Dialogos En Nuestro Organismo, de Jesus Lopez Monedero. Editorial Formación Alcalá

Dialogos En Nuestro Organismo

Referencia: 9788499766584
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Filosofia y psicologia en la osteopatia

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La sociedad moderna vive sometida a un estrés que, día a día, causa dolencias y carencias de todo tipo; vivimos inmersos en un campo de batalla ficticio, que lleva a crear un índice que habla muy negativamente de lo que debería ser el objetivo fundamental de nuestros trabajos y nuestros días. Ya no se escuchan los mensajes que sin cesar emiten los tejidos que componen nuestro organismo.
El objetivo central de este libro no es el de forjar un texto agotadoramente científico, solo apto para expertos y más que documentados en la materia. Quiero hablar desde aquí, expresamente, a un lector, cercano y coloquial.
La intención última de esta obra, es implicarte a ti lector, para que comprendas, a través de un recorrido sobre esta materia —la osteopatía— las causas de muchos de los problemas y conflictos que te afectan. Me refiero a la dedicación plena a lo único que te pertenece como propiedad inalienable en este mundo: tu propio cuerpo y el cuidado personal que a él le debes. Debes ser consciente de que tu equilibrio y tu felicidad son causa y fundamento, a su vez, del equilibrio y la felicidad de los que te aman.

Jesús López Monedero

es osteópata, ha cursado distintos estudios de especialidad en terapia manual. Después de varios años ejerciendo esta profesión decidió dar inicio a los estudios de Psicología, ya que valora como nuestro cuerpo mantiene una relación directa con nuestra psique.
Este autor trabaja la Osteopatía no solo desde un plano músculo-esquelético, como comúnmente se conoce, sino, desde una perspectiva global, donde se integran y realizan distintas manipulaciones viscerales, tratamientos sobre las fascias —las grandes desconocidas—, sobre el sistema craneosacral... Un conjunto de manipulaciones con un único objetivo: el equilibrio humano.

Índice

Prólogo de Gregorio Cabello  15

Prólogo de Pilar Navarro        17

Introducción   19

 

1. Los tejidos y el entorno (revisión histórica)            25

  • La relación del hombre con el universo Las sensaciones que el hombre percibe a través de los sentidos
  • Historicidad del cuerpo humano
  • Distintas consideraciones sobre el cuerpo humano a lo largo de la historia
  • Los filósofos presocráticos
  • Platón
  • Aristóteles
  • La medicina de Hipócrates y Galeno
  • La Edad Media
  • Avicena
  • Los comienzos de la modernidad
  • Paracelso

2. La salud y la postura en bipedestación       47

  • Andrew Taylor Still
  • Irvin Korr y la postura erecta
  • Enfoque de Littlejjohn
  • Casos afines a este capítulo
    • Caso 1. El dolor de espalda y ciertos ejercicios
    • Caso 2. Un lumbago repentino Caso 3. Una hernia discal

3. Diálogos entre fascias y vÍsceras    61

  • Los tejidos y los sentidos
  • Los tejidos y el sistema nervioso
  • Cannon y el estrés
  • Fascias y diálogo
  • Casos afines a este capítulo
    • Caso 4. Cuando los sentidos permanecen en alerta
    • Caso 5. Un ejemplo de intestinos vagos

4. Los tejidos y las emociones (el circulo vicioso)      79

  • La Dra. Janet Travell
  • El dolor crónico a finales del siglo XIX
  • La Psicobiología
  • Santiago Ramón y Cajal
  • El cerebro
  • Casos afines a este capítulo
    • Caso 6. Un caso de puntos gatillo
    • Caso 7. Cuando las tensiones físicas bloquean la recuperación psicológica

5. Los tejidos avisan   93

  • Siempre hay un desencadenante
  • Zonas facilitadas ante las tensiones
  • El diafragma para Still
  • Las fascias, tejidos frecuentados por los tratamientos de Still
  • Normalidad en las fascias
  • El segmento facilitado expresado por Upledger
  • Casos afines a este capítulo
    • Caso 8. Relación entre las fascias y el estrés
    • Caso 9. Importancia del diafragma y del occipital
    • Caso 10. Dolores, mareos y embotamiento craneal

6. La osteopatÍa en el campo craneal  105

  • Una ciencia, una filosofía y un arte
  • La osteopatía craneal (William G. Sutherland)
  • Movimiento respiratorio primario
  • El cráneo y sus suturas
  • Liberación somato-emocional
  • Casos afines a este capítulo
    • Caso 11. Un accidente desafortunado
    • Caso 12. Viviendo con miedo a marearse
    • Caso 13. La sensación de tener un casco en la cabeza

