Cristaloterapia

Referencia: 9788496381216
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BASES CIENTIFICAS Y TERAPEUTICAS
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BASES CIENTIFICAS Y TERAPEUTICAS

El futuro de los habitantes de la tierra seguirá, por lo que parece, ligado a la evolución de los conocimientos acerca de los cristales, tal como ha sucedido de forma vertiginosa en el último siglo. Desde la posibilidad de curación mediante cristales, hasta su fabricación en el laboratorio para ser utilizados en las tecnologías de punta, nuestra relación con los cristales puede llevarnos a avances insospechados, porque lo creamos o no, ellos nos van guiando en el crecimiento cuántico que ha iniciado la humanidad.
Este libro está pensado para todas aquellas personas que quieren conocer más acerca de la sanación mediante cristales, a pacientes, profesionales de la salud y alumnos que, conociendo el tema, quieran profundizar en las aplicaciones terapéuticas y los resultados sorprendentes que brinda la práctica con gemas y cristales.
El doctor Manuel Arrieta es licenciado en medicina por la Universidad Nacional Autónoma de México. Presidente de la Asociación Nacional de Holomedicina, asesor en Biofísica del Colegio Nacional de médicos y profesionales en Medicina Alternativa, profesor de Bioelectrónica y Medicina Cuántica del Centro Internacional de capacitación en salud holística. Fue premiado en 1991 por el Colegio de Médicos Alter-nativos por la ponencia "Los osciladores bioquímicos y la física cuántica" en 1993 por la Academia Mexicana de Medicina Tradicional por la ponencia "Estudios bio-electrónicos en chamanismo y la antropología médica". En 1996, recibió la medalla de oro al mérito por el descubrimiento del efecto bioelectrónico del cuarzo, otorgado por la Universidad de Sao Paulo.
Actualmente desarrolla un amplio programa de formación sobre curación a diversos colectivos de profesionales de la salud en América y España, fruto de su larga trayectoria de investigación en medicina y física cuántica.
INTRODUCCIÓN

