El arte del ayuno, por Françoise Wilhelmi de Toledo. Editorial Maeva

El arte del ayuno

Referencia: 9788417108335
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El programa Amplius© de las clínicas Buchinger Wilhelmi

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El arte del ayuno será un valioso compañero de ruta para descubrir esta práctica siguiendo el método Buchinger, altamente eficaz y reconocido. La doctora Françoise Wilhelmi de Toledo explica los preparativos y las precauciones que hay que tomar antes, durante y, sobre todo, después del ayuno, a fin de mantener los beneficios conseguidos durante el proceso.

Mantener un peso equilibrado y desintoxicarse  son  dos  motivaciones  importantes para  aquellos  que  comienzan  el  método  del  ayuno,  una  ocasión  para descubrir la sorprendente  capacidad  del  organismo para  recuperar  la  salud  y  la  vitalidad.  El  ayuno  está  especialmente  indicado  en  el caso  de  enfermedades  crónicas  inflamatorias y metabólicas. Además, propicia un estado de consciencia más lúcido y mejora el bienestar general.

Françoise Wilhelmi de toledo

La doctora Françoise Wilhelmi de toledo estudió medicina y obtuvo un doctorado por la Universidad de Basilea. Más tarde continuó su formación en Suiza y Alemania, donde conoció a su marido Raymund Wilhelmi, nieto del doctor Otto Buchinger.
Es directora médica de las clínicas Buchinger Wilhelmi en Überlingen (Alemania) y en Marbella.

Índice

Prólogo de Mario Vargas Llosa      9
Agradecimientos      13
Introducción      14

1 • COMPRENDER QUÉ ES EL AYUNO      16

  • El ayuno es natural      17
  • La naturaleza ayuna      19
  • Los animales ayunan      21
  • Los humanos también pueden ayunar      24

2 • LAS TRES DIMENSIONES DEL AYUNO      30

  • La dimensión médica y corporal      31
  • La dimensión espiritual y religiosa      32
  • La dimensión comunitaria      39

3 • FISIOLOGÍA DEL AYUNO      40

  • Los dos programas nutricionales      41
  • El aprovisionamiento de combustible      44
  • La aportación de materias primas      48
  • La aportación de vitaminas y minerales      48

4 • LOS EFECTOS TERAPÉUTICOS DEL AYUNO      52

  • Los principales efectos terapéuticos del ayuno      53
  • Indicaciones y contraindicaciones del ayuno      69

5 • LOS EFECTOS DEL AYUNO SOBRE LA PSIQUE      72

Ayuno no es sinónimo de inanición      74

Modificaciones psíquicas      76

Contraindicaciones psíquicas      84

6 • CUÁNDO Y POR QUÉ AYUNAR: TESTIMONIOS      88

7 • PREPARAR EL PROGRAMA DE AYUNO    94

  • Prepararse para el ayuno    95
  • ¿Cómo y dónde ayunar?    96
  • ¿Cuándo ayunar?    97
  • Duración del ayuno    99
  • ¿Qué debo llevar?    100

8 • LOS SIETE PILARES DEL AYUNO    102

  • 1 • Calma, relajación, silencio    104
  • 2 • Ejercicio físico    111
  • 3 • Estimular las vías de eliminación naturales    113
  • 4 • Terapias de apoyo    123
  • 5 • Seguimiento terapéutico    125
  • 6 • Las bebidas del ayuno    126
  • 7 • La gastronomía del alma    129

9 • GESTIONAR LOS PROBLEMAS Y LAS CRISIS DURANTE EL AYUNO    132
10 • EL PROGRAMA DE AYUNO DIA A DIA

  • Día de llegada    147
  • Día de transición    148
  • Primer día de ayuno (día de eliminación)    149
  • Segundo día de ayuno    150
  • Tercer día de ayuno    152
  • Días de ayuno siguientes    153
  • Día de interrupción del ayuno    154
  • Programa de ayuno de diez días    156
  • Programa de readaptación alimentaria    158
  • Primer día de readaptación alimentaria    160
  • Días siguientes de readaptación alimentaria    161

