Seiki Jutsu
Referencia: 9788441434554
La práctica de la medicina energética no sutil
Seiki jutsu es el antiguo arte chamánico japonés que trabaja con Seiki, la energía vital concentrada, para la autosanación, la revitalización, la creatividad y la inspiración.
La práctica de la medicina energética no sutil
Seiki jutsu es el antiguo arte chamánico japonés que trabaja con Seiki, la energía vital concentrada, para la autosanación, la revitalización, la creatividad y la inspiración. Conocido en el Tantra como kundalini y por los bosquimanos del Kalahari como n/om, el Seiki ha sido llamado “chi activado y fortalecido” y, a menudo se la describe como una energía “no sutil”, porque se percibe con fuerza cuando se despierta. La práctica de Seiki jutsu no requiere años de entrenamiento o de memorizaciones sin fin. Una vez que haya recibido Seiki, su práctica diaria le enseñará a activar el flujo de esta poderosa energía para recargar su cuerpo, mente y espíritu, ayudándole a encontrar su destino.
Los reconocidos maestros de Seiki jutsu Bradford y Hillary Keeney, relatan la historia y el linaje del Seiki jutsu desde sus comienzos en el Japón del siglo octavo y revelan cómo fue utilizada por los samuráis. Los autores nos explican que el Seiki subyace en el estado de flujo, tan buscado por músicos, atletas y artistas de todo tipo. Nos enseñan a reconocer el despertar de Seiki, guiándonos a través de las etapas de su desarrollo aderezándolo con historias de curaciones en las que han participado o de las que han sido testigos. Revelan cómo desarrollar tu propia práctica diaria para la auto-curación y la renovación y te proporcionan ejercicios activos para descubrir tu propósito de vida, infundir tus actividades diarias con Seiki, y motivarte para alcanzar una vida plena. Nos enseñan que no existe un método de actuación, una práctica espiritual, o una filosofía de vida que pueda desarrollarse plenamente sin la presencia de su$ ciente Seiki. Considerado en Japón como “la fuente de la juventud,” el Seiki jutsu ofrece una manera de obtener la máxima vitalidad para cada aspecto de la vida.
Bradford Keeney es un reconocido sanador tradicional, terapeuta y profesor en la Universidad de Louisiana. Elegido como sucesor de Ikuko Osumi, el más importante practicante de seiki jutsu del siglo xx, ha estudiado durante más de 40 años el seiki en diversas culturas curativas. Es el autor de Bushman, shaman and shaking medicine.
Hillary Keeney es una sanadora tradicional, investigadora senior en la Universidad de Louisiana y profesora invitada en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en México.
Juntos fundaron el Keeney Institute for Healing, en Nueva Orleans.
Introducción al seiki
MECIÉNDONOS hacia delante y hacia atrás, celebramos una de las prácticas espirituales de autosanación y revitalización más antiguas del mundo. No requiere ninguna creencia en particular, ningún conocimiento ni complicadas explicaciones y se halla al alcance de cualquiera que sea valiente y al mismo tiempo tenga ingenuidad suficiente para hacer algo tan simple. Su principio básico puede expresarse en tres palabras: no hacer nada. Si tienes que pararte a pensar en lo que esto significa, perderás su enseñanza. Se trata de una invitación a la espontaneidad.
Impulsados por una poderosa corriente invisible, sentimos que una energía dinámica recorre nuestro cuerpo, como un hormigueo. No importa el nombre que se dé a esta experiencia ni el modo en el que cualquier teoría espiritual, filosófica o científica intente explicarla. Nos sentimos felices y dichosos al percibir esa energía que nos mueve, liberándonos de todos los hábitos forzados que tratan de hacer la vida realidad.
Incluso si solo llegas a tener una experiencia auténtica de estar dentro de esta corriente —realmente dentro de ella—, eso será suficiente para transformar todo su ser. Nosotros estamos inmersos en ella, experimentando la mayor dicha imaginable.
Al sumergirnos más profundamente en la corriente, sin esfuerzo, el deseo de poder y control se disipa. El «Zas» y el «Bum» dejan paso al Tao, al «aquí y ahora». I as palabras prefieren ahora fluir en la improvisación. Las palabras, como tú, anhelan libertad.
Salta al río del seiki. Sabrás que estás en él porque te balancearás como un corcho en el agua y te mecerás hacia delante y hacia atrás como un bebé acunado por su madre en una mecedora. Quédate allí un tiempo. Observa cómo brotan otros movimientos espontáneos. Son fascinantes y te sorprenderán. De repente, la realización de un movimiento sin esfuerzo, de un cambio, te resulta mucho más interesante que viejos hábitos de pensamiento.
Déjate envolver por la corriente que no requiere el esfuerzo de una atención plenamente consciente. Sal del camino y deja que la vida se haga realidad; permite que el asombroso movimiento de la vida te agarre y te lleve con él. Déjate distraer por la vida: distracción en lugar de atracción, ese es el secreto. Tu mente perderá la conciencia de que eres capaz de cambiar constantemente. Es algo estimulante, renovador, incluso embriagador.
