Las vacunas: peligros y alternativas (Adolfo Pérez) Ed. Obelisco, 20’16  ISBN: 9788491110972

Las vacunas: peligros y alternativas

Referencia: 9788491110972
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Aunque todos los medicamentos están sujetos a una estricta y continuada vigilancia por los organismos sanitarios de todo el mundo en busca de posibles efectos secundarios aún no detectados, las vacunas parecen escaparse de esa normativa.

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Aunque todos los medicamentos están sujetos a una estricta y continuada vigilancia por los organismos sanitarios de todo el mundo en busca de posibles efectos secundarios aún no detectados, las vacunas parecen escaparse de esa normativa. Puesto que son fármacos que se introducen en nuestro organismo, generalmente por vía percutánea, las consecuencias de su peligrosidad deberían evaluarse seriamente.
Esta valoración se hace aún más necesaria en el caso de los niños y de los recién nacidos, que reciben vacunas, una y otra vez, siguiendo un calendario sistemático que se extiende hasta los doce o catorce años. Se tiene la certeza de que los efectos iatrogénicos de las vacunas abarcarán a muchas generaciones, pero ahora tenemos métodos alternativos e inocuos.

ADOLFO PÉREZ

Veterano escritor, conferenciante y profesor de Medicina Natural, dedica nuevos esfuerzos a la divulgación de sistemas y herramientas aún desconocidos para el gran público, pero que vienen avalados por trabajos científicos de prestigio mundial. Sus últimas incursiones en el campo de la psicología cuántica y de la biología antienvejecimiento, a lo que suma la psicología del Ho’oponopono, le han permitido ofrecer un nivel de conocimientos muy intensos y avanzados.

  • Formato: 15,5 x 23,5 cm
  • Páginas: 192

ÍNDICE

Advertencia al lector     9
Las vacunas: peligros y alternativas     11
Capítulo uno: Sobre las vacunas     15
Capítulo dos: Reacciones a las vacunas     53
Capítulo tres: Sistema inmunitario     67
Capítulo cuatro: Datos estadísticos     75
Capítulo cinco: Aditivos en las vacunas     95
Capítulo seis: Hostigamiento médico     115
Capítulo siete: Acción y efectos nocivos     125
Capítulo ocho: Acciones legales     155
Capítulo nueve: Testimonios     159
Capítulo diez: La alternativa natural     171
Acerca del autor     183

