MBCT, por Zindel Segal, Mark G. Williams y John D. Teasdale. Editorial Kairós

MBCT: Terapia cognitiva basada en el mindfulness para la depresión

Referencia: 9788499885674
29,50 €
28,03 € 5% de descuento

por Zindel Segal, Mark G. Williams y John D. Teasdale

Edición revisada. Prólogo de Jon Kabat-Zinn

Incluye:

  • Acceso directo de AUDIO A MEDITACIONES GUIADAS POR Estrella Fernández

  • Acceso a Cuaderno de Trabajo descargable en PDF

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Este libro revolucionario, del que ahora se presenta una nueva edición completamente revisada, ha proporcionado a decenas de miles de profesionales el conocimiento básico para trabajar la terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT) para el tratamiento de la depresión. 
El libro proporciona instrucciones graduales para integrar la meditación, el movimiento atento y las intervenciones cognitivas durante cada una de las sesiones grupales. Los participantes aprenden a distanciarse de las pautas corporales y mentales automáticas que aparecen con la depresión. Esta obra también guía a los clínicos en la práctica del mindfulness. Asimismo se presentan los resultados de muchos estudios realizados hasta la fecha sobre la eficacia del MBCT.
Esta segunda edición presenta nuevos capítulos sobre un amplio abanico de componentes: la entrevista anterior a las clases, la compasión dirigida hacia uno mismo, el proceso de indagación, el espacio de respiración o el retiro opcional de un día entero.

Sobre los autores

El doctor Zindel V. Segal

es profesor emérito de psicología de los trastornos del estado de ánimo en la Universidad de Toronto, en Scarborough. También es director de formación clínica de ciencia clínica psicológica del programa de graduados del departamento de psicología. Entre sus publicaciones, cabe destacar Interpersonal Processes in Cognitive Therapy (1990), The Mindful Way through Depression (2007), Vulnerability to Depression (2011) y The Mindful Way Workbook (2014). También es miembro fundador de la Academy of Cognitive Therapy y defensor de la importancia de los abordajes basados en el mindfulness en los campos de la psiquiatría y la salud mental.

El doctor J. Mark G. Williams

es profesor de psicología clíni­ca e investigador adjunto de la Universidad de Oxford. También es director del Oxford Mindfulness Center del departamento de psiquiatría de la Universidad de Oxford. Entre sus publicacio­nes cabe destacar The Psychological Treatment of Depression (1992), Cognitive Psychology and Emotional Disorders (1997) Suicide and Attempted Suicide (2002), The Mindful Way through Depression (2007), Mindfulness: Finding Peace in a Frantic World (2011) y The Mindful Way Workbook (2014). También es uno de los fundadores de la Academy of Cognitive Therapy y miembro de la Academy of Medical Sciencies, la British Academy y la Association for Psychological Science.

El doctor John D. Teasdale

es profesor honorario de la United Kingdom Medical Research Council's Cognition and Brain Sciences Unit de Cambridge (Inglaterra). Entre sus publicaciones cabe destacar Affect, Cognition and Change (1993), The Mindful Way through Depression (2007) y The Mindful Way Workbook (2014). El doctor Teasdale es uno de los fundadores de la Academy of Cognitive Therapy y miembro de la British Academy y de la Academy of Medical Sciencies. También ha recibido un galardón al mérito científico otorgado por la división 12 (sección de psico­logía clínica) de la American Psychological Association. Desde su jubilaciÓn, el doctor Teasdale se ha dedicado a la enseñanza y difusión, por todo el mundo, de la meditaciÓn de la visión profun­da [insight meditation].

Sumario

Cómo usar este manual 11
Sobre los autores 13
Prólogo 15
Agradecimientos 23
Introducción 27
Primera parte:
El reto de la depresión 37
1. La larga sombra de la depresiÓn 39
2. ¿Por qué recaen las personas que han superado una depresión? 54
3. El desarrollo de la terapia cognitiva basada en el mindfulness 87
Segunda parte:
La terapia cognitiva basada en el mindfulness 113
4. Hacer y ser 115
5. El programa de ocho sesiones: Cómo y por qué 136
6. La entrevista previa con el participante 159
7. Consciencia y piloto automático SesiÓn 1 177
8. Bondad y compasión por uno mismo en la terapia cognitiva basada en el mindfulness 216
9. Vivir en nuestra cabeza Sesión 2 226
10. Unificar la mente dispersa Sesión 3 271
11. Reconocer la aversión Sesión 4 319
12. La indagación en la práctica y la práctica de la indagación 368
13. Permitir/Dejar ser Sesión 5 395
14. Los pensamientos no son hechos SesiÓn 6 434
15. Un día de práctica de la atención plena 480
16. ¿Cómo puedo cuidar mejor de mí? Sesión 7 489
17. La consolidación y generalización de lo aprendido 523
18. Retomar la situación El espacio de respiraciÓn de 3 minutos
como columna vertebral del programa 550


