La cura de naranjas propone un método curativo natural mediante la citroterapia o terapia de naranjas. Su autor, el eminente pionero naturista Nicolás Capo, se basa en la fuerza y la potencia curativa de la misma naturaleza. Nuestro cuerpo necesita regenerarse continuamente y no hay regeneración posible sin seguir una dieta rica en cítricos tan esenciales como las naranjas ya que el ácido cítrico que contienen es oxidante, depurativo, desinfectante y microbicida.
Con la citroterapia o cura de naranjas podrá:
* Curar jaquecas y mareos
* Descongestionar y purificar el hígado
* Curar las arenillas y las piedras en el riñón
* Estimular la inapetencia
* Curar la obesidad destruyendo de modo natural las grasas
* Paliar los dolores de reumatismo o artritis
Realizar periódicamente una cura de naranjas según las pautas científicas del profesor Capo y avaladas por miles de personas de todo el mundo, regenera el cuerpo, lo depura, además de prevenir y curar gran parte de las enfermedades.
NICOLÁS CAPO fue el naturista pionero de mayor relevancia en España. Creador de la Trofología o "ciencia de la alimentación" encarnó el sector más radical y a la vez más consecuente del naturismo siendo el precursor indiscutible de lo que años más tarde la ciencia reconoció como higienismo o "higiene vital". El profesor Capo fundó el Instituto de Trofología y Trofoterapia y editó la revista ¡Cúrate!, que más tarde se denominaría ¡Regenérate! Autor de más de 20 títulos que alcanzaron un gran éxito tanto en Francia como Italia y España tales como Mi método del limón y El secreto del electromagnetismo de los alimentos naturales, publicados por Ediciones Obelisco que próximamente publicará también La cura de uvas.
ÍNDICE
Introducción 7
GENERALIDADES
¿Por qué las naranjas son buenas en las enfermedades? 11
Las naranjas y sus amigos 13
¿Por qué cura la naranja? 14
BREVIARIO DE MEDICINA CASERA
La madre, el hogar y las naranjas 21
La naranja, como base de la medicina casera 22
El asma 23
El estreñimiento 24
Colitis y enteritis 27
El reuma 28
La hiperclorhidria y el estómago 28
La apendicitis 32
La piorrea 32
Arenillas y mal de piedra 33
El destete de los niños 33
La diabetes 35
TERAPÉUTICA
Propiedades medicinales reconocidas de la naranja 37
La naranja, medicina del porvenir 44
El zumo de naranja en la sangre actúa como una antitoxina 45
Cómo se inicia la cura de naranjas 46
El efecto curativo de las naranjas en las diversas partes del cuerpo 47
Boca y encías 47
Garganta y esófago 47
Estómago y píloro 48
Hígado y páncreas 50
Intestino delgado y colon 52
Recto (almorranas) 53
Vejiga y próstata 53
Riñones y en las glándulá suprarrenales 54
Ovarios y matriz 55
ALIMENTACIÓN MAGNÉTICA (PRIMERA PARTE)
La naranja, fruta de la salud 57
¿Por qué debemos comer muchas naranjas? 59
El zumo de naranjas es un néctar de oro 60
¡Evitad las incompatibilidades! 61
Parte práctica ¡Sol y naranjas! 69
ALIMENTACIÓN MAGNÉTICA (SEGUNDA PARTE)
Inicio de esta alimentación magnética 71
Naranjas con fresas y miel 72
Menús a base de naranjas 73
Desayunos 74
Para el mediodía o la cena 75
Naranjas y boniatos para un día completo 80
Algunas fórmulas para preparar refrescos de naranjas 81
Variedades de frutos cítricos de España 83
INTRODUCCIÓN
¿QuÉ ES NUTRICIÓN? ¿QuÉ ES DEBILIDAD?
El tratamiento curativo natural practicado a base de la citroterapia (cura de naranjas o terapia por las naranjas), está en oposición al que emplea la medicina oficial alopática. Este último sistema, que por su finalidad pudiéramos llamar represivo, consiste, generalmente, en reprimir o combatir los síntomas morbosos impidiendo su manifestación, en vez de eliminar las causas fundamentales y esenciales de las enfermedades. Por ejemplo, suprimirá una erupción cutánea que constituía, precisamente, una vía de eliminación de substancias perjudiciales (toxinas), con lo cual el organismo quedará todavía más intoxicado.
Los medicamentos o fármacos no suelen estimular la eliminación de las toxinas y substancias perjudiciales, ni favorecen la depuración o purificación de la sangre y del organismo en general. Por desgracia, muchas veces producen reacciones molestas, violentas, intempestivas o contraproducentes, y hasta peligrosas para la vida. De ahí que el sistema naturista de curar las enfermedades trofoterápicamente, a base de frutas ácidas, prefiera y utilice el método resolutivo, por la utilidad
que éste ofrece al aumentar la eliminación, expulsando las materias extrañas y morbígenas por los emuntorios naturales. Este sistema está basado en la Fuerza o Potencia Curativa de la Naturaleza, que vale tanto como decir la Energía Vital de nuestro Interior, que es la que verdaderamente cura cuando ningún sistema artificial se lo impide, estorba o entorpece.
