El Alma De Los Arboles Edicion Ampliada
Referencia: 9788493658502
UNA MIRADA A LA NATURALEZA DONDE SE AUNAN LITERATURA, BOTÁNICA, HISTORIA, MITOLOGÍA Y SABER POPULAR.
Hechos que ocurrieron hace milenios, se pueden constatar a través de la longevidad de algunos árboles, como en unos sorprendentes pinos californianos, en cuyos anillos de crecimiento, aparece un círculo oscuro de ceniza que corresponde al año 1628 a.C., cuando se produjo una violenta explosión que hizo saltar por los aires la isla mediterránea de Tera. El maremoto, que entonces se desencadenó, barrió la brillante civilización minoica de Creta. Para muchos, este es el origen de la leyenda de la Atlántida.
En pleno Sahara todavía existen cipreses que nacieron hace miles de años, cuando aún aquello era un bosque tropical y son, por tanto, testigos del avance del desierto.
La forma ancestral del drago y el hecho de segregar de las heridas un fluido rojo que se coagula originó su asociación a un mítico dragón que protegía las Islas Afortunadas. El nombre de esta planta arbórea recuerda la antigua leyenda.
Los bosques de hayas guardan el recuerdo de los tiempos prehistóricos como el paisaje volcánico de la gerundense Fageda d´en Jordá o el Hayedo de Montejo, en Madrid, que de forma extraordinaria se ha mantenido sin cambios desde la época postglaciar.
Existen acacias en Costa Rica que contratan feroces hormigas mercenarias para proteger-se, a las que pagan con alojamiento y manutención.
Otras acacias, en Sudáfrica, actúan a modo de centinelas para avisar a sus compañeras mediante hormonas gaseosas para que activen sus defensas ante la llegada de herbívoros. Algunas plantas utilizan este mismo mecanismo cuando se ven atacadas por larvas para avisar a avispas aliadas que acuden a poner huevos en estos molestos inquilinos y así terminar con el ataque que sufría la planta.
El almendro estalla en multitud de florecillas blancas como anticipo de la primavera, por eso siempre se ha visto como un árbol juvenil, puro, con un gran corazón que explota de alegría. Así, en muchas culturas, el almendro es la imagen del primer amor. Los antiguos griegos explicaban esta espectacular floración a partir de un mito de dos jóvenes amantes. Antonio Machado vuelve a pensar en el almendro florido como imagen del amor juvenil.
La primavera besaba
suavemente la arboleda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
El ginkgo, el fósil viviente más antiguo, tiene una fuerza vital de supervivencia tan fuerte que después de la destrucción nuclear de Hiroshima, en la siguiente primavera, rebrotó un ejemplar. Los hijos de este árbol están hoy en Nueva York, Londres y París como embajadores de la Paz.
- Literatura, botánica, historia, costumbres, mitología y saber popular se aúnan y complementan en este volumen que, a diferencias de las guías, pensadas para consultas, ha sido escrito para leer.
Diario E/ Mundo- Las referencias culturales y botánicas convergen en unos textos tan amenos como instructivos. Revista GEO
Miguel Herrero Uceda. Sus primeros recuerdos de árboles están en el campo extremeño de su infancia. A la manera de los hombres del Renacimiento, su admiración por la naturaleza se une con su interés por las artes, las ciencias, las letras y la técnica. Es ingeniero informático, desarrollador de sistemas y doctor en Inteligencia Artificial, una rama multidisciplinar de investigación. Forma parte de proyectos para conservar y generar bosques. Es colaborador de la Fundación Más árboles con quienes está preparando, como coautor, el libro 100 Bosques ibéricos. Ha participado en los Encuentros Internacionales de Amigos de los Árboles (Barcelona 2007 y Cáceres 2010).
