La Estrategia Del Cid

Referencia: 9789874511836
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Descubra las cinco claves que hicieron del Cid Campeador un líder aclamado y un emprendedor de éxito
¿Cómo es posible que hace 800 años un autor anónimo describiera en El Cantar del Mío Cid las claves del liderazgo actual? ¿Por qué las estrategias de liderazgo que sirvieron para encumbrar a un guerrero de hace casi un milenio son también hoy en día las claves del liderazgo inspirador que conduce al triunfo?
Los mejores líderes son aquellos que tienen en cuenta la naturaleza humana, desarrollando las habilidades necesarias para generar confianza, compromiso y emociones positivas en las personas. Son los que nos impulsan para que potenciemos lo mejor de nosotros mismos, alcanzando resultados extraordinarios.
Con un estilo claro y directo acompañado de ejercicios prácticos, La Estrategia del Cid detalla las cinco claves para conseguirlo, estableciendo un sencillo paralelismo entre la forma en que el Cid Campeador las aplicaba en aquel tiempo y cómo podemos ponerlas exitosamente en marcha hoy en día en las organizaciones y en la vida. Porque hoy más que nunca se necesitan líderes inspiradores, impulsores de personas comprometidas y proyectos anhelados.
Si quiere, usted puede ser uno de ellos. Y este libro le ayudará a conseguirlo.

MARIA LÓPEZ HERRANZ

Coach Profesional Certificada PCC por la International Coach Federation, organización de la que fue Presidente en España en 2013
y de la que actualmente es Past President. Ha sido Directora General y miembro del Comité de Dirección en multinacionales de publicidad, sector que le ha permitido adquirir una amplia experiencia directiva y liderar equipos de alto rendimiento.
Experta en Coaching Ejecutivo y de Equipos, es también coach certificada por AECOP y FIACE. Está formada en Análisis Transaccional aplicado al Coaching y certificada en MBTI. Actualmente está finalizando el último año de Sinergologia® en ESSIN.
Diplomada en Marketing Directo y en Marketing On-Line por ESIC/ICEMD, ha creado el método marketingcoaching® para potenciar las estrategias y campañas
de las organizaciones. Es también profesora invitada en el Postgrado de Publicidad de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y ha sido ponente en la Universidad Europea de Madrid, ESIC, Instituto de Empresa y CESMA.
Es socia fundadora y directora de Onda Positiva®, empresa dedicada al Coaching Ejecutivo y de Equipos, del Centro de Alto Rendimiento Directivo® (CARD), y de Russ Natural Horse Way®, especializada en desarrollo directivo con caballos y coaching.