Tomémonos de las manos y sintamos dónde nos lleva la corriente. ¡Sientes cómo una ola de calor te recorre el cuerpo desde la coronilla hasta las plantas de los pies? ¡O fluye en cambio de abajo hacia arriba? Dentro de este torrente es posible experimentar cualquier cosa, cualquier cosa excepto el cansancio, la enfermedad, la preocupación, los celos, el odio, el malestar, la soledad y el descontento. Cuanto más te sumerjas, con mayor fuerza sentirás una profunda empatía, conexión, gozo y amor. No dejes que el movimiento se separe de esta emoción exaltada. ¡Siéntete libre para celebrarlo con todo alboroto! Nosotros nos sentimos así. ¡Grita palabras de alabanza y alegría! El universo canta y baila dentro de ti.
Es increíble lo que ocurre, ¡no? Cuantas más alabanzas eleves, más feliz serás. Estás alimentando la alegría con alegría. La celebración de la vida genera más vida. Así es como siempre ha sido, aunque lo hayamos olvidado. No analices, sumérgete y avanza dentro de la corriente. Allí solo puedes reír y amar. Si te quedas en la orilla, corres el riesgo de secarte, de consumirte. Eso es el envejecimiento que deseas evitar. La fuente de la juventud se encuentra en la corriente del arroyo que fluye. Entra en la atemporalidad que siempre está presente, a cualquier edad.
Una de las culturas más antiguas que existen en el mundo, la de los bosquimanos del Kalahari, vive dentro de este río sagrado, aunque tienen su hogar en un vasto desierto. Los samuráis del antiguo Japón sabían bien cómo nadar por esta fluidez de espontaneidad, aunque su apariencia fuera de extraordinario control. El secreto reside en los constantes movimientos naturales del niño. Balanceándose, meciéndose, bailando, subiendo y bajando, los niños están en continuo movimiento. Cuando se detienen, fundamentalmente porque padres y profesores les ordenan sentarse y cesar en sus vaivenes, su energía se pierde. La escuela se convierte en un ejercicio imposible para tratar de permanecer despierto. ¡Lo recuerdas? A menos que estuvieras totalmente absorto en una tarea, cuanto más quieto y parado debías estar en tu pupitre, mayor era la probabilidad de que te quedaras dormido. Pero cuando la campana sonaba, corrías al patio, lleno de súbita energía. ¡De dónde procedía esa explosión de vitalidad?
Ahora la campana suena de nuevo para ti.
Muévete y el mundo se moverá contigo. Muévete y te darás cuenta de que tú eres el cambio. Muévete y verás que palabras inspiradas fluyen como poesía. Muévete y siéntete transportado hacia el amor. La alternativa es quedarte sentado, ahogándote en el manido parloteo interior que trata de idear esa manera de subirse al barco de la gloria, al tren del éxito, al avión de la felicidad. ¡Pero tú ya estás a bordo! Una vez que lo sepas, sentirás la corriente dentro y fuera de ti. Te encontrarás con ganas de cantar y bailar de alegría. Será imposible que no sientas la emoción de estar vivo, aunque te quede tan solo un día de vida.
Bienvenido al seiki, antigua palabra japonesa utilizada para designar la fuerza esencial de la vida. Nos referimos a ella como la fuerza vital no sutil porque supone una experiencia incuestionable, evidente y tan poderosa que, en un instante, puede transformar la vida del individuo. Si te preguntas si alguna vez has experimentado seiki, quiere decir que no lo has experimentado. Cuando conozcas el seiki, lo sabrás y nunca lo olvidarás. El seiki te invita a tomar posición en tu vida. ¡Te motiva para saltar —incluso con un salto mortal— a la vida! Mereces sentirte vivo, entusiasmado, ligero y transformado, sin las restricciones de los comentarios irrelevantes de una mente que todo lo interpreta. ¡Muévete ya! Grita bien alto: «Sí» ¿Has gritado alguna vez un pensamiento a voces? Pues bien, hazlo ahora tan alto como puedas: «¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!». Di sí a la vida y la vida se dará cuenta. Entrará con fuerza en ti y al instante estará lista para hacerte emprender un viaje extraordinario, el viaje de una vida recargada con seiki, la maravillosa y siempre placentera fuerza esencial y no sutil de la vida.
La clave para alcanzar una vida feliz, plena y con significado se encuentra en tu relación con el seiki. Cuando el individuo está lleno de seiki, es capaz de movilizar el bienestar, despertar la expresión creativa y optimizar el rendimiento diario. Te presentamos la práctica japonesa del seiki jutsu, el arte de la fuerza esencial no sutil de la vida. El seiki hará que te sientas tan vivo como es posible sentirse.
Ikuko Osumi Sensei, una de las mayores expertas en seiki jutsu, describió el seiki como «ki activado y reforzado», susceptible de ser transmitido y recibido por los seres humanos. El seiki es fuerza vital aumentada, concentrada y sobrealimentada. La práctica de cultivar tu conexión con el seiki es uno de los más valiosos regalos que puedes hacerte a ti mismo. El seiki jutsu te permite encontrar tu auténtica naturaleza y estar siempre a punto y recargado para seguir tu destino único.
La gente está siempre hablando de «energía». Mencionamos el término energía cuando nos referimos al atributo esencial de una persona, a las relaciones, a una actuación, a una situación, una cosa o un lugar.
«Me gusta su energía».
«Este lugar tiene una energía excepcional». «Él agota mis energías».
