El poder curativo del ajo, por Stephen Fulder. Ed. Robinbook

El poder curativo del ajo

Referencia: 9788499174051
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  • Los principios activos y los compuestos curativos del ajo.
  • El ajo como aliado perfecto contra la arteriosclerosis y los tras­tornos cardiacos.
  • Cómo ayuda el ajo a combatir las diferentes infecciones.
  • Todos los preparados de ajo (aceite, cápsulas, ajo desodorizado) y cómo usarlos.
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El ser humano ha utilizado el ajo desde la Antigüedad para evitar infecciones y curar y prevenir diferentes trastornos. Hoy, tras años de olvido, este remedio natural ha recobrado todo su interés incluso para la medicina convencional. Este libro no sólo expone la base científica del poder curativo del ajo, sino que ofrece información sobre cómo usarlo para tratar y prevenir trastornos leves (tos, ca­tarros, infecciones de la piel, candidiasis) y enfermedades severas relacionadas, sobre todo, con la circulación sanguínea y la salud cardiaca, sin olvidar su efecto general desintoxicante y su ausencia de efectos secundarios.

  • Los principios activos y los compuestos curativos del ajo.
  • El ajo como aliado perfecto contra la arteriosclerosis y los tras­tornos cardiacos.
  • Cómo ayuda el ajo a combatir las diferentes infecciones.
  • Todos los preparados de ajo (aceite, cápsulas, ajo desodorizado) y cómo usarlos.

Stephen Fulder

es licenciado en bioquímica por la Universidad de Oxford y doctorado por el Instituto Nacional de Investigación Mé­dica, en Londres. Ha publicado trece obras divulgativas sobre el poder curativo de las plantas y las medicinas complementarias, así como numerosos artículos en la prensa.

  • Traducción de Liliana Hormigo
  • Nº de páginas: 192 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda

 

Índice

  • Agradecimientos ............................................. 7
  • Prefacio ......................................................... 9
  • 1. El potencial del ajo .................................... 17
  • 2. Breve historia del ajo                                   29
  • 3. Empezando a conocer el ajo                        39
  • 4. Comprender los trastornos cardiacos             49
  • 5. El ajo, los trastornos cardiacos y el colesterol  67
  • 6. Cómo «aclara» la sangre el ajo                     87
  • 7. El ajo, las dietas sanas y la salud cardiaca      99
  • 8. Otras propiedades del ajo                         135
  • 9. Preparados y productos de ajo                   149
  • 1 O. Conclusión............................................ 167
  • Bibliografía................................................. 181

Prefacio

La mayoría de la gente conoce el ajo sólo como un aliño gastronómico, un aliño, cierta­mente, presente en la mayor parte de las co­cinas del mundo. Pero, los científicos han em­pezado recientemente a darse cuenta de la

validez de algo que los terapeutas de la medicina holística habían sabido desde mucho antes: que el ajo es una valio­sa medicina natural con multitud de usos y propiedades curativas. El ajo ha sido muy utilizado para tratar multitud de infecciones, que se extienden desde la tos y los resfria­dos hasta los trastornos estomacales o de la piel. Este popu­lar tubérculo es conocido por ser especialmente efectivo contra la candidiasis crónica, una infección producida por la levadura Candida albicans que es cada vez más común en nuestra sociedad.

Más allá de su empleo contra las infecciones, el ajo ocupa una posición privilegiada en la lucha contra los trastornos car­diacos, una posición en la que ningún otro remedio lo iguala. En estos dos aspectos, el ajo ofrece innumarables ventajas sobre los fármacos convencionales. Las podríamos resumir así:

El ajo actúa simultáneamente en varios sentidos. Puede reducir significativamente los niveles de colesterol y grasa (lípidos) en sangre, y es, probablemente, tan efectivo como los fármacos que se usan normalmente para este propósito. Al mismo tiempo, el ajo puede causar suaves reducciones en la presión arterial. También «aclara» la sangre y previene la coagulación o la trombosis en los vasos sanguíneos. En otras pala­bras, el ajo protege al corazón y al sistema circulatorio contra las tres causas principales de la arteriosclerosis y los ataques cardiacos.

No existen fármacos convencionales que actúen simultáneamente en estos tres aspectos críticos. Los fár­macos reductores del colesterol reducen, en efecto, el colesterol y las grasas y tienen algún efecto anticoagu­lante, pero no tienen ningún efecto sobre la presión arterial. Asimismo, hay fármacos que reducen la pre­sión arterial, pero no afectan en ningún sentido al colesterol o a la coagulación de la sangre, y también hay anticoagulantes suaves que no poseen ninguna de las demás propiedades.