Prólogo
Gregory Cajina

Las oportunidades de ser jefe, hoy en día, son extremadamente sencillas de hallar: desde el joven profesional que comienza a hacer carrera en una corporación financiera, hasta el osado valiente que se lanza con su propia start-up en Internet; desde el supervisor de una cadena de montaje de embarcaciones industriales, hasta el diseñador senior de la última generación de aplicaciones para móviles.
Todos tendrán algo en común: a fin de cuentas, la responsabilidad de ejercer control, planificación y corrección sobre los planos es lo que se espera, lo que se exige, de cualquier buen líder.
Por eso es tan difícil hallar uno.
El liderazgo no se define, se demuestra. No es aquella habilidad sobre la que se teoriza en solemnes reuniones y laboratorios académicos y sesudos estudios, sino la que revela el que se quita la chaqueta, remanga la camisa y hace lo que hay que hacer para lograr lo que es importante lograr.
Es la fortaleza del que siente el temblor de la incertidumbre y, aún así, decide con determinación el camino más importante para
sí y para su organización.
Es la habilidad del que no solo se sabe grande, sino del que se permite a sí mismo mostrar esa grandeza aunque le exponga a los
ataques de los mediocres en su entorno. Después de todo, ningún logro se alcanzó nunca por parte de los que solamente jugaban en el terreno de lo posible, y el grupo de personas del que es responsable no se puede permitir dejar el barco flotar a la deriva por la timidez del capitán en la tempestad.
Es el coraje de asumir que quien no dirige es dirigido, y quien es dirigido tiene ante sí un modelo del que aprender a liderarse a sí mismo pues, para que toda empresa germine, crezca y eclosione, no se necesitan líderes y vasallos, sino líderes de sí mismos que trabajen en la simbiosis e interdependencia que todo proyecto de éxito ha de albergar en sus entrañas.
Es la capacidad de hallar las razones, que nunca podrán ser negociadas, por las que no hay una opción de fracaso: o se consigue lo propuesto, o se consigue lo propuesto. Cualquier opción alternativa es mejor dejarla para los blandos de espíritu a los que el vértigo, la náusea, el rugir de los truenos, intimiden en su tránsito por el mar a tierras más prósperas y fértiles y los obliguen a retornar atrás a los cómodos, pero áridos, desiertos con el calor de lo conocido que aturde los sentidos.
Es la astucia para tejer alianzas con socios en el viaje pues, por fin, el líder se da cuenta de que la individualidad que se comparte para acelerar el trayecto no ha de ser jamás confundida con el individualismo del lobo que lucha en solitario contra su entorno. Hallar el equipo experimentado con el que ha de acometer la travesía es lo que asegurará el triunfo o el naufragio de la embarcación cuando las velas se rasguen y los instrumentos de navegación se dañen por el salitre del que navega sin enfoque.
Es la generosidad de crear una recompensa lo suficientemente relevante como para poder compartirla con la tripulación, con el equipo, que le empujó adelante a pesar de los obstáculos y los severos vaivenes a los que la travesía los sometió.
Sobre todo, en esa travesía en la que el individuo lo pierde todo y que le permite, aún herido, mostrar la entereza, el coraje y la astucia de recuperar lo perdido, multiplicar sus fortunas y erigirse en un líder para las generaciones que le sobrevivieron.
Hay líderes que hacen un trabajo magnífico acometiendo con perfección lo que se espera de ellos.
Hay líderes excelentes que innovan, proponen, proyectan y aportan una contribución única en su organización.
Pero los líderes excepcionales son aquellos que dejan tras de sí un legado que les pervive más allá de su propia existencia.
Y así es como, a través de un recorrido por las cinco claves que distinguieron al Cid en la Historia, María López nos desvela las fortalezas que todo líder que quiera dejar un legado histórico ha de mostrar ante el mundo: la marca personal, el liderazgo, la motivación, la creación de alianzas y la definición de la recompensa.
Tienen en sus manos la esencia de lo que distingue a un líder que se proclama como tal del que es erigido con fuerza por las personas a las que inspira y otorga el poder de crecer como sus propios líderes.
Tómenla, bébanla, disfrútenla en toda su extensión y profundidad. Pero una vez que sea suya, queda en su elección compartirla con los demás para que ellos a su vez hallen, por los logros que usted conquista, a un modelo que nuestra sociedad no solo necesita, sino exige.
Para que puedan crear, al igual que el Cid, su segunda gran oportunidad para dejar un legado de liderazgo que, por fin, marque la diferencia que en esta era de cambio necesitan.
El reto no se halla en el objetivo ahí fuera que haya planificado para su organización.
El reto se encuentra en lo que su equipo va a hacer para conseguir ese objetivo.
Y para el cual ellos necesitan a un líder genuino, fuerte, determinado.
Este es su momento: lidérelos en la batalla de la mediocridad y la desesperanza, de lo incógnito y lo supérfluo.
Llévelos a batallar en los logros a los que aspiran y a sobrepasar sus propios límites.
En sus manos tiene las claves.
Éxito en la conquista.
GREGORY CAJINA
Coach Master

Introducción

"El rey envió decir al Cid por una carta que saliese del reino. El Cid, leída la carta, aunque lleno de pesar, no quiso dilatar la obediencia, que sólo se le dejaba un plazo de nueve días para ausentarse del reino".