«Ella tiene una energía carismática». «Esa música me da energía».
«Este cuadro tiene buena energía».
Hay energías que nos gustan y energías que nos desagradan; identificamos los distintos tipos de energía como buena, mala, insólita, especial, baja, neutra o alta. Pero qué queremos realmente decir cuando utilizamos este término, aparte de expresar un comentario referente a cómo nos sentimos por algo?
Desde el punto de vista científico, energía es todo cuanto existe. Albert Einstein sugirió que lo que denominamos materia no es más que energía en movimiento lo suficientemente lento como para que nosotros la percibamos como un sólido, y tal afirmación es aplicable también a nosotros mismos. Nuestro cerebro, nuestro corazón, nuestras entrañas y nuestra piel encierran fuerzas electromagnéticas en movimiento que se mueven a una velocidad increíble. Los patrones de energía en todo nuestro ser determinan nuestra calidad de vida. Nuestro bienestar es consecuencia de nuestra actividad energética, de la fuerza vital esencial o seiki que reside y circula dentro de nosotros.
Cuando una actuación musical hace que una emoción cargada de energía te traspase el corazón y el alma, te das cuenta de que estás en presencia de una energía activada. La simple ejecución de movimientos de forma meramente técnica no genera música. Ya se trate de arte, deporte, cocina o de la vida diaria, deseamos que nuestra expresión esté plenamente viva y cargada de energía positiva. El seiki es la corriente, la onda, la energía de la que brota la vida. Con la técnica de seiki jutsu sabrás cómo llevar una vida llena de energía. Corazón y alma solo se revelarán cuando el seiki prospere en tu interior.
Seiki jutsu es una técnica espiritual única de autocuración y revitalización basada en la expresión espontánea. El arte transformador de manipulación del seiki, la fuerza vital esencial, consiste en:
1. la transmisión del seiki reforzado,
2. la práctica diaria para su desarrollo y
3. las modalidades de curación que abordan el movimiento corporal y la conversación terapéutica.
El seiki jutsu se diferencia de otras técnicas basadas en el movimiento en que hace hincapié en la espontaneidad por encima de formas convencionales. A diferencia de la mayoría de los métodos terapéuticos de trabajo corporal y centrados en la energía, el seiki jutsu no dicta movimientos preestablecidos, coreografias preferentes ni elaborados sistemas explicativos. Sostiene que los movimientos espontáneos y naturales del cuerpo imparten e inculcan sus propias enseñanzas básicas y que, con el tiempo, la realización de estos movimientos da lugar a provechosos resultados en quienes los practican.
En 1928, Jozo Ishii, del Seiki Ryoho Kenkyu Jo (Centro de investigación e Instituto de tratamiento de seiki), publicó en Japón un libro titulado Essentials of Seiki-Healing Therapy, posiblemente el primer informe escrito sobre seiki. Jozo Ishii refería en su estudio que el seiki jutsu podía resolver trastornos orgánicos, evitar la enfermedad, favorecer la recuperación del bienestar y promover la longevidad. Terapeutas japoneses se han referido a la técnica como fuente de juventud. También se ha afirmado que despierta y alimenta el talento creativo y los dones espirituales. En el apéndice del presente libro se incluyen algunos fragmentos traducidos de esta fuente escrita.
El seiki jutsu, utilizado por los samuráis, era ya una técnica reconocida siglos antes de que se desarrollara el reiki. Se piensa que existía ya en los primeros tiempos del sintoísmo, quizá en una época tan remota como el siglo viii, y guarda en su seno ancestrales formas chamánicas japonesas de manejo de la fuerza vital. Además de ser una técnica de autoayuda, el seiki jutsu es una modalidad de curación que da importancia a la interacción manual, al contacto piel con piel, ponerlo en práctica disipa cualquier duda sobre su relevancia. Quienes practican el seiki jutsu experimentan una amplia variedad de sensaciones que se per-
ciben como eléctricas, desde un zumbido vibratorio hasta fuertes ondas convulsivas que recorren todo el cuerpo.
Don Wright, exprofesor de hipnoterapia ericksoniana en el Instituto Esalen (California, Estados Unidos) y practicante de aikido, describe su primera experiencia de seiki, impartida por Bradford Keeney, de la siguiente manera: «Me sentía como si estuviera flotando y quería mover mi cuerpo con velocidad y precisión. Percibía todos mis sentidos intensificados. Identifiqué ese estado como similar a la activación del ki que había aprendido a utilizar cuando practicaba aikido. La diferencia residía en que la intensidad de esta energía era de una magnitud que yo no había experimentado nunca antes; iba más allá de lo que jamás habría podido imaginar» 1.
El capítulo siguiente, «Ikuko Osumi Sensei y la herencia del seiki jutsu», habla de la figura más destacada en la práctica y la enseñanza del seiki jutsu. Ikuko Osumi Sensei recibió el seiki de su tía en 1935. La inspiración espiritual le vino de los relatos sobre su antepasado Eizon Hoin, que vivió en el siglo xvii y recuperó un santuario en el monte Maki, y al que se atribuyen numerosos milagros. En la actualidad se le honra como un kami (espíritu) que defiende al débil, vela por la justicia y protege del fuego. El abuelo de Eizon Hoin fue el famoso samurái Katagiri Katsumoto (1556-1615), una de las siete lanzas de Shizugatake. El don de Ikuko Osumi como sanadora y maestra espiritual fue reconocido en Japón, y entre sus clientes pronto empezaron a contarse artistas de renombre, científicos y personalidades nacionales. Sin embargo, a pesar de su reconocimiento y de su poderosa herencia espiritual y cultural, Ikuko Osumi rechazó la posibilidad de convertir su trabajo en una religión.
