Placeres veganos

Jessica Prescott demuestra en Placeres veganos lo fácil que resulta incorporar plantas, frutas y hortalizas a la dieta diaria. Organizado en función de los tiempos de cocción de cada receta y con alimentos al alcance de todos, este libro es ideal para resolver las cenas de cada día y disfrutar de la tranquilidad de los fines de semana.
Hay recetas para cada momento y paladar: para un brunch relajado, pruebe los Buñuelos de maíz; disfrute de una comida supernutritiva con un maravilloso Curri verde tailandés, o, si lo que desea es deleitar a sus amigos, como postre prepare el asombroso Pastel de té matcha.
Tanto si pretende hacerse vegano como si simplemente se propone incluir más platos a base de verduras en su dieta, Placeres veganos le ofrece un tipo de cocina de calidad que prioriza el sabor.

CONTENIDOS

Introducción 7
Platos rápidos 21
Comidas en una hora 35
Cenas con calma 57
Buenas compañías 79
Dulces 99
Condimentos y bebidas 135
Agradecimientos 156
Acerca de la autora 156
Índice 158

INTRODUCCIÓN
ACERCA DE MÍ

Mis primeros recuerdos se sitúan en la cocina, en compañía de mi madre, observando cómo cocinaba; por aquel entonces, una de las mayores alegrías de mi vida era que me dejara lamer el bol. Me crie con comida casera y a mi madre la admiraban familiares y amigos por sus platos: era la que siempre servía los mejores banquetes, la que preparaba los pasteles de cumpleaños de todos, la que descubrió el dukkah antes de que se pusiera de moda y la que aceptó con gusto mi decisión de dejar de comer carne a los 14 años porque le encantaba la inspiración que mi nueva dieta trajo a su cocina. Ni que decir tiene que de ella he heredado mi amor por la cocina. No he adquirido formación profesional, simplemente llevo cocinando desde siempre. Conservo las pequeñas cosas que mi madre me enseñó, y el resto lo he ido recogiendo por el camino, aprendiendo poco a poco.
Crecer en una ciudad pequeña me infundió un espíritu viajero que me ha llevado de un continente a otro. Dejé Napier, en Nueva Zelanda, a los 17 años y, en todas las ciudades que he visitado o donde he vivido, he reunido inspiración para preparar los humildes vegetales. Ahora vivo en Berlín con mi esposo australiano, Andy, y mi hijo, Louie, que crecía en mi interior mientras preparaba el presente libro.
Mi cocinita berlinesa es mi espacio de felicidad. Creo que cocinar es una forma de meditación y me entusiasma hacerlo para los demás porque la comida siempre ha sido mi manera de conectar con las personas. Mis platos son sustanciosos y rústicos, nada sofisticados ni pulidos, y el sabor es siempre lo más importante. Para mí, la mejor manera de pasar una velada es compartiendo alimentos y vino con mis seres queridos en platos y copas de juegos desparejados.
No se me da nada bien seguir una receta, pero me encanta compartir mis experimentos culinarios con mis amigos, por eso inauguré mi blog Wholy Goodness. Inicialmente, quería que fuera un blog sin fotografías, hasta que una buena amiga me convenció de que, en la actualidad, es necesaria una foto para acompañar una receta. No imaginaba que en mi interior se escondía una estilista culinaria. De niña, decía a menudo que un día escribiría un libro de cocina, pero nunca pensé que eso fuera a suceder de verdad en algún momento. Y aquí estoy: escribiendo la introducción de mi primer libro, rezando para haber conseguido transcribir con precisión lo que hago en la cocina y deseando que cualquier persona, en cualquier parte del mundo, encuentre entre estas páginas algo que le inspire de vez en cuando a servir una receta vegana.
Soy vegana porque, para mí, es el estilo de vida que encaja mejor con el bienestar de nuestro planeta y de todas las criaturas que habitan en él.
Las granjas industriales no solo me parecen crueles, sino que además contaminan el planeta y consumen sus recursos. El agua y las tierras que se emplean pan cultivar alimento para el ganado podrían dedicarse al cultivo de alimento para humanos. Así se reduciría significativamente el hambre en el mundo.
Y esto es solo la punta de la lechuga iceberg. Pero no escribo un libro para convencer a nadie de que se haga vegano, sino que mi intención es haber escrito un libro de cocina para mostrar lo deliciosa que puede ser la comida vegana. Si se pregunta por qué cada vez más personas adoptan este estilo de vida aparentemente radical, le invito a llevar a cabo sus propias pesquisas sobre la ganadería y agricultura industriales.
Cuando la dieta contiene abundantes cantidades de fruta, hortalizas, frutos secos, semillas, legumbres y cereales, se ofrece al organismo energía pura y limpia que este sabe exactamente cómo procesar, en lugar de filtrar antes los nutrientes a través del organismo dE otro ser.