Amar es liberarse del miedo
Referencia: 9788484456124
Más de 4.000.000 de ejemplares vendidos
Más de 35 años después de su primera publicación, Amar es liberarse del miedo continúa siendo uno de los clásicos más leídos y queridos en el ámbito de la transformación personal. Esta pequeña joya ofrece doce útiles y esperanzadoras lecciones para ayudarnos a dejar de lado los miedos y a concentrarnos en amar el presente a medida que avanzamos con confianza hacia el futuro.
Gerald Jampolsky nos recuerda que los obstáculos para alcanzar la vida anhelada son meras limitaciones impuestas por nuestra propia mente. A fin de cuentas, el descubrimiento de nuestro ser, cuya esencia es amor, se basa en vaciarnos de esos pensamientos limitantes para así poder liberar la mente.
Amar es liberarse del miedo ha servido de guía a millones de lectores en el camino de la autosanación gracias a la profundidad, el poder y la sencillez de su mensaje. Abraza sus palabras con una mente abierta y un corazón decidido y permite que ellas te dirijan a una vida en la que la negatividad, la duda y el miedo se sustituyen por optimismo, alegría y amor.
«Un Curso de milagros afirma que solamente hay dos emociones: el amor y el miedo. La primera es nuestra herencia natural y la segunda es una fabricación de nuestra mente. El Curso postula que podemos aprender a liberarnos del miedo practicando el perdón y considerando inocente y libre de culpa a todo el mundo, incluyéndonos a nosotros mismos. A medida que comencé a poner en práctica los principios del Curso, tanto en mi vida privada como profesional, empecé a experimentar períodos de paz que jamás hubiera soñado que fuesen posibles».
JERRY JAMPOLSKY
Gerald G. Jampolsky
dirige en Sausalito, California, el Centro para la Sanación de la Actitud que fundó en 1975. A este Centro acuden niños y adultos con enfermedades potencialmente graves buscando paz de espíritu para ellos y para sus familias. En 1982 fundó el proyecto "Los niños como maestros de la paz", de ámbito internacional.
Tanto Jerry como su esposa, Diane Cirincione, han recibido numerosos galardones internacionales, como el Premio de la Paz Jehan Sadat por su trabajo en conseguir la unión de los niños del mundo entero, el Premio de los Ciudadanos Soviéticos y Americanos, por los esfuerzos realizados en la década de los 80 para eliminar las barreras entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, y en 1989 fueron seleccionados entre más de 20.000 nominados en los Estados Unidos como diez de las personas que más se preocupan por los demás, por un instituto norteamericano con sede en Washington.
- Encuadernación: Rústica
- Dimensiones: 14,5 x 21 cm
- Nº Pág.: 186
Indice
Prefacio 2011 17
Advertencia del autor 29
Prólogo 33
Introducción 37
PRIMERA PARTE
PREPARACIÓN PARA LA TRANSFORMACIÓN PERSONAL 55
SEGUNDA PARTE
INGREDIENTES DE LA TRANSFORMACIÓN PERSONAL 73
TERCERA PARTE
LECCIONES PARA LA TRANSFORMACIÓN PERSONAL 87
Lección 1
Todo lo que doy es a mí mismo
a quien se lo doy 91
Lección 2
El perdón es la llave de la felicidad 105
Lección 3
Nunca estoy disgustado por la razón que creo 113
Lección 4
Estoy decidido a ver las cosas de otra manera 119
Lección 5
Puedo escaparme del mundo que veo
renunciando a los pensamientos de ataque 129
Lección 6
No soy víctima del mundo que veo 135
Lección 7
Hoy no juzgaré nada de lo que ocurra 143
Lección 8
Este instante es el único tiempo que existe 153
Lección 9
El pasado ya pasó. No puede afectarme 159
Lección 10
Podría ver paz en lugar de esto 167
Lección 11
Puedo elegir cambiar todos los pensamientos
que me causan dolor 173 Lección 12
Soy responsable de lo que veo 179
Epílogo 183
Prefacio 2011
Advertencia del autor
ENSEÑAMOS LO QUE QUEREMOS APRENDER, y mi deseo es aprender a experimentar paz interior. A los ojos del mundo, en 1975 yo era un psiquiatra de renombre que aparentemente tenía todo cuanto deseaba. Sin embargo, mi mundo interno era caótico y vacío, y estaba lleno de infelicidad e hipocresía. Después de veinte años, mi matrimonio acababa de concluir en un doloroso divorcio. Bebía más de la cuenta y sufría de un dolor de espalda crónico que se estaba convirtiendo en un verdadero impedimento físico para poder manejar mejor mis sentimientos de culpabilidad.