Tercera parte:
Evaluación y difusión 561
19. ¿Funciona la terapia cognitiva basada en el mindfulness? 563
20. ¿De qué manera produce sus efectos la terapia cognitiva basada en el mindfulness? 585
21. Pasar de la teoría a la práctica Apoyos para instructores y pacientes de la terapia cognitiva basada en el mindfulness 602

Epílogo 609
Referencias bibliográficas 611
Índice 621
Lista de pistas de audio y cÓdigos QR 637

Cómo usar este manual

La primera edición de este manual incluía una serie de formu­larios y hojas de trabajo que, quienes desempeñaban el papel de instructores del MBCT, debían repartir entre los participantes. En esta edición, el lector encontrará de nuevo esos formularios y el comprador del libro cuenta con nuestro permiso para fotocopiar este material para su uso personal y para compartirlo con los par­ticipantes del curso. (Los interesados encontrarán, en la página de copyright, los detalles de este permiso).
Para mayor comodidad, los lectores interesados también tienen la posibilidad de acceder en línea a formularios y hojas de trabajo.
Este libro ofrece un link con un acceso directo de audio en castellano que incluye los ejercicios del mindfulness presentados y que muchos participantes encuentran útil, especialmente al co­mienzo de la práctica del mindfulness.

Prólogo

Diez años atrás, comenzaba el prólogo de la primera edición de este libro diciendo que Terapia cognitiva basada en el mindfulness para la depresión es, en mi opinión, un libro fundamental. Hoy en día, sin embargo, no puedo seguir diciendo lo mismo, porque esta nueva edición revisada y ampliada resulta totalmente revolucionaria. Como texto y manual de tratamiento, no solo establece un nuevo criterio de autenticidad, fidelidad y conexión, sino que también resulta ejemplar la forma en que se presenta, es decir, la relación que establece con el lector.
Aunque el objetivo subyacente siga siendo el mismo (impedir la recaída en la depresión de personas que se hallan en situación de alto riesgo), esta nueva edición constituye una nueva categoría que supera, en todos los aspectos, las expectativas creadas por la primera. La primera edición desencadenó, en todo el mundo, una avalancha de interés, investigación y práctica clínica. En realidad, abrió, dentro del campo de la Psicología y la Psicoterapia, un campo nuevo basado en las evidencias inexistentes desde hace 15 años. La primera edición y el trabajo de los autores en los que se basaba explica la dinámica de la curva que presentamos en la Figura 1, que recoge el número de artículos relacionados con el mindfulness publicados en revistas científicas y médicas a lo largo
lo inanalizable con una sensibilidad, detalle y destreza desconocidos hasta ahora. Creo que todos los instructores que trabajen con el mindfulness se beneficiarán de su amable claridad y aliento en este sentido.
Yo siempre había tenido mis dudas sobre la posibilidad de «elaborar un guión» de algún aspecto de las intervenciones basadas en el mindfulness para quienes se dedicaran a la práctica de tal programa, porque nuestro principio operativo fundamental es que la enseñanza se deriva de la práctica. Por eso, al esqueleto proporcionado por el programa, hay que añadir los tendones y la carne de la propia experiencia con la práctica. En esta edición, los autores han dejado bien claro que el recurso profundo, multidimensional y ricamente texturado de la meditación no solo es algo recomendable, sino absolutamente fundamental para llevar este programa a la práctica. Pero los autores no quieren decir con ello que, a falta de práctica continua del mindfulness, no puedan utilizarse elementos de este trabajo, sino tan solo que el único abordaje merecedor del nombre de TCBM es el que se deriva de la práctica personal del instructor. Y, en este punto, son tan firmes como compasivos. ¿Por qué? Porque resulta imposible, a falta de una larga experiencia meditativa, transmitir este enfoque y comprometerse auténtica y profundamente con la experiencia de otras personas. Mal podrá, cualquier otro tipo de abordaje, «basarse en el mindfulness» y menos todavía podrá ser llamado TCBM.

Y, para muestra, un botón:

El objetivo último del programa TCBM consiste en ayudar al individuo a cambiar radicalmente la relación que establece con los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales que contribuyen a la recaída en la depresión. La comprensión básica y la orientación del instructor son las variables que más influyen en este proceso. Lo sepa o no, la comprensión

del instructor tiñe su presentación de la práctica y el modo en que gestiona la interacción. Y la influencia más poderosa de tal teñido gira en torno al efecto acumulativo (positivo o negativo) que, con independencia de su mensaje explícito, tiene su visión implícita básica (pág. 117).

