Cansados

El cuerpo nos lanza alertas que no escuchamos: insomnio, despertares a media noche, falta de apetito, tristeza sin causa aparente, agotamiento, pésimo rendimiento laboral, descenso de la libido, mala memoria... Todo nos supera, todo nos estresa, todo es enorme frente a nuestra «pequeñez» porque estamos ansiosos, cansados, estresados, despistados o sin fuerzas. No podemos concentramos en lo importante.

La falta de tiempo, el exceso de obligaciones, las exigencias laborales, el ritmo frenético, la competición, las normas autoimpuestas, la soledad o un pariente enfermo, son sólo algunas de las múltiples causas que producen cansancio y ansiedad. Pero, cuando los síntomas se croni can, nos topamos con el síndrome de burn-out, causa de numerosas patologías relativas a nuestro modo de relacionarnos y la forma en que asumimos nuestras emociones frente a nuestras responsabilidades. Incluso el exceso de empatía —colocarnos en el lugar del otro, de forma desmedida— puede ser el origen de fatiga vital. Nadie está libre: desde cajeros de supermercado a jueces, pasando por taxistas, médicos, atletas, ejecutivos, comerciales, etc. El resultado de una mala gestión de nuestras necesidades provoca un individuo destrozado, incapaz de realizar la tarea más sencilla y que no puede solucionar los más nimios problemas sociales, intelectuales o familiares que se le presentan. Lo peor de todo, es que frente a él, sólo ve un abismo sin salida.
Este libro es la respuesta a tanto agotamiento. En sus páginas encontraremos la forma de dar al pause para reencontrarnos con nuestro «yo olvidado» y se explican los errores más comunes que llevan a esta situación y cómo adaptar las terapias médicas y psicológicas para paliar este mal del siglo XXI llamado cansancio. También nos da claves de prevención y ejemplos reales con soluciones prácticas que cada persona se puede aplicar con el n de dar prioridad a nuestras propias necesidades, al tiempo que cobramos distancia con unas obligaciones, que a veces resultan no serlo tanto.

Dr. François Baumann

Fundador de la Sociedad de Médicos Terapeutas, y profesor en la Universidad de París. También pertenece al Comité Científico Internacional de la UNESCO, en su departamento de Bioética. Este es su cuarto libro.

ÍNDICE

Introducción 13

Capítulo I. Comprender el agotamiento 16
1. ¿Qué es el agotamiento? 16
Historias reales 17
La historia de Pierre 17
La historia de Florence 19
2. Algunas definiciones para comprender mejor
lo que es el «agotamiento» 20
¿Cómo definir el agotamiento? 20
¿Qué es la depresión? 23
¿Y el exceso de trabajo? 26

Capítulo II. El estrés 27
1. ¿Qué es el estrés? 27
2. ¿Cuándo debemos preocuparnos por un exceso
de estrés en el trabajo? 28
Un caso concreto que permite explicar el agotamiento debido al estrés 29
La historia de Marie-Jeanne 29

Capítulo III. Las muchas facetas del agotamiento emocional 31
1. La fatiga 32
Definir la fatiga 34
La prevención de la fatiga, la toma de control y el tratamiento 36
La fatiga, ¿el primer paso hacia el agotamiento? 36
Historias reales 37
La historia de Francis 37
La historia de Claudine 39
2. El burn-out 41
Agotamiento por causa del burn-out 41
¿Qué significa la expresión burn-out? 42
¿Qué sucede clínicamente? 42
El «trípode» del síndrome del burn-out 44
El agotamiento emocional 44
La deshumanización de la relación con el otro o el cinismo 44
La disminución de los logros personales 45
¿Cuáles son los grupos más expuestos? 47
Las causas del burn-out 47
La receta infalible para conseguir un burn-out 49
La evolución del burn-out 51
Luchar contra el agotamiento debido al estrés 52
La historia de Alexandre 54
3. Otras manifestaciones del agotamiento emocional 55
Una conclusión trágica del agotamiento: el suicidio 55
Agotamiento emocional y compasión 56
Un elevado nivel de empatía puede causar fatiga emocional 57
Alexitimia y agotamiento 57
Una posible explicación: la inteligencia «multidimensional» 57
4. El bore-out, una manifestacion menos
conocida del agotamiento 58
Agotamiento y bore-out 60
Dos historias verdaderas 63
La historia de Michael 63
La historia de Pierre 65
5. La depresión por agotamiento 65
La historia de Jacques 66
La historia de Monique 68
6. Las enfermedades como causas de agotamiento 71
Las causas orgánicas 71
Las causas psíquicas 72
7. Falta de sueño y agotamiento 73
8. La muerte por exceso de trabajo, el karoshi 74
Un reconocimiento único 76

Capítulo IV. Los otros tipos de agotamiento 78
1. El agotamiento maternal y familiar 78
La historia de Murielle 78
2. El agotamiento de los estudiantes 80
¿De qué se trata? 80
¿Por qué esa ignorancia? 80
La necesidad de comprender el origen
de este agotamiento 82
Las causas personales o de contexto 82
Las personalidades que se encuentran en mayor riesgo 83
3. El agotamiento debido a los allegados 85

Conclusión 87
Notas y anexos 89
1. Notas 89

• ¿Por qué el burn-out es una «enfermedad moderna»? 89
• ¿Realmente estamos tan agotados e infelices? 91
• Los test del agotamiento 92
• Cómo reconocer a una persona agotada 92
• Un test sencillo que se puede hacer 93
• Las palabras del agotamiento 93

