DEJAR IR
Referencia: 9788494248214
EL CAMINO DE LA ENTREGA
En este libro el doctor Hawkins nos describe los estados emocionales del ser humano y explica el camino de ascenso desde la depresión y la ira hasta los estados de paz y alegría. Es el trabajo lúicido y genial de un hombre que ha sabido aunar la ciencia, era mé...
Este es el último libro publicado en español del doctor David Hawkins, pionero de la medicina y de la investigación de la conciencia, y maestro de Un curso de milagros.
Basándose en su experiencia personal y en sus más de cuarenta años de práctica clínica, el doctor Hawkins nos
propone trabajar conjuntamente con las herramientas del perdón y el dejar ir para mantener en todo momento la paz mental y la alegría, y facilitar la curación.
Este viaje que nos lleva del estrés a la paz no solo es posible, sino que está a nuestro alcance. Como nos recuerda el autor, el sol, siempre radiante, se hace visible cuando las nubes se despejan.
El proceso de dejar ir acelera enormemente la consecución de nuestros objetivos en todos los ámbitos de la vida.
Este es un libro escrito con el corazón, y por la mera exposición a la información que contiene ayuda al lector a dar su siguiente paso en la vida.
PRÓLOGO DE LA EDICIÓN EN CASTELLANO
A cargo de Enric Corbera
Conocí la obra del doctor Hawkins allá por el año 2002; tuve que encargar los libros para que me los trajeran de América Latina. El primero que tuve en mis manos fue El poder contra la fuerza, que me impresionó y me enseñó la importancia de valorar la influencia y el efecto de las distintas emociones en el cuerpo a través de la quinesiología.
Hacia el año 2000, yo estudiaba precisamente la incidencia de las emociones en el cuerpo y su importante relación con las enfermedades. Estaba desarrollando un seminario llamado Curación Emocional en el que aplicaba las enseñanzas de Un curso de milagros.
Este nuevo libro de Hawkins, Dejar ir. El camino de la liberación, me recuerda muchísimo lo que yo pretendía hacer en mi vida con relación a las emociones y con Un curso de milagros, pues desarrolla magistralmente cómo abordar las emociones, cómo valorarlas y cómo afectan al cuerpo.
Una de las cosas que más me gusta es la aclaración de que, para poder sanarnos, necesitamos un nivel de conciencia que él valora en 200. Y su observación de que las creencias de cada uno limitan el desarrollo de la conciencia e impiden sanar la mente y el cuerpo. Desde hace años, vengo diciendo algo parecido: que para sanar antes se debe curar la
propia percepción, elevar el nivel de comprensión, es decir, de conciencia, y pasar a la acción.
Leer este libro ha sido un placer; es una obra maravillosa que puede ayudar a todo aquel que quiera liberarse de emociones y creencias tóxicas, y tomar conciencia de cómo vive en relación con sus emociones.
Me maravilla su forma de abordar el concepto de dejar ir: es una rendición, una renuncia a la lucha, no porque no te sientas capaz, sino porque sabes que luchar solo te sirve para desgastarte y morir. Dejarnos ir es entregarnos al Poder Supremo, el único que sabe lo que es mejor para nosotros y cuáles son los dictados de nuestra alma.
Dejarse ir es dejar que las emociones que se reprimen inconscientemente, porque son políticamente incorrectas, porque así se está programado, se expresen en la propia corporalidad, para descubrir qué intentan retener y qué esconden.
Dejarse ir es una expansión del perdón tal como lo enseña Un curso de milagros; permitirse ver los propios juicios y condenaciones, junto con las emociones que los soportan, y entregarlos a la Mente universal para que deshaga estos errores de la mente dividida. Un curso de milagros llama a este estado Expiación: no la que paga los errores, sino la que los elimina. Pero para ello hay que rendirse, dejar de luchar, dejar de emplear la fuerza y utilizar el Poder.
Este proceso produce un cambio en nuestra mente, un cambio espacio-temporal que nos permite percibir las cosas desde un estado más elevado de conciencia, porque liberamos el Poder que sustenta la conciencia del Todo. Tomar conciencia del Poder que nos alimenta, nos sustenta, nos da vida y es todo Amor equivale a liberarnos del miedo y de todas sus emociones tóxicas que envenenan nuestro cuerpo y nos enferman.
Dejar ir es un libro para todos: para terapeutas, para el ama de casa, para la persona que cree que tiene que haber otra manera, para quien siente que todos estamos interrelacionados y que lo que uno hace afecta a la Unidad.
Todo esto queda perfectamente resumido en las siguientes palabras de Hawkins:
Es la presión acumulada de los sentimientos (emociones) lo que provoca los pensamientos. Un sentimiento puede crear, literalmente, miles de pensamientos a lo largo del tiempo. Pensemos, por ejemplo, en un recuerdo doloroso de los primeros años de vida, una pena terrible que se ha ocultado. Observa todos los años y años de pensamientos asociados a esos simples sucesos. Si pudiéramos entregar la sensación de dolor subyacente, todos esos pensamientos desaparecerían al instante y nos olvidaríamos del suceso.
Esto es lo que propone este libro: entregar las sensaciones físicas de este dolor emocional, dejar que se expresen y liberarlas sin juicios y sin alimentar al ego pensando que se nos exige un sacrificio, porque tenemos la razón.