El intestino (excreción), los riñones (micción), la piel (sudación) y los pulmones (respiración) son los órganos elementales que en propiedad mantienen la salud cabal y perfecta de nuestro organismo. Del feliz resultado de ese cambio y recambio de materias orgánicas obtenemos infaliblemente la salud. No hay otro camino. La salud consiste en ese ritmo y armonía, esto es, en la nutrición completa. No hay salud sin regeneración (recambio celular plasmosanguíneo), como no hay regeneración sin nutrición y, finalmente, tampoco hay nutrición sin saturación cítrica del órgano enfermo, con jugo fresco de frutas. De aquí debe deducirse, lógicamente, que la saturación grasa y carnosa de un órgano, tóxica y falsamente nutrido a base de ese peligroso y sibarítico pacto tripartito consistente en carnes, vino y pan blanco, no es de ninguna manera una verdadera nutrición, ni mucho menos salud y equilibrio fisiológico, sino todo lo contrario, terreno abonado para las enfermedades, especialmente las de hipernutrición, esto es, angina de pecho, escrofulosis, artritismo, diabetes, plétora, cardiopatías, estreñimiento, hiperclorhidria, hipocondría, jaquecas, hemorroides, ictericia (aquí en complicidad con las pastelerías), obesidad y gota.
La debilidad es causada, generalmente, no por supuesta falta de alimentos, sino por autointoxicación, por atascamiento y obstrucción por tantos falsos alimentos consistentes en carnes, grasas o mantecas
diversas, harinas más o menos industrializadas (pan blanco, purés, pastas para sopa), huevos fritos o en tortilla, quesos duros y fuertes,
cerdo y sus derivados, pescado y salazones, turrones, pastelería, etc., con el clásico acompañamiento de las bebidas alcohólicas. Todo esto
excita y da una sensación aparente de fuerza, pero no alimenta de verdad. Por otra parte, falta de excitación no significa debilidad. La debilidad proviene de la ausencia de armonía orgánica (ausencia debida a la distrofia y descentramiento de los fluidos vitales); la debilidad, en fin, también es debida a las falsas formaciones de protoplasma internutritivo y a la falta de fluido nervioso y cerebral. Donde falta un alimento medicinal, existe una distrofia, que es una paralización del comprobador funcional y regenerador. Los residuos y corpúsculos internos que forman los alimentos no vegetales ni cítricos (naranjas, mandarinas y limones) en los finos y delicados intersticios de las células de nuestros órganos nobles, constituyen la verdadera génesis de la debilidad y de la miseria orgánica; residuos que son un pozo sin fondo de colonias microbianas y campo libre para la proliferación de infecciones y enfermedades. En cambio, en el caso de una alimentación vegetariana adecuada, rica en ensaladas crudas, verduras, frutas en general y rica especialmente en frutos cítricos (naranjas, mandarinas y limones), no sólo no existen esos residuos, corpúsculos patológicos ni colonias microbianas, sino que en tal caso (que es el de los vegetarianos y naturistas) se observa un notorio aumento de la inmunidad natural o defensa orgánica contra las enfermedades.
NEGLIGENCIA Y ENFERMEDAD
¡Qué escalofriante impresión nos produce a nosotros, los naturistas trofólogos, cuando reflexionamos sobre el hecho de tanta infancia ¡nocente y de tanta juventud intelectual como muere en las grandes urbes por no ingerir frutas frescas, especialmente naranjas! ¡Y pensar que son incontables los frutales de los trópicos y que en nuestras mismas tierras españolas son inmensas las cosechas de naranjas! Por otra parte, el vicio y la enfermedad del egoísmo humano han abierto
brecha en los corazones negándole a la naranja su gran valor químico-medicinal y encontrándola siempre cara. ¡Más caras son las medicinas y las inyecciones! ¡Más caros resultan las operaciones y los gastos de clínicas y hospitales! ¡Más cara se paga esa ignorancia con el dolor y la enfermedad, y más aun cuando ésta se transforma en incurable!
Conviene saber que una cura de naranjas por temporada, practicada científicamente, evita y cura la mayor parte de las enfermedades. Esto que acabamos de afirmar, deberían saberlo los considerados como incurables y desahuciados por los diferentes sistemas de curación a base de drogas, específicos y demás tratamientos artificiales, todos ellos contra natura. ¡Negligencia y enfermedad suelen ir siempre apareadas y en perjuicio de la humanidad!