Consciencia, por Emilio Carrillo. Editorial Sirio

Consciencia

Referencia: 9788416579938
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CIENCIA Y CONCIENCIA

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En este libro revolucionario, Emilio Carrillo nos invita a hacernos conscientes de diversos aspectos fundamentales que afectan directamente nuestras vidas, y nos sugiere el camino para llegar a vivir en consciencia. Para empezar, nos sorprende hablando del sistema socioeconómico y político imperante con el fin de que sepamos que nuestra libertad está condicionada. A partir de aquí, nos invita a liberarnos. Lo primero es que nos demos cuenta de que no somos los dueños de nuestras mentes y de que esta falta de control induce unas reacciones automáticas cuya consecuencia última es la infelicidad. Con Consciencia descubrimos los distintos aspectos implicados en ello y aprendemos a superarlos. A diferencia de tantas obras dedicadas al control de la mente, Consciencia mantiene siempre fija la mirada en la vida diaria, para que todo lo nuevo que incorporemos tenga una manifestación inmediata en nuestro día a día. Aprendemos, así, a honrar nuestros dones y talentos, a contribuir a que nuestros hijos saquen lo mejor de sí mismos, o a afrontar la denominada «enfermedad» y la denominada «muerte» como vías de desarrollo espiritual. Con Consciencia invertimos creencias falaces determinantes, como la creencia en el tiempo, y liberamos nuestras mentes; paralelamente, nos vamos adueñando de nuestras vidas y vamos transformando el mundo; finalmente, aprendemos también acerca de nuestra naturaleza divina y descubrimos que el Despertar está a nuestro alcance, mucho más cerca de lo que pensábamos. ¡Convertirte en un Vividor, en el mejor sentido de la palabra, está en tus manos!

¿Te parece normal que no puedas contro­lar tu mente? ¿Crees que la vida es es­fuerzo y sacrificio y que la felicidad es un privilegio que solo está al alcance de unos pocos? ¿Crees que el mundo está como está «porque la humanidad es así» y que no está en nuestras manos arreglar­lo? Bueno, ¿y si supieras que vivimos más condicionados de lo que piensas? ¿Y si supieras que podemos romper con los grilletes de dicho condicionamiento? ¿Y si supieras que puedes vivir como un ser libre, soberano y feliz y que puedes ins­pirar a muchos otros a liberarse, con tu  ejemplo? Está en tus manos ser el habi­tante pionero de un mundo transformado. Todo es cuestión de tomar consciencia, de expandir la consciencia y Despertar.

Si te han vendido que esto es muy difí­cil, o que requiere mucho tiempo, ¡no tie­nes por qué creerlo! He aquí una creen­cia fundamental que puedes, ya mismo, erradicar.

Emilio Carrillo

Economista, escritor (56 libros publica­dos y más de 500 artículos), experto interna­cional en Desarrollo Local por Naciones Uni­das y Técnico de la Administración General (como tal, es subdirector de área en la Dipu­tación de Sevilla), ha desplegado una amplia labor académica, política y de gestión en Desa­rrollo Económico y Territorial y Hacienda Pú­blica, materias en las que ha publicado 35 li­bros, siendo profesor de diversas universidades españolas y extranjeras, vicealcalde de Sevilla, vicepresidente de la Diputación hispalense y presidente de la Red de la Unión Iberoamerica­na de Municipalistas.
Compaginó siempre estas actividades con el interés por otros ámbitos temáticos. Pero fue a  partir de una serie de experiencias vitales y conscienciales cuando su atención se centró prioritariamente en la filosofía, la historia y, sobre todo, la espiritualidad, campos en los que ha impartido multitud de conferencias y talle­res y en los que es autor de 21 libros, como Los códigos ocultos (2005), Buscadores (2009), Amor: vida y consciencia (2012), Dios (2013), Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo (2015) y El tránsito (2015).
Imparte clases de espiritualidad en la vida cotidiana en la Universidad de Barcelona y ges­tiona el blog El Cielo en la Tierra, que cuenta con cuatro millones de visitas.