La lucha, que Hawkins llama la fuerza, es todo ego. El poder es todo Espíritu y, cuando sabemos diferenciarlo, empieza nuestra liberación y sanación. Los acontecimientos diarios se viven de otra manera, pues se sabe que todo tiene su razón de ser y que, al final, todo se convierte en una experiencia de perdón.
Dejar ir enseña que hay que dejar de proyectar la culpa en los demás, una máxima que Un curso de milagros enseña por doquier. Tomamos conciencia de que todas nuestras proyecciones al final vuelven a nosotros y, si las liberamos, nos liberamos. Este es el gran secreto para hallar la felicidad aquí en la Tierra.
Como dice Hawkins en el libro: «Dejar ir implica ser consciente de un sentimiento, dejarlo crecer, permanecer en él, y dejar que siga su curso sin querer que sea diferente ni hacer nada con relación a él».
Hay que entregar cualquier intento de modificarlo, estar en el presente y observarlo sin resistirnos a él; de esta manera, se va sublimando y desaparece. Se trata de observar sin pensar, pues, si pensamos, anclamos la sensación al pensamiento y este se refleja en el cuerpo.
Como dice el maestro Hawkins, «los pensamientos no son más que racionalizaciones de la mente para tratar de explicar la presencia de la sensación». Eso para mí es como un mandamiento; no paro de repetirlo a mis clientes y consultantes. Siempre les digo que dejen la mente libre de pensamientos sobre lo que están experimentando, observen la sensación y la dejen libre para poder liberarse de ella. La racionalización de todo lo que nos sucede es el primer paso para huir de nuestros sentimientos y emociones y enviarlos al inconsciente, para que tarde o temprano se expresen en nuestra corporalidad.
danzar sin impedir la alegría? ¿De amar a todos los seres vivos? ¿De vivir en nuestra grandeza y cumplir nuestro potencial más elevado? ¿De convertirnos en un canal de la gracia y la belleza en el mundo?
En este libro, el doctor Hawkins ofrece un camino hacia la libertad que anhelamos, pero que nos cuesta alcanzar. Puede sonar contraintuitivo que tengamos que llegar a un lugar interno para dejar ir. Sin embargo, él certifica con su experiencia clínica y personal que la entrega es la vía más segura hacia la realización total.
Muchos de nosotros hemos sido educados para compaginar lo mundano e incluso el logro espiritual con el trabajo duro, para ganar el pan con el sudor de nuestra frente y seguir otros rigurosos axiomas heredados de una cultura impregnada por la ética religiosa. De acuerdo con este punto de vista, el éxito requiere sufrimiento, afán y esfuerzo: sin dolor, no hay beneficio. Pero ¿qué hemos conseguido con todo ese esfuerzo y dolor? ¿Estamos verdadera y profundamente en paz? No. Todavía sentimos la culpa en nuestro interior, aún somos vulnerables a las críticas ajenas, queremos estar seguros, y los resentimientos supuran.
Si estás leyendo este libro, probablemente ya habrás llegado al final de tu capacidad de esforzarte. Quizá hayas visto que, cuanto más tiras de la cuerda, más te enganchas donde no quieres, y más cansado y desgastado estás. Es posible que te preguntes: «¿No hay una manera más fácil, mejor? ¿Estoy dispuesto a soltar la cuerda? ¿Cómo sería recurrir a la entrega en lugar de al esfuerzo?».
Quiero compartir con vosotros mi experiencia: yo era una persona muy formada y ya había probado muchos métodos para mejorarme de mí misma. A pesar del éxito profesional, tenía problemas físicos y emocionales que nunca se resolvían y, con el tiempo, alcanzaron un punto crítico. El encuentro con el doctor David Hawkins y sus escritos catalizó un inesperado y dramático efecto curativo.
Al principio, sentía cierto escepticismo. Había explorado diversos caminos espirituales, filosóficos y religiosos con resultados incompletos o transitorios y me aproximé al estudio de Hawkins pensando: «Probablemente, lo dejaré, como el resto». Sin embargo, la buscadora que hay en mí dijo: «Echaré un vistazo. No tengo nada que perder». De modo que leí El poder contra la fuerza. Los determinantes ocultos del comportamiento humano. Cuando terminé el libro, tuve una profunda comprensión: «Soy una persona diferente de aquella que empe zó este libro». Esto ocurrió en 2003. Ahora, muchos años después, el efecto catalizador sigue funcionando en todos los ámbitos de la vida.
En último término, lo que me convenció de la verdad de su obra fueron las transformaciones que se produjeron en mi propia conciencia física y sutil. Ocurrieron hechos empíricos que no podía negar: me curé de una adicción que anteriormente me había sido imposible superar, a pesar de muchos intentos sinceros. Me liberé de diversas alergias (al pelo de las mascotas, a la hiedra venenosa, al moho, a la fiebre del heno). Pude soltar los resentimientos que había conservado durante mucho tiempo y fui capaz de ver los regalos ocultos en los diferentes traumas de mi vida pasada. Se aliviaron algunos miedos que había llevado conmigo toda la vida y un trastorno de ansiedad que había limitado severamente mi carrera y mi vida personal. Se resolvieron diversos conflictos internos relacionados con la autoaceptación y el propósito de vida. Estos grandes avances en los planos físicos y sutiles eran observables de manera concreta no solo por mí misma, sino por quienes me rodeaban. Ellos se preguntaban: «¿Cómo explicas esa transformación?». Si ahora mismo te estás planteando esta pregunta, te sugiero que leas este nuevo libro: Dejar ir. El camino de la liberación. En él, Hawkins expone la práctica del proceso de transformación que experimenté leyendo sus obras anteriores.