Fue entonces cuando llegó a mis manos un escrito titulado Un curso de milagros1, que podría describirse como una especie de psicoterapia espiritual que uno se administra a sí mismo. Yo fui tal vez el más sorprendido cuando me vi inmerso en una ideología que utilizaba palabras tales como «Dios» y «Amor». Nunca me consideré una persona que pu-
diera interesarse por semejantes escritos, ya que siempre había criticado duramente a aquellos que estaban involucrados en disciplinas espirituales, considerándolos individuos llenos de miedo que no utilizaban debidamente sus capacidades intelectuales.
Poco después de comenzar a estudiar el Curso, tuve una experiencia que, a la vez que sorprendente, fue también altamente reconfortante. Oí una voz interior, o quizá sería más exacto decir que tuve la sensación de oír una voz que me dijo: «Doctor, cúrate a ti mismo, pues ese es el camino que te conducirá a tu verdadero hogar».
El Curso resultó ser esencial en mi lucha por lograr una transformación personal. Me ayudó a reconocer que en verdad yo podía escoger entre experimentar paz o experimentar conflicto, y que esta elección se circunscribía siempre a aceptar la verdad o la ilusión. La verdad subyacente a todos nosotros es que la esencia de nuestro ser es el amor.
El Curso afirma que solamente hay dos emociones: el amor y el miedo. La primera es nuestra herencia natural y la segunda es una fabricación de nuestra mente. El Curso postula que podemos aprender a liberarnos del miedo practicando el perdón y considerando inocente y libre de culpa a todo el mundo, incluyéndonos a nosotros mismos. A medida que comencé a poner en práctica los principios del Curso, tanto en mi vida privada como profesional, empecé a experimentar periodos de paz que jamás hubiera soñado que fuesen posibles.
Me gustaría añadir que todavía me deprimo y que de vez en cuando siento culpa, irritación y enfado. Pero esos estados de ánimo duran ahora muy poco, mientras que antes solían prolongarse durante lo que parecía ser una eternidad. Acos tumbraba a pensar que era una víctima del mundo que veía. Cuando algo me salía mal, culpaba de mis desgracias al mundo o a los que en él habitan, y siempre encontraba razones para justificar mi ira. Ahora comprendo que no soy víctima del mundo que veo y, por lo tanto, tiendo a asumir la responsabilidad de lo que percibo y de las emociones que siento.
Todos somos maestros los unos de los otros. He escrito este libro porque soy de la opinión de que, al enseñar lo que quiero aprender —paz interior—, yo mismo puedo llegar a experimentarla cada vez más. Este enfoque no es para los que desean tener un gurú, ya que parte de la base de que todos somos maestros y estudiantes por igual.
A medida que progresamos hacia nuestro único objetivo —la paz mental—, podemos también experimentar la unión de nuestras mentes, lo cual resulta de haber eliminado los obstáculos que nos impedían experimentar la presencia del amor.
Permitamos juntos que nuestras vidas sean un ejemplo de esta afirmación de Un curso de milagros:
Enseña solo amor, porque amor es lo que eres.
Jerry JAMPOLSKY Tiburón, California
1 de mayo de 1979