HOMEOPATÍA Y L@S NIÑ@S - Carmen López sales. TRASTORNOS PSICOEMOCIONALES EN LA INFANCIA. ISBN: 9788494392917

HOMEOPATÍA Y L@S NIÑ@S

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TRASTORNOS PSICOEMOCIONALES EN LA INFANCIA

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El niño es una dinámica en constante evolución y no debe ser considerado como un adulto de modelo reducido.
El problema del niño hay que situarte en primer lugar en su contexto, centrar la perturbación de su actualidad presente, de su movimiento evolutivo en curso.
Y, en especial, no podemos olvidar que sus trastornos psicoemocionales son indisociables de su medio ambiente: padres, educadores, médicos, etc.
Esta gestión de las emociones estará impregnada de la propia educación paterna, que estigmatizará de algún modo sus esfuerzos educativos.
Es por ello que debemos ser conscientes de nuestro pasado, de la educación recibida y del lastre inevitable que esta ha supuesto en nuestra adultez.
Los padres deberían hacer hincapié en aportar a sus hijos una cierta educación emocional para que estos sean capaces ele reconocer y nombrar sus emociones.
Es fundamental para que estos niños aprendan a tener los medios necesarios para actuar al respecto, desarrollando la suficiente empatia para saber identificar el «no verbal» de la otra persona, analizar lo que produce tensión, enfado, etc.
Necesitamos reducir la ansiedad del niño, y también la de sus padres, desculpabilizando a ambos y reequilibrando individualmente a cada uno de ellos.
Debemos hacer un esfuerzo por entender su dinámica emocional, la cual se plasmará en su discurso, en sus dibujos, en sus sueños y, sobre todo, en su manera ele somatizar.
Como apunta Antonio Damasio, entender la biología ele las emociones es fundamental para conseguir una sociedad mejor.

La doctora Carmen López Sales es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona y diplomada en Acupuntura. Cuenta, asimismo. con la diplomatura como médico homeópata. Espagirista con una amplia experiencia terapéutica. actualmente es miembro de la A\IEHB (Asociación Médica Española de Homeopatía y Bioterapia ). Autora de Tipo/o- g/-as homeopáticas, Homeopatía r psique. Ilonwoyitía r los cinco sentidos y coautora de Tipologfrisfinieit

Introducción 
La buena educación

«Tengo tan buena educación,
que me ha costado años deshacerme de ella...».
JOHN DALTON

