El reloj orgánico - Lothar Ursinus.  ISBN 9788441435315

El reloj orgánico

Referencia: 9788441435315
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Cómo interpretar el funcionamiento de nuestros órganos vitales

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Qué órganos determinan que nos sintamos felices, seamos amables y tengamos un alto concepto de nosotros mismos? ¿Por qué tenemos el efecto «jet-lag» o de «resaca»? ¿Qué significado tiene que nos duela un diente o haya un problema en la boca? ¿A qué hora tienes que realizar necesidades básicas físicas o psíquicas para no hacer sufrir a nuestro organismo?
Todas las funciones del organismo transcurren en un ciclo que se repite cada 24 horas. Así, del mismo modo que conocemos el ciclo del día y la noche, también cada órgano, e incluso cada célula, tiene su propio horario. Nosotros podemos sacarle provecho a este mecanismo corporal, ya sea profesionalmente, en nuestra vida cotidiana, o bien al tomar un medicamento. La expresión «reloj orgánico» está basada en la medicina tradicional china y parte de la idea de que el cuerpo humano se rige por un ciclo energético (Qi) diario. Esto significa que cada uno de los sistemas del organismo (meridianos) tiene su horario de máxima actividad. En consecuencia, las molestias que aparecen en un momento concreto nos advierten del órgano donde se encuentra el problema y podemos elaborar un diagnóstico para tratarlo correctamente.
Explicado de forma sencilla, el doctor Ursinus nos describe en este completo libro que las enfermedades no deberían verse como un mal menor, sino como una señal que el cuerpo nos envía para que lo escuchemos y respondamos de inmediato.

Lothar Ursinus, nacido en 1950, dirige desde 1986 el Centro de Naturopatía Alstertal en Hamburgo. Ha desarrollado un sistema que interpreta globalmente los resultados de las investigaciones realizadas en laboratorio desde un punto de vista clínico (medicina ortodoxa), de la naturopatía y anímico-espiritual. Asimismo comparte estos conocimientos con médicos y naturópatas en multitud de seminarios y conferencias. Su amplia experiencia práctica en laboratorio en el análisis metabólico es la base del programa de alimentación personalizado «gesund & aktiv» (sano y activo) creado por él mismo. El doctor Ursinus es autor de varios libros, entre los que cabe citar Gesund & Aktiv, que le da nombre al programa citado y que es un éxito editorial.