  • Nº págs: 312
  • Rústica
  • 15 x 23 cm
  • PESO: 475 g.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN      7

  1. CONSCIENCIA Y ECONOMÍA: No estamos ante una crisis, sino anteuna mutación del sistema socioeconómico      17
  1. CONSCIENCIA Y POLÍTICA: Los amos (provisionales) del mundo      43
  2. CONSCIENCIA Y VIDA COTIDIANA: Tu ego y tú      75
  3. CONSCIENCIA Y MENTE: La mente al servicio de la consciencia      97
  4. CONSCIENCIA Y AQUÍ-AHORA: El tiempo no existe,pero tú crees en él      123
  1. CONSCIENCIA Y EDUCACIÓN: La educación de tus hijos      153
  2. CONSCIENCIA Y DONES: Descubriendo tus dones y talentos      173
  3. CONSCIENCIA Y ENFERMEDAD: La enfermedad ysu significado consciencial      203
  1. CONSCIENCIA Y MUERTE: ¿Qué te espera cuando vivaseso que llamas muerte?      219
  1. CONSCIENCIA Y CIENCIA: Física de la Deidad (I)      239
  2. CONSCIENCIA Y DIOS: Física de la Deidad (II)       267

EPÍLOGO: Eres, no estás; vives, no estás      303

INTRODUCCIÓN

¿LLEVAS EL MANDO CONSCIENTE DE TU VIDA?

Permíteme que arranque estas páginas con una pregunta muy di­recta: ¿llevas el mando consciente de tu vida?
Ya sé que es una manera poco convencional y hasta quizá inapro­piada de iniciar un libro. Sin embargo, no me negarás que se trata de una cuestión trascendente e importante... ¡sobre todo para ti! Enton­ces, dime, ¿sí o no?:
Si la contestación es no, significa que reconoces que pasas tus días sumido en la inconsciencia y actuando como una especie de autómata bajo la presión y el control de los hábitos, para­digmas, deberes, obligaciones, devociones, anhelos y sistemas de creencias que otros han metido en tu cabeza. Al menos no te engañas y te das cuenta, lo que es el primer paso para salir de esa inconsciencia.
Si es sí, tengo que plantearte otra cuestión: ¿estás seguro? Por­que es posible que, efectivamente, seas una de las pocas personas que dirigen conscientemente su vida y llevan las riendas en todo momento. Si es así, ¡enhorabuena! Pero también puede ser que esta idea sea solo una ilusión; una ficción generada, precisamen­te, desde tu inconsciencia.
Comprendería perfectamente que, tras leer lo precedente, te sin­tieras un tanto incómodo y prefirieras acudir al viejo truco de respon­derme con una pregunta: «¿Qué es lo que quieres decir exactamente, Emilio, cuando utilizas los términos consciente o inconsciencia?».
Obviamente, ambos giran en torno al vocablo consciencia. Y esta, a su vez, como tendrás ocasión de constatar al pasearte por este texto, se halla muy unida a la expresión estado de consciencia. Pero vayamos por partes; hablemos de la consciencia primero, y del estado de cons­ciencia después.

CONSCIENCIA Y ESTADO DE CONSCIENCIA

La palabra consciencia deriva del latín conscientia y, acudiendo al Diccionario de la lengua española de la RAE, tiene dos significados pri­marios:

1. Capacidad del ser humano de reconocer la realidad circundan­te y de relacionarse con ella.
2. Conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones.

