Hongos y Setas Medicinales
Referencia: 9788498273847
Descripición, ilustraciones, hábitat y usos medicinales
Este libro, de consulta sencilla, divulga lo que puede suponer uno de los mayores avances en el mundo de las terapias con remedios naturales: las propiedades de las setasy hongos medicinales, lo cual llevará al lector a conocer la inmensa farmacia que tenemos a nuestro alrededor.
La fuerte implantación de las plantas medicinales en todo el mundo y todas las épocas, ha llevado a la Humanidad a un aumento de su estado de salud y bienestar. Junto a ellas, los hongos y las setas con propiedades medicinales están teniendo en la actualidad el reconocimiento médico que se merecen.
Adolfo Pérez Agustí
es un veterano escritor, nacido en Madrid, dedicado desde hace ya casi 40 años a la divulgación y docencia de la Medicina Natural. Aunque en sus comienzos fue un estudiante poco aplicado de la Medicina Convencional, abandonó pronto estos estudios para intentar comprender la génesis de las enfermedades y la razón por la cual muchas se convertían en procesos crónicos. Esto le llevó inexorablemente al estudio del comportamiento de las partículas y su relación con la energía vibratoria que rige nuestro organismo, en cuyo campo de acción se mueve el pensamiento. Desde entonces ha comenzado una nueva andadura profesional como director de esta colección publicada por Editorial Dilema, dedicada de modo preferente al estudio de las enfermedades y su relación con las emociones y el desequilibrio cuántico.
Índice
Introducción 9
Capítulo 1 Antecedentes históricos del uso de los hongos el mundo Historia y desarrollo 13
Capítulo 2 Hongos comestibles. 15
Capitulo 3 Utilización de los hongos en medicina y medio ambiente 27
Capítulo 4 Uso en investigaciones 23
Capítulo 5 Principales hongos 29
Capítulo 6 Alimentos similares 115
Capítulo 7 Hongos alucinógenos 127
Diccionario breve 133
Glosario
Agaricus bisporus 34
Agaricus blazei 36
Agaricus Brasiliensis 36
Agaricus Subrufescens 30
Agrocybe aegerita 54
Aguja de oro 48
Auricularia Auricula 29
Badoh negro 131
Chaga 97
Champiñón 34
Champiñón del sol 30
Choreimaitake 73
Cogumelo do sol 36
Cola de pavo 39
Coprinus comatus 90
Cordyceps 42
Cordyceps Sinensis 42
Coriolus Versicolor 39
Enokitake 48
Estrella de tierra 51
n Flammulina Populicola 48
Ganoderma Applanatum 52
Ganoderma Lucidum 76
Geastrum triple 51
Grifola frondosa 62
Heavenly Blue 131
Hericium Erinaceus 66
Hime Matsutake 36 Hiratake 100
Hongo de álamo 54
Hongo de la oruga 42
Hongo del sol 36
Hongos tibetanos 115
Ipomoea Tricolor 131
Kabanoanatake 97
Kéfir de agua 115
Kéfir de leche 115
Kombucha 56
Lentinula Edodes 102
Maitake 62
Melena de león 66
Meshima 71
Meshimakobu 71
Miso 120
Náhuatl 131
Phellinus Linteus 71
Ping Gu 100
Piptoporus Betulinus 110
Pleurotus Eryngii 92
Polyporus Umbellatus 73
Psilocybe Cubensis 128
Psilocybe mexicano 128
Pycnoporus Sanguineus 75
Reishi 76
Salsa de soja 122
Sang-Hwang 71
Schyzophyllum Commune 89
Seitán 123
Seta barbuda 90
Seta coliflor 95
Seta común 34
Seta de cardo 92
Seta de ostra 100
Seta del abedul 97
Shiitake 102
Song-Gen 71
Sparassis Crispa 95
Tempeh 124
Tíbicos 115
Tochukasu 42
Tofu 119
Yesquero del abedul 110
Zhu-ling 73
Introducción
Aunque Hipócrates es considerado por muchos como el padre de la medicina moderna, lo cierto es que no es así y, más bien, rechazaba cualquier remedio que no fuera natural y saludable. Así que, podíamos pedir a los farmacéuticos que retiren el símbolo hipocrático y a los médicos que se busquen otra referencia más acorde. Tampoco es cierto que los medicamentos tengan en origen las plantas medicinales. La mayoría se obtienen por síntesis y aquellos que contienen principios naturales, es porque han extraído un solo principio de alguna planta, lo han aislado y desprovisto del resto de los elementos que le daban equilibrio.