1. Introducción
El ser humano forma parte del Universo

Cuando observamos la naturaleza, podemos ver por todas partes el ritmo que tienen el día y la noche, el verano y el invierno, el pasado y el futuro, la vida y la muerte. En la naturaleza no existe ningún proceso con un principio y un final en el que este aparente final no suponga a la vez el comienzo de algo nuevo. A cada on le sigue irremediablemente un off Sin la inspiración no sería posible la espiración. Este cambio de polaridad es una manifestación de la vitalidad. En el Universo no se pierde nada. En el orden cósmico no sería posible la existencia de algo con un principio y un final definitivo.
Damos por evidente el ciclo del día y la noche. Lo presenciamos una y otra vez y, a continuación, orientamos nuestra vida personal. El ser humano no es un ser autómata en este planeta. Todos nosotros formamos parte del gran todo, de su transformación y de su terminación.
Estos acontecimientos cíclicos del Universo también los encontramos en nuestro cuerpo. La piel se renueva cada cuatro
semanas, dado que una célula de la piel solo vive durante 28 días antes de descarnarse. Este espacio de tiempo se corresponde con el ciclo lunar. Cuando este ciclo de renovación se ve afectado, como, por ejemplo, por la psoriasis, en medicina hablamos de una arritmia que se manifiesta en la piel. Por tanto, para la psoriasis debería tratarse el sistema endocrino, y no la piel. El ciclo menstrual también se corresponde con el ciclo lunar: tras 28 días el endometrio existente es rechazado para que pueda formarse uno nuevo. Si observamos la respiración con atención, también se hace evidente la conexión con el Universo. Una persona respira unas 28 veces por minuto. En 24 horas esto supone (18 x 60 x 24) 25.920 respiraciones. En años, este ciclo se corresponde con el espacio de tiempo con el que se describe al «año platónico»1. La edad de una persona de unos 72 años multiplicada por 360 días equivale exactamente a esa cifra. La vida del ser humano es, en cierto sentido, la respiración del cosmos. Cuando comprendemos que somos una parte del todo y nos clasificamos a nosotros mismos como parte de los sucesos del Universo, se hace muy fácil comprender que los procesos fisiológicos y orgánicos que se producen en nuestro cuerpo se rigen por un orden superior.
Desde hace algunos años venimos elaborando en nuestro centro de medicina natural de Hamburgo un plan especial de alimentación para nuestros pacientes orientado a la estimulación metabólica. El programa de alimentación individualizado gesund & aktiv2 , creado por mí mismo, determina mediante un análisis vital y metabólico los alimentos que mejor le van a la persona en cuestión. Los pacientes que no están verdaderamente enfermos o que no tienen sobrepeso comentan con mucha frecuencia que les hemos proporcionado justo los alimentos que les gusta comer. Cuando se trata de pacientes que padecen enfermedades metabólicas o de sobrepeso, casi nunca escuchamos estas afirmaciones. De todo ello se desprende que cada persona es sensible a sí misma de una forma distinta. A quien escucha su propia voz interior le suele ir mejor, porque, ya sea consciente o inconscientemente, se subordina a las leyes del cosmos, se siente a sí mismo y encuentra su camino.
El reloj orgánico tiene su origen en la medicina tradicional china (MTC). Esta medicina milenaria, que se basa en una forma de pensar integral, tiene como fundamento el sistema rítmico del Universo. Asimismo, contempla al ser humano en conexión más estrecha con los principios cósmicos y las leyes de la Tierra. La
salud es un conjunto de factores materiales y anímico-espirituales. En ella la posición de los cuerpos celestes, las estaciones y sus diferentes repercusiones en el clima y las circunstancias ambientales juegan un papel importante. Estos elementos del mundo oriental no son del todo extraños. Paracelso dijo al respecto: «No puede hacerse llamar médico quien no toma en consideración el espacio vital ni la posición de las estrellas en el diagnóstico». Pero, ¿quién configura nuestro reloj interno, dónde está el generador de reloj y dónde está el «reloj maestro»? Todos nosotros tenemos un ritmo biológico natural que se adapta a la luz solar. Los investigadores han determinado no solo que tenemos ese «reloj maestro», sino también un «movimiento» singular en la periferia. Esto, en principio, suena como algo sencillo e interesante, pero las consecuencias pueden ser fatales si no vivimos según el ritmo solar. Sin embargo, hoy en día, casi nadie lo hace. Entonces el «reloj maestro» deja de estar en consonancia con los horarios y el ritmo de los órganos y las regiones del cuerpo. Cuando en una orquesta cada uno toca a su aire se habla de «música ratonera». Algo así «suena» en el cuerpo cuando no nos encontramos en consonancia biológica.
La pérdida de esta sincronización la experimentamos, por ejemplo, tras viajar en avión, da igual en qué dirección y cuántas zonas horarias hayamos atravesado. Algunos síntomas típicos del síndrome de jet lag son aturdimiento, indigestión, cansancio du rante el día, problemas para conciliar el sueño por la noche, reacciones hormonales y demás. Tras unos días de estancia en la nueva zona horaria el ritmo corporal se reajusta a la nueva situación del sol. La experiencia nos enseña que cuanto mayor sea el desfase respecto a la hora habitual, más larga será la readaptación. No obstante, aquí también hay que tener en cuenta la flexibilidad interior de los sistemas del cuerpo: las personas jóvenes se adaptan más rápido a la nueva situación del sol que las personas mayores.
Las personas que trabajan con cambio de turnos tienen que readaptarse a un nuevo ritmo permanentemente. Estos cambios representan un riesgo considerable para la salud. Durante los últimos treinta años en la Universidad de Harvard se ha examinado la alimentación, la movilidad y la salud de doscientas mil enfermeras. Aquellas que trabajan de manera continua en el turno de noche tienen un riesgo un 60% mayor de desarrollar cáncer de mama o de cuello de útero que las que trabajan en el turno de día.
Aun cuando no siempre parece posible (o no siempre es posible), conviene prestar atención y respetar los acontecimientos y las leyes del cosmos del que, en definitiva, formamos parte. Al menos, nos va mejor desde el punto de vista mental, emocional, corporal y de la salud. Solo por esto merece la pena tratar de vivir en consonancia con el ritmo solar.
A lo largo del día cada órgano tiene su punto álgido de actividad. Naturalmente, como contrapunto, cada órgano tiene asimismo una importante fase de descanso.
Todos nosotros tenemos claro que nuestro día comienza en el momento en el que nos levantamos. Para algunos esto es a las 5 de la mañana y para otros a las 3 de la tarde. Sin embargo, para los órganos de nuestro cuerpo, independientemente de la hora a la que nos levantemos, el día comienza a las 3 de la mañana. Todos los días. Cuando nuestro despertador suena a las 7 de la mañana la actividad principal de los pulmones ya ha finalizado y el intestino grueso ya está activo. Durante las primeras horas de la mañana la depuración corporal tiene prioridad absoluta. Luego, a partir de las 7 de la mañana, llega el desayuno. Empezar el día con un vaso de agua tibia ayuda a una mejor depuración corporal.
La medicina es apasionante e interesante, no solo cuando tratamos y combatimos los síntomas, sino para poder ver el punto de partida de las enfermedades. Los fundamentos de la medicina antroposófica y de la medicina china son muy útiles para ello.
La medicina china es una ciencia médica con más de dos mil años de existencia. No hace referencia a órganos individuales, sino a líneas de energía que recorren nuestro cuerpo. Por estas líneas, llamadas meridianos, fluye la energía del cuerpo que se denomina «Qi». Hay doce meridianos principales asignados, en cada caso, a un órgano o a un sistema orgánico. En este libro describo el funcionamiento y los efectos de los distintos órganos sobre el organismo. También entro en los lazos entre los sistemas orgánicos, los llamados «órganos hermanos», que en la medicina china se engloban en los denominados «órganos internos» (zang fu). La medicina antroposófica se basa en los conocimientos alcanzados por Rudolf Steiner en la ciencia espiritual. En la medicina ortodoxa estos conocimientos apenas tienen importancia. En el trabajo diario con mis pacientes los enfoques de la medicina antroposófica y de la medicina china siempre me muestran el camino hacia la terapia adecuada. Por eso en la descripción del reloj orgánico que sigue a continuación he dejado que influyan los postulados de ambas medicinas así como mis propias experiencias.
Los síntomas que se describen son posibles manifestaciones del cuerpo. No siempre se dan todos a la vez. Los órganos están en estrecha relación con los dientes. En cada sistema orgánico hay, por tanto, una relación con los dientes. No siempre hay evidentes pruebas científicas de ello, pero sí la experiencia de la práctica. Cada vez se tratan más trastornos orgánicos que tienen su origen en la pérdida de algún diente o en una raíz inflamada. No obstante, la relación puede ser también en el sentido inverso; un diente puede hacerse notar cada vez más como consecuencia del bloqueo o la sobrecarga de un órgano. Esta correlación debería, por tanto, influir en el diagnóstico global.
He escrito este libro porque creo que es de vital importancia hacer comprensible la medicina. Las enfermedades no deberían verse como un mal menor, sino como una señal que el cuerpo nos envía para que la escuchemos y respondamos de inmediato. Deseo que la descripción del reloj orgánico que viene a continuación contribuya a acercar este objetivo.

