practica en la privacidad familiar, no por ser algo indecoroso, sino que debido a su raíz de carácter divino no debe realizarse frente a extraños.
La recopilación de textos, pertenecientes a manuales, novelas, cuentos y poemas de la antigua china presentes en La Divinidad Desnuda, y que versan sobre el mundo profundamente espiritual y gozoso del erotismo y el sexo practicado por nuestros antepasados, deben hacernos reflexionar sobre todo aquello que la moderna civilización intenta arrebatarnos, y que es la libertad para acercarnos a nuestro propio paraíso con la fuerza más amorosa que se puede sentir:
un sexo intensamente compartido
Chun Yeng Trang

INDICE

Introducción 9
El tapiz de El Cielo y La Tierra. El sexo del Ying y el Yan 21
Fang Nei Chi
Las siete posiciones
Los cinco signos femeninos 49
Los cinco deseos de la mujer 65
69
Su Nu King
Cuándo realizar el coito
77
Dongxanzi
Cómo entrar y cómo retirarse
106
El Ars Amatoria del Maestro Tung Hsuan
141
Lo que el Mago Celestial dijo al Emperador Amarillo 157
Ciruela de Primavera (Cuento erótico de la China clásica) 177

Dilema
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