Conozco a mi hijo a través del eneagrama, por Maurizio Cusani. ISBN: 9788491110606

Conozco a mi hijo a través del eneagrama

Referencia: 9788491110606
11,00 €

Una técnica psicológica antigua y fácil de usar para una educación más consciente

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Este libro ayuda a los padres a conocer y a comprender mejor a sus hijos, utilizando un instrumento singular: el eneagrama o sistema de las 9 personalidades. Se trata de una antigua técnica psicológica que resulta útil para descifrar el misterioso mundo de la psique partiendo de la identificación de 9 tipologías humanas, cada una de las cuales presenta unos comportamientos característicos y unos puntos, fuertes y débiles, con rasgos peculiares. Nos referimos, por lo tanto, a un instrumento extraordinariamente eficaz para comprender el carácter de cada niño y las motivaciones que impulsan la manera de actuar, así como para identificar las respuestas educativas necesarias con el fin de que crezca con serenidad y sintiéndose realizado.
Pero eso no es todo: el eneagrama nos ayuda también a nosotros, los adultos, a conocernos mejor y a encontrar el equilibrio justo entre nuestras expectativas y el debido respeto a la personalidad de nuestros hijos.
 

MAURIZIO CUSANI
Médico oftalmólogo, es autor de varios libros sobre el eneagrama, la simbología, el sufismo y a psicosomática ocular. Ha publicado Perché mangio così? (con Stefania Colombo), Mangiare bene per vedere meglio (con Debora Bionda), Enneagramma e Fiori di Bach (con Marina Mele) y Aromaterapia su misura (con Flavia Vallarin).

Traducción: Graziella Zaramella Romero

Introducción
Soy madre, soy padre. ¿Y ahora qué?