Dejar ir. El camino de la liberación proporciona la hoja de ruta hacia una vida más libre para todo aquel que esté dispuesto a realizar el viaje. Si aplicamos los principios descritos en este libro, nuestra vida cambiará para mejor. Estos principios no son difíciles de entender ni de poner en práctica. No cuestan nada. No se requieren atuendos especiales ni viajes a países exóticos. El principal requisito para el viaje es la voluntad de soltar el apego a la actual experiencia de vida.
Como explica Hawkins, una «pequeña parte de nosotros mismos se apega a lo familiar», sin importar lo doloroso o ineficiente que sea. Puede parecer extraño, pero nuestro ser, con «s» minúscula, en realidad, disfruta de una vida empobrecida y de toda la negatividad que conlleva: sentirse indigno, invalidado, juzgar a los demás y juzgarse a uno mismo. Intentar salir ganando y tener «razón» siempre, lamentarse por el pasado, temer al futuro, lamerse las heridas, ansiar la seguridad y buscar amor en lugar de darlo.
¿Estamos dispuestos a imaginar una nueva vida, caracterizada por el éxito natural, en la que seamos libres de resentimientos y
sintamos gratitud por todo lo que nos pasa? Una vida de inspiración, amor, alegría, con soluciones en las que todos salgamos ganando. Se nos dice que uno de los mayores obstáculos para la felicidad es la creencia de que esto no es posible: «Tiene que haber trampa», «es demasiado bueno para ser verdad», «le puede pasar a los demás, pero no a mí».
El don de una personalidad y de un maestro como el doctor Hawkins es que vemos y experimentamos a un ser que ES esa felicidad, esa alegría desbordante, esa paz inexpugnable. Escribió el libro porque él mismo experimentó el poder del mecanismo que describe. Leer a un ser liberado y estar en su presencia nos ofrece el catalizador, la esperanza y el punto de partida de nuestro propio camino interior. Así, a pesar del cinismo del pequeño ser, es el Ser el que nos atrae y nos pone en marcha. Al principio, podemos escuchar su llamada a través de una conciencia avanzada como la de Hawkins: un maestro, guía o sabio que ha realizado el Ser. Luego, a medida que tenemos nuestras propias experiencias de la verdad, la sanación y la expansión, escuchamos la llamada desde nuestro interior. «El Ser del maestro y el del estudiante son uno y el mismo», dice Hawkins.
Él irradia las verdades de este libro. Como buscadora seria, consideré que la mayor parte de las escrituras espirituales contemporáneas eran superficiales y quise verificar la autenticidad de esta obra. Es de suma importancia saber si este autor habla tras haber alcanzado una verdadera realización interna. La respuesta es: «¡Sí!». Mis observaciones de cerca, efectuadas a lo largo de varios años de entrevistas y visitas, confirmaron su avanzado estado de realización.
En este libro, él nos recuerda la ley de la conciencia, que dice que todos estamos conectados a nivel energético, y una vibración más elevada (como el amor) tiene un poderoso efecto sobre las vibraciones más bajas (como el miedo). Siento la verdad de esta ley siempre que estoy con él: su campo de energía transmite amor y paz profunda. Como explica en esta obra, los estados superiores están disponibles para todos nosotros en cualquier momento.
Independientemente de dónde estemos en nuestra vida, este libro iluminará nuestro siguiente paso. El mecanismo de la entrega que describe Hawkins es aplicable a todo el viaje interno: desde el abandono de los resentimientos infantiles hasta la rendición final del propio ego. Así, este libro es igualmente útil para el profesional interesado en el éxito mundano, el cliente de una terapia que busca sanar los problemas emocionales, el paciente al que se le ha diagnosticado una enfermedad y el buscador espiritual de la iluminación. El paso más importante, aconseja, es reconocer que tenemos sentimientos negativos, como consecuencia de nuestra condición humana, y estar dispuestos a observarlos sin juzgar. El elevado estado de la conciencia no dual puede ser nuestra meta, pero ¿cómo gestionar al «pequeño ser» persistentemente dualista que quiere que nos consideremos mejores o peores que los demás?
En sus diez libros anteriores, el doctor Hawkins ha descrito el estado no dual de la iluminación con una conciencia prístina. Como él mismo dice con humor al comienzo de muchas conferencias: «Empecemos por el final». De hecho, en sus conferencias y libros ha detallado minuciosamente los estados de conciencia más elevados que son la culminación de la evolución humana.