Educar
«Educar» se vive como desear lo mejor para el niño, imponiéndole aquellas prácticas que a la sociedad le parecen correctas.
La educación tradicional ha tenido, desde siempre, el objetivo de convertir al niño en un ser obediente y dócil, instándole a un aprendizaje educacional que el «sistema» ha considerado apto para su integración en la sociedad.
Sin embargo, a menudo las neurosis y las psicosis en adultos no son consecuencias directas de traumas reales, sino la expresión de traumas reprimidos, debidos a estas marcas determinantes que han sido impresas desde el nacimiento.
Nacemos en el seno de una familia que imprime en nosotros dichas improntas, fruto de la educación recibida y de las creencias adquiridas, las cuales acaban impregnando nuestro desarrollo en todos los ámbitos: ético, moral, religioso, etcétera.
Aunque los jóvenes critiquen a sus padres o rompan con ellos, no pueden evitar la influencia que estos han ejercido en ellos.
Y adquirimos conciencia de estas marcas, a más tardar, cuando tenemos nuestros propios hijos.
Debido a que la sociedad en la que nacemos y vivimos traza nuestra educación, inevitablemente confeccionamos una máscara para ser aceptados por el entorno, la cual formará en el individuo un comportamiento determinado y una personalidad que pueda ser aceptada por el grupo. Así podrá aminorar el rechazo, y sus necesidades reprimidas pasarán al cuerpo como energía que no puede fluir.
Todo ello conformará una identidad que probablemente será generadora de culpas, depresiones, renuncias, frustraciones y, finalmente enfermedad.
Es cierto que de niños no teníamos elección, pero de adultos olvidamos que hay otras alternativas.
La resistencia, la angustia, etcétera, pueden coexistir toda una vida a partir de la depresión primaria que ha sufrido el niño cuando debía empezar a hablar.
En la depresión infantil, lo que domina es la aspiración, el deseo de retirarse a la matriz protectora, por la vía del aislamiento. Hablando y comunicando por obligación es cuando puede darse la depresión primaria. Es una obligación de identificación. Y en todo modelo de identificación, uno se pierde y pierde su autenticidad.
El niño se identifica con el modelo; el niño ve el modelo, no los objetivos ni los pensamientos de dicho modelo.
«Las generaciones anteriores, no solo nos transmiten las características físicas, sino también los patrones emocionales y energéticos».
JOSÉ LUIS DÍAZ CORDOBÉS
Las creencias
Las creencias son el caldo de cultivo de las represiones.
Represión externa, social e interna cuando intentamos controlar y condicionar los impulsos hacia patrones de vida que no pongan en conflicto nuestras creencias. Aquello que impide que la vida discurra y crezca es el juicio moral y el lenguaje que le sigue.
Consecuencias de la educación
Existe, en la actualidad, una intoxicación social de una educación escolar con incomunicación, de la cual hablaré más adelante. Hay que prescribir una serie de remedios homeopáticos que ayuden a trascender las barreras educacionales.
Carbo Vegetabilis 30CH y Moschus 30CH
En nombre de la buena educación crean individuos que no comunican con el exterior y cuando salen al mundo son devorados. Estos remedios también son interesantes para tratar los tics provocados por un sistema educativo que prioriza la información por encima de la formación del individuo. Los tics son un modo histérico de lenguaje porque no pueden hablar.
La dilución 30CH es suficiente porque son niños.
Una educación muy laxa, sin límites, puede provocar hiperagitación.
Esto puede facilitar una caída en las drogas, puesto que el individuo necesita automedicarse para olvidar.
Por no poder «ser», al final no sabe cómo «hacer».
Como no saben dónde está el límite, todo es posible.
Natrum Muriaticum y Phosphorus
En esta problemática buscarán desesperadamente el amor, la seguridad, etcétera, «NO LÍMITES».
Estos abundan mucho porque actualmente hay padres muy permisivos.
El niño se ha convertido en un pequeño soldado amotinado. Y se amotina porque el capitán del barco (los padres) es incapaz. El padre ha bajado de nivel y Dios Padre, también.
Y de rebote cae la imagen de María Madre pura, porque cae la imagen de mamá.
Hay jefes Mercurius para alimentar la drogadicción, y jefes Causticum para vengarse de la sociedad a través de ellos.
La religión: el miedo y la falta
Si nos referimos a las religiones, nos damos cuenta de que en muchos casos su fuerza está en el miedo. Siempre yace la impresión de que hay una catástrofe por llegar.
Estamos pendientes del castigo, hasta tal punto que hablamos de castigo cuando enfermamos: «Mi enfermedad es un castigo divino, llevo una cruz encima con este dolor», etcétera.
La palabra fundamental que domina es: AUTORIDAD, de los padres, educadores, del Dios Padre, de los estamentos, del sistema. Aquí lo que importa es curar el miedo y la falta, el miedo a fallar, en especial cuando nuestros pequeños pacientes están imbuidos por todas las creencias limitativas, acumuladas por los adultos que forman parte de su entorno.
Hay que comprender el peso que acarreamos del discurso judeocristiano, islámico, monoteísta.
Cuando las religiones hablan de pecado y de salvación a un público no preparado, provocan miedo, puesto que no decodifican ni explican sus textos. Hablan al mismo tiempo de gracia y de sanación.
La acusación es tal que el peso de la culpa se multiplica por dos. Antes de caminar y hablar ya hablan de los infiernos.
Parece que el ser humano viva una tragedia permanente porque semeja estar encadenado a las faltas de los padres y sufre un destino ineludible.
La solución está en romper con la tradición generacional, no trasgrediéndola, pero si trascendiéndola, que no es lo mismo.
Educación en el siglo xxi
Por suerte, los padres de hoy en día intentan no imbuir al niño de esas viejas creencias educacionales y, por el contrario, hacen esfuerzos para conseguir dotar a sus hijos de una cierta educación emocional, por encima de los conocimientos cognitivos, que ya irán desarrollando a lo largo de su vida.
Pero no debemos olvidar que esta gestión de las emociones estará, sin embargo, impregnada de la propia educación paterna, que estigmatizará de algún modo sus esfuerzos educativos.
Por eso debemos ser conscientes de nuestro pasado, de la educación recibida, y del lastre inevitable que esta ha supuesto en nuestra adultez.
Hoy en día observamos cómo existe un cierto analfabetismo emocional en nuestro sistema.
La alexitimia es la dificultad para expresar emociones: «No tengo palabras para expresar lo que me pasa...» Nos habla de la incapacidad para reconocer las sensaciones (a veces se señalan partes del cuerpo) y el inevitable cortejo psicosomático que le sigue.
El alexitímico presenta un bloqueo entre el cerebro límbico y la corteza cerebral.
Cerebro límbico = emociones
Corteza cerebral = expresión de las emociones
De ahí la gran importancia de conocer el simbolismo de la enfermedad, que abre las puertas al terapeuta para conseguir descifrar cuál es la causa profunda que ha llevado a este individuo, y en el caso que nos ocupa, a este niño, a enfermar. Dicha simbología se hace más urgente en el caso de los infantes, ya que tienen dificultad para expresar sus problemas psicoemocionales, en especial por ser estos totalmente inconscientes.
El niño es una esponja de información que en muchos casos no sabe cómo gestionar, y va somatizando a modo de respuesta todas las angustias que dicho conocimiento provoca en su ser en evolución.
«Todo lo que se le da a los niños, los niños se lo darán a la sociedad».
KARL MENNINGER