 

Consideraciones finales          117
EpÍlogo: La osteopatÍa en Europa y en los Estados Unidos 123
Bibliografía     127

 

Prólogo 1

Han sido muchas y reiteradas las ocasiones en las que mi te­rapeuta me ha susurrado, con voz sutil y penetrante, lo que hoy me encuentro como título de su libro: — ¿Dialogas con tu orga­nismo?
Hablo como paciente más que como prologuista. Y, como tal, debo confesar mis carencias y cómo logró con esa voz que se prolongaba en manos que se hacían manos y, a su vez, en manos, convertirse en algo para lo que yo no estaba ni preparado ni dis­puesto.
El sentido común me decía que no me lo tomara en serio, pero mi piel, mis tejidos, mis emociones, me arrebataron día a día ese sentido común. Y la terapia, puramente física, devino terapia emocional. Y los Mitos que se escondían en la negada memoria de mi cuerpo se tornaron el Ser. Decir estas cosas es como hablar de hechiceros emplumados que practican magias de tres al cuarto en televisiones locales o en consultas oscuras y ocultas para la ley de la moral y la de la hacienda. Pero no.
La magia de López Monedero quebró, como una falla tras un terremoto, la inercia de distintos tratamientos que resultaban ineficientes, y de distintos profesionales sanitarios que siempre me decían: ¡Resignación! ¡Tus cervicales son la cosecha de tu trabajo! ¡Tu lumbalgia te va a acompañar largo tiempo! ¡El dolor de espalda es normal considerando el tiempo que permaneces sentado!
No me he resignado porque él ha sabido cuidar de mi espalda. Mi trabajo de investigador, horas y horas sentado ante el orde­nador, ha dejado de ser un suplicio. Ya casi me he olvidado del lugar que ocupan las cervicales en mi cuerpo.
La lumbalgia se esfumó como la niebla en la mañana mientras meditaba en la camilla y sentÍa las manos que sanaban y curaban arrebatarle al dolor la parcela que ya me había comprado de por vida. Hoy, me siento libre de esa deuda.
La espalda se adapta a la perfección en el lugar que ocupa entre la silla y la mesa de estudio. Postura, que antes se hacia una auténtica batalla, haciendo las horas interminables.
López Monedero ha sido la guía física y emocional que me hizo decir «si» no solo a mi cuerpo, sino a todas las emociones, a la memoria que se albergaba en mi cuerpo. Me ha guiado hacia mis emociones más profundas, me ha hecho reflexionar sobre el futuro, todo a partir de un contacto manual. Y no con alharacas de brujos de medias pulgas, sino con la dignidad que pocos hom­bres alcanzan, la de aquellos hombres que pueden permitirse el lujo de no darse importancia cuando, en realidad, deberían estar nominados al oscar al mayor milagro.
López Monedero es un artífice que conoce la gramática de cada cuerpo al que trata, que pretende luchar contra los misterios de lo profundamente oculto que en cada ser al que trata se am­paran en la ciencia o en el arte para no decirse a sí mismos que necesitan esa guía física y emocional en la que, ¿por qué no?, radica la buena vida.
El sentido común me dice, desde luego, que López Monedero me enseñó no solo a decir «sí» a mi cuerpo, sino también a esa mi inquieta individualidad que exigía un mundo.
López Monedero, en este libro del que me congratulo, conti­nente en continente, haber sido escogido para dar la nota suelta al aire del prólogo, ha sabido darnos una oportunidad: la de volver, desde sus manos y nuestra piel, a la «sustancia original».