Ahora, en este libro, publicado al final de su vida, nos lleva de vuelta a nuestro punto de partida común: el reconocimiento de la existencia del pequeño yo. ¡Debemos empezar en donde estemos para llegar adonde queremos ir! No llegaremos más rápido si nos engañamos y nos decimos que estamos empezando desde más cerca. Al pensar que nos hallamos más próximos a la meta de lo que en realidad estamos, en realidad, alargamos el viaje. Como explica en el libro, hace falta coraje y honestidad para ver la negatividad y la pequeñez en nosotros. Solo cuando podamos reconocer la negatividad que hemos heredado de nuestra condición humana, tendremos la posibilidad de entregarla y liberarnos de ella. Simplemente, hemos de estar dispuestos a reconocer esa parte de nuestra experiencia humana. Al aceptarla, podremos trascenderla. Hawkins nos muestra el camino.
Este es un libro eminentemente práctico que expone una técnica para trascender al pequeño yo y abrirnos paso hacia la libertad. Este estado de libertad interior y pura felicidad es nuestro «derecho de nacimiento», nos dice. A medida que se avanza en el libro, el lector se anima e inspira en los ejemplos clínicos de la vida real que Hawkins ha tomado de la práctica psiquiátrica. Caso tras caso, se ve el poder de la entrega aplicado a casi todas las áreas de la vida: las relaciones, la salud física, el clima laboral, las actividades recreativas, el proceso espiritual, la vida familiar, la sexualidad, la curación emocional y la recuperación de las adicciones.
Aprendemos que la respuesta a los problemas que afrontamos está dentro de nosotros. Al soltar los bloqueos internos, resplandece la verdad de nuestro Ser interior y se revela el camino hacia la paz. Otros maestros espirituales han hecho hincapié en el cultivo de la paz interior como única solución real a las dificultades personales y a los conflictos colectivos: «Primero el desarme interior, después el desarme exterior» (el dalái lama), «Sé el cambio que quieres ver en el mundo» (Gandhi). Las implicaciones son claras. Al ser todos parte de un todo, cuando sanamos algo en nosotros mismos, lo sanamos para el mundo. Cada conciencia individual está conectada energéticamente a la conciencia colectiva; por lo tanto, la curación personal surge de la colectiva. Es posible que Hawkins sea el primero en intentar entender este principio a la luz de las aplicaciones clínicas y científicas. El punto crucial es que, al cambiar nosotros, cambiamos el mundo. A medida que nos volvemos más cariñosos, se produce la curación exterior. Tal como la subida de la marea eleva todos los barcos, el resplandor del amor incondicional en un corazón humano eleva la totalidad de la vida.
El doctor Hawkins es un escritor, psiquiatra, profesor espiritual e investigador de la conciencia mundialmente reconocido. Los detalles de su extraordinaria vida se dan en el apartado «Sobre el autor», situado al final del libro. Su obra única brota del manantial de la Compasión universal y está dedicada a aliviar el sufrimiento en todas las dimensiones de la vida. El regalo que supone el trabajo de Hawkins para la evolución humana está más allá de lo que pueda expresarse con palabras.
El éxtasis del estado de iluminación es completo, de modo que uno nunca se ausentaría de él excepto por una entrega total al amor de Dios y a los propios seres humanos, para compartir el don que le fue dado. Este libro sobre el dejar ir, y todo su trabajo en el mundo, es el resultado de esa entrega. Como se lee en uno de los capítulos, vivió una rendición muy profunda que le permitió reanudar su conciencia personal a fin de cumplir ciertos compromisos en el mundo. El estado de unidad no se perdió ni se fue, y un amor extraordinario tuvo que ser dirigido al reto de verbalizar lo inefable. El lector se dará cuenta de que su manera de usar algunos pronombres no se ajusta al uso convencional —por ejemplo al hablar de «nuestra vida»—, pero es fiel a la experiencia de un estado espiritual que conoce la unicidad impersonal de toda vida. El hecho de que Hawkins se reincorporara al mundo de la lógica y el lenguaje, a fin de compartir con nosotros un mapa de la conciencia para que también podamos completar nuestro destino, dice mucho de su amor desinteresado a la humanidad. Al mostrarnos el camino hacia la liberación, nos da la oportunidad de alcanzarla.
Gracias, doctor Hawkins, por el don de la rendición total.
Fran Grace
Doctora en Filosofia, editora, profesora de estudios religiosos y
auxiliar de la sala de meditación de la Universidad de Redlands (Cali-
fornia), directora y fundadora del Instituto de Vida Contemplativa de
Sedona (Arizona)
Junio de 2012
- PREFACIO
Durante muchos años de práctica clínica en psiquiatría, mi objetivo principal fue buscar las vías más eficaces para aliviar el sufrimiento en sus múltiples formas. Con ese fin, exploré numerosas disciplinas de la medicina, la psicología, la psiquiatría, el psicoanálisis, las técnicas de la conducta, el biofeedback, la acupuntura, la nutrición y la química cerebral. Más allá de estas modalidades clínicas, se encontraban los sistemas filosóficos, la metafísica, una multitud de técnicas de curación holística, los cursos de superación personal, los caminos espirituales, las técnicas de meditación y otras formas de expandir la propia conciencia.
En todas estas exploraciones, hallé que el mecanismo de la entrega era de gran utilidad práctica. Su importancia hizo que me decidiera a redactar este libro para compartir mis experiencias personales y mis observaciones clínicas.