Al tiempo que sienten una gran felicidad, es fácil que los nuevos padres experimenten una pizca de ansiedad: ¿conseguiré ser un buen padre? ¿obtendrá mejores resultados una educación severa o una permisiva? Por desgracia, no existen unas reglas fijas que se puedan seguir: cada niño que nace es único, no ha existido ni existirá nunca un individuo igual a él. Entonces, ¿cómo hay que proceder?
No hay una respuesta unívoca, y por ello es muy importante entender enseguida cuál es el carácter del «nuevo» niño. Naturalmente, el amor es fundamental, porque es capaz de construir en el recién nacido esa confianza en sí mismo que resulta necesaria para el desarrollo de una persona equilibrada, y esa relación indisoluble que unirá para siempre a los padres con su hijo y al hijo con sus padres.
Un segundo punto importante, que es preciso no olvidar nunca, es el ejemplo, que dejará una huella indeleble en el adulto futuro y que constituirá una especie de decálogo difícilmente sustituible.
Pero, dejando aparte estas premisas, ¿de qué medios disponemos para comprender verdaderamente a nuestros hijos, con el fin de poder adoptar los comportamientos más adecuados para cada uno de ellos, las líneas educativas capaces de contribuir a desarrollar sus potencialidades y a no sofocar las habilidades específicas, respetando su persona-
lidad? ¿Cómo preparar al nuevo ser humano para enfrentarse al entorno que le rodea, para reconocer la forma más correcta y fructífera de enfrentarse al mundo exterior a la familia, mundo que se encuentra en sí mismo en una situación de cambio perenne? En resumen, ¿cómo enseñarle la mejor manera de adaptarse, manteniendo el respeto hacia sí mismo y hacia los demás?
Se necesitaría un mapa, pero un mapa especial, «dinámico», capaz de ofrecer informaciones y consejos no esquemáticos, que pueda modificarse según los diferentes momentos de crecimiento del niño, de las variaciones de comportamiento fruto de su manera de interactuar con el entorno. Pero este mapa existe, y se llama eneagrama: un instrumento realmente útil para penetrar en el mundo misterioso de la psique, y descifrarlo, y para comprender, por lo tanto, qué tipo de carácter posee el niño, las motivaciones que impulsan sus comportamientos, y para identificar las respuestas educativas necesarias con el fin de conseguir que el niño crezca con serenidad y sintiéndose realizado; una guía que nos ayude a conocernos mejor a nosotros mismos y a conocer mejor a nuestros hijos, que logre que adoptemos una actitud flexible y adecuada frente a la difícil tarea de ser padres.
En efecto, el eneagrama posee asimismo la función de ayudar a cada madre y a cada padre a conocerse a sí mismo, y a encontrar el equilibrio correcto entre las propias expectativas y el respeto necesario por la personalidad de este nuevo ser humano, único e irrepetible.
¿Qué es el eneagrama?
El eneagrama (del griego ennea, «nueve», y gramma, «punto») es un mandala («círculo que delimita una zona sagrada»), es decir, un diagrama circular dentro del cual se inscribe un triángulo equilátero y donde se cruzan varias líneas rectas. Pero, al mismo tiempo, es un yantra (es decir, un «artefacto», un «mecanismo»). Por lo tanto, para simplificar, se trata de un mandala en acción, de un sistema en movimiento.
El eneagrama o sistema de las 9 personalidades es una técnica psicológica que prevé la posibilidad de identificar 9 tipologías humanas o personalidades principales –llamadas Bases–, cada una de las cuales presenta tanto puntos concretos fuertes como débiles. Estas Bases se representan con 9 puntos dispuestos en la circunferencia del eneagrama a la misma distancia unos de otros.
No se puede considerar que esta catalogación sea reductiva. Como hemos señalado en otras ocasiones, no existe un ser humano igual a otro, de la misma manera que no existe una hoja igual a otra, aunque las hojas de un mismo árbol, aun siendo diferentes entre sí, compartan unas características comunes.
Igualmente, cada ser humano, aun manteniendo su absoluta individualidad, pertenece, desde el nacimiento y durante toda la vida, a una de las 9 Bases, aunque, como podremos comprobar, las variables de la configuración que se establece a partir de esa determinada Base son tan numerosas que justifican la infinita variedad de los seres humanos. De hecho, cada Base posee unas relaciones «singulares» con algunas tipologías determinadas: las dos colindantes, la que se encuentra a la derecha y la de la izquierda; y las Bases, con las cuales se conecta mediante flechas, una de llegada y otra de salida. Habitualmente, la flecha de salida conduce a una Base de la cual se tomarán las características negativas; mientras que la flecha de llegada procede de una Base de la cual se to-
marán las cualidades positivas. Se denominarán «Alas» las Bases que se encuentran a los lados de cada Base, y Flechas las Bases conectadas con una flecha. Por lo tanto, de esta descripción ya se deduce que el diálogo privilegiado que se establece entre nuestra Base y las otras 4 constituye un proceso dinámico de energías en continuo movimiento, al que se denomina «configuración», y que cambia cada día.