Por ello es tan importante que el instructor (adviértase que los autores no dicen «terapeuta») sea consciente de sus visiones básicas implícitas y emplee su práctica para perfeccionar y modular su relación con ellas.
En otro lugar, afirman: «El rasgo distintivo de una clase de TCBM, de hecho, es el respeto y cordialidad con el que, aun por el mero hecho de asistir, tratan a los participantes, más como huéspedes que como pacientes» (pág. 217).

Y de nuevo:

Los resultados de la investigación y nuestra propia experiencia clínica sugieren que las personas solo son capaces de reconocer tempranamente, en el futuro, situaciones difíciles y de abordarlas adecuadamente cuando aprenden a asumir una actitud diferente con respecto al «campo de batalla» de sus pensamientos y sentimientos. Esta perspectiva implica la asunción de una modalidad de funcionamiento mental distinta a aquella en la que habitualmente nos movemos y en la que se mueven también muchas terapias. Y ello implica reemplazar la vieja actitud de solucionar y corregir problemas con otra que permita que las cosas sean como son, para ver con más claridad el mejor modo de responder a ellas (págs. 158-159, el subrayado es mío).

Esta orientación, que insiste en la importancia de «no hacer» y de «no corregir», puede parecer opaca, a primera vista, a los terapeutas, pero su cultivo encierra un extraordinario potencial de satisfacción y transformación profunda tanto del paciente como del
terapeuta. ¿Parece contraria a lo que dicta la intuición? Quizás. ¿Merece la pena tomarla en serio? ¡Sin la menor duda! Este libro muestra muy claramente la forma de desarrollar y optimizar esta forma de relacionarse con las cosas.
Además del capítulo relativo al proceso de indagación, el material nuevo incluido en esta edición incluye el yoga de la atención, el día dedicado al mindfulness que se lleva a cabo la sexta semana del programa; cambios en el nombre de varios capítulos para ampliar el alcance de determinadas sesiones; un capítulo dedicado explícitamente a la compasión hacia uno mismo, la encarnación de la bondad y el papel que desempeña en el programa; folletos para la sesión adicional, y un repaso global a la investigación realizada hasta la fecha en apoyo de la TCBM y el modo en que puede impedir la recaída en la depresión mayor. También explica la biología de la «modalidad ser» y de la «modalidad hacer» y los efectos cerebrales y corporales del entrenamiento en el mindfulness, subrayando el extraordinario poder de la atención y el cultivo sistemático de la conciencia que caracteriza a las intervenciones basadas en el mindfulness.
La introducción del mindfulness en los ámbitos de la teoría psicológica y de la psicoterapia del modo en que lo está haciendo la TCBM tiene, en mi opinión, la capacidad de enriquecer y transformar la disciplina misma y nuestra comprensión, en última instancia, de la naturaleza de la psique y de lo que llamamos «yo». Es importante señalar que los estudios cerebrales llevados recientemente a cabo por el grupo de Zindel Segal (Farb et al., 2007) están poniendo de manifiesto las redes corticales en que se asientan dos modalidades autorreferenciales diferentes: la modalidad experiencial basada en el cuerpo y arraigada en el momento presente, y la modalidad basada en el pensamiento y arraigada en un relato del pasado y el futuro que, en algunos casos, se halla desconectado de la realidad. El entrenamiento en el mindfulness ha demostrado su capacidad para diferenciar ambas modalidades, generando nuevas posibilidades de aprender, crecer y sanar. Estos descubrimientos corroboran la importancia del marco referencial teórico esbozado por los autores para entender la cavilación depresiva y el papel central que desempeña en la depresión mayor y el valor potencial del mindfulness para pasar de una modalidad mental, centrada en «hacer», a otra modalidad mental mucho más adecuada, centrada en «ser».
Quiero terminar agradeciendo a los autores el considerable esfuerzo que han realizado para ofrecer al mundo una forma tan útil como asequible de trabajar con el sufrimiento y el riesgo de recaída en la depresión que ha demostrado tener una extraña eficacia e integridad y cuyas posibles aplicaciones van mucho más allá del campo de la depresión. Será muy interesante ver lo que nos deparará, en la próxima década, este campo todavía tan incipiente.
DOCTOR JON KABAT-ZINN

