Cuidado dental holístico

La salud de nuestros dientes y encías depende mucho más de nuestros propios cuidados, hábitos y alimentación que de las visitas periódicas al dentista. Sin embargo, la mayoría de nosotros desconocemos los recursos y la información necesarios para mantener una dentadura saludable.

Cuidado dental holístico es la primera guía de terapia natural y salud integral orientada exclusivamente al cuidado de los dientes y las encías.

En ella aprenderás, por ejemplo, que:

• diversos productos naturales de origen vegetal (corteza del árbol del té, hojas del neem, clavo) y mineral (bicarbonato, iodo, agua oxigenada, sal común) resultan poderosamente eficaces para reducir la placa dental y la gingivitis, equilibrar el pH, sanar las infecciones bucales e incluso eliminar del organismo los metales pesados originados por los empastes; 
• un gran número de intervenciones de ortodoncia pueden evitarse con una adecuada nutrición y el uso de determinados suplementos y vitaminas;
• las pastas de dientes comerciales contienen ingredientes sintéticos agresivos.

La presente obra propone además un elaborado y completo Plan diario de ocho pasos que garantiza la protección definitiva de dientes y encías, así como la prevención de la caries y las infecciones más comunes de la boca.

Encuadernación: Rústica
Dimensiones: 14,5 x 21 cm
Nº Pág.: 188

«La salud de la boca no es un asunto exclusivo de la consulta del dentista: la higiene oral y la alimentación son esenciales para prevenir la mayor parte de las afecciones bucales así como sus repercusiones, que afectan a todo el organismo. Después de treinta años de experiencia en el tratamiento de afecciones bucodentales, me parece fundamental proporcionar a los pacientes distintas herramientas que les permitan ocuparse del cuidado de su boca todos los días. Este libro constituye un valioso complemento para la asistencia dental profesional y contribuye a que el cuidado bucal sea más accesible, sencillo y efectivo para todos».
Lina García,
Doctora en odontología y cirugía dental

Nadine Artemis
es una innovadora aromaterapeuta especializada en el cuidado bucal y la belleza natural. En su larga trayectoria de investigación ha desarrollado fórmulas propias que refuerzan el sistema inmunitario, además de compuestos medicinales para la salud y el bienestar y potentes serums dentales que actualmente son demandados en todo el mundo. La cantante Alanis Morissette la ha descrito como una «visionaria auténtica».

• Prólogo

DE VEZ EN CUANDO aparece un libro ameno que puede marcar la diferencia. Este es ese libro. Como dentista con más de 25 años de experiencia, pensaba que había visto y leído casi todo lo publicado sobre odontología. Me gustó mucho que Nadine me pidiera que escribiera el prólogo. Tras conocer sus productos, pensé que sería buena idea. Harto de leer libros sobre dientes, decidí posponer su lectura unas cuantas semanas. Finalmente, un día lluvioso, me puse con él. ¡ Qué sorpresa! Me sentí transportado a un recorrido por la boca que me sorprendió gratamente... Fue estupendo. Sentí que me aventuraba en un pequeño bote a navegar por la cavidad bucal. El estilo y la exactitud de su obra te harán apreciar todavía más tu boca.
El tema de los meridianos que afectan a los dientes constituye un material importante que pocos libros mencionan, a pesar de tratarse de unos conocimientos que pueden ayudarte con muchos problemas del resto de tu organismo. Por ejemplo, si vas al dentista por un dolor en el primer molar inferior, tu dentista podría decirte que no te pasa nada en el diente. Acabarás descubriendo que se trata de un problema digestivo y que, una vez corregido, el dolor de muelas desaparece.
Aprenderás que la boca es un ecosistema que forma parte de un sistema más grande: el cuerpo.
Los conocimientos de Nadine sobre los diferentes métodos de curación son realmente inspiradores. Hay muchas formas naturales de mantener tener una boca sana, algo que también influye en la buena salud general. Las técnicas y materiales de los que habla Nadine son los mejores para hacer que tu boca siga sana. Y sus comentarios sobre la regeneración superan a cualquiera de los que he conocido hasta ahora.
Solo hay un problema con este libro: si sigues los consejos de Nadine, yo me quedaré sin poder hacerte intervenciones restauradoras en la boca porque no las necesitarás.
Recibe un cordial saludo de salud,
VICTOR ZEINES, cirujano dentista, licenciado en Odontología y miembro de la Academia de Odontología General (FAGD)