El Cantar del Mío Cid fue escrito por un autor anónimo hace aproximadamente un milenio y publicado hace 800 años. Más allá de su altísimo valor literario, reconocido en todo el mundo, el Cantar del Mío Cid esconde un valor añadido completamente inesperado: la plena vigencia en el siglo XXI de las técnicas de liderazgo y estrategia empresarial descritas en la obra. Parece realmente sorprendente leer un clásico de la literatura universal escrito hace diez siglos y descubrir en sus páginas estrategias, competencias, recursos y habilidades de gestión imprescindibles en el mundo empresarial de nuestros días.
No se trata ahora de entrar en consideraciones sobre si Ruy Díaz de Vivar fue realmente la imponente figura histórica que describe el Cantar o si fue simplemente un gran guerrero cuya peripecia vital se fue engrandeciendo mediante exageradas leyendas. Debatir sobre la exactitud histórica de lo descrito en la obra no es el objetivo de este libro. Lo realmente interesante, desde mi punto
de vista, lo sorprendente y en cierto modo perturbador es el hecho cierto de que hace mil años alguien decidió escribir un poema épico sobre un personaje histórico y, sin saberlo conscientemente, describió algunas de las claves estratégicas y de gestión que se fomentan y utilizan hoy en día para alcanzar el éxito en cualquier proyecto empresarial. Claves que incluso se enseñan actualmente en las mejores escuelas de negocios del mundo, y que ahora, como entonces, sólo los verdaderos líderes saben poner en práctica con éxito. La validez de estas claves escritas hace diez siglos es tal, que desde la perspectiva empresarial del siglo XXI, podríamos decir que Ruy Díaz de Vivar, el Cid Campeador, fue un exitoso emprendedor, un líder inspiracional y un empresario modelo que supo gestionar sus recursos en un entorno hostil, venciendo a la adversidad con valor, determinación y capacidad de liderazgo.
Su gesta guerrera, estratégica y empresarial comenzó sin recursos, ya que fue desterrado por el rey Alfonso VI de Castilla y, en consecuencia, como era costumbre en la época, despojado de todos sus bienes y apartado de su familia y de sus amigos. Dado que además fue decretada pena de muerte para cualquiera que se atreviera a ayudarle dentro de los límites de las tierras castellanas, El Cid inició su destierro sin ayuda, sin fortuna y aparentemente sin mucho futuro. Partió arruinado a un destino cruel e incierto, pero con un objetivo claro en la mente: limpiar su nombre, demostrar su valor e inteligencia y dejar claro el error de sus detractores. Esa era la visión que le guió durante todo el tiempo que necesitó para emprender su nuevo proyecto, demostrar que era viable y además
6 altamente rentable. Como tantos empresarios, emprendedores y líderes de hoy en día, tuvo que aprender a adaptarse a los cambios que marcaba su nueva situación con la máxima agilidad posible y prepararse para iniciar su proyecto sin ningún capital económico.
Sin embargo, contaba con algunos recursos mucho más valiosos: su reputación de hombre justo y valiente, una poderosa marca personal, que le diferenciaba y le hacía ser fuertemente admirado, y un equipo entregado que le siguió incluso en el destierro, convencidos de su autoridad y de su liderazgo moral y estratégico. El tiempo le dio la razón y su fama, su fortuna y su posición social multiplicaron hasta el infinito las que tuvo antes de ser expulsado de Castilla. Para lograrlo superó numerosísimos y dolorosos obstáculos ayudado por su instinto, su inteligencia y su equipo, auténticos profesionales orgullosos de formar parte de su proyecto. Y casi sin darse cuenta puso en marcha una estrategia tan eficaz que aún en nuestros días, un milenio después, mantiene su vigencia al cien por cien como base del éxito de cualquier proyecto empresarial.
Desde el punto de vista actual, aplicando una perspectiva de gestión de empresas, equipos y personas, la estrategia del Cid podría resumirse en cinco poderosas claves que pueden representar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto: la marca personal, el liderazgo, la motivación, la generación de alianzas y la recompensa.
Vamos a analizarlas, a saber cómo aplicarlas en el entorno organizacional actual y a descubrir por qué el Cid Campeador, que durante su vida ya fue reverenciado como líder único e irrepetible, hoy sería considerado, además, un auténtico emprendedor de éxito y un experto en gestión empresarial.

 

Indice

 

 

  • Prólogo 11
  • Introducción 15
  • Primera clave: la marca personal 19
  • Segunda clave: el liderazgo 31
  • Tercera clave: la motivación 41
  • Cuarta clave: las alianzas 53
  • Quinta clave: la recompensa 63
  • A modo de resumen 71

 

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