- Una obra necesaria en un tiempo en el que las nuevas tecnologías han pasado a formar parte de nuestra vida diaria.
- Una invitación a concienciarnos de la importancia de dosificar el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales para conectar con una vida más sana.
- El autor nos advierte de los efectos sobre la salud de una exposición excesiva a radiaciones de móviles, tabletas, rúters y antenas de telefonía.
Vivir en modo avión: una filosofía que gana adeptos día a día.
¿Qué peligros entrañan las nuevas tecnologías para la salud? ¿Cómo disfrutar de sus muchas ventajas de un modo racional, seguro y adecuado? Para el geobiólogo y arquitecto Pere León, la respuesta consiste en Vivir en modo avión o, lo que es lo mismo, aprender a desconectar temporalmente de las nuevas tecnologías. Vivir en modo avión expone, sin dramatismos pero con conciencia, los riesgos que supone la implantación masiva de las nuevas tecnologías y cómo contrarrestar sus efectos sin tener que renunciar a ellas. Se trata de adoptar una serie de medidas, prácticas y concretas, para dosificar la exposición a teléfonos móviles, tabletas, routers y antenas de telefonía que, cada vez más, forman parte de nuestro entorno inmediato. También es una oportunidad para conectar con nuestro interior, para empezar a vivir de manera más consciente y saludable, dedicando más tiempo a aquello que realmente nos hace felices: el contacto con nosotros mismos y con los demás.
Pere León es arquitecto interiorista y geobiólogo, formado en Geobiología en la Escola Sert (Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos de Cataluña) y en la Fundación para la Salud Geoambiental (Madrid). Es especialista en bioconstrucción y medición de campos electromagnéticos y está considerado uno de los mayores expertos en su campo.
Prólogo
Vivir «en modo avión» se está convirtiendo cada vez más en una necesidad para nuestra salud física y psíquica. En los últimos años nos hemos vuelto totalmente dependientes del teléfono móvil, de la tableta, del ordenador... Las nuevas tecnologías con conexión a internet han conquistado a niños y mayores. Enganchados a los teléfonos inteligentes, queremos estar online 24 horas para no perdernos nada de lo que pasa en internet. Este avance de la tecnología nos ha traído muchas cosas buenas, como la posibilidad de recibir información amplia y de calidad (si sabemos buscar, claro) o de contactar con familiares y amigos que viven al otro lado del charco, pero por otra parte estamos cayendo en una red de adicción.
La adicción a las nuevas tecnologías
Chequeamos continuamente el correo electrónico, WhatsApp o Facebook en busca de nuevos mensajes o actualizaciones. Y no miramos nuestro móvil cuando estamos solos, sino continuamente: cuando estamos jugando con nuestros hijos, en las cenas con amigos, en mitad de una reunión, etc. A veces parece que es más importante quien está tras el móvil que la persona que tenemos ante nosotros.
Si algún día nos quedamos sin batería u olvidamos el teléfono en casa, somos víctimas del pánico y nos invade el malhumor. «¿Y si me pierdo algo importante?», nos decimos. A esta patología de reciente aparición se le llama nomofobia. También se habla del síndrome de la vibración fantasma. Este fenómeno nos hace creer que el móvil está sonando o vibrando incluso cuando está «tranquilo» o incluso apagado.
¿Y cómo saber si estamos «enganchados» a esta nueva droga? Observa cómo es tu relación con tu móvil o tableta. ¿Cuántas veces lo primero que haces al levantarte es chequear los mensajes? ¿Y cuántas veces duermes con el móvil al lado por si recibes un mensaje relevante de madrugada? ¿Cuántas veces te has frustrado si después de consultar el correo o WhatsApp compruebas que no te ha escrito nadie?
Este enganche está haciendo que prestemos más atención a las relaciones cibernéticas que a las relaciones personales de carne y hueso. A veces ignoramos a la persona que tenemos delante para concentrarnos en el móvil. ¿Cuántas veces no dejamos de realizar tareas pendientes por contestar un mensaje o consultar el último trending topic de Twitter? En ocasiones, hasta le restamos horas al sueño por usar nuestra tableta o móvil.