Los diez libros anteriores se han centrado en los estados avanzados de conciencia y en la iluminación. A lo largo de los años, miles de participantes en nuestras conferencias y satsangs han planteado preguntas que revelan los obstáculos que se presentan cotidianamente en el camino a la iluminación. Es práctico y útil compartir una técnica que facilitará el éxito en la superación de estos obstáculos. ¿Cómo gestionar las vicisitudes de la vida cotidiana, con sus pérdidas, decepciones, tensiones y crisis? ¿Cómo liberarse de las
emociones negativas y su impacto en la salud, las relaciones y el trabajo? ¿Cómo lidiar con los sentimientos no deseados? Este trabajo describe un medio sencillo y eficaz para renunciar a las emociones negativas y liberarnos.
La técnica del dejar ir es un sistema pragmático para eliminar obstáculos y apegos. También se lo puede considerar un mecanismo de entrega. Existen pruebas cientificas de su eficacia, que se explican en uno de los capítulos. La investigación ha demostrado que esta técnica es más efectiva que muchas otras para aliviar las respuestas fisiológicas al estrés.
Después de investigar la mayor parte de los métodos para reducir el estrés y ampliar la conciencia, este acercamiento destaca por su simplicidad, su eficiencia, su eficacia clínica, la ausencia de conceptos cuestionables y la rapidez de los resultados observables. Su simplicidad es engañosa y casi oculta las verdaderas ventajas de la técnica. En pocas palabras, nos hace libres de los apegos emocionales. Confirma la observación hecha por todos los sabios de que los apegos son la causa principal del sufrimiento.
La mente, con sus pensamientos, es dirigida por los sentimientos. Cada sentimiento deriva de la acumulación de muchos miles de pensamientos. Como la mayoría de las personas suprimen y rehúyen sus emociones durante toda su vida, la energía reprimida se acumula y busca expresarse a través de la aflicción psicosomática, los trastornos corporales, las enfermedades emocionales y la conducta desordenada en las relaciones interpersonales. Las emociones acumuladas bloquean el crecimiento espiritual y la conciencia, así como el éxito en muchas áreas de la vida.
Por lo tanto, esta técnica ofrece beneficios en varios niveles:
Físico: La eliminación de las emociones reprimidas es positiva para la salud. Se reduce el flujo de energía al sistema nervioso autónomo del cuerpo y se desbloquea el sistema de energía de la acupuntura (esto es demostrable por una simple prueba muscular). Por lo tanto, a medida que una persona practica la entrega de manera constante, los trastornos físicos y psicosomáticos se atenúan y, con frecuencia, desaparecen por completo. Se revierten los procesos patológicos en general y se retorna al funcionamiento óptimo.
Conductual: Como se produce una reducción progresiva de la ansiedad y las emociones negativas, disminuye la necesidad de escapar a través de las drogas, el alcohol, los entretenimientos y el sueño excesivo. Por consiguiente, se incrementa la vitalidad, la energía, la presencia y el bienestar, con un funcionamiento cada vez más eficiente y menos forzado en todos los ámbitos.
Relaciones interpersonales: A medida que renunciamos a las emociones negativas, se produce un progresivo incremento de los sentimientos positivos que deriva en una mejoría rápida de todas las relaciones. Aumenta la capacidad de amar. Los conflictos decrecen de forma progresiva, de manera que mejora el rendimiento en el trabajo. La eliminación de los bloqueos permite lograr más fácilmente las metas vocacionales y los comportamientos de autosabotaje, basados en la culpa, disminuyen poco a poco. Se depende cada vez menos del intelecto y se utiliza más la intuición. Con la reanudación del crecimiento personal, se suelen descubrir habilidades creativas y psíquicas, antes ignoradas, que estaban bloqueadas por las emociones negativas. Es de gran importancia la disminución de la dependencia, una desgracia en cualquier relación humana. La dependencia subyace al dolor y al sufrimiento, e incluye como sus máximas expresiones la violencia y el suicidio. Conforme se reduce la dependencia, también disminuyen la agresividad y el comportamiento hostil. Estas emociones negativas son reemplazadas por sentimientos de aceptación y amor hacia los demás.
Conciencia y espiritualidad: Esta es un área de la vida que se abre por el uso continuo del mecanismo de entrega. Con la renuncia a las emociones negativas, la persona experimenta cada vez más felicidad, satisfacción, paz y alegría. Se produce una expansión de la conciencia, una realización gradual y se experimenta el verdadero Ser interior. Las enseñanzas de los grandes maestros se despliegan internamente como una experiencia personal. El progresivo abandono de las limitaciones permite por fin la realización de nuestra verdadera identidad. Dejar ir es una de las herramientas más eficaces para alcanzar las metas espirituales.
Cualquiera puede alcanzar todos estos objetivos con dulzura y sutileza, a medida que entrega silenciosamente su vida diaria. La desapari-
ción de la negatividad y su sustitución por sentimientos y experiencias positivas son procesos que es placentero observar y experimentar. El propósito de esta información es ayudar al lector a tener estas experiencias gratificantes.
David R. Hawkins
Doctor en Medicina y Filosofía,
Presidente y fundador del
Institute for Spiritual Research
Sedona, Arizona
Junio de 2012
- INTRODUCCIÓN
Un día en contemplación, la mente dijo: «¿Qué nos pasa? ¿Por qué no somos siempre felices? ¿Dónde están las respuestas? ¿Cómo abordar el dilema humano? ¿Me he vuelto loco o es el mundo el que se ha vuelto loco?».