Por ejemplo: un individuo que pertenezca a la Base 4, cuyo talento es la originalidad, al entrar en relación con el Ala 3 adquirirá su pragmatismo, al cual podrá añadir la capacidad de análisis en caso de participar también de la energía del Ala 5, enriqueciéndose ulteriormente con la precisión, característica de la Flecha 1. Por último, podrá alcanzar el altruismo, característico de la Flecha 2, pero, al ser ésta una Flecha de salida, resultará más difícil adquirir este talento.
Por consiguiente, aunque cada uno tenga unas características que indiquen la pertenencia a una determinada Base, muy a menudo las diferentes experiencias conducen a adoptar actitudes y a mostrar características de las Bases que forman parte de nuestra configuración.
Naturalmente, no existe una Base mejor que otra, cada una posee aspectos tanto positivos como negativos; pero conocer los aspectos de nuestra Base originaria nos permite ser más conscientes de nuestros puntos fuertes y de los puntos débiles, condición indispensable para favorecer las predisposiciones innatas y para bloquear, al mismo tiempo, los condicionamientos que nos conducen a repetir los mismos errores. La pertenencia a una Base, y no a otra, se define desde la infancia, a menudo entre la llamada «edad edípica» (2-3 años), y a más tardar entre los 5-6 años.
Es evidente, por lo tanto, la importancia de reconocer la Base de nuestro hijo para estar preparados y aceptar las características de su personalidad, para ayudarle a cultivar adecuadamente sus talentos singulares, para socorrerle en sus dificultades o debilidades, ayudándole a superarlas.
La gran educadora María Montessori destacó la necesidad de favorecer la maduración específica individual de los niños con los estí-
mulos adecuados. Indudablemente esto es cierto, pero igualmente importante es lograr descifrar las motivaciones de sus comportamientos. Por consiguiente, precisamente en la relación con el mundo infantil, el eneagrama representa un instrumento extraordinario, de carácter interpretativo y operativo. Será de gran utilidad para los padres, obviamente, pero será igualmente de gran importancia para los profesores o para todo aquel que desempeñe una tarea de formación, ya pertenezca a la familia, al mundo de la escuela o al deporte.
Ser buenos educadores significa asimismo ser conscientes de que algunas de nuestras enseñanzas pueden ser válidas hoy, pero no mantener la misma relevancia en el futuro; es necesario, sobre todo, tener presente que lo que consideramos adecuado para un chico podría no serlo para otro.
El eneagrama no identifica únicamente aquellos comportamientos que derivan de la pertenencia a una determinada Base, sino que puede indicar además con gran precisión las afinidades, los gustos y las preferencias.
Es además muy útil para descifrar las motivaciones profundas que orientan las 9 Bases hacia determinadas elecciones. Por ello puede desempeñar asimismo la función de ayudar a comprender que el desarrollo individual sigue caminos muy personales y puede regirse por motivaciones insospechadas, y que, por consiguiente, las modalidades de asistencia en el crecimiento deben seguir a veces caminos muy diferentes de un niño y otro.
Este libro
El libro se divide en dos secciones: en la primera encontraréis un test –que deberéis realizar vosotros si vuestro hijo no alcanza, al menos, los 11-12 años de edad, y es, por lo tanto, muy analítico–, a través del cual deberíais ser capaces de identificar, aproximadamente, la Base a la que pertenece vuestro hijo. Esto os permitirá conocerle verdadera-
mente y en profundidad, así como descubrir el porqué de algunos de sus comportamientos más característicos, para ayudarle a superar sus debilidades, a enfrentarse a las dificultades que encontrará en la vida y a reconocer y desarrollar las habilidades y las cualidades concretas que cada ser humano posee.
La segunda sección, en cambio, se refiere a vosotros, en calidad de padres o educadores, y su objetivo es ayudaros a reconocer vuestra Base, algo que os permitirá conoceros mejor a vosotros mismos, conocer vuestros puntos fuertes, pero también, y sobre todo, vuestros puntos débiles, vuestras expectativas, vuestros condicionamientos y automatismos de comportamiento, y os ayudará, a veces, a superarlos. En resumen, descubriréis cómo utilizar el eneagrama para construir, de manera óptima, la relación especial padres-hijos o la de educador-chico.

Índice

Introducción     7
ENEAGRAMA Y NIÑOS     13
¿A qué Base pertenece tu hijo?     15
El niño de Base 1     19
El niño de Base 2    27
El niño de Base 3     35
El niño de Base 4    43
El niño de Base 5     51
El niño de Base 6    61
El niño de Base 7    71
El niño de Base 8    81
El niño de Base 9    91
EL ENEAGRAMA EN LA RELACIÓN PADRE-HIJO    99
¿Qué tipo de padre eres?    101
El padre de Base 1    123
El padre de Base 2    129
El padre de Base 3    135
El padre de Base 4    143
El padre de Base 5    149
El padre de Base 6    155
El padre de Base 7    161
El padre de Base 8    169
El padre de Base 9    175

Obelisco
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