Nuestro planeta es un gigantesco imán con sus líneas de fuerza que se encuentra inmerso en campos energéticos extraterrestres: las energías cósmicas que nuestra tecnología es capaz de medir e interpretar parcialmente. Pues bien, ese poder universal está empezando a ser utilizado para la curación a través de muy diversas técnicas (la magnetoterapia, la acupuntura, la cromoterapia y tantas otras medicinas energéticas) que pretenden canalizar y armonizar esa fuente inagotable de fuerza para recuperar la perdida salud de los pequeños microcosmos humanos.
Mi interés por los minerales en general y por los cris-tales de cuarzo, en especial, se remonta a los finales de mi carrera como médico, a la época en que realicé el servicio social que deben cumplir los profesionales de la medicina en México.
Me destinaron a un pequeño pueblo en lo más pro-fundo de la selva montañosa del estado de Chiapas, donde descubrí el fascinante mundo de los naguales de la selva.
Allí, descubrí que debía cambiar la percepción que me habían dado en la facultad de medicina, ya que el
enfoque bioquímico como el mayor logro de la ciencia moderna para curar la enfermedad, me incapacitaba para tener una verdadera interacción con los conocimientos ancestrales que guardaban celosamente los chamanes y curanderos del lugar.
Al mes de instalarme en la pequeña clínica que tenía el programa gubernamental en aquel pueblo, me invitó a su casa Don Gualberto, hombre de estatura media, entra-do en la edad de la cabellera como la nieve y uno de los curanderos más reconocido del lugar. Al entrar a la casa, lo primero que hizo aún antes de saludar, fue ofrecerme una jícara llena de un líquido blanco y espeso de naturaleza misteriosa y me ordenó que la bebiera.
En ese momento, pasaron por mi mente imágenes y sentimientos de miedo, sobre todo la idea de que el curandero podía tener motivos para querer deshacerse de mí, pues yo representaba la competencia que el gobierno le imponía para la atención de su comunidad. Por supuesto, llegué a pensar que tendría que beberme una pócima con veneno o alucinógenos misteriosos. Sin embargo, ante su insistencia para que apurara el líquido blanco, decidí tomar lo que me ofrecía como un gesto de cortesía.
Después de beberme el contenido (nunca supe qué fue) riendo a carcajada limpia me dijo que había pasado la prueba de la confianza y los buenos modales y que por eso me enseñaría lo que sabía.
Aquel fue un año sorprendente de aprendizaje sobre el chamanismo maya y olmeca que se guardaba en la zona más remota de las montañas chiapanencas.
Me dio el grado de chamán prehispánico y todavía me resulta sorprendente pensar que, de los miles de compañeros de mi generación que pudieron haber contactado con los guardianes del conocimiento que hay repartidos por toda nuestra tierra, al parecer fui el único que tuvo el honor de esta enseñanza.
Esta experiencia me ha llevado a reflexionar acerca de las deficiencias de los programas de estudios de la facultad de medicina. Y cada vez estoy más convencido de que el año de servicio obligatorio a la nación, sería más útil si a los médicos se les diera una formación básica en antropología. De este modo, se podría iniciar un movimiento de rescate de las antiguas tradiciones curativas locales que con seguridad aportarán datos muy valiosos para cada país; la cura del cáncer o del SIDA, por ejemplo, podrían estar encerradas en algún lugar y tal vez sólo un antropólogo médico sea capaz de encontrarlas.
Dentro del cúmulo de conocimientos transmitidos por Don Gualberto estaba el uso de los cristales de cuarzo y me decía siempre que nunca saliera sin un cristal de roca en la mochila o dentro de mi morral de curandero.
Por aquellos años encontré esta cita de Mircea Eliade en su obra "Chamanismo" que en cierta forma funda-mentaba mis vivencias y mis intuiciones.
"Los cristales de roca juegan un papel en la magia y la religión australianas, y no son menos importantes a todo lo largo de Oceanía y las dos Américas. Lo que resulta significativo es haber mostrado que los hombres médico de Australia y otras partes del mundo conectan
de algún modo oscuro sus poderes con la presencia de los cristales de roca en su propio cuerpo."
Me habló sobre plantas medicinales, me enseñó sobre los espíritus de la naturaleza, sobre los poderes de sanación y acerca de los propósitos que guían a los seres vivos, pero el tema más complejo y fascinante para mí fue el poder y la magia de los cristales, que Don Gualberto y otros nagua-les mayas valoran tanto y que tuve que investigar desde la visión de la medicina "oficial" para poder aplicarlo desde mi visión terapéutica.
Por ejemplo, en mi formación médica universitaria se distingue de materia orgánica e inorgánica, sin considerar que todo el universo es un ser vivo, con diferentes grados de energía, tal como lo consideran todas las medicinas tradicionales. Desde este punto de vista, la enfermedad es una perturbación del equilibrio energético y sus causas tienen un origen holístico que excluye la búsqueda de una sola causa primordial.
Con los años me propuse medir esta misteriosa energía de la que se hablaba en la medicina tradicional y en las medicinas alternativas, siguiendo la vía de la medición de canales de acupuntura iniciada por los alemanes, en los años 1950, en la que el Dr. Voll desarrolló el dermatron. Y luego, en 1970, en Japón, el desarrollo de las investigaciones sobre el neurometer, realizadas por el Dr. Nakatany.
Un día, aplicando electrodos en un estudio de la impedancia de la piel, para conseguir un electrodermograma confiable y ajustar el aparato de medición, se me ocurrió aplicar un cuarzo cristal de roca repetitivamente.
Muy grande fue mi sorpresa, pues el electrodermógrafo acusaba en su gráfica un efecto electromagnético notable. Con el tiempo bauticé a este efecto con el nombre de "efecto bioelectrónico de los cristales de cuarzo", por el que la Universidad de Sao Paulo me otorgó una medalla de oro Honoris Causa por este descubrimiento.
En lo personal creo que el estudio de los efectos energéticos del cristal de cuarzo sobre el cuerpo humano es un ejemplo práctico de cómo la unión de la física de la energía y la medicina es una de las áreas de oportunidad de estudios avanzados y novedosos del futuro, ya que implica el reconocimiento de que el ser humano es energía y no sólo bioquímica. Y además, implica también el acercarnos a los poderes incomprendidos de las ondas geométricas.
En mi libro anterior desarrollo el tema de que la medicina ha evolucionado a través de saltos conceptuales, de saltos de paradigma o saltos cuánticos, sostengo que estamos asistiendo en estos momentos al parto de un nuevo salto paradigmático y que la unión de la física cuántica y la medicina será uno de los caminos del siglo XXI.
El cambio de paradigma es el del homo bioquímico al del homo cuántico, donde el cuerpo energético será uno de los descubrimientos más significativos de la ciencia.

ÍNDICE

Introducción 7
1. Los cristales y la historia de la humanidad 13
2. Bases científicas de la terapia con cristales 23
3. Trabajo terapéutico con cristales 39
4. Terapias integrales para el cuerpo 55
Terapia Acuario 55
Terapia Venus 57
Terapia del ying/yang 59
5. Terapias para chakras 61
Terapia arco iris o de la diosa Isis 61
Terapia de geometría sagrada Sirio 63
Terapia de la armonía 65
6. Terapia para órganos y articulaciones 69
Terapia para órganos pares e impares 69
Terapia para articulaciones 72
7. Meditación con cristales 77
Terapia para la meditación 82
Terapia de contacto angélico 84
8. Sanación a distancia con cristales 89
9. Los cristales, portales a otras dimensiones 95

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