Parece que la solución a cualquier problema solo trae un breve alivio, puesto que es la base del problema siguiente.
«¿Es la mente humana una jaula desesperante? ¿Está todo el mundo confundido? ¿Sabe Dios lo qué está haciendo? ¿Ha muerto Dios?».
La mente siguió parloteando: «¿Alguien tiene el secreto?».
No te preocupes; todo el mundo está desesperado. Parece que para algunos está bien. «No puedo ver el porqué de todo este alboroto», dicen. «La vida me parece sencilla». ¡Tienen tanto miedo que ni siquiera pueden verlo!
¿Y qué pasa con los expertos? Su confusión es más sofisticada, envuelta en una jerga impresionante y en elaborados constructos mentales. Tienen sistemas de creencias predeterminados, dentro de los cuales intentan aplastarnos. Parece que funcionan por un tiempo y luego volvemos al estado original.
Antes, solíamos contar con las instituciones sociales, pero ya ha pasado su momento; ya nadie confía en ellas. Ahora hay más organismos de control que instituciones. Los hospitales son controlados por múl-
tiples agencias. Nadie tiene tiempo para los pacientes, que se pierden en la confusión. Miremos los pasillos. No hay médicos ni enfermeras. Se encuentran en las oficinas haciendo el papeleo. Toda esta escena está deshumanizada.
«Bueno —dices—, tiene que haber algún experto que tenga respuestas». Cuando tienes molestias, vas al médico o al psiquiatra, a un analista, a un trabajador social o a un astrólogo. Te haces de una religión, entiendes la filosofía, vas a seminarios de entrenamiento Erhard (EST, por sus siglas en inglés) o te das un empujoncito con las EFT (técnicas de liberación emocional). Equilibras los chakras, pruebas la reflexología, acudes a la acupuntura en la oreja, a la iridología, a la sanación con luces y cristales.
Meditas, cantas un mantra, tomas té verde, pruebas con los pentecostales, aspiras fuego y hablas en lenguas. Consigues centrarte, aprendes PNL, trabajas las visualizaciones, estudias psicología, te unes a un grupo junguiano. Te hacen rolfing, pruebas los psicodélicos, la lectura psíquica, corres, haces jazzercicio, te interesas por la nutrición y el aeróbic, te cuelgas boca abajo, llevas joyas psíquicas. Consigues mayor intuición, biofeedback, terapia Gestalt.
Visitas a tu homeópata, quiropráctico y naturópata. Pruebas la quinesiología, descubres tu tipo en el eneagrama, equilibras tus meridianos, te unes a un grupo de elevación de la conciencia, tomas tranquilizantes. Consigues algunos chutes de hormonas, pruebas las sales de células, equilibras tus minerales, ruegas, suplicas e imploras. Aprendes la proyección astral. Te haces vegetariano. Comes únicamente repollo. Pruebas la macrobiótica, lo orgánico, no comes OGM. Te reúnes con curanderos nativos americanos, vas a la cabaña de sudar. Pruebas las hierbas chinas, la moxibustión, el shiatsu, la acupresión, el feng shui. Vas a India. Encuentras un nuevo gurú. Te quitas la ropa. Nadas en el Ganges. Miras fijamente el sol. Te afeitas la cabeza. Comes con los dedos, te vuelves realmente sucio y te duchas con agua fría.
Cantas cantos tribales. Revives vidas pasadas. Pruebas la regresión hipnótica. Practicas el grito primal. Golpeas las almohadas. Haces la técnica Feldenkrais. Te unes a un grupo de terapia matrimonial. Vas a la Iglesia de la Unidad. Escribes afirmaciones. Despliegas tu visión sobre un mural. Pruebas el renacimiento. Te tiras el 1 Ching. Tiras las cartas del tarot. Estudias zen. Haces más cursos y talleres. Lees mon tones de libros. Haces el análisis transaccional. Recibes clases de yoga. Entras en el ocultismo. Estudias magia. Trabajas con un kahuna. Haces un viaje chamánico. Te sientas debajo de una pirámide. Lees a Nostradamus. Te preparas para lo peor.
Vas a un retiro. Ayunas. Tomas aminoácidos. Consigues un generador de iones negativos. Te unes a una escuela de misterios. Aprendes el apretón de manos secreto. Pruebas la tonificación. Pruebas la terapia del color. Pruebas las cintas subliminales. Tomas enzimas cerebrales, antidepresivos, remedios florales. Vas a balnearios de salud. Cocinas con ingredientes exóticos. Buscas extrañas rarezas fermentadas de lugares lejanos. Vas al Tíbet. Vas a la caza de hombres santos. Juntas las manos en un círculo y te mareas. Renuncias al sexo y a ir al cine. Vistes túnicas amarillas. Te unes a una secta.