Índice

Introducción. La buena educación 11
Educar 13
Las creencias 14
Consecuencias de la educación 14
La religión: el miedo y la falta 15
Educación siglo xxi 16
Capítulo 1. Educacion emocional 19
Las emociones 21
Los padres actuales 22
Capítulo 2. El niño: un ser en evolución 25
Etapas evolutivas 27
Proximidad 32
Desafío 33
Evolución cronológica 34
Niño de 4 a 5 años 35
Niño de 5 a 7 años 36
Capítulo 3. Etapas evolutivas. Remedios homeopáticos
y psicosomática 37
Remedios de etapas evolutivas y psicosomática 39
Capítulo 4. Secretos de familia 61
Secretos de familia 63
Incomunicabilidad 64
El sexto sentido 66
Síntomas causales y periféricos 68
Capítulo 5. Trastornos emocionales en la infancia 71
El niño 73
Mundo interior 73
Mundo exterior 73
Competitividad 74
Situacion conflictiva padres-hijos 74
Los niños como víctimas 75
Capítulo 6. El entorno familiar 77
El medio familiar 79
Oposición 79
Remedios de ámbito familiar 82
Capítulo 7. El entorno escolar 85
El medio escolar 87
Detalles de algunos remedios 89
Ansiedad 94
Trastornos psicológicos y remedios 98
Perturbaciones comportamiento afectivo 100
Consecuencias 107
Agitación en clase 108
Fobia escolar 111
Inhibición, dificultad, contacto 115
La interrelacion en la escuela 116
Trastornos psicomotrices y miedos 120
Capítulo 8. Sueños e insomnio 123
El sueño 125
Insomnio 126
Remedios más corrientes de insomnio en niños 131
El niño que no duerme 131
Capítulo 9. Hiperactividad-hiperkinesia 133
Hiperactividad 135
Hiperkinesia 135
TDAH (Trastorno de Déficit por Atención) 135 Cuestionario D.N.S 137
Sistema límbico 138
Sistema nervioso autónomo 139
Genética y serotonina 140
Cerebro infantil 140
Niños con déficit de atención 142
Hiperactividad y nutrición 143
Visión homeopática 144
Verminosis 145
Soledad, hiperactividad 148
Remedios de hiperactividad 149
Capítulo 10. Remedios homeopáticos pediátricos
De bebé a adolescente 153
Lo psicoemocional: bebé, niño, adolescente 155
Conclusión 177
Bibliografía 183

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