Se han escrito dos libros sobre la vida de Ikuko Osumi: The Shamanic Healer: The Healing World of Ikuko Osumi and the TraditionalArt of Seiki Jutsu (de Ikuko Osumi y Malcolm Ritchie) e Ikuko Osumi Sensei: Japanese Master of Seiki Jutsu (de Bradford Keeney). Por otro lado, el autor George Williams se refiere a ella como una mujer chamán Shinto en su obra Religions of the World: Shinto. Por último, en nuestro libro, contamos cómo enseñaba Ikuko Osumi esta técnica natural de curación y revitalización.
En 1996 Ikuko Osumi Sensei transmitió su herencia a Bradford Keeney y le autorizó legalmente a supervisar su enseñanza. Comentaremos también aquí brevemente los orígenes de The Keeney Institute for Healing, dedicado a la transmisión de los principios básicos y de la técnica del seiki jutsu como poderoso método de transformación y de desarrollo personal.
Ideas básicas sobre seiki jutsu
La tradición del seiki jutsu sostiene que el seiki es la fuerza vital de la naturaleza y que subyace a toda forma de vida y creación, desde la salud cotidiana a la expresión creativa, desde la realización del potencial humano hasta el dominio de cualquier forma de manifestación artística. Quienes practican seiki jutsu sostienen que no es necesario buscar una elaborada comprensión del seiki, ya que cualquier encapsulamiento intelectual supone una innecesaria constricción. Y lo que es más importante, cualquier supuesto conocimiento sobre seiki puede inhibir su evocación o presencia sentida.
Palabras como seiki y fuerza vital esencial no se refieren de forma restrictiva a energía fisica y a fuerzas que responden a las leyes de la fisica; son también metáforas poéticas que hacen alusión a la totalidad de la vida y al modo en el que es posible vivirla. Aunque el seiki puede
percibirse como una explosión de fuerza eléctrica que recorre el cuerpo, es preferible considerar que cualquier referencia a esta experiencia como «energía» o «fuerza» es una metáfora holistica. Del mismo modo que una persona puede decir en sentido poético que «se ha enamorado», que «ha sido tocada por Dios» o que está «llena de espíritu», seiki es un modo de indicar maneras más intensas de sentirse vivo.
El seiki está presente en la tradición sanadora de distintas culturas. Osumi Sensei sostuvo que el seiki había beneficiado a personas en todos los rincones del mundo, aunque hubiera sido conocido por distintos nombres y se hubiera practicado de muchas maneras distintas. Esta relación con la indescriptible vitalidad de la existencia está presente en una de las culturas vivas más antiguas del mundo, la de los bosquimanos del Kalahari (o san), cuya palabra n/om tiene un significado similar al de seiki. Los bosquimanos consideran que la calidad de la vida es inseparable de la relación que se tiene con n/om, la creación dinámica subyacente, la transformación y el cambio. Ellos no pronuncian la palabra cada vez que experimentan el n/om y consideran que ninguna discusión sobre la naturaleza de esa realidad es tan relevante como para ser acometida 2. De forma similar, la tradición de seiki jutsu propone que la palabra seiki solo indica la fuerza esencial de la vida, pero explica poco acerca de ella.
Se considera que el seiki está en toda la naturaleza, desde la atmósfera hasta los bosques de secuoyas, desde los jardines ingleses hasta los espacios arquitectónicos, en el jazz, el ballet, en los seres humanos. Dondequiera que haya creación y vida, el seiki está presente.
Cualquiera que esté vivo tiene seiki o, para articularlo de forma circular, la vida está viva por el seiki. Cuando el seiki se agota, la persona se torna vulnerable a la fatiga, a la apatía, incluso a la enfermedad. La clave del bienestar y de la revitalización reside en reponerse uno mismo con seiki. Y esta misma consideración es aplicable a cualquier acción con efecto, como una manifestación artística, un invento científico, una intervención terapéutica o una práctica espiritual. Sin seiki, cualquier intento espiritual, creativo, terapéutico o de autoayuda queda gravemente limitado.
Aunque, desde el punto de vista de la experiencia, tener seiki puede compararse con llenar de combustible el depósito del coche, el seiki es algo más que la cantidad de vida circulando por un sistema. El seiki es también una manera de crear sintonía en el organismo, un proceso similar al de afinación de un instrumento musical. Si un instrumento de cuerda está desafinado, no se puede crear música profunda con él, independientemente de las aptitudes que pueda tener el músico. El instrumento ha de estar afinado para que la actuación alcance su máxima expresión. Y lo mismo puede decirse a propósito del ser humano.
La idea principal del seiki jutsu es que el movimiento espontáneo y automático del cuerpo es un método natural de afinación holistica, que a su vez permite que el seiki fluya sin impedimentos. El resultado es que el individuo se siente lleno de seiki.