Pruebas las infinitas variedades de psicoterapia. Tomas medicamentos milagrosos. Te suscribes a un montón de revistas. Pruebas la dieta Pritikin. Comes solo pomelo. Te leen la palma de la mano. Piensas como los de la nueva era. Mejorar la ecología. Salvar el planeta. Te leen el aura. Llevas un cristal. Obtienes una interpretación astrológica sideral hindú. Visitas a una médium. Vas a terapia sexual. Pruebas el sexo tántrico. Recibes la bendición de algún baba. Te unes a un grupo de anónimos. Viajas a Lourdes. Te sumerges en aguas termales. Te unes al movimiento de Arica. Usas sandalias terapéuticas. Te enclaustras. Inspiras más prana y exhalas la rancia negatividad. Pruebas la acupuntura con agujas de oro. Le echas un vistazo a la vesícula biliar de las serpientes. Intentas la respiración de los chakras. Te limpian el aura. Meditas en Keops, la gran pirámide de Egipto.
Vosotros que habéis intentado todo esto, ¿qué decís? ¡Oh, humanidad! ¡Eres una criatura maravillosa! ¡Trágica, cómica y, sin embargo, tan noble! ¡Tanto coraje para seguir buscando! ¿Qué nos impulsa a seguir buscando una respuesta? ¿El sufrimiento? Oh, sí. ¿La esperanza? Por supuesto. Pero hay algo más que eso.
Intuitivamente, sabemos que en algún lugar hay una respuesta definitiva. Tropezamos en caminos oscuros, en callejones sin salida, somos explotados y llevados, estamos desilusionados y hartos, y seguimos intentándolo.
¿Dónde está nuestro punto ciego? ¿Por qué no podemos encontrar la respuesta?
No entendemos el problema; por eso no podemos encontrar la respuesta.
Tal vez sea ultrasencilla, y es por eso que no podemos verla.
Tal vez la solución no esté «allí fuera», y por eso no podemos encontrarla.
Tal vez tengamos tantos sistemas de creencias que estamos ciegos a lo obvio.
A lo largo de la historia, algunos individuos han alcanzado una gran claridad y han experimentado la solución definitiva a los problemas humanos. ¿Cómo llegaron allí? ¿Cuál fue su secreto? ¿Por qué no podemos entender lo que tenían que enseñar? ¿.Realmente, es casi imposible, próximo a la desesperanza? ¿Qué pasa con la persona común que no es un genio espiritual?
Son multitud los que siguen caminos espirituales, pero escasos los que tienen éxito y se dan cuenta de la verdad última. ¿Por qué es así? Practicamos rituales y dogmas, y observamos con celo la disciplina espiritual, iy volvemos a estrellarnos! Incluso cuando algo nos funciona, el ego viene rápidamente y nos atrapa con el orgullo y la presunción, y entonces pensamos que tenemos las respuestas. Oh, Señor, ¡Sálvanos de los que tienen las respuestas! ¡Sálvanos de los rectos! ¡Sálvanos de los benefactores!
La confusión es nuestra salvación. Para los confundidos, todavía hay esperanza. Aférrate a tu confusión. Al final, es tu mejor amiga, tu mejor defensa contra la naturaleza moribunda de las respuestas de los demás, contra el ser violado por sus ideas. Si estás confundido, sigues siendo libre. Si estás confundido, este libro es para ti.
¿De qué va este libro? Habla de un método sencillo para alcanzar una gran claridad y, por el camino, trascender tus problemas. No trata de buscar respuestas, sino de deshacer la base del problema. El estado alcanzado por los grandes sabios de la historia está disponible: las soluciones están en nosotros y son fáciles de encontrar. El mecanismo de la entrega es sencillo y la verdad es evidente. Funciona en la vida cotidiana. No hay dogma ni sistema de creencias. Lo verificas todo por ti mismo, así que no se te puede engañar. No tienes que depender de ninguna enseñanza; sigue los dictámenes «conócete a ti mismo», «la verdad os hará libres» y «el reino de Dios está en vosotros». Este método funciona para el cínico, para el pragmático, para el religioso y para el ateo. Funciona a cualquier edad o con cualquier pasado cultu-
ral. Funciona por igual para la persona espiritual y para la que no lo es.
Debido a que el mecanismo es de tu propiedad, nadie te lo puede quitar. Estás a salvo de la desilusión. Descubrirás por ti mismo lo que es real y lo que son solo programas mentales y sistemas de creencias. Mientras todo esto sucede, te volverás más saludable, más exitoso con menos esfuerzo, más feliz y más capaz de amar auténticamente. Tus amigos reconocerán la diferencia; los cambios son permanentes. Ya no vas a tener un subidón para luego caer. Descubrirás que hay un maestro automático dentro de ti.
Con el tiempo, descubrirás tu Ser interior. Inconscientemente, siempre supiste que estaba allí. Cuando te encuentres con él, entenderás lo que los grandes sabios de la historia estaban tratando de transmitir. Lo entenderás porque la Verdad es evidente por sí misma y está en tu propio Ser.
Este libro está escrito teniéndote a ti, el lector, siempre en mente. Es fácil, no requiere esfuerzo y es agradable. No hay nada que aprender ni memorizar. A medida que lo leas, te volverás más liviano y te sentirás más feliz. El material empezará a despertar automáticamente en ti la experiencia de libertad conforme leas las páginas. Vas a sentir cómo el peso se va. Todo lo que hagas será cada vez más agradable. iTe esperan sorpresas muy felices en tu vida! ¡Las cosas van a ir cada vez mejor!
