La flor de la vida en ti

La «Flor de la Vida» es un símbolo antiquísimo de la geometría del universo, la Geometría Sagrada. En ella se describen el comienzo, la estructura y las vías de información de toda la realidad. Esta obra, basada en las enseñanzas de Drunvalo Melchizedek, nos lleva a un viaje por nuestra historia y a una sutil red de vibración, información y energía en el fondo de nuestro mundo. En ella aprenderás los distintos elementos de la Geometría Sagrada, que se manifiesta en el lenguaje de las formas de la naturaleza, desde el átomo más pequeño hasta la galaxia más enorme, pasando por el cuerpo humano.

ANDREAS BEUTEL
Se dedica desde 1995 a la Geometría Sagrada, la energía libre y la meditación. Tras asistir a un curso de Drunvalo Melchizedek, comienza a divulgar el conocimiento sobre la Flor de la Vida y la Mer-Ka-Ba.
Regularmente, imparte conferencias y seminarios sobre Geometría Sagrada, Merkaba, evolución de la conciencia y apertura del corazón.

1. La Flor de la Vida

La Flor de la Vida es un símbolo muy antiguo que se halla presente en muchos lugares de nuestro planeta. A simple vista, parece que es un cúmulo de círculos como le gusta dibujar a la mayoría de los niños. Si tomamos un compás y trazamos primero un círculo de cualquier tamaño, a lo largo de su circunferencia podremos dibujar otros seis círculos del mismo diámetro. Así obtenemos una flor sencilla. Casi todos recordaremos cómo de pequeños nos fascinaba la simple belleza que se consigue con un buen compás. Con cierta destreza podíamos ampliar el dibujo con nuevos círculos, cuyo centro estaba situado en el exterior y colorear el conjunto.
Hasta hace veinte años, la mayoría de las personas desconocía la Flor de la Vida. Nadie había oído hablar de ella y muy pocos sabían que este símbolo existe en la Tierra. A comienzos
En el mundo entero
Hasta la actualidad, la Flor de la Vida se ha encontrado en todos los continentes, con excepción de la Antártida. Uno de los primeros lugares en el que se dio a conocer es el templo de Osiris en Abidos, en Egipto, un templo extraño e importante que se halla detrás del famoso templo de Seti I. Como mínimo, en dos de sus columnas aparece la Flor de la Vida en distintas versiones (figura pág. 8). En todo Egipto hay varios lugares en los que se ha hallado la Flor de la Vida, y en la mayoría de los casos parecen ser de origen copto. Sin embargo, existe un curioso monasterio en medio del desierto egipcio en el que se fraguó el principio monástico cristiano. El mo-
nasterio de San Pablo comprende una capilla que ha sido visitada por numerosos peregrinos. En la cúpula de la misma aparece un dibujo, inadvertido para muchos, que representa una versión menor de la Flor de la Vida, la llamada semilla de la vida.
En Asia también se conoce la Flor de la Vida. En la Ciudad Prohibida, en Pekín, hay dos leones guardianes: el de la derecha representa la fuerza masculina, y con la garra sujeta una esfera que simboliza la unidad y la potencia del imperio. En la superficie de esta esfera se reconoce claramente el dibujo de la Flor de la Vida, que la cubre por completo. Asimismo, en numerosos templos indios y otros lugares religiosos también aparece esta representación.
Incluso en Europa se encuentra la Flor de la Vida en muchos lugares antiguos y simbólicos. También es un dibujo muy frecuente en el arte popular de los siglos XVII y XVIII. En el
norte de Alemania, en la isla de Rügen, se halla una pequeña población llamada Altenkirchen. Es conocida su iglesia del siglo XII, donde se conserva una piedra antigua de una cultura
eslava anterior. En el coro de la iglesia aparece dibujado en el techo, encima del altar, el núcleo central de la Flor de la Vida –constituida por seis hojas– a modo de estrella. En esta misma isla, en la población de Bergen, se encuentra la Casa Benedix, decorada con la semilla de la Flor de la Vida. Todavía más al norte, en Gotlandia, una isla que pertenece a Suecia, hay numerosas iglesias que muestran este dibujo grabado en piedra y madera y pintado (figura pág. 9).