Introducción

¿Quién hubiera dicho que las cosas fuesen a discurrir del modo en que lo han hecho? El libro que el lector sostiene entre sus manos es la segunda edición de otro que vio la luz hace ya 10 años y que, en muchos sentidos supuso, para cada uno de nosotros, un nuevo punto de partida. Poco sabíamos, entonces, que nuestro esfuerzo por entender los procesos implicados en la recurrencia de la depresión (y de trabajar con sus implicaciones prácticas para prevenirla) provocaría un impacto tan poderoso. Ahora resulta evidente lo acertado del pronóstico de Jon Kabat-Zinn en su prólogo a la primera edición. En su opinión, la aplicación del mindfulness al ámbito de la salud mental acabaría transformando el campo; el intento de entender el modo en que esa antigua práctica de sabiduría podría corregir los procesos básicos que mantenían la vulnerabilidad a la depresión y que, hacerlo en el contexto de los últimos descubrimientos realizados por la ciencia psicológica, resultaría muy ilustrativo y permitiría reconocer a muchas personas que, de otro modo, no lo advertirían, el extraordinario potencial transformador del cultivo del mindfulness [o la atención plena] instante tras instante.
Son varios los obstáculos que, durante la elaboración de esta segunda edición, nos hemos visto obligados a superar. Necesitábamos
reconocer sinceramente los errores cometidos sin alejarnos, por ello, de las intenciones del original. También debíamos esforzarnos en explicar mejor las cosas que no quedasen claras y pudieran generar malentendidos. Queríamos incluir los nuevos descubrimientos realizados, teóricos y prácticos, y describir, a la luz de la experiencia y los nuevos elementos incluidos, aspectos que nuestra primera edición hubiese soslayado. La segunda edición debía dejar claro las cosas que habíamos cambiado y las que seguían igual.
La primera edición contaba una historia que había comenzado en 1992, cuando empezamos a esbozar una forma de conservar los logros de la terapia cognitiva, pero vimos que los descubrimientos de laboratorio, los hallazgos clínicos y nuestra propia experiencia apuntaban en nuevas direcciones. Después de 10 años de investigaciones y ensayos clínicos presentamos, en la edición de 2002, lo que sabíamos acerca del riesgo de recaída en la depresión y del programa de ocho sesiones que podría contribuir a atenuarlo.
El hecho es que, en el año 2002, contábamos con un fundamento razonablemente sólido de algunas de las ideas en que ese programa se sustentaba, pero con poca evidencia de su eficacia. Después de todo, el uso del mindfulness en el tratamiento de la depresión era algo bastante reciente. Y también era novedoso, dentro del campo de la depresión, el problema al que tratábamos de enfrentarnos. Solo a finales de la década de los 1980 llegaron los clínicos a admitir la tendencia a recaer de quienes han atravesado una depresión. Los intentos anteriores se habían centrado comprensiblemente en el modo de tratar los episodios depresivos agudos, es decir, el modo de aliviar el sufrimiento intenso que acompaña a la depresión. El nuestro, sin embargo, apuntaba en una dirección diferente, ayudar a quienes han superado un episodio de depresión a permanecer bien, es decir, a reducir el peligro de recaída. Al comienzo, no sabíamos cómo hacerlo y mucho menos que la respuesta podía venir de un enfoque denominado meditación de la visión profunda (o «mindfulness»).
Este libro vuelve a contar y prosigue la misma historia, empezando con el modo en que la literatura académica y los descubrimientos de nuestra propia investigación llegaron a convencernos de que merecía la pena profundizar este abordaje de la depresión. El primer paso consistió en aumentar nuestra comprensión teórica de la recaída, y el segundo se dedicó a llevar a la práctica esta comprensión. No era una tarea nada sencilla. Y, como nuestra intención original no apuntaba hacia el enfoque que acabó conociéndose como terapia cognitiva basada en el mindfulness (TCBM), cuando emprendimos el camino ni siquiera lo llamábamos así.
En la primera edición, contamos con cierto detalle un viaje que, partiendo del reto de la depresión, señalaba todas nuestras falsas salidas y llegaba a la conclusión provisional de que el mindfulness era un abordaje adecuado para el tratamiento de las personas propensas a recaer en la depresión. Ahora debemos dar un paso más allá todavía, porque contamos con numerosos estudios que revelan la naturaleza de la depresión, mucha investigación destinada a valorar la eficacia a largo plazo del empleo de antidepresivos y otros tratamientos psicológicos y un numeroso cuerpo de investigación relativo a la eficacia del enfoque mindfulness, y para quién y cómo funciona. Aunque eran muy pocos, en el año 2002, los estudios que empleaban las técnicas de imagen cerebral, hoy en día contamos con varios estudios clave sobre lo que sucede en el cerebro mientras las personas practican el mindfulness.
Lo más sorprendente ha sido la inesperada explosión de interés sobre el uso del mindfulness para el tratamiento de un amplio abanico de problemas de salud física y mental. Y, si queremos entender a qué se debe, al menos en el campo de la salud mental en que trabajamos, debemos remontarnos a los inicios de nuestra
colaboración. En modo alguno pretendíamos, en ese momento, avanzar en esta dirección. ¿Cómo hemos llegado, pues, desde allí hasta aquí?
