Aromaterapia Sagrada

En este libro el autor invita a abrir "la Vía Aromática" como camino espiritual a quienes así lo sientan al leerlo. Simplemente estarán recordando una canción - en este caso, una fragancia -, que existe en su interior y pugna por salir y manifestarse conscientemente.

Mucho se ha escrito sobre las aplicaciones que a nivel 

espiritual tienen los aceites esenciales, en gran cantidad 

de veces basados en culturas tan importantes y vastas 

como la védica o la budista. Sin embargo, en su día me 

llamó la atención lo poco que conocíamos o teníamos en 

cuenta  el  uso  que  en  nuestro  entorno  cultural  y 

espiritual  occidental,  han  tenido  desde  tiempos 

remotos, este tipo de aplicaciones. 

En la búsqueda de mis raíces espirituales, con el fin de 

ponerme en paz con la lucha que en mi interior existía, 

indagué en las distintas corrientes del Cristianismo, y 

pude  llegar  a  un  equilibrio  entre  los  profundos  y 

valiosos  valores  que  aporta  a  la  Humanidad  y  la 

perplejidad que me suponía ver las atrocidades que se 

han cometido supuestamente en su nombre.

El hilo conductor de esa búsqueda fueron mis amados 

aceites  esenciales.  A  través  de  la  Unción  Sagrada, 

práctica presente ya en el Éxodo bíblico, hallé la clave 

para congraciarme con la espiritualidad cristiana.

A veces lo evidente lo es tanto, que no lo vemos por lo 

cerca  que  lo  tenemos.  “Christos”  significa  en  griego 

“ungüento”. Curiosamente, en hebreo el mismo término 

es “masach”. Jesús  el  Cristo  –Jesucristo-,  Jesús  el 

Mesías… quiere decir “Jesús el Ungido”. Los cristianos 

son “los ungidos”, etimológicamente hablando. Y para 

mí  la  etimología  es  la  clave  de  la  esencia  de  la 

terminología, es decir, del espíritu de las palabras, de lo 

que quieren  decir en origen  (algo que a veces se va 

degradando en el tiempo).