11 • COMER MEJOR DESPUÉS DEL AYUNO      164

  • Saborear lo natural      165
  • Alegato en defensa de las grasas      166
  • Ácidos grasos omega 6 y omega 3      167
  • Una buena hidratación durante el ayuno      168
  • Saborear prolongadamente      169
  • Vitaminas, minerales y sustancias fitoquímicas      170

12 • RECETAS      172

  • Días de reposo digestivo durante la vida cotidiana      173
  • Primer día de readaptación alimentaria      179
  • Segundo día de readaptación alimentaria      182
  • Tercer día de readaptación alimentaria      186
  • Recetas de la Clínica Buchinger Wilhelmi      188

13 • AYUNO Y CÁNCER      206

14 • DIFERENTES FORMAS DE AYUNO      216

  • Ayuno intermitente      218
  • Ayuno prolongado o periódico      220

15 • EL ECOSISTEMA DEL AYUNO      224

16 • ACTUALIDAD SOBRE LOS ESTUDIOS

EN EL CAMPO DEL AYUNO      230

  • Notas      241
  • Libros sobre el ayuno      246
  • Contactos      246

Prólogo de
MARIO VARGAS LLOSA

AYUNAR ES UN PLACER

Dos veces en la vida me han propuesto hacer publicidad y las dos veces me negué, porque sé que lo hubiera hecho muy mal. El único caso que he hecho publicidad y sin que me lo pidieran, espontánea­mente, ha sido el caso de la clínica Buchinger*. Yo soy un contador de historias, así que, lo que quiero decir, lo voy a decir contándoles una historia:
Hace unos treinta años que vengo a la clínica Buchinger todos los veranos, y esto comenzó por una sugerencia de una amiga muy que­rida que era además mi agente literaria, Carmen Balcells. Ella ha­blaba mucho, y con mucho entusiasmo, de los ayunos que hacía en la clínica Buchinger. Y un día me animó a que la acompañara. Yo tenía una idea muy vaga de lo que significaba el ayuno. Sabía que prácticamente todas las culturas, todas las religiones, sobre todo, ha­bían practicado el ayuno, y que era un sacrificio que estaba en el origen prácticamente de la civilización. De tal manera que lo asociaba fun­damentalmente a una preocupación, una vocación de tipo religioso. Estoy seguro de que vine a la clínica Buchinger con bastante escep­ticismo y pensando que me iba a costar mucho el dejar de comer.
Estuve dos semanas y la experiencia fue extraordinaria. Superó todo aquello que yo le había oído a Carmen Balcells. Desde luego, perdí unos kilos, lo que estaba muy bien, pero cada vez que he hecho pu­blicidad a la clínica Buchinger me apresuro inmediatamente a decir que es verdad que gracias al ayuno se pierden unos kilos, pero ese es el aspecto menos importante de la cura. Perder kilos es consecuencia de un efecto que es mucho más completo y múltiple, como saben todos quienes han compartido esta experiencia. La razón por la cual
se pierde peso es muy simple. Lo puedo explicar en dos palabras nada científicas: pues si al organismo no le damos de comer, el orga­nismo se alimenta de lo que le sobra: lo quema, lo elimina y, natural­mente, uno adelgaza.
Pero el ayuno tiene efectos extraordinarios en muchos aspectos de la vida de una persona. Tal vez el más importante es que uno des­cubre su propio cuerpo. Para mí, esta fue una verdadera revelación desde esa primera cura que hice hace ya tantos años. La inmensa mayoría de las personas estamos sumidos en una rutina que es muy intensa, muy agitada. Estamos llenos de preocupaciones, de ansie­dades, de angustias, y todo eso nos arranca de nosotros mismos, nos aliena, nos enajena, y no tenemos casi tiempo de pensar en algo im­portantísimo, que es nuestro cuerpo. Yo, desde esa primera cura en Marbella, descubrí que tenía un cuerpo, y que ese cuerpo era muy importante, y que a ese cuerpo había que conocerlo, había que es­tudiarlo y había además que tratarlo con consideración porque de ese cuerpo dependía nada menos que la felicidad o la infelicidad cotidiana. Creo que es una de las grandes enseñanzas que adquieren todos los pacientes de la clínica Buchinger. Tenemos un cuerpo, y a ese cuerpo debemos conocerlo, tratarlo con consideración, porque, si así lo hacemos, ese cuerpo responde dándonos bienestar.
Todas las veces que vengo a la clínica Buchinger, siempre llego muy cansado, luego de un período muy intenso de viajes, de trabajo, con la famosa enfermedad del siglo xxi que es el estrés. Pero nada más cruzar el umbral de la clínica, una serenidad me embarga. La sen­sación de que el tiempo ha dejado de ser esa locomotora enloquece­dora, atronadora, y ha empezado a moverse de una manera mucho más humana, relajada, agradable. Es como si el organismo recibiera inmediatamente, antes de empezar siquiera el ayuno, una gran tran­quilidad en la que resulta mucho más fácil descubrir qué cosa es lo importante de lo que no lo es en la vida, aquello que es sustancial y aquello que es adjetivo. Creo que en la clínica, a la vez que uno ayuna, aprende a meditar, a reflexionar sobre sí mismo, a hacer unos balances de su propia vida, y que esa rutina, que es intensa, pero al mismo tiempo de una inmensa paz interior, lo ayuda mucho a saber aquello que hace mal o que hace en vano, y a descubrir qué es lo que debería hacer más y mejor. Y creo que esa lección tiene un efecto duradero, una vez que termina el ayuno.