LAS VACUNAS: PELIGROS Y ALTERNATIVAS

PREMISAS
Antes de empezar a leer le advertimos que cualquier decisión que adopte sobre su vacunación será rebatida, así que le encomendamos que se informe para que sea usted quien aporte buenos datos. Tiene ese derecho y esa responsabilidad. Es un problema difícil, pero justifica emplear tiempo y energía. La decisión de vacunarse es suya, pero le pedimos que se informe antes.
Al finalizar la lectura de este libro bien documentado, el lector debe saber que:
1. No estamos en contra de la vacunación en los casos de pandemias y epidemias, ni tampoco cuando las personas viajan a países con un alto riesgo de contagio.
2. Sabido esto, estamos en contra de la vacunación sistemática a todos los niños desde el momento de su nacimiento, especialmente cuando no existan riesgos notorios de enfermedades infecciosas transmisibles.
3. Estamos en contra de la manipulación y el acoso que se hace especialmente a los padres para que vacunen a sus hijos, amenazándolos con la exclusión del sistema educativo o con quitarles su tutela.
4. Estamos en contra de que los jueces puedan obligar a administrar a una persona un fármaco en contra de su voluntad o la de sus tutores.
5. Exigimos a los gobiernos y a las autoridades sanitarias que sometan las vacunas a un seguimiento sobre los efectos secundarios a corto, medio y largo plazo, tal y como se hace con todos los medicamentos.
6. Exigimos que las personas sean debidamente informadas sobre la posibilidad de los efectos secundarios, algunos de ellos potencialmente graves.
7. Pedimos que sean retiradas las vacunas responsables de muertes, aunque haya sido un solo caso.
8. Pedimos que sean retiradas del calendario vacunal aquellas vacunas cuya efectividad no esté debidamente comprobada.
9. Advertimos a las personas que no deseen vacunarse, y mucho menos a sus hijos, que seguramente tendrán que poner su caso en manos de un abogado competente para hacer valer su derecho a no recibir por fuerza, presión o coacción un medicamento.
10. Instamos al lector a que busque más información en Internet, aunque a su médico le parezca un medio inadecuado. Lo importante no es el prestigio de la clase médica, sino la salud de las personas.
11. A los médicos que están convencidos de la inocuidad de las vacunas les pediría que ellos mismos se pusieran todas las vacunas, en el mismo orden y tiempo que hacen con los niños.
Y para que el lector vaya entendiendo la finalidad de este libro, le recordamos que:
•    Desde los 0 a los 6 meses, el niño habrá recibido –según la región o país– 16-22 dosis de vacunas. 2 al nacer.
•    Y hasta los 14 años, 29 dosis de vacunas, aproximadamente.
Nota: Resulta indignante, sorprendente y apartado de cualquier razonamiento científico que se inoculen tal cantidad de virus, toxinas y bacterias en la etapa más precoz de la vida, la niñez y la adolescencia, cuando el sistema inmunitario apenas si ha conseguido aprender a defenderse con eficacia. Los graves daños orgánicos que ello causa serán motivo de indignación para los científicos del futuro.
CAPÍTULO UNO
SOBRE LAS VACUNAS
Desde su creación por Edward Jenner en 1796, y conservando un término que se deriva de «vaca», por elaborarse entonces a partir de vacas infectadas de viruela, la vacunación en masa ha pretendido eliminar del ser humano una larga serie de enfermedades. Posteriormente, en 1881, Louis Pasteur diseñó un experimento para comprobar la efectividad de la vacuna contra el ántrax ideada por él, en la granja de Pouilly-le-Fort.
Pero la masificación y la utilización preferencial en bebés ha ocasionado su rechazo en cada vez más científicos y personas preocupadas por los efectos iatrogénicos, ya que se considera que actúan como un arma biológica, socavando la salud, manipulando y paralizando el sistema inmunitario y los ciclos de la vida, y ocasionando nuevas enfermedades debilitantes. Aun así, seguimos oyendo que se trata de la medicina del futuro, asegurándonos que dentro de poco nos podremos «vacunar» contra cualquier agresión exterior. Ya nos hablan de vacunas contra el alzhéimer, contra todo tipo de cáncer y hasta para la hiperactividad infantil, posiblemente una consecuencia de las vacunas. Y no dejemos al margen la última monstruosidad científica: la vacunación en masa de los ancianos. Los beneficios económicos para sus fabricantes son obvios, pero ¿nos obligarán mediante la fuerza o la coacción a vacunarnos
a todos? De conseguirlo, la octava plaga de la humanidad habrá comenzado con estas nanobombas químicas.
El precedente para la experimentación médica en masa cada vez mayor a través de un calendario de vacunas recomendadas ya está en marcha. Ahora podemos predecir el sombrío futuro de la humanidad: una epidemia de trastornos neurológicos y enfermedades autoinmunes nunca antes imaginados. Espero que usted, amigo lector, y yo mismo, el escritor, podamos resistir estoicamente estos ataques.
Médicos opositores (International Medical Council on Vaccination)
«Si los niños de EE. UU. recibiesen todas las dosis recomendadas de todas las vacunas, recibirían hasta 35 vacunas que contienen: 113 diferentes tipos de gérmenes en partículas, 59 sustancias químicas diferentes, 4 tipos de células animales y albúmina humana procedente de tejidos de fetos humanos abortados».
«Si creen que no hay que preocuparse de las vacunas debido a que los hijos ya son mayores, se equivoca. Hay más o menos 20 vacunas actualmente en desarrollo para su puesta en el mercado en los próximos años. Todas ellas dirigidas a adolescentes e incluso algunas para adultos».
Cuando las vacunas nacieron en los siglos xviii-xix, hubo numerosos profesionales en contra de esta práctica médica. Hasta ahora, las voces disidentes que cuestionan distintos aspectos de las vacunaciones (ingredientes, conservantes, número de dosis, edad, combinaciones, etc.) han estado presentes, pero de forma discreta y haciendo poco ruido.
Sin embargo, en los últimos tiempos, y especialmente a raíz de los escándalos con la gripe A y la vacuna del virus del papiloma humano, el movimiento antivacunal ha cobrado protagonismo y es mucho más fácil acceder a una información crítica, pues la libertad de información en Internet y las redes sociales ha quitado
el protagonismo a la prensa escrita y la televisión. Ya no es cuestión de un autor o un estudio concreto, sino una corriente global.