Nuestra historia se remonta al verano de 1989. En esa época, Mark Williams y John Teasdale estaban trabajando en el Medical Research Council's Applied Psychology Unit (hoy en día llamado Cognition and Brain Sciencies Unit) de Cambridge (Inglaterra), cuando recibieron la visita de Zindel Segal, que iba a participar en el Congreso Mundial de Terapia Cognitiva que ese año se celebraba en Oxford. Los tres llevábamos varios años trabajando en modelos psicológicos para el tratamiento de la depresión y teníamos muchas cosas en común e íbamos a presentar nuestras conclusiones en el mencionado congreso.
Nuestra conversación durante el encuentro en Cambridge previo al congreso giró en torno a los interrogantes planteados por la reciente investigación sobre la cognición y la emoción y la posibilidad de emplear los avances realizados en esos campos para entender de qué manera se combinan, en la depresión, con efectos tan devastadores, los pensamientos y los sentimientos negativos. Aunque veníamos de líneas diferentes de investigación, eran muchas las cosas que compartíamos, porque estábamos estudiando el mismo problema, es decir, cómo la depresión afecta al pensamiento de la gente de un modo que empieza estancando las cosas y acaba empeorándolas.
Nuestras conversaciones, en esa ocasión, giraron básicamente en torno a los mecanismos que determinan los cambios en el pensamiento y la emoción que acompañan a la depresión. No centramos nuestra atención en el tratamiento de la depresión porque eran muchos, a finales de la década de los 1980, los tratamientos psicológicos de las personas afectadas de depresión cuya eficacia era equiparable a la de los medicamentos antidepresivos y pare cía improbable que la investigación adicional pudiese añadir algo nuevo.
Nuestro interés, por el contrario, se centró en determinar por qué tantas personas se deprimen después de haberse recuperado de un episodio de depresión. La literatura académica era, en este sentido, poco clara. Algunos estudios pioneros parecían sugerir que el mantenimiento de ciertas actitudes o creencias aumentaba el riesgo de recaída en la depresión (entre las que cabe destacar «si no hago las cosas tan bien como los demás, significa que soy un ser humano inferior», o «mi valor como persona depende fundamentalmente de lo que los demás piensen de mí»). Esas actitudes o creencias se consideraban facilitadoras de la depresión, porque hacen depender la sensación de valía de la persona de acontecimientos, grandes o pequeños, ajenos a su control. Para determinar el grado en el que las personas sostienen tales creencias, se desarrolló un cuestionario llamado Escala de Actitudes Disfuncionales.
Poco a poco, sin embargo, los investigadores acabaron descartando el papel causal desempeñado, en la recaída, por esas actitudes. Según decían, los pacientes que, al finalizar el tratamiento, seguían manteniendo ese tipo de creencias podrían no haberse recuperado completamente, lo que aumentaba su vulnerabilidad • la recaída. En realidad, la intensidad de los síntomas residuales que siguen al tratamiento es uno de los mejores predictores de la recurrencia.
Pero son varios los problemas adicionales con que tropieza
el intento de esta teoría de explicar el retorno de la depresión.
Algunos estudios demostraron que los pacientes que se han re-
rrado, y cuyo estado de ánimo se ha estabilizado en torno al
medio de la población general, no muestran prueba alguna este estilo de pensamiento. Sus creencias fundamentales y la n'ilación de las actitudes eran normales, pese a que sabíamos
que era muy probable que volvieran a deprimirse. ¿Dónde radicaba esa vulnerabilidad? La respuesta a esta pregunta todavía no está clara, más adelante añadiremos alguna cosa al respecto. En cualquier caso, el congreso de Óxford llegó, pasó y nosotros retornamos a nuestras ocupaciones académicas con la promesa de mantener el contacto.
Dos años más tarde, en 1991, surgió una nueva oportunidad de volver a encontrarnos para hablar de las mismas cuestiones. David Kupfer, que dirigía el grupo de investigación de psicobiología de la depresión en la John D. y Catherine T. MacArthur Foundation, pidió a Zindel Segal que desarrollase una versión de «mantenimiento» de la terapia cognitiva para impedir la recaída de los pacientes que se habían recuperado de un episodio agudo de depresión. La terapia de mantenimiento proporciona una forma de seguir tratando a los pacientes que, pese a haberse recuperado, corren todavía peligro de recaída. Se trata de una terapia que, aunque no se imparte de manera regular, apunta al mismo objetivo de desarrollar, en pacientes anteriormente deprimidos, habilidades que les permitan identificar y corregir problemas que, en caso de verse ignorados, pueden acabar desembocando en la depresión. David Kupfer y Ellen Frank acababan de publicar por aquel entonces un estudio pionero defendiendo el valor, para tales sesiones de mantenimiento, de un enfoque estructurado de tratamiento llamado terapia interpersonal (TIP). ¿Podía desarrollarse acaso una versión de mantenimiento parecida que emplease la terapia cognitiva? Zindel, que dirigía la unidad de terapia cognitivo-conductual del Clarke Institute of Psychiatry (hoy en día, Center for Addition and Mental Health de la Clarke Division), contactó entonces con Mark Williams (que había pasado de Cambridge a la Universidad de Bangor [Gales] y que ahora está en la Universidad de Oxford) y John Teasdale para discutir la posibilidad de trabajar juntos en ese proyecto.
Nuestro primer encuentro se llevó a cabo en Toronto en abril de 1992. Las notas de esa reunión configuraron el aspecto general de esa terapia cognitiva de mantenimiento que no guarda, sin embargo, demasiada semejanza con el enfoque que acabamos desarrollando. Y, durante los años posteriores, nos alejamos mucho más de la versión de la terapia cognitiva en la que nos habíamos formado.