Lo peor es cuando no podemos dejar de mirar el móvil ni siquiera en situaciones que pueden ser peligrosas, como cuando conducimos o estamos cruzando la calle, situaciones que pueden desembocar incluso en un accidente.
Y ¿qué me decís de cuando estamos con alguien y esa persona nos pide que dejemos el móvil y le atendamos? ¿Solemos hacerlo de buena gana, o más bien refunfuñamos o nos enfadamos? ¿No estamos deseando despistar a esa persona para reengancharnos?
¡Estamos obsesionados por tener el móvil siempre a mano para hacer fotos, buscar información, compartir vídeos, consultar el tiempo, escuchar música, etc!
Existen aplicaciones para valorar si abusamos o no del móvil. Break Free, por ejemplo, te dice el número de veces que desbloqueas la pantalla, el tiempo que utilizas las diferentes aplicaciones o las llamadas que realizas. Haced la prueba y veréis que solemos estar más enganchados de lo que creemos.
¿Qué nos induce a esta adicción?
Si te has sentido identificado como un adicto al móvil, tranquilo. El problema tiene solución y en este libro la encontrarás. Creo que tenemos que hacer un ejercicio de reflexión para descubrir qué es lo que nos induce a ese uso abusivo de internet. Hazte estas preguntas: ¿Uso el móvil para refugiarme y evadirme de los problemas? ¿Lo uso para evadirme de la realidad? ¿Busco el amor y la amistad que no tengo en la vida real en el mundo virtual? Busca la raíz del problema para así intentar buscar una solución.
¿Qué repercusión tiene esta adicción para nuestra salud?
Si dedicamos más tiempo al móvil que a nuestros amigos o a nosotros mismos, sufrimos el riesgo de desconectarnos de nuestro entorno y de aislarnos. Este hecho a la larga puede derivar en sufrimiento, depresión y ansiedad.
Si vamos al plano físico y dejamos a un lado las emociones, a lo largo de este libro verás las implicaciones reales que sobre nuestra salud puede tener el abuso de las nuevas tecnologías. En mayor o menor medida, a todos nos afectan las radiaciones electromagnéticas, pero no solemos ser conscientes de ello. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha declarado como carcinógeno el uso continuado del teléfono móvil, y aunque no se ha manifestado respecto al uso de la wifi y otras ondas electromagnéticas, deberíamos practicar el principio de precaución y ser cautelosos con su empleo.
¿Esto significa que debemos dejar de usar el móvil? ¡No! Pero sí debemos ser más conscientes de cómo lo estamos usando para evitar el abuso y las implicaciones que puede tener sobre nuestra salud. Apostemos por un uso racional de estas tecnologías.
Este libro va a ser una excelente guía para ayudarte a usar de forma prudente las nuevas tecnologías y advertirte de las implicaciones que puede tener un uso abusivo para tu salud física y mental.
La recomendación: acostúmbrate a desconectar de vez en cuando, apaga el móvil por la noche e intenta siempre que
Prólogo 13
sea posible vivir «en modo avión». Deja a un lado la tableta y el teléfono inteligente y dedica tu tiempo a ti mismo y a tus seres queridos. Prueba a dejar el móvil en casa y disfrutar de un paseo o de una enriquecedora conversación.
¿Estás preparado para vivir en modo avión?
OdiLe FeRNáNdez Autora de Mis recetas anticáncer y Mis recetas de cocina anticáncer
Cada vez aparecen más evidencias científicas de los efectos que puede tener sobre la salud una exposición excesiva a las radiaciones que emiten los móviles, las tabletas, los rúters, las antenas de telefonía... Estamos expuestos, a diario y en todo momento, a una gran cantidad de radiaciones artificiales, que se han multiplicado en los últimos años y que van a seguir creciendo. La electrosensibilidad empieza a convertirse en una epidemia y cada vez son más las personas que desarrollan dependencia de sus dispositivos, cuando no adicción. Hemos atravesado una frontera peligrosa en el uso de las nuevas tecnologías.
