Protectores tarjetas

Acercarse a las imágenes de los Protectores

Busca un espacio tranquilo donde te sientas cómodo. Vas a trabajar desde la mente  con  imágenes y palabras en dialogo con tu subconsciente. Si estás familiarizado con la meditación, es un buen momento para practicar unos minutos, hasta que el murmullo interno se aplaque.

Escoge una lámina mientras formulas internamente tu pregunta. Puedes no preguntar nada. Permite que una carta te llame. Ahora puedes continuar tu práctica de meditación, observando la imagen que la carta te presente. Que sea una ventana hacia ti. Que el paisaje que presenta te lleve hacia vivencias tuyas.

Permite que surja cualquier imagen o emoción de tu inconsciente, sin juzgarla. Lee la frase que acompaña a la imagen. Déjala resonar dentro de ti, y de nuevo observa qué surge en ti, que trae tu mente al momento presente. Observa, no busques explicaciones, permítete Ver y sumérgete en ello, observa la vivencia sin miedos o juicios, sin esperanzas o deseos. Como un lago deja que todo suceda y repose en ti.

 Cuando sientas que has terminado, devuelve tu respiración al presente. Si quieres tomar notas, éste puede ser un buen momento. Evita que la mente se obsesione con el registro minucioso de  detalles. Lo significativo siempre es la vivencia global, la visión que hayas conseguido.  No tengas miedo de perder información, lo importante permanecerá.

Desarrollo

Se dice que la transformación humana era el único milagro que el Buddha reconocía. Esta tarea iniciática podría consistir -entre otras cosas- en re-unir lo que está separado e integrar lo que aparentemente se nos presenta como opuesto: luz y oscuridad, positivo y negativo, fuego y agua, masculino y femenino, yin y yang, etc.  

Al recoger este principio e integración, de re-unión primordial, en la construcción formal de estos dibujos se revela también una química transformadora. Esta magia alquímica sucede precisamente con la aparición de una estructura ternaria, en la génesis de la tercera entidad, surgida de la unión de dos polaridades; es decir, de la fusión de algo receptivo y algo activo (en cada dibujo el principio receptivo  permanece en la parte    izquierda, mientras que el principio considerado activo está en la parte derecha). La forma o figura que aparece entonces -en el mismísimo centro del dibujo-, constituye esta tercera fuerza que actúa como una consolidación mística. Por otro lado, las cartas de los Protectores no se han planteado exclusivamente de manera separada las unas de las otras, sino que se reúnen en siete grupos de tres cartas cada uno, y estos grupos conforman a su vez siete etapas de un único ciclo. De esta manera, aparece entre las cartas una relación y una dinámica concreta, y los Ternarios sugieren, de esta manera, una propuesta de camino para las diferentes etapas de la evolución de la consciencia humana. Estas etapas se describen en el esquema que hay a continuación.  Las frases que aparecen en el reverso de cada carta contienen un mensaje que le es propio a cada una de estas etapas de evolución. Algunas frases son aforismos del Buddha histórico, otras están inspiradas en maestros vinculados al budismo, y otras han surgido de no se sabe muy bien dónde... Sin embargo, es necesario destacar que bajo numerosas y diversas formas de presentación posibles, estas etapas de evolución del ser se presentan a menudo de manera universal y detectable en el seno de muchas tradiciones de sabiduría de la humanidad.  Esperamos que esta propuesta resulte provechosa para las personas que estén en proceso de transformación en su vida, de modo que encuentren en los Protectores una herramienta inspiradora y el susurro de una señal.    

En estas imágenes, fruto de las enseñanzas de meditación recibidas a lo largo de los años, Màrius Brossa presenta una armonización de las dualidades que vive nuestra mente y que a menudo son respon­sables de los conflictos y dudas que vivimos. Las imágenes tienen un diálogo entre el principio masculino y feme­nino que generan un tercer elemento, síntesis o puerta para salir de la razón conflictiva. Así podremos acercarnos a la sabiduría de nues­tro subconsciente, que permanece en silencio si no nos acercamos. Las imágenes están agrupadas en siete ternarios, que conforman las etapas de crecimiento de la Vida humana. Busca un espacio tranquilo. Trabajarás desde la mente con imágenes y palabras, en diálogo con tu subconsciente. Hazte una pregunta. Escoge una carta al azar. Contempla la imagen, la puerta. Lee el texto y permite que te lleguen las ricas implicaciones simbólicas que contienen.

Felicito y doy mi enhorabuena a Marius Brossa por su inspiradora obra y agradezco su petición de escribir unas líneas sobre su arte, algo que no podría dejar de hacer por respeto al recuerdo de nuestra primera conversación sobre su trabajo.

Hace unos años, Màrius se me acercó enseñándome sus cartas. Sugirió que eligiera una y cogí la número 12 (Creixement - La força interior és un do que floreix en el silenci). En el mismo instante le dije que debía compartir estos dibujos con los demás.

No soy crítico de arte, soy simplemente un monje budista, pero observando sus dibujos veo que se pueden interpretar muchos mensajes espirituales. Reflexionando sobre sus colores y formas, percibo mucha fuerza interior.

A través del poder del silencio, al observar estas cartas, cada persona puede recibir un mensaje y valores espirituales diferentes. No importa ser creyente o no. Todos los seres estamos en un momento de búsqueda de respuestas a nuestra presencia en la vida actual: debemos abrir nuestro corazón, ser buenas personas, generosos... en definitiva, ser buenos seres humanos, preocuparnos más de los demás, ser menos egoístas. Tras el arte espiritual de Màrius Brossa está la motivación de conseguir un mundo mejor, con un mayor respeto a nuestra Madre Tierra, tolerando y respetando a todos los seres, todas las religiones, viviendo en armonía con la naturaleza.

 Dedico a Màrius Brosa y a todas las personas mis mejores deseos para una vida digna, con armonía, sonrisa, paz y felicidad.

 Thubten Wangchen

Diciembre 2015