Como explica este libro, el primer paso de este alejamiento consistió en añadir, a nuestra intervención de terapia cognitiva, un componente de entrenamiento de la atención. Pero, cuando descubrimos que no bastaba con ello, renunciamos al marco de referencia proporcionado por la «terapia» para sumergirnos más de lleno en un abordaje basado en el mindfulness que no se empeñase en tratar de cambiar los pensamientos y sentimientos sino que, por el contrario, los mantuviese en la conciencia. Y, finalmente, avanzamos hacia una integración de los principios fundamentales de la terapia cognitiva con la práctica sostenida del mindfulness a lo largo de un proceso que esbozamos detalladamente en la edición de 2002 de este libro.
El impacto que tuvo esa primera edición en el mundo de la terapia nos sorprendió. Al comienzo del proceso de desarrollo de la TCBM nos preguntamos, en varias ocasiones, cómo sería recibido y suponíamos que, aun en el caso de que demostrase ser de ayuda para algunas personas, solo ocuparía un rincón en algún extremo de la práctica terapéutica; pero esa previsión resultó estar muy equivocada. Por razones que todavía se nos escapan, el mindfulness resonó con el zeitgeist de la época, y, al calor de esta creciente aceptación, los terapeutas están empezando a formular importantes preguntas sobre este nuevo enfoque: ¿Qué es la TCBM y por qué elegirla?, ¿es eficaz?, ¿cómo funciona?, y ¿cómo podemos enseñarla?
¿Qué es la TCBM y por qué elegirla? En el año 2002, esta historia estaba recién empezada. Diez años después, necesitamos entender lo que ha ocurrido. Así que, en este libro, actualizaremos la teoría y la investigación que sustenta el empleo de un enfoque mindfulness para evitar la recaída en la depresión. Indicamos los cambios que hemos realizado en el programa, qué aspectos entendemos ahora que entonces no se hallaban claramente explicados y qué malentendidos nos quedan por aclarar. Para ello, reflexionamos en los distintos aspectos del mindfulness cultivados por cada faceta del programa, tratando de responder a las preguntas que se formulan con más frecuencia.
¿Es eficaz? En el momento de la publicación de la primera edición de este libro, solo había un ensayo que demostrase que la intervención reducía el riesgo de recaída. Aunque demoramos la redacción del libro hasta tener los resultados de ese ensayo, los datos todavía eran, en ese estadio, meramente introductorios. ¿Podría replicarse? Diez años después, tenemos la respuesta a esa pregunta. También hemos revisado el modo en que este enfoque ha funcionado en cinco nuevos estudios de investigación destinados a evaluarlo, dos de los cuales han comparado la eficacia relativa de la TCBM con la medicación antidepresiva continua, el tratamiento más habitualmente utilizado para impedir la recaída. Los resultados de esos estudios ponen claramente de relieve que este enfoque resulta muy eficaz para mitigar el riesgo de recaída en quienes presentan un historial más largo y recurrente de depresión.
¿Por qué funciona? En la época de la primera edición, confiábamos mucho en nuestro análisis teórico y en algunas investigaciones de laboratorio sobre los posibles mecanismos que explicaban la eficacia de la intervención; aunque era muy poca la investigación realizada sobre las variables que cambian durante el programa de ocho semanas o los factores fundamentales que permiten evitar la recaída y la recurrencia. Las respuestas a esas preguntas son
fascinantes y añaden algo muy importante a nuestro conocimiento.
¿Qué debe hacer el clínico para formarse y prepararse con vistas a enseñar la TCBM? En el año 2002, no estábamos muy seguros al respecto pero, 10 años más tarde y después de haber formado a varios centenares de instructores de TCBM de todo el mundo, podemos decir alguna que otra cosa en este sentido. Cada vez nos queda más clara la importancia de estos factores para no dañar, en primer lugar, a quienes solicitan nuestra ayuda y asegurarnos, en segundo lugar, de invitarlos a un programa que pueda ayudarlos a liberarse profunda y duraderamente del sufrimiento. Ahora tenemos más claro que cuando, en 2002, utilizábamos la expresión «basado en el mindfulness», no solo estamos refiriéndonos al hecho de que lo que se enseña en clase o en clínica «se deriva del mindfulness», sino que también estamos diciendo que el «fundamento» de las habilidades enseñadas por el instructor es el fruto de su propia práctica cotidiana del mindfulness. A decir verdad, los instructores que utilizan este enfoque deben contar con habilidades como profesionales cualificados y fiables en su propio campo, pero también necesitan una profundidad de práctica y una perspectiva que solo puede derivarse del conocimiento experiencial de lo que es y no es la práctica del mindfulness. Y ello significa que los instructores del mindfulness deben practicar el mindfulness diariamente. Mal podrá el instructor, si no practica continuamente el mindfulness, enseñar TCBM.
Empezaremos explicando lo que es la depresión. Si nos remontamos 20 años atrás, al momento en que emprendimos este proyecto, no había entonces la menor duda de que la depresión era uno de los problemas más acuciantes del campo de la salud mental. ¿Qué aspecto tenía la situación a finales de la década de los 1980 y qué perspectivas nuevas estaban entonces apareciendo? La visión
de la depresión estaba entonces cambiando de un episodio puntual a un trastorno crónico y recurrente; y los planificadores de la salud estaban empezando a darse cuenta de que la depresión estaba destinada a convertirse en una de las mayores «enfermedades» del siglo XXI, lo que requería nuevas respuestas.

