Un camino hacia la eternidad en el texto esencial

La eternidad según Un curso de milagros

Referencia: 9788494614446
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Un camino hacia la eternidad en el texto esencial

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La eternidad según Un curso de milagros, por Jon Mundy. Ed. El Grano de Mostaza

Un camino hacia la eternidad en el texto esencial

9788494614446

Jon Mundy, respetado profesor e intérprete de Un curso de milagros desde hace décadas, investiga el enigma de la vida, la muerte y la eternidad a través de las enseñanzas del Curso, una poderosa obra espiritual en la que se reflejan las enseñanzas de los místicos de todas las confesiones y de todas las épocas.
Mediante la exploración de diversas experiencias místicas y cercanas a la muerte, Mundy nos describe sus propios encuentros con la muerte y los de otras personas, ayudándonos a ensanchar nuestros horizontes. También profundiza en lo que el Curso tiene que decirnos sobre el camino a la eternidad, describiendo la realidad eterna de la mente y el despertar al Espíritu, nuestro verdadero hogar. 
Todo ello nos permite tomar conciencia de la naturaleza efímera del cuerpo físico. Este es un libro lleno de esperanza que ayuda a aliviar el temor a la muerte.

«Jon nos ofrece su penetrante comprensión sobre un tema importante para todos nosotros. Si quieres saber qué pasa cuando muere el cuerpo, este libro iluminador te aportará visión profunda y claridad, y te reconfortará. Profunda curación y bendiciones te esperan entre estas páginas». 

Alan Cohen, autor de Un curso de milagros (fácil)


«Jon Mundy fue introducido en Un curso de milagros en 1975 por su escriba, Helen Schucman, y ha sido uno de sus estudiantes y profesores más potentes desde entonces. Aquí clarifica y amplía una de las enseñanzas más básicas del Curso: el tiempo es una ilusión, la eternidad es la realidad y solo el Amor es real».

Marianne Williamson, autora de Volver al amor

JON MUNDY

doctor en filosofía, es uno de los primeros estudiantes y profesores del Curso, y uno de los primeros ministros protestantes que predicó sus principios desde un púlpito convencional. Viaja por todo el mundo dando conferencias y enseñando los principios del Curso.
Mundy ha sido profesor universitario de filosofía y religión desde 1967 hasta 2009.
Es el editor de la revista Miracles y autor de nueve libros.

  • Encuadernación: Rústica
  • Dimensiones: 14 x 21 cm
  • Nº Pág.: 300

Índice

Cómo leer las referencias a Un curso de milagros    9
Sobre Un curso de milagros    11
Introducción    15

SECCIÓN I En ningún lugar como en casa    21

  • UNO    Impecablemente en el sendero, en memoria del doctor Ken Wapnick    23
  • DOS    Quiero ir a casa    37
  • TRES    Experiencias místicas y cercanas a la muerte    45


SECCIÓN II Santo infierno: el relato de un viaje visionario    59

  • CUATRO    Prólogo al viaje    61
  • CINCO    La experiencia misma    75
  • SEIS    Post mortem    91


SECCIÓN IIILa vida y el cuerpo    109

  • SIETE    Que haya vida    111
  • OCHO    Renunciar a nuestra dedicación a la muerte    125
  • NUEVE    Más allá del cuerpo    145
  • DIEZ    ¿Por qué esperar el Cielo? Despertar del sueño de la muerte    161


SECCIÓN IV El Cielo y Un curso de milagros    173

  • ONCE    El Reino de los Cielos es como... El Cielo en las parábolas de Jesús    175
  • DOCE    Escapar de casa    187
  • TRECE    El Cielo, el infierno y el mundo    199
  • CATORCE    Cómo llegar al Cielo    217
  • QUINCE    Mentalidad-Uno    235
  • DIECISÉIS    Danzar con lo divino    251


SECCIÓN V Llegar a la recta final    265

  • DIECISIETE La clase llamada cáncer    267
  • DIECIOCHO: Por fin en casa; el gran dejar ir    279