Gregorio Cabello Porras

Prólogo 2

Debo empezar estas breves palabras que, a modo de prólogo, me pide amablemente que escriba el autor de este libro, reali­zando una confesión: hasta hace un año, nunca había necesita­do acudir a un profesional para tratar problemas musculares. Es más, ni siquiera sabía muy bien la diferencia entre la fisioterapia y la osteopatía.
Y debo reconocer que si hoy sé algo de estas materias es, sin duda, gracias al autor de esta magnÍfica obra.
ConocÍ a Jesús López Monedero hace ahora exactamente un año. Lo conocí casi por error, y me explico: hace ahora un año, y después de un periodo de tiempo especialmente cargado de tra­bajo y tensión, empecé a notar un dolor muy fuerte, intenso, en la espalda y las cervicales, llegando hasta la cabeza. Un dolor que ni siquiera podía mitigar tomando antiinflamatorios y calmantes.
Necesitaba urgentemente que un profesional me tratara, y como nunca había tenido ninguna experiencia parecida, le pedí a mi cuñado que me recomendara algún fisioterapeuta bueno.
Y así me presenté ese mismo día en la consulta donde trabaja Jesús, pensando que era fisioterapeuta.
Nada más conocerlo, y sin que aún me hubiera tratado fí­sicamente, me sorprendió encontrar a una persona muy joven, preparada, reservada pero agradable, que antes de tratar nada, quiso conversar conmigo durante un largo rato para determinar el origen de mi dolencia. Y precisamente por eso, y aunque me vio
tres contracturas en la espalda y las cervicales, apenas si me trató la espalda, ya que se centró sobre todo en tratarme las vísceras. En apenas tres sesiones, no me quedaban ya más que pequeños vestigios de una de las contracturas.
A lo largo de esas sesiones, me fue explicando la diferencia entre la fisioterapia y la osteopatía, que se centra más en el origen emocional, basado en los mensajes que emiten los tejidos que componen el organismo humano.
De esta forma, poco a poco no sólo fue aumentando mi mejoría y mis conocimientos en la materia, sino que además descubrí a una persona muy preocupada por sus pacientes, y con un gran afán por mejorar continuamente. Por eso no me sorprendió que a pesar de tener dos hijos muy pequeños y de que su consulta está repleta du­rante las ocho horas al día de cada semana, haya querido comple­tar sus conocimientos de Osteopatía con la carrera de Psicología. No en vano, siempre defiende que normalmente el principal origen de una dolencia física, manifestada en los tejidos, procede de un origen psicológico, por lo que para tratarla y curarla correctamente también es preciso abordar las cuestiones psicológicas.
Por todas estas razones, me permití la licencia de proponerle que escribiera un libro donde pusiera sus conocimientos y ex­periencias al servicio de todo el mundo. Le presenté al editor de mi último libro, Rafael Ceballos, y en menos de un mes ya había firmado el contrato de edición y estaba enfrascado en escribir el libro que ahora ve la luz.
Es esta una obra profundamente divulgativa, escrita con un lenguaje accesible y directo, alejado de tecnicismos innecesarios, pero que no rehúye el rigor cientÍfico cuando es preciso, ni las bases históricas del origen de este tipo de tratamientos.
Por todo ello me parece un libro de lo más recomendable para todo aquél que pretenda acercarse a este mundo, generalmente muy desconocido para todos los que no nos dedicamos a cuestio­nes relacionadas con la salud.
Un libro interesante, de lectura fácil, que tiene un objetivo fun­damental: hacer que el que lo lea sepa actuar de forma que mejore su propio equilibrio físico y mental, y por tanto, se sienta mejor.

Almería, 5 de abril de 2011.