Pere León, uno de los mayores expertos en las consecuencias de las radiaciones en la salud, nos propone vivir más horas al día en «modo avión», que significa usar las nuevas tecnologías con conciencia y precaución, minimizar la exposición a radiaciones electromagnéticas y reducir el contacto con dispositivos on fine. Conocer nuestra tolerancia electromagnética, emplear estrategias para prevenir la hipersensibilidad, «limpiar» nuestro organismo de radiación y evitar un exceso de exposición son algunas de las propuestas que nos ayudarán a vivir «en modo avión». El libro también ofrece consejos para el uso racional y seguro de dispositivos as como consejos para la creación de zon «blancas» o libres de radiación. Una obra sensibilizadora y didáctica que supondrá paso adelante en nuestra salud y bien
Introducción:
¿Qué es vivir en modo avión?
Querido lector.
Tal vez te preguntes por qué he escogido este título para el libro, o tal vez ya lo hayas adivinado. Permíteme de todos modos que te lo explique.
Seguro que alguna vez habrás oído la expresión «en modo avión». Es una función que tienen la mayoría de teléfonos móviles y que toma el nombre de la obligación de desconectar todos los aparatos electrónicos cuando subes a un avión para no interferir con los comandos de los instrumentos de vuelo. Al poner el móvil o la tableta en modo avión, interrumpes la recepción de la señal del operador de telefonía, es decir, impides la entrada y la salida de llamadas, mensajes y cualquier otra información. No apagas el dispositivo, pero sí cortas toda comunicación a través de llamadas, SMS, WhatsApp, Messenger, Facebook, Twitter, correo electrónico, etc.
Es una forma, en este caso obligada, de «desconectar» del mundo exterior. Esto a algunas personas puede parecerles una especie de «condena», ya que estamos completamente enganchados a la comunicación por medios electrónicos. Por eso, en cuanto aterriza el avión corremos a conectar de nuevo los móviles, no vaya a ser que haya sucedido algo importante mientras estábamos «ausentes». Algunos incluso miran extrañados la pantalla, sorprendidos de que en ese breve período no les haya llegado ningún mensaje y el mundo siga girando tranquilamente sin su participación...
Pero a lo que iba: esa desconexión obligada, al apagar el móvil o ponerlo en modo avión, es en realidad una oportunidad para conectar... ¡con nuestro interior! Es una puerta abierta a descubrir que podemos vivir sin 3G (o 4G), sin wifi, sin redes sociales y sin estar todo el día enganchados a una pantalla. Es una oportunidad para empezar a vivir de una forma más consciente y saludable, dosificando el uso de las nuevas tecnologías y la exposición a las radiaciones, y dedicando más tiempo a aquello que realmente nos puede hacer más felices: el contacto cercano con los demás y con nosotros mismos.
Me gustaría, a través de este libro, concienciarte de la importancia de «desconectar» a menudo de las nuevas tecnologías y conectar con una vida más sana, más presente y más plena. Me gustaría incorporarte a una tendencia que algunos hemos adoptado desde hace un tiempo y que empieza a convertirse en una filosofía: «Vivir en modo avión».
Conozco bien los efectos que sobre la salud puede tener una exposición excesiva a las radiaciones que emiten los móviles, las tabletas, los rúters, las antenas de telefonía, etc. Empecé a hablar de ello en mi primer libro, La buena onda, e in-
Introducción: ¿Qué es vivir en modo avión? 17
sistiré en este, ya que cada vez aparecen más evidencias científicas. Por eso estoy convencido de que hemos traspasado una frontera peligrosa en el uso de las nuevas tecnologías y hay que retroceder y recapacitar. No hablo de volver a la Edad de Piedra, pero sí de actuar con cautela y sentido común.
Desde hace un tiempo, en mi entorno más cercano utilizo esta expresión cuando quiero desconectar: «¡Me pongo en modo avión, hasta luego!» Lo he hecho hace un rato, por ejemplo, cuando me he puesto a escribir estas líneas. Los que me conocen saben que cuando me pongo en modo avión no estoy para nadie, y lo aceptan sin problemas.