La práctica del movimiento espontáneo está presente en el trabajo de distintos terapeutas. Por ejemplo, los hipnoterapeutas prestan atención a las respuestas ideomotoras del cuerpo, como un dedo tembloroso o un espasmo corporal; se considera que estos automatismos son transportadores de comunicación inconsciente. Entre los terapeutas del movimiento, las respuestas motoras espontáneas se utilizan para facilitar la liberación de síntomas y desencadenar nuevas formas de flexibilidad.
Como aplicación terapéutica, el seiki jutsu es único, porque no considera el movimiento espontáneo como una técnica al servicio de un modelo o de una estrategia superior de curación y transformación. Con el seiki jutsu, el movimiento es el proceso global de cambio, en sí mismo
y por sí mismo. La expresión automática se convierte en el maestro, en la enseñanza, la afinación, la terapia, la curación, el ejercicio espiritual y el objetivo, todo a la vez. El seiki jutsu hace hincapié en la realización espontánea que propicia el cambio. Es improvisación e interactúa con todas las fuerzas que encuentra —incluida su propia expresión— para llevar adelante cambios importantes que motiven nuevas expresiones.
A medida que la persona que practica seiki jutsu aprende a permitir el movimiento improvisado y espontáneo, se da cuenta de que su cuerpo se abre a nuevos repertorios de expresión. Lo que en un principio se limita a balanceos y otros movimientos sencillos, puede más tarde convertirse en manos temblorosas, rebotes, un abdomen que se hincha o brazos oscilantes, para continuar con coreografias diversas a modo de danza. Este desarrollo y esta ampliación de las posibilidades de la actuación espontánea marcan los modos en los que crece la relación de la persona con el seiki. A medida que la actuación se hace más compleja e impredecible, la persona también. En otras palabras, al crecer las probabilidades de movimiento, la vida de la persona también crece, despertando más posibilidades de llevar la acción improvisada cargada de seiki a su vida diaria, a sus relaciones y a su trabajo.
El seiki jutsu nos enseña a acceder a la experiencia que fluye y a mantenernos dentro del torrente en movimiento de la vida. El movimiento libre incluye también el hablar con libertad, aspecto este último que puede considerarse otra actuación espontánea del cuerpo como un todo. No existe necesariamente en esta práctica un dualismo mente-cuerpo, en la medida en que la generación de ideas, pensamientos y discurso requiere que el cuerpo los produzca y exprese. El seiki jutsu favorece las posibilidades de vocalización del discurso del individuo, sin atarlo a ninguna narrativa en particular y tampoco a ninguna interpretación preferida de la experiencia vivida.
Cuanto más seiki circule en tu interior, más probable será que tu producción de sonido se distancie del discurso diario y se desplace hacia la improvisación de sonido extático. Bajo la influencia del seiki experimentarás cierta tendencia a la metáfora y a la poesía, y es posible que incluso hables en verso. De hecho, encontrarás en este libro varios fragmentos en los que el seiki nos ha llevado a seguir esta senda de la rima.
Preparación del cliente para el seiki
Aunque el seiki jutsu, como ejercicio de autosanación y revitalización, puede realizarse sin ayuda profesional, inicialmente resulta de ayuda contar con un instructor del movimiento espontáneo que te sitúe en la senda y en sintonía con estos movimientos sin esfuerzo *. El maestro de seiki jutsu es como un profesor de interpretación, cuyo trabajo consiste en ayudar a otros a encontrar su propia voz, su movimiento y la manera de participar dentro de la expresión creativa. Cuando un maestro de seiki jutsu se mueve de manera espontánea, el cliente puede obtener inspiración para iniciar su propio movimiento. O bien el cliente puede tomar la mano o tocar el cuerpo del maestro, cuyos movimientos naturales podrá luego sentir en su propio cuerpo.
* El término maestro de seiki jutsu denota respeto por alguien que domina ese arte, del mismo modo que podría hablarse de un maestro pintor, músico o bailarín. Sin embargo, en seiki jutsu un maestro es una fuente de seiki, además de ser alguien capaz de hablar de ello. Aunque son muchas las personas que han practicado seiki jutsu, han existido pocos maestros por generación en la historia conocida de esta tradición.
Por ejemplo, la mano vibrante del maestro puede ayudar a activar la misma frecuencia de vibración en el cliente, si este está preparado y es receptivo a la transferencia de movimiento. Tanto los senseis (profesores maestros) de seiki jutsu como los n/om-kxaosin del Kalahari (sanadores bosquimanos tradicionales) usan manos, brazos, pies, piernas, pecho y todo su cuerpo para enviar vibraciones al cuerpo de otras personas. En un primer momento, se trata de una manera de ayudar a poner en marcha un automatismo en el cliente; después permite incorporarse al ritmo, «darse un paseo» con una persona que tiene mayor experiencia en el movimiento espontáneo. Cuando el cuerpo del cliente permite que las vibraciones desencadenen su propio movimiento, es posible que ambos cuerpos queden interconectados por una vibración que orquesta un movimiento en colaboración. Aquí lo que se considera esencial es el movimiento, en lugar de la persona que lo encarna. El maestro tiene más experiencia en «captar» el ritmo y el movimiento y anima al cliente a dejarse llevar mediante la interacción entre ambos.