Pilar Navarro

Introducción

La sociedad moderna, la vida cotidiana, el ser humano que no vive, sino que se enfrenta como en una guerra diaria a las horas que le restan para trabajar y/o soportar a su familia, componen un índice que habla muy negativamente de lo que debería ser el objetivo fundamental de nuestros trabajos y nuestros días.
El hombre y la mujer de esta sociedad salvajemente moder­nizada que nos ofrece el recién inaugurado siglo XXI, en ocasio­nes, son unos seres sedentarios, incapaces de reaccionar ante los estímulos que su entorno les depara, a no ser que sus puestos de trabajo estén en juego o que sus cocientes de aceptación social puedan quebrar el fiel de la balanza.
Hablo de un hombre, de una mujer, sometidos a un proceso en el que la vida real se confunde con la realidad virtual, sometidos a un estrés que, día a día, causa dolencias y carencias de todo tipo.
Ya no es necesario acudir al médico de cabecera o ir al farma­céutico del barrio que siempre te aconseja. Las grandes superfi­cies comerciales o la compraventa vía internet son ahora las que ofrecen la respuesta a tanto dolor y a tanta falta en la que viven las personas de esta sociedad tan quebrantadoramente moderna: «me duele la cabeza, una pastilla»; «me duele la espalda, la man­tita eléctrica»; «estoy estresado, un relaj ante»...
Estas personas, desconocen ciertamente el núcleo central del malestar que les aqueja. Y ese malestar puede traducirse en nu­merosos casos en patologías físicas y, en muchos más episodios de los que imaginamos, en disfunciones psicológicas que afectan gravemente a la convivencia del individuo, no solo con su entor­no social laboral y familiar, sino consigo mismo.
La gran paradoja del hombre moderno radica en ver, admirar, deleitarse con los distintos «yo» que contempla a diario en sus viajes en coche, 'en metro, en el edificio en el que trabaja, en las distintas redes sociales que ofrece internet, a la vez que guarda para sí el gran secreto, tras el que se esconde.
¿Y en qué consiste o dónde radica ese ocultamiento del «yo»?. Muchos de los que nos dedicamos a una terapia como la que voy a exponer en esta obra somos conscientes de que ese «juego del escondite» que habitúa a poner en práctica el «yo moderno», con­siste, sin más, en la tendencia de no aceptarse a uno mismo, de no comprendernos, de rechazar la ambigüedad del propio «yo», y no directamente —tal y como podría pensarse— desde una vertiente pura y estrictamente psicológica.
La sociedad moderna condena a los seres humanos a resig­narse a sí mismos y a constreñirse en los límites de su propio físico, ya que esa conjunción de tejidos que conforman un cuerpo difícilmente puede responder y ser asimilable a lo que día a día se contempla como fisicidad ideal.
Y aquí radica el núcleo de un problema que no es inconmovi­ble sino que se puede intentar superar con un tratamiento y una terapia que expondré de una forma clara, razonada y científica, pero a la vez, coloquial, para que quien lea este libro pueda reen­contrarse con ese «yo» al que enmascara y moldea en su vida cotidiana.
El ser humano ha olvidado una parte fundamental y constitu­tiva de lo que sería nuestra naturaleza biológica. Ha dejado aparte y expulsado de sí mismo algo que en el reino animal está no solo a la orden del día sino que es causa decisiva para la supervivencia. Me refiero aquí a algo tan simple, y a la vez tan complejo, como es el hecho de que los tejidos que conforman nuestro organismo son depositarios de una memoria histórica que no equivale a la vida de un solo individuo sino que genéticamente nos retrotrae a un aprendizaje innato que determina una parte de nuestra vida.
Si tenemos en cuenta esto, podemos pasar a plantearnos y es­tudiar dónde se ubica el núcleo central que afecta al hombre y a la mujer de la modernidad, trascendiendo las teorías sociológicas, psicológicas o posmodernas.
Aquí nos topamos con una carencia que, de no ser remediada, puede afectar de un modo absolutamente negativo a una faceta que podríamos hacer equivaler en la balanza en la que se contra­pesan o equilibran el ecosistema de la tierra y el ecosistema del hombre.
La evolución del hombre desde su condición de nómada y predador, a la de hombre sedentario que practica la agricultu­ra, su posterior conversión en una persona urbana dedicada a la manufactura, la transgresión de ese «ser urbano» a manos de la revolución industrial, y su conversión progresiva en un ser obje­to de una práctica desmedida del consumo, tanto en el sector de los servicios como en el ciberespacio de internet, ha encontrado una meta final que, en cierta forma, equivale a la limitación del propio ser humano.
El ser vivo, desligándose de la naturaleza y de la especie a la que la evolución natural de un ecosistema como el de la tierra le
hizo ser «hombre», ha olvidado un principio fundamental para su conservación y su equilibrio. Ya no escucha ni sabe escuchar los mensajes que sin cesar emiten los tejidos que componen su organismo, tejidos que envían señales y reclaman puntual y rei­teradamente la atención que ese ser humano ya no atiende o no sabe atender.
Y esas señales que reclaman la atención del hombre y la mu­jer actuales no solo se desenvuelven en un plano puramente fi­sico o biológico, con todas las consecuencias que este término implica en las coordenadas en las que se desenvuelve la ciencia moderna.
Los tejidos no dejan de lanzarnos, desde su fisicidad, a una revuelta en la que se ven totalmente implicadas unas señales que tienden a ser negadas, simplemente por no haber aprendido a fa­miliarizarnos con ellas.