Por tanto, ser consciente o tomar consciencia conlleva dos capa­cidades estrechamente interconectadas: la de reconocer la realidad que hay a tu alrededor y la de conocerte a ti mismo. No está nada mal para empezar, si bien en este libro encontrarás que la consciencia tie­ne un alcance aún más relevante.
En cuanto al estado de consciencia, está intrínsecamente ligado a estas dos capacidades y puede ser explicado como la percepción que uno tiene de sí mismo y de los demás, de su vida y las de los otros, del mundo y lo que en él sucede, de la muerte, de la divinidad... Es, en definitiva, la visión de las cosas con la que andas por la vida. ¿De qué depende? De cómo ves la realidad que te rodea y de cómo te ves a ti mismo, es decir, de tu consciencia. Eso sí, esta visión es distinta para cada ser humano, pues cada cual tiene la suya, e incluso para una mis­ma persona no siempre es igual, porque va evolucionando como con­secuencia de las experiencias que vive y, sobre todo, de cómo las vive. Por todo esto (por estar unida a la consciencia, por ser diferente para cada uno y por ir variando de la mano de las experiencias) denomino estado de consciencia a esta visión que cada uno tiene de la realidad.
Por tanto, aunque la consciencia es algo objetivo en cuanto a su conceptualización (es la doble capacidad a la que he hecho mención), se plasma de modo íntimo en cada persona y en cada momento de su vida a través de las experiencias que vivencia. Esta plasmación consti­tuye el estado de consciencia de la persona, que está siempre en evo­lución (más lenta o más rápida, según los casos).

LA EVOLUCIÓN DEL ESTADO DE CONSCIENCIA

En los términos reseñados, la evolución del estado de consciencia es individual. Ahora bien, cuando alguien abre nuevas puertas cons­cienciales para sí mismo, esto repercute en el estado de consciencia de la humanidad, que viene a ser algo así como la suma de los estados de consciencia de cada uno de sus integrantes. Algunos científicos lo han llamado campo mórfico o morfogenético y han explicado que la evolución del estado de consciencia global, impulsado por el de cada individuo, retroalimenta, igualmente, el de todos y cada uno de los miembros de la especie. Desde esta perspectiva, cabe afirmar que la evolución del estado de consciencia, siendo personal, también es colectiva; y que la colectiva influye en la individual.
Ahora bien, ¿en qué consiste tal evolución? Expresado coloquial­mente: ¿de dónde viene y hacia dónde va?
En cuanto a lo primero, cada ser humano, en particular, y la hu­manidad, en general, tuvieron en su origen una consciencia prehomí­nida, desde la que, por las experiencias vividas a lo largo de milenios, se progresó a otra mágica, luego mítica y, finalmente, mental y racio­nal. El resultado de este discurrir ha sido el nacimiento y la consoli­dación del «yo» y la percepción de uno mismo y de los demás como individuos, como sujetos. De este modo, se ha ido forjando y plasman­do en la humanidad una consciencia asociada a ese yo, la consciencia egoica. ¿Cuáles son sus características? Retomando lo indicado por la Real Academia Española y aplicándolo a esta consciencia egoica, sus principales señas de identidad son dos:

1. La capacidad de reconocer la realidad circundante y de rela­cionarse con ella se centra en el uso de los sentidos corpóreo-mentales; y. se ejerce y practica a través de los medios, los datos, la información y la interpretación que esos sentidos físico-men­tales facilitan.
2. El conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones, viene dado por la identifica­ción con su yo físico, mental y emocional y con su personalidad creada desde la experiencia de la individualidad en libre albedrío.