El ajo es seguro. Todos los fármacos (e incluso, en oca­siones, algunos alimentos medicinales) tienen efectos secundarios. Pero, en el caso del ajo, éstos son tan mínimos que el Ministerio de Salud alemán declaró esta planta como de «efectos secundarios no conoci­dos». Son muy pocas las personas que presentan reac­ciones adversas al ajo fresco, tanto alergias cutáneas al cortarlo o tocarlo, como reacciones digestivas tales como nauseas y eructos, pero estos efectos no duran mucho, y se refieren sólo al ajo fresco. Las tabletas, píldoras, cápsulas o comprimidos fabricados a partir del ajo no producen estos efectos. Por otra parte, los fár­macos usados en el tratamiento de las enfermedades coronarias, la angina de pecho (angor), los niveles altos de colesterol y otros síntomas de arteriosclerosis sí producen efectos secundarios. En el caso de los fárma­cos usados para mejorar la presión arterial, por ejem­plo, los efectos secundarios van desde los desarreglos gástricos y las depresiones leves hasta el asma y la impotencia sexual. Cuando se usa para combatir las infecciones, el ajo no causa los efectos secundarios que suelen presentar algunas personas al ser tratadas con antibióticos; además, no existe ningún riesgo de que las bacterias desarrollen una resistencia específica al ajo, cosa que sí ocurre, en algunos casos, con los anti­bióticos cuando son administrados a la misma persona por largos periodos de tiempo. El ajo es un alimento medicinal inocuo, y millones de personas lo consumen diariamente en todo el mundo. Ha sido un excelente alimento durante miles de años, y tras su ingesta nunca se han observado efectos negativos para la salud, sino más bien innumerables beneficios.

El ajo es un verdadero remedio preventivo. El ajo es un remedio natural que puede ser incorporado fácilmente a cualquier régimen alimenticio. Su consumo nunca ha causado ninguna sensación adversa ni ningún efecto adictivo. El ajo constituye una ayuda ideal contra la ar­teriosclerosis siempre que los signos de este transtorno sean todavía leves. Si, por ejemplo, usted tiene unos ni­veles de colesterol que se sitúan en la zona intermedia, por encima de los 5,2 mmol/l (o 200 mg/100 ml), pero por debajo de 6,5 mmol/l (o 250 mg/100 mi), o si su presión sistólica está alrededor de 150, su consejero médico probablemente rechazará la idea de iniciar el tratamiento prescribiéndole fármacos, cuyo uso se re­serva para casos más serios y graves. En vez de eso, lo más normal es que se limite a mencionarle que no abuse de las grasas saturadas, ni del tabaco, que haga un poco de ejercicio... y, probablemente, le echará un pe­queño sermón sobre su poco saludable estilo de vida. La medicina moderna está muy avanzada en lo que res- pecta a la prescripción de tratamientos, pero no lo está tanto en el fomento de la instrucción preventiva. Hay algo que todavía puede hacerse para detener la epi­demia de enfermedades del corazón. Aquí es donde el ajo entra a jugar su papel principal, en el espacio in­termedio donde la prevención es necesaria y el trata­miento no.

El ajo es la «medicina del pueblo». El ajo no es algo di­fícil de encontrar, ni precisa de las explicaciones de ex­pertos doctores. Es parte de nuestra cultura y nuestra he­rencia como seres humanos. Está respaldado por miles de años de tradiciones y uso fiable. Incluso en la Anti­güedad era conocido como «la poción del campesino», ya que la gente sencilla del campo podía usarlo para curarse a sí misma sin tener que recurrir a caros y so­fisticados medicamentos. Y, hablando del precio, el ajo no es más caro que la «comida basura» ala que podría sustituir... En realidad tiene un precio realmente asequi­ble. Incluso en su presentación en forma de cápsulas o píldoras es más barato que la inmensa mayoría de los fármacos.•

El ajo puede resultar un placer. El ajo es más que una medicina; su sabor constituye una parte clave de la mayor parte de la gastronomía mundial. Aquellos a quienes les gustan consumirlo habitualmente saben que el ajo enri­quece enormemente sus dietas; si a usted le desagrada su sabor, puede empezar tomándolo en cápsulas o ta­bletas, y seguro que acabará apreciándolo en poco tiem­po. El ajo se adecua perfectamente al tipo de dietas que le ayudarán a prevenir problemas cardiovasculares.

Este libro le proporcionará la información que necesita para hacer que el ajo llegue a formar parte de su vida diaria. La prevención de las enfermedades cardiacas es el aspecto curativo más importante del ajo; este punto cons­tituye el tema principal del libro, y será tratado en todos sus aspectos. Usted aprenderá cómo y por qué sobrevie­nen los trastornos del corazón, y cómo el ajo puede ayu­darle a prevenirlos y controlados. Así, se ofrecen sugeren­cias sobre cómo incluir este alimento curativo en una dieta saludable. También se comenta brevemente en este libro el uso tradicional del ajo como medicina natural, así como su empleo en el tratamiento de varias infecciones comu­nes. Finalmente, se proporciona información acerca de los diversos tipos de productos de ajo que se pueden encon­trar en el mercado, y cómo incorporarlos a un régimen que le asegure el máximo de salud.

 

 

Robin Book
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