Epílogo    283
Agradecimientos    287
Sobre el autor    289

Introducción

Tal vez el hecho más destacado con respecto a nuestra vida cor­poral es que se acaba. Ciertamente, a medida que envejecemos, pen­samos más en nuestra condición mortal, pues sabemos que la vida corporal en la Tierra se dirige progresivamente hacia su final. Recibí una carta de una suscriptora de la revista Miracles de ochenta y nueve años de edad en la que decía:
«¿Por qué sigo estando aquí, en un cuerpo que ya no funciona bien? ¿Qué propósito tiene este cuerpo? Tengo tanta artritis y tanto dolor. Muchos de mis amigos ya están libres de sus cuerpos, pero yo sigo aquí, atrapada en esta silla de ruedas. Siento que estoy viviendo en una prisión. El dolor de espalda es horroroso. Este cuerpo es como una cámara de tortura. Detesto que otra persona tenga que ayudarme a hacer mis necesidades. En realidad no me gusta estar aquí.
»Procuro ser amable con las personas que cuidan de mí, pero mi vida no le sirve a nadie y está costando una fortuna mantenerme viva. A veces me siento como el Job de la Biblia. ¡Basta de paciencia! ¿Por qué Jesús no me lleva a Casa? Quiero acabar con este asilo de ancianos. ¿Por qué no ir al tanatorio? ¿Por qué no puedo volver a Casa?».

Funerales

Prefiero oficiar en funerales que en bodas o bautizos. Las bo­das y bautizos son momentos de alegría, aunque sabemos que el cincuenta por ciento de los matrimonios fracasan; y así, lo que una vez fue alegre se convierte en un periodo de tristeza. En una ocasión vi a un novia dar un bofetón al novio antes de una ceremo­nia muy cara, y supe con seguridad que aquel matrimonio estaba condenado. Solo duró tres meses. Los funerales son tristes porque dejan un gran agujero en nuestra vida, pero también nos ofrecen la oportunidad de establecer conexiones más profundas. Las emo­ciones de los asistentes están a flor de piel (si no están sedados), y están más dispuestos a escuchar y son más capaces de absorber las verdades espirituales que en las somnolientas mañanas de los domingos.
Ver a una viuda asistir al servicio fúnebre medicada con tran­quilizantes siempre es descorazonador. En una ocasión, en los años noventa, una viuda me llamó varias semanas después del funeral de su marido. Me preguntó si podía repetirle lo que había dicho en el servicio fúnebre porque sabía que había dicho algo importante, pero no se acordaba de qué era. Estar plenamente presente a lo que uno está sintiendo se cuenta entre las cosas más saludables que se pueden hacer. Escaparse nunca es la respuesta. Hay que mirar la pena de frente: las lágrimas deben correr libremente. Las lágrimas son sagra­das y llorar es purificador para el alma. Un buen llanto hará que la persona se sienta mejor. El momento de afrontar la muerte debe ser­vir para despertar, no para dormir. Como dijo Winston Churchill: «Si estás atravesando el infierno, sigue andando».
En la tradición protestante el servicio fúnebre incluye la de­dicación de un elogio al difunto, la lectura de las Escrituras, al­gunas oraciones, algo de música y posiblemente algunas personas querrán compartir sus recuerdos. Seguidamente el ministro tiene como media hora para hablar de la vida, la muerte y la eternidad, y es improbable que alguno de los asistentes confronte sus puntos de vista.

Este libro tiene tres partes:

1. Una descripción de mis propios encuentros con la muerte. He te­nido un total de tres experiencias que me han ofrecido vislumbres de la eternidad. La más profunda ocurrió en 1976. La describo en una sección titulada «Santo infierno», que fueron las dos palabras que pronuncié antes de dejar este mundo. Fue santo por lo que salió de la experiencia, pero fue un infierno al nivel del ego, pues­to que supuso un encuentro con el final de la historia del ego, el final de su mitología.
Después tuve un encuentro psicológico con la muerte en 2001, cuando me diagnosticaron cáncer de colon. Me extirparon un tumor del tamaño de un limón, y, tras examinarme, vieron que el cáncer se había extendido al sistema linfático. Afronté la posibilidad de morir en el futuro próximo. Evidentemente, sobreviví.
La experiencia más pacífica, ocurrida en 2007, fue el resultado de haber contraído el virus de La Crosse de la encefalitis por una picadura de mosquito: entré en coma y estuve varias sema­nas sin conocimiento.

2. Un examen de diversas experiencias místicas y cercanas a la muer­te. Entre ellas, son de particular importancia:

A.  La experiencia cercana a la muerte de Eben Alexander, quien la describe en su libro La prueba del Cielo.
B.   La extraordinaria experiencia de Anita Moorjani descrita es Morir para ser yo.

3. Una exploración de lo que este increíble documento llamado Un curso de milagros tiene que decirnos sobre el significado de estas experiencias y sobre cómo llegar a ver la eternidad.

 

 

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