Sobre estos dos pilares se han construido las pautas civilizadoras de las que proceden la forma de vida de cada persona y el modelo de sociedad imperante en la humanidad, es decir, el sistema socioeco­nómico en sentido amplio; las instituciones y su gestión política; los paradigmas y sistemas de creencias; las normas morales y las escalas de valores; el estilo de vida y los hábitos, conductas y comportamien­tos colectivos e individuales; la ciencia y el enfoque y utilización de los avances tecnológicos; las ideologías, credos y religiones, etc. En todo ello se halla subyacente la citada consciencia egoica y todo ello es, a su vez, manifestación y expresión de esa consciencia.
Sin duda, el yo (autopercepción como sujeto; identificación con el yo físico, mental y emocional; asociación a una personalidad forjada desde la experiencia de individualidad, y gestación de una consciencia egoica como lógica consecuencia de lo anterior) constituye un éxito de la evolución. Pero, a su vez, llegado un punto concreto del proceso evo­lutivo (precisamente el punto histórico en el que la humanidad y cada ser humano se encuentran hoy), supone un obstáculo para que la evolu­ción continúe, su avance. El yo es un obstáculo hasta el extremo de que
ha puesto en serio peligro la propia supervivencia del género humano y del hábitat ecológico que la hace factible. Esta es la tesitura conscien­cial, nunca mejor dicho, en que actualmente se halla el género humano y, por tanto, tú mismo: la consciencia que ha servido para llegar adonde se está ya no resulta útil para seguir adelante y provoca tanto la ralenti­zación evolutiva como el riesgo de que se venga abajo todo lo edificado.
Esto responde la pregunta antes abierta con relación a la evolu­ción y su dirección: se encamina hacia la ampliación o expansión de la consciencia más allá de las fronteras de la consciencia egoica.

LA EXPANSIÓN DE LA CONSCIENCIA

¿Qué implica y comporta esta expansión consciencial? Funda­mentalmente, dos cosas:

1. Percatarse de que el ser humano es mucho más que su yo físico, mental y emocional. Esto significa ahondar en el conocimien­to de uno mismo hasta acabar con el aferramiento al «yo» que hasta ahora ha marcado la vida de la gente y la configuración del pensamiento y la sociedad en todas sus diversas facetas.
2. Y, como consecuencia de lo precedente, darse cuenta de que el ser humano goza de potencialidades y capacidades para com­prender la realidad de una manera que resulta imposible para la mente. El ser humano tiene que darse cuenta de que la mente, aun con facultades prodigiosas, es un instrumento limitado y deficiente cuando se tratar de entender, ver y vivir la vida.

Muchos piensan todavía que la identificación con el yo físico, men­tal y emocional y la consciencia egoica constituyen la única vía para saber y comprender. Sin embargo, esto es tan ridículo como lo era la creen­cia de que la Tierra era el centro del universo (no hace tanto tiempo de esto: la sentencia condenatoria contra Galileo Galilei por refutar el geocentrismo data de 1633, no han transcurrido ni cuatrocientos años; y la interdicción formulada por la Inquisición contra el sistema coper­nicano heliocéntrico no se levantó hasta 1812). Con esta concepción,
la humanidad se ha instalado en un gran egocentrismo, que es la causa de los problemas, los conflictos y el sufrimiento que sientes en tu vida, en los demás y en el mundo.
Para salir de esta limitación, es el momento de dar un paso en el proceso evolutivo y adentrarse en otro estado de consciencia desde el discernimiento de que la auténtica y genuina existencia del ser huma­no no es la consciencia egoica del yo, sino la consciencia del Ser, que es algo que no nace y no muere. Una consciencia que, como se desarro­lla en los capítulos que siguen, cuenta con dos esferas inseparables: la consciencia de lo que se es y la consciencia de lo que es. Esto abre las puertas a una nueva visión que se relaciona con lo transpersonal y que, sin rechazar a la diversidad ni renunciar a ella, sino todo lo contrario, percibe la Unicidad en la constatación de que somos uno con todo.
Esto no es algo teórico, ni mucho menos teológico, sino eminen­temente práctico, y tiene rotundas e importantísimas repercusiones en la vida de cada individuo y en el devenir colectivo y social. De he­cho, enlazando con lo expuesto al comienzo de la presente Introduc­ción, solo por medio de esta expansión de la consciencia podrás tomar y llevar el mando consciente de tu vida.