Contenidos

1. INTRODUCCIÓN 15
El ser humano forma parte del Universo
2. EL RELOJ ORGÁNICO 25
¿Cómo saben nuestros órganos qué hora es?
PULMONES 27
Órgano para la distancia y el valor, dejarse llevar, creatividad y cambio
INTESTINO GRUESO 37
Órgano de la aceptación y del dejarse llevar
ESTÓMAGO 47
Órgano de la alegría de vivir y la codicia
BAZO Y PÁNCREAS 55
Órganos del pensamiento y las relaciones
CORAZÓN 69
Órgano de la alegría y del placer, del amor sin condiciones
INTESTINO DELGADO 77
Órgano de la comprensión de la igualdad dentro de la diversidad
VEJIGA 89
Órgano de la autoorientación, el camino hacia el interior
RIÑONES 93
Órgano del temor, el miedo y la relación
CIRCULACIÓN 105
Protector del corazón
TRIPLE CALENTADOR 109
Meridiano del equilibro entre el interior y el exterior
VESÍCULA BILIAR 113
Órgano de la decisión, la perseverancia y la fidelidad a uno mismo
HÍGADO 125
Órgano de la transformación, la renovación y el cambio
3. NECESIDADES PSÍQUICAS BÁSICAS 141
Seguridad, estructura y estabilidad 141
Reconocimiento, autoestima, introspección y respeto . 143
Amar, ser amado y tener contacto 144 NECESIDADES FÍSICAS 147
Nutrición 147
Ejercicio 149
Relajación 150
1. REFLEXIONES FINALES 155
NOTA DEL EDITOR 157
BIBLIOGRAFÍA 159
RELACIÓN DE TABLAS 161
INDICE TEMÁTICO 163

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