La clínica Buchinger es un pequeño mundo aparte. Es una realidad distinta a la realidad en la que uno está sumergido, por su trabajo, por su domicilio, por sus relaciones, pero sobre todo por sus obliga­ciones. En la clínica se descansa, a pesar de que las horas son muy activas. La importancia que tienen el ejercicio y el deporte es otra cosa que los pacientes de la clínica Buchinger aprenden desde la primera cura. ¡Oué importante es darle al organismo esa rutina coti­diana de caminatas, de ejercicio, de natación, de masajes! ¡Oué bien llega uno a la noche si es que cumple con esa rutina que ha discutido con su médico! ¡Y qué bien se descansa luego de todo ello! Un fenó­meno que no sé si todos los pacientes de la clínica han apreciado y aprecian tanto como yo es lo que ocurre en las noches cuando uno ayuna. Como no hay digestión, el sueño no es profundo, es un sueño muy superficial, tanto que muchas veces uno tiene la impresión de que no duerme, que está en estado de vigilia, pero no lo está. Está descan­sando. Y está descansando con una especie de lucidez que le permite distanciarse de aquellas imágenes que su mente produce o que vie­nen a su mente y que son de una extraordinaria riqueza, tanto esté­tica como espiritual. Desde la primera vez, yo recordé un texto del fundador del surrealismo, el gran poeta André Bretón, que decía: «El estado ideal para producir la mejor poesía es aquel en que uno, durmiendo, no duerme; en que, estando despierto, está dormido». Y todo eso que parecía un simple juego de palabras ocurre en las noches cuando uno ayuna. Entra en un estado que los religiosos po­drían llamar «de trance», tal vez, «de trance místico», y los laicos pueden llamar «de extrema lucidez y creatividad mental». Creo que uno conoce algo que brota profundamente de sí mismo, en esas imá­genes, de esa media vigilia que es la noche de la persona que ayuna.
En la clínica Buchinger yo he hecho amistades entrañables. Entre las personas que más frecuento y quiero están personas que conocí en la clínica Buchinger y con las que compartí esa experiencia mara­villosa del relax, de la limpieza, de la paz que da la clínica.
Por eso vuelvo todos los años. Creo que no es una exageración de­cir que salgo siempre rejuvenecido, más delgado, más optimista y con mucho dinamismo para enfrentar esa experiencia que es vol­ver al siglo, al mundo, a esa vida cotidiana llena de preocupacio­nes y de tentaciones, en la que todos, sin excepción, tenemos momentos de desánimo y, a veces, de desilusión y hasta desespera­ción. Cuando vivo esos momentos difíciles de la vida cotidiana, me ayuda pensar que allá en Marbella hay una casa donde más tarde o más temprano puedo llegar, y donde recuperaré el optimismo, esa paz interior maravillosa que es tan difícil de alcanzar en la vida co­tidiana de las gentes que trabajamos y tenemos obligaciones y debe­mos muchas veces hacer cosas que no nos gusta hacer y que no nos dejan tiempo para hacer las cosas que nos gustan. Por eso digo que a mí la clínica Buchinger me ha cambiado la vida, me ha enriquecido y ha sido una defensa extraordinaria contra el desánimo, contra todos esos tropezones que estamos inevitablemente obligados a tener.
Otra cosa que me ha enseñado la clínica Buchinger —¡y eso no sé si debería decirlo y si es imprudente que lo diga!— es lo importante y lo rica que es la comida, y el enorme placer que es comer. Comer, para gentes que no han ayunado, es, muchas veces, atragantarse. Es ha­cer algo que se hace sin saber lo delicioso que puede ser comer des­pués de haber dejado de comer. Creo que tampoco exagero si digo que las conversaciones más interesantes y creativas en la clínica Bu­chinger tienen que ver con la memoria de los buenos restaurantes, de los manjares que alguna vez tuvimos la oportunidad de disfrutar. No conozco un lugar donde se cambien recetas más interesantes, donde se den consejos de gastronomía más útiles. Creo que la clínica nos enseña lo bueno que es comer y lo importante que es convertir el co­mer en una obra creativa, en una verdadera obra de arte. La clínica y el ayuno nos enseñan lo importante, lo rico y lo bueno que es comer sabiendo hacerlo: con inteligencia, con prudencia, y procurando que ese quehacer sea un placer. Nadie que no lo haya hecho lo creería, pero todos los que lo hemos hecho en la clínica Buchinger lo sabe­mos: ¡Ayunar es un placer!