2. Anexos 95

I. Medicamentos para la depresión 95
II. Medicamentos para la ansiedad y la angustia 96
III. Cuestionario para detectar a un paciente adicto al trabajo 97
IV. Test para medir el grado de agotamiento
(médicos y otras profesiones) 98
V. Barómetro del estrés de los trabajadores 100
VI. Esquema de la reacción al estrés 101
VII. Test de evaluación de la ansiedad y la depresión 102
VIII. DSM IV. Las manifestaciones recogidas de las neurosis traumáticas 105

Bibliografía 107

INTRODUCCIÓN

Hoy en día, la fatiga y el burn-out son las manifestaciones más frecuentes y conocidas de los problemas de salud relacionados con el exceso de trabajo; pero también afectan a otros muchos sectores de la sociedad, como la vida familiar o las amistades. Parece que ya ni siquiera se libran las relaciones amorosas y de pareja.
El agotamiento se mueve dentro de esos mismos parámetros y surge como consecuencia extrema de esas aflicciones, a las cuales sin duda la persona afectada habrá ignorado durante demasiado tiempo. Cuando al final se manifiesta la considerable tensión que algunos sienten asociada al estrés diario y reiterado, quienes la sufren se declaran reventados, destrozados, hechos polvo, rendi­dos, machacados, rotos...
En todos estos casos, el común denominador es el agotamiento físico y psíquico, que como si fuera un bumerán retorna con más fuerza que al ser lanzado y tiene un considerable impacto en el desarrollo de nuestra vida diaria:

— Agotado y, literalmente, vaciado de su esencia y su energía, el individuo no puede ser feliz.
— Se va a limitar a sobrevivir, experimentando tremendas di­ficultades para regresar a lo que era su actividad normal, ya sea profesional, artística o, simplemente, lúdica y rutinaria.— Tendrá que regular sus actividades, limitándolas considera­blemente, porque de lo contrario llegará a una situación crítica y sufrirá una depresión que lo obligará a una inactividad forzosa. Es el precio que se ha de pagar cuando se ha llevado demasiado lejos la cantidad y la calidad de los esfuerzos realizados. Es indudable que la persona afectada no ha tenido en cuenta las distintas adver­tencias, a menudo explícitas, que su cuerpo y su psique pueden haber estado lanzándole durante muchas semanas.

Por su parte, la fatiga «clásica» resulta más ambigua, pues tras sus síntomas puede esconderse una reacción sana del organismo,
que de este modo pretende protegerse de una degradación total a punto de transformarse en agotamiento. El peligro se encuentra
entonces en el riesgo de empeorar, que puede conducir a la de­presión, al burn-out y al bore-out, los cuales describiremos con detalle en este libro.
Las cosas pueden empeorar, y hemos de tener en cuenta que esta gran fatiga también puede ser el primer síntoma de una enfer­medad que, por el momento, se mantendrá latente.
Como vamos a ver, es importante no descuidar estas señales de alarma, y acudir al médico para hacerse un reconocimiento, el
cual permitirá orientar al paciente para que reciba una atención adecuada o, cuando menos, determinar la causa de algo que no debería de haber sido sino un estado pasajero.
También podemos abordar el agotamiento ligado al mundo la­boral a través de la centralidad que ocupa el trabajo en nuestra
sociedad. En la génesis de esas patologías se reconoce que, si bien el trabajo debe ser un factor de equilibrio fundamental para el individuo, también puede ser la causa de numerosos proble­mas, peligrosos e incluso mortales.
Los psiquiatras se han dado cuenta de que en nuestra socie­dad el trabajo es el responsable, directo o indirecto, de numerosas
nuevas patologías. De hecho, a partir de la noción de «centralidad» podemos definir también la vocación como un factor deter­minante en la existencia de un estrés excesivo relacionado con el trabajo. Por lo que no hay que olvidar que las nociones de tiempo y espacio de deliberación se reconocen como indispensables para el buen equilibrio de la persona.
El debriefing, que permite utilizar mecanismos de defensa de forma individual o colectiva (sobre todo en ciertas profesiones de riesgo), es un instrumento modélico porque permitir realizar puestas en común y, de este modo, sirve como elemento de cohe­sión de un grupo.
Se sabe que tanto el miedo como la negación del peligro son a menudo un mismo aspecto de una emoción contraria y que abor­ darlos puede permitir controlarlos mejor, incluso anularlos «con plena conciencia».
Y cómo no asociar esta reflexión sobre el estrés y el agota­miento con otro problema (podríamos decir incluso enfermedad) que nos concierne a todos: el que sufre la naturaleza. Ésta nos rodea, nos protege, nos alimenta, se muestra para nosotros tan in­dispensable como una madre para su hijo y, sin embargo, ¡usamos y abusamos de ella hasta llegar a agotar sus recursos más vitales! ¿Acaso el agotamiento del individuo, que demasiado a menu­do se comporta como el huésped mimado y abusivo de este pla­neta, no se parece al marchitamiento que sentimos cuando hemos sobrepasado nuestros límites?
Por ese motivo, a lo largo de esta obra también hablaremos de esas personas que, al aprender a hacer menos, consiguen enfren­tarse al estrés y no caer en el agotamiento y sus complicaciones. Como no se deshacen ni de su energía ni de sus recursos, sino que los conservan cuidadosamente para utilizarlos en el momento adecuado, son ellos los poseen parte de la solución al problema.