Enigmas de la Flor de la Vida
En el antiguo monasterio de Preveli, en la isla de Creta (figura superior), se encuentra una flor particularmente hermosa. En el centro del monasterio hay una capilla constituida por dos naves y, por tanto, su estructura recuerda a la del cerebro con sus dos hemisferios. Cada una de ellas está ornamentada con el dibujo de la Flor de la Vida. Si nos fijamos bien, comprobamos que las dos versiones son en cierto modo diferentes. Uno de los tres ejes de la flor se puede dibujar en posición vertical u horizontal. En el monasterio de Creta, la flor del hemisferio femenino está plasmada con un eje horizontal (figura pág. 13), mientras que en el lado masculino tiene un eje vertical (figura pág. 7), lo que indica que existen dos clases de Flor de la Vida.
Historia
La Flor de la Vida se ha hecho famosa gracias a Drunvalo Melchizedek, quien en la década de 1970, emprendió su camino espiritual en Estados Unidos. Comenzó a estudiar física en la Universidad de Berkeley, pero poco antes de licenciarse cambió de carrera y comenzó a estudiar arte. Una vez concluidos los estudios partió a Canadá para vivir en plena naturaleza y dedicarse a la meditación. A lo largo de los años, Drunvalo Melchizedek estudió numerosas religiones –desde el sufismo hasta el judaísmo y el islam, pasando por el hinduismo– con la voluntad de descubrir el fondo común de todas las con-
fesiones. Uno de los temas que está presente en todos los sistemas espirituales es la geometría sagrada. Este lenguaje permite conocer el plano de una verdad y una información superiores, que con sus energías influyen en nuestro mundo y determinan las leyes formales por las que se rige. El plano de las ideas tiene una estructura geométrica que nos ayuda a comprender cómo surge la realidad y cómo se forma la percepción de nuestro mundo sólido y denso.
En su camino de un maestro a otro, Drunvalo Melchizedek conoció en Canadá a un alquimista, con el que estuvo estudiando durante dos años. Desde el punto de vista de la alquimia, la transformación de mercurio o plomo en oro tiene que ver con el paso de la conciencia del ser humano de un estado que se asocia con el plomo a otro estado de conciencia de Cristo, que está unido a la globalidad del universo, a todas las formas de vida y al elemento oro. El alquimista ve en toda
reacción química un reflejo de ciertas emociones que expe-
rimentamos en la vida cotidiana, e intenta comprender qué
significan y cuál es el sentido superior que se oculta tras ellas.
De este modo, el estudio de la alquimia también fue para
Drunvalo un estudio de diversas meditaciones encaminadas a purificar la conciencia y estudiar los procesos de transformación de la conciencia. En una de sus meditaciones entró en contacto con un ser que parecía egipcio, llevaba ropa extraña y de la barbilla le colgaba una gruesa trenza. Este ser no se identificó, sino que se limitó a una breve comunicación con Drunvalo y desapareció.

Índice

1. La Flor de la Vida 7
En el mundo entero 10
Enigmas de la Flor de la Vida 12
Historia 14
Thot 16
2. Geometría sagrada 21
La escuela de Misterios 22
Akenatón 24
Geometría sagrada 26
El recinto primitivo y el árbol de los mundos 28
Oscuridad 31
Que exista la luz 35
Tribuna 41
Anillo tórico 44
3. El germen de la vida 49
Embriología 52
Música, química y otros sitios 57
4. La semilla y el árbol de la vida 59
El árbol de la vida 62
5. El fruto de la vida y el cubo de Metatrón 67
El cubo de Metatrón 71
Los cuerpos platónicos 72
El origen de los cuerpos 78
6. La proporción áurea 81
Proporción áurea 84
Si así es abajo... 85
... así es arriba 86
Fibonacci 88
El hombre de Fibonacci 93
7. Una red de flores infinita y la Merkaba 95
Percepción 101
Dos círculos 103
El círculo áureo 105
Bibliografía 108