Está bien ser escéptico. Antes, ya te han llevado por el camino dorado, de modo que sé tan escéptico como quieras. De hecho, es aconsejable evitar el entusiasmo, porque predispone a una posterior decepción. Por tanto, la observación tranquila te servirá mejor.
¿Existe alguna cosa en el universo que te devuelva algo a cambio de nada? Oh, sí, sin duda existe. Has olvidado y no sabes experimentar tu propia libertad. Lo que se te está ofreciendo no es algo que se tenga que adquirir. No es algo que sea nuevo ni que esté fuera de ti. Ya es tuyo y solo tienes que redescubrirlo. Se manifestará por su propia naturaleza.
El propósito de compartir este enfoque es ponerte en contacto con tus propios sentimientos y experiencias internos. Además, hay mucha información útil que tu mente deseará conocer. El proceso de la entrega se iniciará automáticamente, porque está en la naturaleza de la mente buscar alivio al dolor y al sufrimiento, y experimentar una mayor felicidad.
- ÍNDICE
Índice 10
Prólogo a la edición en castellano 17
Prólogo 21
Prefacio 29
Introducción 33
Capítulo 1: El mecanismo del dejar ir 39
¿Qué es? 39
Los sentimientos y los mecanismos mentales 41
Los sentimientos y el estrés 44
Los acontecimientos de la vida y las emociones 46
El mecanismo de dejar ir 48
Resistencias a dejar ir 50
Capítulo 2: La anatomía de las emociones 53
La meta de la supervivencia 53
La escala de las emociones 55
Comprender las emociones 60
Gestión de las crisis emocionales 61
Sanar el pasado 64
Fortalecer las emociones positivas 69 Capítulo 3: La apatía y la depresión 73
«No puedo» frente a «no quiero» 74
Culpar 79
Elegir lo positivo 83
La compañía de la que nos rodeamos 86
Capítulo 4: El sufrimiento 91
Permitir el sufrimiento 92
Gestionar la pérdida 94
Prevenir el sufrimiento 99
Capítulo 5: El miedo 103
El miedo a hablar en público 104
El efecto curativo del amor 106
Apoderarse de «la sombra» 110
La culpa 113
Capítulo 6: El deseo 119
El deseo como obstáculo 120
Tener - hacer - ser 123
El glamur 124
El poder de la decisión interna 127
Capítulo 7: La ira 131
Usar la ira positivamente 132
El autosacrificio 133
El reconocimiento 135
Las expectativas 137
El resentimiento crónico 138
Capítulo 8: El orgullo 143
La vulnerabilidad del orgullo 144
La humildad 146
La alegría y la gratitud 147
Las opiniones 150
Capítulo 9: El coraje 155
El coraje para dejar ir 155
Asumir el propio poder 157
Ser conscientes de los demás 158
Capítulo 10: La aceptación 165
Todo es perfecto tal como es 165
La aceptación de uno mismo y de los demás 167
La responsabilidad personal 168
Capítulo 11: El amor 171
El amor en la vida cotidiana 172
El amor cura 173
El amor incondicional 176
La unicidad 178
Capítulo 12: La paz 183
El profundo impacto de la paz 183
La transmisión silente 184
Entregarse a la realidad última 185 Capítulo 13: Reducir el estrés y la enfermedad física 191
Aspectos psicológicos y propensión al estrés 191
Aspectos médicos del estrés 192
Respuesta al estrés del sistema energético
y del sistema de la acupuntura 194
Intervenciones para aliviar el estrés 195
La prueba quinesiológica 197
La técnica de la prueba quinesiológica 198
La relación de la conciencia con el estrés
y la enfermedad 199
Capítulo 14: La relación entre mente y cuerpo 203
La influencia de la mente 203
Creencias que predisponen a la enfermedad 206
Comparación con otras técnicas 209
Capítulo 15: Los beneficios del dejar ir 213
El crecimiento emocional 213
Resolver problemas 216
Estilo de vida 217
La resolución de problemas psicológicos: comparación con la psicoterapia 220
Capítulo 16: La transformación 225
La salud 227
La riqueza 231
La felicidad 233
El estado de libertad interior 237
Capítulo 17: Relaciones 239
Los sentimientos negativos 240
La condición humana 246
Los sentimientos positivos 248
Las relaciones sexuales 254
Capítulo 18: El logro de metas vocacionales 259
Sentimientos y habilidades 259
Sentimientos negativos relacionados con el trabajo 260
Sentimientos positivos relacionados con el trabajo 262
Los sentimientos y el proceso de toma de decisiones 262
Los sentimientos y la habilidad en las ventas 264
Capítulo 19: Médico, cúrate a ti mismo 267
Los principios básicos 268
La curación de múltiples enfermedades 271
La curación de la visión 278
Capítulo 20: Preguntas y respuestas 281
Las metas religiosas y espirituales 281
La meditación y las técnicas internas 284
La psicoterapia 285
El alcoholismo y las drogodependencias 286
Las relaciones 287
El mecanismo 291
Entregarse a lo trascendente 295 Apéndice A: Mapa de la conciencia 299
Apéndice B: Procedimiento de la prueba muscular 301
Referencias 311
Sobre el autor 317