Su afán por conocer, es comparable al deseo por compartir ese conocimiento mediante colaboraciones en diversas publicaciones, intervenciones en programas de radio, televisión, a través de ciclos de conferencias, o bien directamente, a sus alumnos de la Universidad Complutense de Madrid, donde ha sido profesor en las Facultades de Física, Química, Informática y la E. U. Estadística. En 2005 publicó El Alma de los árboles. Tres años más tarde, Elam Editores lanzó una nueva edición notablemente ampliada. Con este libro, Miguel ha conseguido aunar, de forma natural, literatura, botánica, historia, costumbres, mitología y saber popular, no como parcelas aisladas sino con una visión integradora, donde estas facetas se complementan para crear una obra singular que habla de los árboles y de la cultura que ha surgido a su sombra.
A finales de 2009 realiza una nueva publicación: Los árboles del Bosque de la Calma / Els arbres del Bosc de la Calma.
Durante el año 2011, Año Internacional de los Bosques, organizó la exposición La mirada de los bosques, una exposición itinerante que está recorriendo diversos municipios extremeños para acercar el fascinante mundo de los árboles a quienes deseen conocer mejor a nuestros compañeros verdes. Esta iniciativa también está ideada como complemento pedagógico dentro del sistema educativo para inducir entre los jóvenes el amor y el respeto a la naturaleza.
Sus documentales Los colores del otoño y Primavera en la dehesa fueron seleccionados para participar en Ciclo de cine científico - Espacio visual iberoamericano que organiza la Asociación Española de Cine e Imagen Científico (ASECIC) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales que se celebrará en septiembre de 2011.
En julio de 2011 apareció un nuevo libro Extremadura en el corazón, un canto a la Cultura Rural. Evocación al mundo tradicional. No debemos olvidar que las raíces de nuestra cultura, de nuestro modo de vida proceden siempre del entorno rural, una forma de vida en armonía con la tierra, con las plantas y con todo aquello que representa la naturaleza.
Índice
Todos los capítulos que ya aparecían en la primera edición de "El alma de los árboles" se han ampliado notablemente
- Prologo de la edición ampliada
- Introducción: El hombre y el bosque
- Las palmeras, llave del paraíso
- El drago, el celoso guardián de las Islas ¡Nuevo capítulo!
- El roble, fuerza y nobleza
- La encina, esencia del mundo mediterráneo
- La alcornoque, la virtud de saber conservar y proteger
- El castaño, cuentos al amor del hogar
- Las hayas, el bosque de las hadas ¡Nuevo capítulo!
- El abedul, portador de la vida
- El avellano, magia de fecundidad
- El nogal, el universo en una cáscara de nuez
- El sauce, el eterno ciclo de la vida
- Álamos, reflejos de nuestra alma
- La higuera, revelación y abundancia
- El olmo, compañero de nuestra vida
- El nopal, la lucha por la supervivencia
- El boj, el pequeño gran árbol
- El plátano de sombra, el árbol de nuestras ciudades
- El laurel, expresión de gloria
- Los prunos, heraldos de primavera
- El almendro, promesa de juventud
- El manzano, árbol de la ciencia
- La zarza, fuerza indómita de la naturaleza
- La acacia, conocimiento místico
- El eucalipto, señor del bosque australiano
- El granado, fecundidad y exuberancia
- El tilo, nuestro sabio benefactor
- El naranjo, flores y frutos del amor
- El limonero, esencia del recuerdo
- La parra, historia viva del Mediterráneo
- El olivo, árbol bendito
- El fresno, protector de la vida
- El madroño, lo perenne y lo fugaz
- El ginkgo, testigo del tiempo
- El pino, constancia y vitalidad
- El cedro, emblema de eternidad
- El abeto, lo permanente del ser vivo
- Las secuoyas, los gigantes del planeta
- El tejo, el eterno enigma de la vida ¡Nuevo capítulo!
- El enebro y la sabina, la continua lucha contra los elementos ¡Nuevo capítulo!
- El abeto, lo permanente del ser vivo
- El místico ciprés
- Apéndices
- El árbol taxonómico
- Evolución de la vida sobre la Tierra
- Glosario botánico
- Breve guía de identificación ¡Nuevo apartado!
- Índice alfabético de árboles y plantas
- Índice de autores citados ¡Nuevo apartado!