Diciembre de 2017

Introducción

Este libro invita a redescubrir una capacidad natural innata, la del ayuno. El programa metabólico del ayuno dormita en nuestros genes. Se pone en marcha de inmediato en el momento en el que renunciamos voluntariamente a comer durante un período determinado para vivir de nuestras reservas. A falta de alimento, los genes responsables de la síntesis de enzimas reparadoras se acti­van. Es como levantar el pie del acelerador y ponerse en modo de protección y de regeneración. Dicho de otra forma, es activar las fuerzas de autocuración. ¡Podemos hacerlo! Y nos sorprenderemos de la facilidad de este mecanismo al practicar el ayuno con las reglas de su arte.
Y es que saber ayunar es un arte, una aventura que ofrece espacio, tiempo e inspiración. Facilita la plena consciencia y abre la vía a las alegrías simples y profundas del instante presente tal y como se encuentran en la naturaleza, el diálogo sincero o la música.
El ayuno purifica el cuerpo y el espíritu, y hace aparecer unas energías in­sospechadas. Esto es, para muchos de nosotros, contraintuitivo. Por eso es importante experimentarlo.
Después de un ayuno, redescubrimos los verdaderos placeres de la mesa. Los sentidos se agudizan, las papilas están más sensibles y el paladar parte de cero. La existencia adquiere una visión nueva.
Entonces, ¿cómo ayunar siguiendo las reglas de este arte? Ya ayunemos en una clínica, en un centro o en casa, este manual nos enseñará las reglas y los rituales que permiten hacerlo con éxito. Permíteme que te acompañe a lo largo de toda esta aventura fascinante para que puedas redescubrir, paso a paso, tu capacidad de ayunar con confianza y discernimiento.
El método global descrito en este libro es el del ayuno como se practica en su forma original en las clínicas Buchinger Wilhelmi, que llevan el nombre de su fundador, el doctor Otto Buchinger) (1878-1966). Estas clínicas son, de hecho, hoteles en plena naturaleza dotados con un equipo multidisciplinar de médi­cos y terapeutas.
Las observaciones empíricas de Buchinger han sido desarrolladas científi­camente por tres generaciones de médicos y por la Asociación Médica para el Ayuno y la Nutrición. El contenido médico de este libro se basa en los algoritmos terapéuticos que fueron publicados por un consenso de expertos europeos en 2002y actualizados en 2013.2
¿Quieres descubrir el arte de ayunar? ¿Experimentar los efectos curativos y las sensaciones nuevas provocadas por la renuncia voluntaria y temporal del ali­mento? Entonces continúa con la lectura de este libro y permíteme que sea tu guía.

Überlingen, doctora Françoise Wilhelmi de Toledo

Maeva
9788417108335

Ficha técnica

Autor/es:
Françoise Wilhelmi de toledo
Editorial
Maeva
Traducción
L'art de jeûner,
Formato
15 x 23
Páginas
248
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