A medida que el cliente va familiarizándose con la expresión espontánea, la necesidad de contacto corporal va siendo menor, al mismo tiempo que, de manera paradójica, es posible que este tipo de interacción tenga lugar en mayor medida de forma natural. Allí donde palabras vibratorias, entonaciones y canciones son suficientes por sí solas para despertar automatismos y movimiento, tiene lugar un cambio. El seiki jutsu se refiere a esta interacción como la fase de preparación de la persona para recibir seiki. Los bosquimanos dicen que ayuda a «suavizar» o «ablandar» al individuo en medida suficiente para recibir una flecha de n/om. Cada maestro terapeuta tiene su propio método para «suavizar» a otros y prepararlos para recibir seiki. Ten en cuenta que el cliente tiene ya seiki —cualquiera que esté vivo lo tiene, por defini ción—, pero la transmisión del seiki (o la recepción de una flecha de n/om) hace referencia a la buena disposición para un encuentro más íntimo con la fuera vital esencial y para una mayor capacidad de expresión del movimiento espontáneo.
En la transmiten del seiki, el cliente se sienta en un banco o taburete de seiki de ndera, mientras el maestro de seiki jutsu comienza a despertar el seiki en la estancia; la tarea del maestro consiste en amplificar, calentar y emesar esa corriente que fluye, y en dirigirla hacia el interior del cuerpodel cliente. La manera clásica en la que el terapeuta despierta el seiki rn la habitación consiste en producir sonidos de percusión, en gritar, mover en círculos los brazos sobre la cabeza del cliente. Para el terapeuta, el aire por encima del cliente es como una sustancia melosa que puede extenderse sobre la cabeza de este. Antes, según dictaba la aadición, no se permitía que otras personas estuvieran en la habitada, ya que se pensaba que las intensas corrientes de seiki reforzado poian arrastrar la fuerza vital fuera del cuerpo de esas personas, dejándes exhaustas y abocándolas a una situación de riesgo de enfermedad *,
* En todos nuesus años de experiencia no hemos observado que esto sea cierto y tal preocupen no está presente en todas las culturas de sanación que tienen relación con uerza esencial no sutil de la vida, incluidos los bosquimanos del Kalahari, enttquieraes el n/om es compartido tradicionalmente con toda la comunidad preso. Hemos observado que, al hacer demasiado hincapié en precauciones o cuestnes tabú en la relación con el seiki, se corre el riesgo de alimentar innecesariosdalisrrios y explicaciones. Para un n/om-kxao (médico bosquimano) o maestral seild jutsu, todo criterio inteligente referente a la manipulación del seiki su de forma natural para adaptarse a las peculiaridades del momento y es susceple de cambio, sin necesidad de reglas estáticas.
Cuando el frenesí de expresión extática alcanza su punto álgido, el terapeuta coloca sus manos sobre la parte superior de la cabeza del cliente. En ese momento, el seiki reforzado o potenciado recorre hacia abajo la columna vertebral de aquel. Cuando llega a la base de la columna, donde se cree que se almacena, desencadena de forma característica un movimiento de balanceo. Entonces el terapeuta felicita al cliente y le comunica que ha recibido el seiki.
Hay ocasiones en las que el seiki está tan amplificado que la recepción por parte del cliente provoca un movimiento espontáneo sorprendente, casi sobrehumano. En Japón, el profesor doctor Burton Foreman recibió el seiki de Osumi Sensei y se vio propulsado hacia delante, fuera del banco, golpeándose la cabeza contra el suelo, para salir luego despedido hacia atrás, en dirección opuesta, hasta tocar de nuevo el suelo con la cabeza. De este modo, se movía hacia delante y hacia atrás, como si se tratara de un gimnasta realizando lo que parecía una prodigiosa acrobacia. Nosotros reconocemos aquí ciertas similitudes con las complejas kriyas conocidas por algunos practicantes de kundalini yoga y por n/om-kxaosi bosquimanos, entre otras tradiciones extáticas.
El maestro de seiki jutsu calma después el seiki potenciado y da unas palmaditas al cliente en la base de la columna para detener el movimiento, o al menos para frenarlo. En ese momento instruye al cliente sobre el uso de su taburete o banco de seiki y sobre la práctica diaria de seiki jutsu como método de sanación, revitalización y enseñanza aplicado por y para uno mismo.
La práctica diaria de seiki
La práctica diaria de seiki, conocida tradicionalmente como seiki taisou, ayuda a mantener el bienestar y la salud y contribuye a abrir el acceso a la mente inconsciente creativa. En el capítulo 4, «La práctica diaria del seiki», se ofrecen los detalles sobre este ejercicio cotidiano.
A medida que la persona va adquiriendo habilidad para albergar el movimiento espontáneo del cuerpo, el ejercicio del seiki se convierte en un momento de liberación del cansancio y de aportación de seiki al cuerpo. Como decía Osumi Sensei, el «seiki taisou proporciona ritmo al cuerpo de forma similar al modo en que la música transmite inspiración a través de las vibraciones» 3. A medida que se desarrolla la práctica con el paso de los anos, van surgiendo de forma espontánea nuevos tipos de movimiento. Lo más importante es no permanecer aferrado a una forma particular de movimiento que no surja de la espontaneidad, lo cual equivale a naturalidad y ausencia de esfuerzo.