Hay un documento bien elaborado que bajo el título «Vaccines: get the full story» y en el cual han participado ochenta médicos de distintas especialidades y docentes de Medicina en EE. UU., nos alerta sobre los riesgos de las vacunas y rechazan las recomendaciones oficiales al respecto.
Un resumen de este documento está disponible en 9 idiomas, incluido castellano, y en él se enumeran los efectos secundarios documentados de las vacunas, y no solamente en cuanto al tema del autismo. En él se explica la razón por la cual muchos médicos no vacunan a sus familias: advierte de los ingredientes de las vacunas y su proceso de fabricación; informa de los resultados de un amplio estudio con niños no vacunados vs. vacunados, finalmente denuncia los conflictos de intereses en este tema y acusa a la industria farmacéutica de lucrarse a expensas de los daños provocados por estos medicamentos.
A continuación resumimos sus conclusiones sobre el negocio de las vacunas:
•    Las vacunas no inmunizan de por vida, por eso existen las vacunas de refuerzo para los niños.
•    Cada dosis de refuerzo aumenta el riesgo de efectos secundarios.
•    Los efectos secundarios de las vacunas pueden causar enfermedades crónicas que deberán ser tratadas con otros medicamentos.
•    Los sistemas inmune y nervioso son los principales afectados por las vacunas.
Las nuevas vacunas recombinantes y sintéticas poseen una baja inmunogenicidad en comparación con las vacunas tradicionales, consistentes en microorganismos intactos, atenuados o inactiva-dos por el calor; de ahí el interés por buscar diferentes inmunoadyuvantes para incrementar la efectividad de estas nuevas vacunas
para uso humano. En este sentido, el ministro de Salud japonés Tamura y otros notifican en estudios realizados en ratones la utilidad de dos derivados del dipéptido murámico como adyuvantes para la vacuna recombinante de la hepatitis B, primera de esta categoría en ser licenciada para uso en humanos y disponible comercialmente en forma adsorbida al alumbre. La respuesta de anticuerpos obtenida con los derivados del MDP resultó similar a la inducida por la vacuna adsorbida en alumbre y se discute, por los autores, el posible papel de estos compuestos como su sustituto.
Código de Núremberg
El Código de ética médica de Núremberg recoge una serie de principios que rigen la experimentación con seres humanos. Resultó de las deliberaciones de los juicios de Núremberg al final de la Segunda Guerra Mundial por los experimentos médicos del doctor Josef Mengele.
Fue publicado el 20 de agosto de 1947, y en él se recogen principios orientativos de la experimentación médica en seres humanos, entre los cuales está el consentimiento informado y la ausencia de coerción para experimentar o aplicar un tratamiento médico. En esencia, el código ético dice:
•    Es absolutamente esencial el consentimiento voluntario del sujeto humano. Esto significa que la persona implicada debe tener capacidad legal para dar consentimiento; su situación debe ser tal que pueda ser capaz de ejercer una elección libre, sin intervención de cualquier elemento de fuerza, fraude, engaño, coacción u otra forma de constreñimiento o coerción; debe tener suficiente conocimiento y comprensión de los elementos implicados que le capaciten para hacer una decisión razonable e ilustrada.
•    El experimento debe ser realizado de tal forma que se evite todo sufrimiento físico y mental innecesario y todo daño.
•    No debe realizarse ningún experimento cuando exista una razón a priori que lleve a creer que pueda sobrevenir muerte o
daño que lleve a una incapacitación, excepto, quizá, en aquellos experimentos en que los médicos experimentales sirven también como sujetos.
•    El grado de riesgo que ha de ser tomado no debe exceder nunca el determinado por la importancia humanitaria del problema que ha de ser resuelto con el experimento.
•    Deben realizarse preparaciones propias y proveerse de facilidades adecuadas para proteger al sujeto de experimentación contra posibilidades, incluso remotas, de daño, incapacitación o muerte.
•    Durante el curso del experimento, el sujeto humano debe estar en libertad de interrumpirlo si ha alcanzado un estado físico o mental en que la continuación del experimento le parezca imposible.
•    Durante el curso del experimento, el científico responsable tiene que estar preparado para terminarlo en cualquier fase, si tiene una razón para creer con toda probabilidad, en el ejercicio de la buena fe, que se requiere de él una destreza mayor y un juicio cuidadoso de modo que una continuación del experimento traerá probablemente como resulta do daño, discapacidad o muerte del sujeto de experimen ta ción.
¿Por qué, cabe preguntar obviamente, cualquier persona con conocimiento de cómo se inyecta puede administrar un medicamento a un ser humano? ¿Es legal quitar provisionalmente la patria potestad a unos padres para administrar contra su voluntad un medicamento a un niño, si estos progenitores están convencidos del posible daño que puede causar?
Estadísticas y propaganda
¿Cuántos americanos realmente se mueren de gripe cada año? Pues prepárese para algunas sorpresas. La cifra que se ha publicado es de 30.000 anuales. ¡Tenga cuidado! Vacúnese contra la gripe. Todos los otoños. No espere. ¡Usted podría caer muerto en la calle!
Pero ahora vamos a repasar las estadísticas reales:
•    1993: 1044
•    1995: 606
•    1996: 745
•    1997: 720
•    1998: 1724
•    1999: 1665
•    2000: 1765
•    2001: 257
Los médicos rectifican y nos dicen que el peligro está en la neumonía y que por eso hay que tener cuidado con la gripe, pero luego volvemos a leer que se mueren 36.000 personas de gripe. Ya han aumentado más y eso que la gente se vacuna.
Para que nadie se asuste, se compran millones de vacunas de la gripe y se guardan, sin importar cuántas dosis se quedan sin usar.
Así que ya sabemos dónde está el problema: la propaganda se está usando para inflar artificialmente las estadísticas de la gripe y así dirigir a las personas a las clínicas y a los doctores para conseguir sus vacunas. ¿Y qué hay de las vacunas? ¿Son seguras y eficaces?
Ahora, por primera vez, una persona que trabajó dentro de la industria de la vacuna ha estado de acuerdo en hablar sobre los peligros de las vacunas.
«Doctor Mark Randall» es el seudónimo de un exinvestigador que trabajó durante muchos años en los laboratorios más importantes y en el Instituto Nacional de Salud del Gobierno americano.

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