SOBRE LA ESTRUCTURA DE ESTE LIBRO

Desde la tranquilidad de haberme desidentificado del yo físico, mental y emocional y estando libre, por tanto, de la falsa modestia, que es una de las manifestaciones del ego, puedo decirte que el tex­to que tienes en tus manos es fruto precisamente de dicha expansión consciencial. Y sin ánimo de convencer a nadie de nada, ni de susti­tuir unos sistemas de creencias por otros, este libro muestra en detalle (para los que en su libre albedrío estén interesados) las característi­cas del estado de consciencia que surge de la evolución descrita y sus plasmaciones prácticas. Dichas plasmaciones se hacen efectivas en la vida cotidiana de cada cual y en la configuración de la sociedad en sus distintos aspectos y vertientes.

Concretamente, la estructura básica del libro puede sintetizarse Los dos capítulos iniciales («Consciencia y economía» y «Cons­ciencia y política») tienen relación con lo primero que el Dic­cionario de la lengua española destaca en su definición: reconocer la realidad circundante y relacionarse con ella desde los nuevos ojos que la expansión consciencial proporciona. Así, sus con­tenidos diluyen los velos entre los que la consciencia egoica ha mantenido oculta la realidad del sistema socioeconómico, institucional y político vigente. Dichos capítulos ponen en evi­dencia tanto el calado como las consecuencias de la mutación que el mencionado sistema acaba de experimentar como la red de élites y subélites que lo dirigen y controlan: no estamos ante una crisis económica, como se suele afirmar, sino ante algo de muchísima más envergadura, y las élites y subélites están per­fectamente organizadas en círculos de poder para conducir este proceso. Los miembros de los dos primeros círculos de esa red de dominio son, en la actualidad, los amos del mundo. Y para sostener dicho dominio y hacerlo en el anonimato, manejan un complejo entramado de manipulación colectiva (te sorprende­rá conocer su potencia) cuya finalidad es, precisamente, difi­cultar y ralentizar en lo posible la evolución de la consciencia a la que esta Introducción se viene refiriendo (y que constituye el hilo conductor del conjunto de estas páginas).El desarrollo de los contenidos anteriores te llevará a recono­cer la auténtica realidad que afrontáis tú y la humanidad, con lo cual corresponderá, ineludiblemente, poner sobre la mesa la pregunta del qué hacer. La respuesta a esta cuestión hace de bisagra entre los dos capítulos enunciados y el resto y se basa en tomar consciencia.
Esta toma de consciencia no atañe solamente a lo que es perti­nente hacer, sino también a lo que hay que dejar de hacer para desconectar de los comportamientos, hábitos, percepciones e inercias vinculados con la consciencia egoica. El entramado de manipulación ha perseverado en exacerbar la presencia de todo ello en tu vida y en tu cabeza hasta que has llegado a ser sirven tanto para el reconocimiento de la realidad como para el conocimiento de uno mismo. Parten del hecho cierto de que la ciencia contemporánea, a causa de sus indagaciones y descu­brimientos, se ha convertido en un poderosísimo instrumento a favor de la evolución de la consciencia. Esto se desarrolla por medio de una síntesis de lo que puede denominarse tísica de la Deidad, cuyos fundamentos esenciales ofrecen tres posibilidades:

  • Acercarse a los nuevos y más innovadores postulados científicos.
  • Observar los impactos de estos en la apertura de una nueva visión de la vida, el mundo y el universo.
  • Ver la luz que aportan a la hora de profundizar en el discernimien­to de lo que la divinidad supone y significa y de la plena integración en ella de la existencia humana.

Para finalizar, el libro se cierra con un Epílogo, que sirve de co­lofón al texto. En él se te recuerda que estar en este planeta y en el plano humano es solo un estado de ser entre los infinitos posibles en que lo que eres vive instantánea y multidimensional-mente: podrá variar dónde estás, pero nunca lo que eres; podrá evolucionar la realidad, pero lo que eres, tu existencia misma, se mantiene por siempre inmutable. Finalmente, se te alienta y anima a expandir tu consciencia hasta el punto de transformarte en lo que siempre has sido y nunca dejarás de ser, es decir, Dios.

Sirio
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