Para mí es vital disponer de momentos de desconexión con el entorno para poder reconectar conmigo mismo. No puedo alcanzar un verdadero estado de conciencia sin antes poner mi teléfono móvil en modo avión. Sólo entonces me sumerjo en mis pensamientos, medito, hago deporte y lo disfruto, duermo o simplemente no hago nada y me limito a disfrutar del momento. Es una pausa, es un kitkat que considero no sólo merecido, sino necesario para recargar las baterías y sentirme bien.
Me cuesta comprender a esas personas que se encuentran con amigos para tomar algo, para cenar o simplemente para charlar y se pasan la mitad del tiempo atendiendo el teléfono, contestando mensajes, consultando el último trending topic o colgando frases insustanciales en el Facebook. Las redes sociales nos permiten relacionarnos con personas que están lejos, pero también nos impiden, si no les damos un uso racional y adecuado, relacionarnos con los que tenemos cerca.
18 viviR EN MoDo AviÓN
No pretendo sermonear a nadie, por supuesto, cada uno/a es libre de hacer con su tiempo y su salud lo que le apetezca. Simplemente me voy a limitar a darte algunos argumentos de peso a lo largo del libro para que reflexiones sobre el uso que tú haces de las nuevas tecnologías y evalúes si quieres seguir actuando de la misma manera o cambiar algunos hábitos.
Es evidente que tampoco pretendo que renuncies a herramientas de comunicación que nos aportan grandes beneficios a nivel profesional y personal. Sólo te digo que hay que saber dónde poner los límites y decir basta, hay que saber desconectar a tiempo para prevenir los excesos de las radiaciones artificiales, que como te explicaré más adelante pueden afectar (y probablemente ya lo están haciendo) no sólo tu salud física, sino también la psíquica y la emocional.
Además de geobiólogo, y por tanto conocedor de los efectos de las radiaciones sobre el organismo, soy padre de dos hijos preadolescentes, y se me eriza el vello cuando observo su grado de dependencia del móvil y el de prácticamente todas las niñas y los niños de su edad. El tema me tiene realmente preocupado, tanto en mi condición de padre como en la de conocedor de cómo son las cosas en cuestiones de salud y radiación. Algunas veces, cuando se exceden en su uso y les amenazo con retirarles el móvil, mis hijos ponen una cara de pánico que me deja perplejo, como si les estuviera amenazando con encerrarlos en un cuarto oscuro.
Este hecho, entre otros, debe hacernos reflexionar y recapacitar, replantearnos el uso que hacemos nosotros mismos del móvil, el ordenador o la tableta y el ejemplo que les esta-
Introducción: ¿Qué es vivir en modo avión? 19
mos dando, pues en muchos casos lo único que ellos hacen es imitar lo que ven en sus mayores.
A lo largo del libro voy a proporcionarte más argumentos para que aprecies las ventajas de vivir en modo avión y te unas a esta nueva filosofía de vida.
Te deseo una feliz y provechosa lectura.
Índice
Prólogo 9
Introducción: ¿Qué es vivir en modo avión? 15
PRIMERA PARTE
UNA MIRADA NUEVA PARA UNA NUEVA REALIDAD
Ampliar la perspectiva 23
El progreso puede perjudicar seriamente la salud 29
La epidemia de la electrosensibilidad 35
Ondas y salud 41
El papel de los médicos 51
La rapidez de la industria y la lentitud de la ley 59
Ciencia, pseudociencia y feudociencia 65
Radiaciones y cáncer 71
Un desequilibrio global 75
Limitar y concienciar 79
SEGUNDA PARTE:
CONVIVIR SALUDABLEMENTE
CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Hacer un kitkat 87
Un uso razonable del móvil 93
El gran problema de las redes wifi 101
El boom de los portátiles y las tabletas 107
Convivir con las nuevas tecnologías en el hogar 111
Convivir con las nuevas tecnologías en la escuela 123
Convivir con las nuevas tecnologías en el lugar
de trabajo 129
Desconectar para Reconectar
(Valores más allá de las Ondas) 139
Epílogo: A por un nuevo equilibrio 143
Agradecimientos 149
Para saber más 151
Sobre el autor 155