En el Japón de la década de 1920, un popular método de salud conocido como «Terapia de fuerza vital para la automejora» incluía la práctica del seiki. Se consideraba que «el seiki estimula los nervios exhaustos del cuerpo y da lugar a un movimiento reflejo en el sistema muscular», refiriéndose con estas palabras al movimiento de balanceo automático que propicia el seiki. A través de este y de otros movimientos espontáneos se sabe que el seiki infunde salud y ayuda a quien lo practica a recuperarse de la enfermedad, despierta el talento innato de la persona y abre su ser a una espiritualidad dinámica.
La práctica diaria de seiki optimiza y alimenta el seiki infundido, de manera que esté disponible para la autosanación y la revitalización. Sin embargo, Osumi Sensei consideraba que no era posible dominar la terapia seiki de autosanación sin la asistencia de un maestro de seiki.
Tal y como afirmaba, «Del mismo modo que para bombear agua de un pozo es necesario purgarlo, la orientación y la práctica son necesarias para el seiki jutsu» 4. Una vez transmitido, se considera que el seiki permanece en el ser humano para toda la vida.
El cuerpo humano alberga un complejo entramado de multitud de ritmos; al equilibrar todos estos ritmos, se contribuye a la construcción de una base sólida para el mantenimiento de una buena salud. Los movimientos naturales que genera el seiki pueden contemplarse como una ayuda para que los ritmos del cuerpo alcancen un ajuste sintonizado. Osumi Sensei proponía que la práctica constante del seiki ayudaba a disipar el cansancio y el estrés diarios. En las fases iniciales de la práctica del seiki, los movimientos de balanceo inducen un trance cinético natural que renueva y estimula. Más tarde, la persona que practica seiki se da cuenta de que sus manos empiezan a dar toques y palmadas sobre su propio cuerpo, como si estuviera aplicándose un autotratamiento. Es así como se produce la curación natural. El individuo lo hace de forma espontánea, como si sus manos tuvieran mente propia. En personas ya experimentadas en la práctica del seiki no es raro ver cómo, en ese momento, empiezan a pronunciar sonidos cargados de energía, entonaciones o cánticos. Todas estas formas de expresión son consideradas una consecuencia del despliegue de la enseñanza del seiki.
El uso de seiki con otros
El seiki se nutre y afianza a través de la práctica diaria, de modo que dirige la vida del individuo de modos inesperados. A medida que el seiki madura en el interior del individuo, es posible que este se vea impulsado de forma natural a penetrar en una interacción de movimiento sanador con otras personas. Es característico que esta interacción tenga lugar en un principio con familiares, pero también es posible que el individuo acabe convirtiéndose en un profesional de la sanación. No obstante, es necesario tener en cuenta que el propósito a la hora de desarrollar una relación con el seiki no es el de convertirse en sanador ni necesariamente en un maestro de seiki jutsu, aunque esto pueda ocurrir. Esta última posibilidad es menos una cuestión de voluntad o de elección consciente y más algo que va ocurriendo poco a poco, de forma natural. El seiki jutsu no valora la curación más que cualquier otro resultado o cualquier otro destino o camino en la vida, y sintonizará y recargará tu vida y tu trabajo, y despertará tus dones únicos tanto si eres abogado/a, como si eres músico/a, cocinero/a, padre o madre de familia, camarero/a, científico/a, auxiliar de enfermería o trabajadora de una fábrica.
El seiki, como orientación sanadora, se conoce también como «terapia de un solo ser» 5, ya que trasciende la dicotomía entre cliente y terapeuta. Receptor y transmisor de seiki se encuentran dentro de su interacción en movimiento. El seiki jutsu es aplicable tanto a la terapia corporal como a la conversación terapéutica. Si Osumi Sensei llevó el seiki al trabajo corporal, nosotros hemos introducido el seiki en la conversación terapéutica 6, que es el tema del capítulo 6 «Conversación seiki. El nuevo futuro de la terapia de la palabra». Durante mucho tiempo las terapias a través de la palabra dentro de los campos de la psicoterapia, del asesoramiento y del coaching se han desarrollado sin saber que podían mantener o favorecer la fuerza esencial de la vida. Los terapeutas discuten sobre conocimientos teóricos y métodos clinicos, pero no es habitual escuchar a ninguno de ellos preguntar si una sesión clínica tiene fuerza esencial de la vida. Una conversación cargada de seiki aporta vida a una sesión y se halla dirigida por la interac-
ción con las manifestaciones del cliente, tanto verbales como no verbales. Al igual que en el trabajo de manipulación corporal, el terapeuta está atento a las señales del cliente para proceder en consecuencia.