Me refiero a cómo las complejas imbricaciones de los tejidos en el ser humano transmiten las emociones que afectan a la salud de nuestros organismos. Así se simplificaría quizás su verdadera sustancia, ya que las emociones deben ser atendidas desde un plano en el que se tengan en cuenta su hondura y efectividad cau­sal. Pero vale la pena hacerlo si, tal como pretendo, busco que las páginas que siguen sean claras y divulgativas.
Y aún más, quiero que el lector comprenda cómo esas señales físicas y emocionales que emiten, segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora, día a día... son en realidad una guía necesa­ria y no intercambiable para guiar nuestra salud.
Si aprendemos a escuchar esos mensajes, nuestros cuerpos alcanzarán un equilibrio físico y emocional acorde con las dis­tintas especificidades de cada «yo», y, a la vez, una relación no disfuncional y desestabilizadora del entorno que necesariamente forja cada «yo» para vivir su cotidianeidad a la vez que consigue el objetivo último de su especie: la supervivencia.
Plan de la obra
Si el lector comparte los términos que se han establecido en la «Introducción» tendré el honor de que me siga en el recorrido que quiero proponerle en este libro. Solo basta un pacto por el que se admita que los tejidos del cuerpo humano son, en realidad, no meras señales de advertencia sobre disfunciones y patologías que afectan a nuestro organismo sino una verdadera guía que nos
sirva para planificar lo que podría parecer imposible: nuestro equilibrio físico y emocional.
Durante los últimos años, como profesional de la osteopatía, he tenido ocasión de observar, interrogar, estudiar, y llegar a un proceso de sumarización de esas experiencias que, en realidad, se traducen en prácticas derivadas de la consulta cotidiana.
Todo este proceso me ha ido acercando a ese principio que sostengo desde la «introducción» y que aquí reafirmo.
Mi objetivo central no es el de forjar un texto agotadoramente científico, solo apto para expertos y más que documentados en la materia. Quiero hablar desde aquí, expresamente, a un lector que no quiero considerar en este punto, justo en el principio, como un individuo carente de tratamiento, sino como un sujeto privado de libertad por las condiciones, presiones y disfunciones de la sociedad moderna.
Busco acceder de una forma directa, coloquial, a modo de confidencia y de susurro pre-científico, a un lector que encuen­tre aquí en mis páginas no solamente ayuda sino una reflexión sobre algo tan simple como pueda ser lo que la propia natura­leza pone a nuestro alcance, proponiéndole, eso sí, un itinerario para el aprendizaje de lo que vamos a convenir en denominar la «escucha de los tejidos», a partir de los «diálogos en nuestro organismo».
La obra que sigue va a subdividirse en una serie de capítulos que, en principio pueden asustar y echar para atrás al lector o lec­tora «coloquial» y «cercano» al que me dirijo. Lejos queda de mi intención abrumar a estos lectores cómplices con construcciones teóricas propias de los ámbitos científicos y académicos.
Mi propósito es el de aportar en cada capítulo del libro un recorrido teórico sobre cada uno de los puntos para pasar, inme­diatamente y a continuación, a exponer una serie de casos que van referidos a cada uno de dichos apartados.
¿Cuál es mi intención última?. Pues bien, implicarte a ti, lec­tor, que has decidido adentrarte en esta lectura con la que deseo que aprendas, para que, en primer lugar, te sientas identificado y no juez y fiscal de los casos que voy a ir exponiendo. De este modo creo que podrás descubrir las causas de muchos de los pro­blemas y conflictos que te, afectan, como ser humano en la vida cotidiana, esos conflictos que te hacen vivir y desvivir día a día no solamente aquello que afecta a las fronteras de tu propio «yo»
sino también a los seres que amas —porque conforman tu ámbito más cercano, íntimo y familiar—, a los seres con los que te ves obligado a mantener una relación ya sea laboral ya sea social.
Pero lector, si te quedas simplemente en el proceso de identi­ficación de las causas, sopesando la influencia que ejercen sobre tu vida, no habrás completado el proceso que con este libro me propongo. Mi objetivo central no es otro que el de que, una vez descubiertos los fundamentos que provocan una patología en al­gunos aspectos de la vida cotidiana, puedas poner solución a todo aquello que pueda estar a tu alcance, bien con el recurso a una ayuda externa —que en algunos casos es absolutamente necesa­ria— bien con el recurso a un proceso muy dificultoso y lleno de obstáculos: el autoconocimiento de tu propio cuerpo, de tus tejidos y de las señales físicas y emotivas que estos te transmiten.
Y quiero recordarte algo no menos importante. Me refiero a la dedicación plena a lo único que te pertenece como propiedad inalienable en este mundo: tu propio cuerpo y el cuidado perso­nal que a él le debes. Debido a la responsabilidad que tu propio organismo te exige, que no es otra que la de hacer posible tu felicidad y tu equilibrio físico y emocional, no solamente para tu «yo» sino para aquellos que, tú bien sabes, eres insustituible. Debes ser consciente de que tu equilibrio y tu felicidad son causa y fundamento, a su vez, del equilibrio y la felicidad de los que te aman.
 

Formacion Alcala
9788499766584

Ficha técnica

Autor/es:
Jesús López Monedero
Editorial
Formación Alcalá
Formato
17 x 24 cm
Páginas
138
Encuadernación
Rústica (tapa blanda)
Prólogo
Gregorio Cabello Porras y Pilar Navarro
Nuevo
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