Hipócrates —en justicia, padre de la medicina natural—, creía que todas las necesidades del cuerpo humano eran un descanso reparador, una dieta adecuada, ejercicio, aire limpio y plantas medicinales. Pocos médicos actuales podrían refutar estos consejos, aunque sigan delegando en los medicamentos la solución a las enfermedades.
Durante siglos, la gente ha estado tratando de combinar remedios naturales como las hierbas con la medicina convencional y sus
medicamentos, error que lleva a no pocas interacciones y fracasos, como se demuestra cuando se intenta curar enfermedades como el cáncer, las alergias o las enfermedades crónicas.
Y en cuanto a las virtudes de los hongos y setas, —origen de este libro—, hay demasiados conceptos erróneos, especialmente entre los seguidores de la medicina basada en la química. También se dice que tienen poco valor nutricional. Quizá es que prefieren la cantidad a la calidad.
Pero los hongos y setas, además de ser una fuente de alimento altamente nutritiva, baja en calorías, contienen compuestos únicos, como por ejemplo un antioxidante llamado L-ergotioneina y 5 pequeños champiñones contienen más potasio que una naranja. Y esto es solamente el principio, pues lo mejor será explicado más adelante.
Ello no quita que algunos hongos sean extremadamente tóxicos, pero también lo son algunas plantas y frutos, y la mayoría de los medicamentos. Para los alimentos, cómprelos en los sitios adecuados, para los medicamentos pregunte a su médico y para las plantas medicinales a un naturópata.
La fuerte implantación de las plantas medicinales en todo el mundo y todas las épocas, ha llevado a la Humanidad a un aumento en su estado de salud y bienestar. Junto a ellas, pero manifiestamente más olvidados, los hongos y las setas con propiedades medicinales no han tenido, hasta ahora, el mismo reconocimiento.
Una vez que el hongo Penicillium notatum —del cual se obtuvo la penicilina--, hizo su aparición, las investigaciones posteriores sobre otras especies no tuvieron el mismo reconocimiento médico, y eso que algunas de ellas poseen sustancias activas anticancerígenas y antitumorales.
De acuerdo con Mizuno (1995), que publicó uno de los estudios pioneros con respecto a la actividad antitumoral de los hongos, hay numerosos autores que describen la potente actividad antitumoral en extractos acuosos de algunas setas. Más tarde, Chihara (1970) informó de la purificación de polisacáridos del shiitake con alta actividad antitumoral. En la secuencia, uno de estos polisacáridos, lentinan, comenzó a ser comercializada por una empresa japonesa para el tratamiento de cáncer de estómago. A partir de ello, numerosos informes han publicado las propiedades medicinales a partir de un gran número de especies de hongos.
Además de lentinan, otros dos fármacos citostáticos se han aislado en Japón: krestin, producido por el micelio del Coriolus versicolor y que se utiliza en el tratamiento de cánceres del tracto gastrointestinal, pulmón y de mama; y esquizofilano, (o Sonifilan), que se extrajo del medio de cultivo del Schizophyllum commune y se utiliza en el tratamiento del cáncer cervical.
Esta es la razón de este libro, de este manual de consulta sencilla: la divulgación de lo que puede suponer uno de los mayores avances en el mundo de la terapia con remedios naturales.
El estudio de las setas y hongos medicinales, preludio del conocimiento y publicación de las especies vegetales marinas y continuación de las especias alimentarias, llevará al lector a conocer la inmensa farmacia que tenemos a nuestros alrededor.