Introducción

SI ERES COMO YO y has crecido en la cultura occidental contemporánea, habrás oído toda tu vida que es importante cepillarse los dientes y visitar al dentista dos veces al año para hacerse revisiones. Tus padres te habrán enseñado a cepillártelos (con suerte) y, si han sido diligentes, incluso te habrán mostrado cómo usar la seda dental. Para cuando llegas a la adolescencia y te has acostumbrado, empiezan a aparecer las caries y otros problemas dentales, sobre todo si llevas la típica dieta del adolescente.
Lo que he descubierto durante mis investigaciones sobre el cuidado personal de los dientes —puesto que tengo dientes, se trata de un tema que me interesa bastante— es que no nos enseñaron a cuidar de ellos correctamente cuando éramos niños y por una sencilla razón: ni nuestros padres ni tan siquiera los dentistas sabían cómo cuidar y alimentar los dientes y las encías. Incluso aunque nos hayamos cepillado y pasado la seda dental, y hayamos visitado al dentista cada seis meses como es debido, seguimos teniendo caries, y a muchos no nos ha quedado más remedio que someternos a endodoncias, extracciones y otros procedimientos invasivos. Hicimos todo lo que pudimos, pero sin disponer de toda la información.
Cuando llegas a la edad adulta y ya no tienes a tus padres para que te lleven a la consulta, probablemente pones excusas para evitar el sillón del dentista. Yo lo hice; parecía mejor no saber qué estaba pasando en mi boca. Quizá me estaba revelando instintivamente contra los artilugios ortodóncicos; la nariz me advertía sobre los éteres antisépticos y la boca sentía repulsión por el extraño sabor del flúor, el metal y la espuma. Pero, tan carente de conocimientos como estaba, mi evitación me llevó a la entropía bucal que hizo que la visita al dentista fuese inevitable.
También crecí convencida de que necesitamos a los médicos para que cuiden de nuestro cuerpo y a los dentistas para que se ocupen de nuestra boca. Así que, como muchas personas, creí que la boca estaba separada del resto del cuerpo. Cuando me di cuenta de esa curiosa «desconexión», me sorprendió mucho comprobar que la medicina occidental y la odontología tratan los síntomas en vez de las fuentes o las causas de los desequilibrios del cuerpo. Este sistema según el cual solo se tratan los síntomas crea un bucle infinito de citas, medicamentos, cirugías, limpiezas bucales, puentes, coronas y empastes que nunca cuestiona ni establece las principales causas subyacentes del problema. Tratar el deterioro en vez de corregir lo que lo origina explica la estadística que afirma que el 90 % de las personas de 6o años tienen el 63 % de la dentadura empastada, picada o extraída'. Por suerte, la luz se hizo cada vez más brillante y conseguí alejarme de esta creencia ampliamente asentada de la división boca-cuerpo. Empecé a entender y percibir el deseo inherente e innato del cuerpo de recalibrarse y regenerarse, y supe que ese proceso debía incluir también a los dientes.
Quizá ya tengas una buena percepción de lo que es bueno o no para tu boca. Es posible que te hayas retirado todos los empastes de mercurio. Quizá conozcas los peligros del flúor y te encante usar la seda dental. Como buen embajador de un correcto cuidado bucal en su búsqueda de la autosuficiencia,
puede que seas consciente de la importancia de cada pieza dental, por lo que es normal que te sorprendas cuando el dentista te dice que tienes una retracción de encías o una caries.
¿Y ahora qué? Puedes evitar al dentista sin dejar de prestar atención a tu dentadura. Puedes eludir su consulta, pero no porque te dé miedo ir, sino porque entiendes la ecología de tu boca y no sufres ningún deterioro. Todo lo que necesitas son algunos conocimientos, mantener tus dientes fuertes y bonitos, y evitar el estrés dental. Es cuestión de aprender un par de hábitos nuevos y una rutina de mantenimiento diario que incluye algunos procedimientos caseros simples que el dentista de tu infancia desconocía por completo.
En las páginas siguientes te daré unas instrucciones detalladas para que desarrolles nuevas estrategias de cuidado dental y elimines las antiguas, nada efectivas, con el objetivo de conseguir unos dientes, encías, saliva y esmalte más fuertes y sanos. Te llevaré a dar una vuelta por tu boca para que te familiarices con la relación intrincada entre los factores internos y externos que influyen en la salud de tu dentadura. Entenderás la ecología bucal sana y aprenderás a hacer desaparecer de tu boca el deterioro activo adoptando una serie de medidas prácticas con las que aportarás alimento a tus dientes y ayudarás a todo el cuerpo. Cuando lleves estos nuevos conocimientos a la práctica, sentirás que la saliva vuelve a esmaltar tus dientes, que las encías se fortalecen en torno a tu dentadura y te despertarás con un aliento fresco, listo para repartir besos. Aunque sigas visitando a tu dentista, este libro te ayudará a tomar decisiones informadas sobre la salud de tu boca a largo plazo.