El consejero, terapeuta o coach lleno de seiki propicia una conversación que inspira y fomenta la transformación de cliente y profesional. En este caso, uno no sabe lo que dirá en una sesión hasta que llega el momento en el que se sienta inspirado y hable. Además de la conversación espontánea, la manera de pronunciar las palabras también resulta modelada por la fuerza vital. Libre de ataduras a modelos terapéuticos, el individuo se muestra abierto a la improvisación y listo para dejarse mover por el seiki. El seiki jutsu requiere una mente dispuesta a llenarse y vaciarse cuando el seiki lo reclame. Esta disposición a la improvisación tiene importantes implicaciones para las artes basadas en el movimiento, tanto si se las considera desde un punto de vista terapéutico como si no. El aprendizaje se aleja del apego a supuestos teóricos, secuencias coreográficas y hábitos de actuación y se orienta hacia una disponibilidad no informada o, lo que es lo mismo, hacia una buena disposición a la sorpresa que puede estimular la acción. El paso de la información a la actuación, aunque se aprecie mejor en la danza, resulta quizá menos familiar en el entorno de la terapia y la sanación. Estas últimas profesiones se encuentran a menudo firmemente atrincheradas en la replicación de procedimientos modelo, al margen de actuaciones improvisadas. El seiki ofrece una disponibilidad vacía de suposiciones, una disposición abierta a la danza, en cualquier forma emergente y transitoria.
Algunos ejercicios de movimiento originarios de Asia han sido sometidos también a los métodos pedagógicos que, en primer lugar, piden al estudiante que memorice una plantilla, la practique durante anos y después espere a que surja de manera espontánea en el futuro. El punto ciego de este método es que enseña no-espontaneidad como medio para alcanzar la espontaneidad. La sabiduría del seiki jutsu, de las formas de sanación de los bosquimanos y de otras orientaciones similares reside en que se empieza por el final. Al principio, se enseña al estudiante y al cliente a ser espontáneos. Aunque una invitación de esta índole induce a la paradoja (ser espontáneo en respuesta a una invitación a serlo implica una contradicción autorreferencial), el terapeuta o profesor avezado puede preparar situaciones en las que la libre improvisación surja de un modo natural *. Esto requiere que el propio terapeuta sea espontáneo. Y el cliente siempre podrá dejarse llevar e inspirar, de vez en cuando, por la espontaneidad del profesor para despertar, desde la desinformación, su propia manifestación de presencia natural.
El seiki abre la puerta a los misterios de la espiritualidad, la sanación y el bienestar. Los sanadores de una de las culturas vivas más antiguas del mundo, los citados bosquimanos del Kalahari (también llamados san), tienen una estrecha relación con esta energía esencial de la vida. De hecho, los bosquimanos podrían considerarse como los primeros maestros de seiki jutsu. Ellos saben desde hace mucho tiempo que esta fuerza vital no sutil puede despertar las más extraordinarias experiencias posibles para el ser humano, lo que nosotros llamamos «los misterios originales».
Durante décadas Bradford Keeney fue reconocido como uno de los más poderosos sanadores, o n/om kxaosi, por los bosquimanos del sur de África. No solo se implicó estrechamente como sanador, sino
que además hizo amistad con ellos y llevó a cabo un estudio en el que participaron la mayoría de los ancianos varones y mujeres n/om-kxaosi de Botswana y Namibia (véase Ropes to God, Kalahari Bushman Healers, Bushman Shaman y The Bushman Way of Tracking God, de Bradford Keeney). El estudio pionero de Bradford sobre las técnicas de sanación de los bosquimanos ocupa un lugar de honor en el Centro de los Orígenes, museo patrimonio de la humanidad de Johannesburgo, Sudáfrica. Cualquier programa de aprendizaje de seiki jutsu ha de incluir necesariamente las enseñanzas de los bosquimanos sobre la fuerza vital no sutil y las sorprendentes formas en que sus misterios pueden transformar la vida de las personas.
Cuando un seiki muy fuerte fluye en tu interior, es natural que vaya acompañado de temblores, vibraciones, agitación y de una experiencia de felicidad extática. Esta experiencia transformadora supone el acceso a una espiritualidad numinosa, la impresionante presencia de la divinidad que hace que tu cuerpo se estremezca invadido por el asombro al estallar en tu interior la fuente de la vitalidad. Todas las religiones y pre-religiones reconocían inicialmente este éxtasis y consideraban el mysterium tremendum et fascinaos como la fuente de aquello que es capaz de curar, transformar y revitalizar. Una experiencia de contacto directo con Dios o con lo sagrado hará que no puedas permanecer quieto y callado. Tal vivencia resulta tan sobrecogedora, emocionante y estimuladora que no podrás evitar el cantar y bailar. Esperamos que este libro te proporcione las herramientas y la inspiración necesarias para que todos los días acudas a tu propio Teatro de la fuerza de la vida, en el que, a través del seiki jutsu, accederás al flujo de energía de la fuerza vital que fluye en tu interior para descubrir la dicha de una vida «puesta en escena» por el seiki.
Indice
1. INTRODUCCIÓN AL SEIKI 9
2. IKUKO OSUMI SENSEI Y LA HERENCIA DEL SEIKI JUTSU 31
3. SEIKI JuTsu. La transmisión de seiki 71
4. LA PRÁCTICA DIARIA DEL SEIKI 101
5. CUERPO CARGADO DE ENERGÍA. Curar a través del movimiento
espontáneo 127
6. CONVERSACIÓN SEIKI. El nuevo futuro de la terapia de la pa-
labra 159
7. EL APRENDIZAJE TUTELADO DE SEIKI JUTSU 181
8. LA ECLOSIÓN DE UN UNIVERSO ESPIRITUAL 219
Eriu)Go. Conversación sobre malabarismos entre zen, jazz y seiki 233
APÉNDICES 265
Fundamentos de la terapia seiki de sanación 267
Notas 273
Bibliografia 275