Índice

Prólogo 17
Introducción 19
1
El cepillo de dientes invisible 23 Cuida tu boca 24
2
Tus dientes están vivos: un paseo por tu boca 29
Un paseo por tu boca 30
La blancura viene del interior 33
Las encías: jerséis de cuello alto para los dientes 35
La supersaliva 38
La historia externa: las bacterias 39
La historia interna: el regreso del cepillo
de dientes invisible 40
El eje endocrino hipotálamo-glándula parótida 41
3
¿Puede ser nocivo si lo ingiero? 47
La verdad sobre las pastas de dientes, los cepillos
y los enjuagues bucales 47
Los cepillos de dientes 56
La seda dental es divertida 57
Nuevos hábitos 57
4
Los sombrereros locos, los inconformistas y la odontología moderna 59
Una visita al dentista en 2022 59
Empastes: metales pesados a sorbitos 63
Un refugio seguro para las bacterias:
endodoncias y cavitaciones en la mandíbula 68
Preguntas que deberías hacer al dentista
que elijas 73
Cómo preparar una cita con el dentista 75
5
Comida procesada = Dientes procesados 79
Alimenta a tus dientes 80
Pautas nutricionales importantes 87
Vitaminas y suplementos para el cuidado bucal 88
6
Cuidado bucal para niños 91
Cómo alimentar la boca de los bebés 92 La dentición 96
7
Ortodoncias: metal pesado o salud armonizada 99
¿Por qué empeora nuestra boca? 100 Las ortodoncias modifican el rostro 102 Como sacarte una muela 105
La cara es lo primero 106
Por tu cara bonita 108
Cuida tu boca 109
8
Cómo ser tu propio dentista en ocho pasos 111
Paso 1: El enjuague de sal 112
Paso 2: El raspado de la lengua 113
Paso 3: El cepillado de las encías 113
Paso 4: El pulido de los dientes 114
Paso 5: La revisión de la línea de las encías 115
Paso 6: La seda dental 116
Paso 7: El enjuague final 117
Paso 8: Cuidado adicional de las encías 117
Repaso de los ocho pasos 119
9
Beneficios de los extractos naturales 121 Lo que llega a la piel entra al organismo 132
10
Más trucos dentales 135
Alineamiento: la mordida perfecta 135
Cómo mantener el cuerpo alcalino 135
Enjuague bucal de yodo atómico 136
Bicarbonato sódico 136
Análisis de sangre 138
El aliento 139
La arcilla 140
El cepillado en seco 141
Cómo tratar las encías muy inflamadas 141
Hierbas curativas 141
Depuración de metales pesados 142
Homeopatía 144
Sales tisulares y sales celulares 145
Peróxido de hidrógeno 146
Enjuague de aceite de magnesio 147
El oil pulling 147
El ozono para el cuidado bucal 148
Sal 149
Saunas 149
Reducir el estrés 150
El cuidado del tiroides 151
El dolor de muelas 151
Las articulaciones temporomandibulares 153
Agua 155
Productos recomendados 157
Información sobre los empastes de mercurio 159
Notas 161
Bibliografía 173
Índice temático 181 Sobre la autora 187