 

PRIMERAS PÁGINAS DEL CUADERNO DE TRABAJO MBCT. TERAPIA COGNITIVA (DESCARGABLE)

Cuaderno de trabajo de
MBCT. TERAPIA COGNITIVA
BASADA EN EL MINDFULNESS PARA LA DEPRESIÓN

Cuaderno de trabajo de LA TERAPIA COGNITIVA

de Zindel V. Segal, J. Mark G. Williams y John D. Teasdale

Editorial Kir

Editoria Kairós

EDICIÓN REVISADA

En trevista previa a los participantes:

Folleto 6.1 Folleto preliminar para la terapia cognitiva basada en el mindfulness

Folleto 6.2 Una introducción a la terapia cognitiva basada en el mindfulness

Folletos para el participante de la SESIÓN 1:

Sesión 1 - Folleto 1 Una definición del mindfulness

Sesión 1 - Folleto 2 Resumen de la sesión 1: Conciencia y piloto automático

Sesión 1 - Folleto 3 Prácticas para la semana posterior a la Sesión 1

Sesión 1 - Folleto 4 Informe de una paciente

Sesión 1 - Folleto 5 Formulario de Registro de la Práctica en Casa

Folletos para los participantes de la SESIÓN 2:

Sesión 2 - Folleto 1 Resumen de la sesión 2: Vivir en nuestra cabeza

Sesión 2 - Folleto 2 Consejos para el escáner corporal

Sesión 2 - Folleto 3 Atención plena a la respiración

Sesión 2 - Folleto 4 Práctica en casa para la semana posterior a la Sesión 2

Sesión 2 - Folleto 5 Formulario de Registro de la Práctica en Casa

Sesión 2 - Folleto 6 Calendario de experiencias placenteras

Folletos para los participantes de la SESIÓN 3:

Sesión 3 - Folleto 1 Resumen de la sesión 3: Unificar la mente dispersa

Sesión 3 - Folleto 2 Espacio de respiración de 3 minutos: Instrucciones básicas

Sesión 3 - Folleto 3 Práctica en casa durante la semana posterior a la Sesión 3

Sesión 3 - Folleto 4 Formulario de Registro de la Práctica en Casa

Sesión 3 - Folleto 5 Calendario de experiencias desagradables

Folletos para los participantes de la SESIÓN 4:

Sesión 4 - Folleto 1 Resumen de la sesión 4: Reconocer la aversión

Sesión 4 - Folleto 2 El paseo atento

Sesión 4 - Folleto 3 Práctica en casa durante la semana posterior a la Sesión 4

Sesión 4 - Folleto 4 Formulario de Registro de la Práctica en Casa

Sesión 4 - Folleto 5 Permanecer presente

Folletos para los participantes de la SESIÓN 5:

Sesión 5 - Folleto 1 Resumen de la sesión 5: Permitir/Dejar ser

Sesión 5 - Folleto 2 Utilizar el espacio de respiración: Instrucciones adicionales Sesión 5 - Folleto 3 Práctica en casa durante la semana posterior a la Sesión 5 Sesión 5 - Folleto 4 Formulario de Registro de la Práctica en Casa

Sesión 5 - Folleto 5 «La casa de huéspedes»

Folletos para los participantes de la SESIÓN 6:

Sesión 6 - Folleto 1 Resumen de la sesión 6: Los pensamientos no son hechos Sesión 6 - Folleto 2 Cómo puedes ver los pensamientos de un modo diferente Sesión 6 - Folleto 3 La prevención de la recaída

Sesión 6 - Folleto 4 Trabajar sabiamente con la infelicidad y la depresión-I Sesión 6 - Folleto 5 Práctica en casa durante la semana posterior a la Sesión 6 Sesión 6 - Folleto 6 Formulario de Registro de la Práctica en Casa

Sesión 6 - Folleto 7 Dar un paso atrás del pensamiento

Sesión 6 - Folleto 8 El tren de las asociaciones

Folletos para los participantes de la SESIÓN 7:

Sesión 7 - Folleto 1 Resumen de la sesión 7: «¿Cómo puedo cuidar mejor de mi?» Sesión 7 - Folleto 2 Cuando la depresión resulta abrumadora

Sesión 7 - Folleto 3 El embudo del agotamiento

Sesión 7 - Folleto 4 Trabajar sabiamente con la infelicidad y la depresión-II Sesión 7 - Folleto 5 Práctica en casa durante la semana posterior a la Sesión 7 Sesión 7 - Folleto 6 Formulario de Registro de la Práctica en Casa

Folletos para los participantes de la SESIÓN 8:

Sesión 8 - Folleto 1 Resumen de la sesión 8: La consolidación y generalización de lo aprendido

Sesión 8 - Folleto 2 El mindfulness cotidiano

FOLLETO 6.1

Folleto preliminar para la terapia cognitiva
basada en el mindfulness

Lee esto, por favor, antes del encuentro.

DEPRESIÓN

La depresión es un problema muy común. El 20% de los adultos ex­perimenta, en algún momento de su vida, una depresión grave. La depresión implica cambios biológicos en el funcionamiento cerebral y cambios psicológicos (es decir, en el modo en que pensamos y sentimos). Por ello resulta a menudo útil combinar los tratamientos médicos para tratar la depresión (que actúan sobre el cerebro) con los enfoques psicológicos (que nos enseñan nuevas formas de en­frentarnos a los pensamientos y sentimientos).

TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN

Quizás, si has estado deprimido, el médico te haya recetado anti­depresivos, que funcionan gracias a su efecto sobre los mensajeros químicos de tu cerebro. En el caso de la depresión, la tasa de men­sajeros químicos experimenta una reducción, cayendo el estado de ánimo y los niveles de energía y alterando el sueño y el apetito. Este es un problema cuya corrección requiere tiempo, pero la mayoría de las personas experimentan mejoras en un periodo que va de las 6 a las 8 semanas.

Aunque los antidepresivos funcionen reduciendo la depresión, no son una cura permanente, porque sus efectos solo se producen mientras los tomas. Tu médico puede seguir recetándote antidepre­sivos durante meses o incluso años, ya que actualmente es el trata­miento recomendado para evitar la recaída. Pero son muchas las personas que prefieren apelar a otras formas de evitar una nueva depresión. Este es el objetivo de las clases a las que asistirás.

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PREVENCIÓN DE LA RECAÍDA

Independientemente de su causa, la experiencia de la depresión tiene una serie de efectos secundarios. Uno de ellos es que aumenta la probabilidad de la recaída. El propósito de estas clases consiste en reducir esa probabilidad. En ellas aprenderás habilidades que te ayudarán a gestionar mejor tus pensamientos y sentimientos.

Como son muchas las personas que han atravesado una de­presión y están en peligro de experimentar una depresión adicio­nal, aprenderás estas habilidades en una clase con una docena aproximada de personas que también han estado deprimidas y han sido tratadas con antidepresivos. El grupo se reunirá durante ocho sesiones de dos horas en las cuales aprenderás nuevas formas de enfrentarte a lo que ocurre en tu mente y a compartir y revisar tu experiencia con otros participantes.

Concluidas las ocho sesiones semanales, el grupo volverá a reunirse cuatro veces durante los siguientes meses para evaluar su avance.

LA PRÁCTICA EN CASA:

LA IMPORTANCIA DE PRACTICAR ENTRE LAS CLASES

Trabajaremos juntos en la modificación de las pautas mentales que se instalaron hace tanto tiempo que han acabado convirtiéndose en hábitos. Solo podemos esperar tener éxito en esos cambios si de­dicamos tiempo y esfuerzo a aprender las habilidades necesarias para ello.

Este enfoque depende enteramente de la disposición a llevar a cabo las prácticas encomendadas para realizar en casa entre un encuentro y el siguiente. Estas prácticas requieren una hora, al me­nos, al día, seis días por semana, durante ocho semanas, e incluyen tareas como escuchar las meditaciones grabadas y otras prácticas, realizar breves ejercicios, etcétera. Sabemos que es muy difícil en­contrar tiempo para algo nuevo en una agenda ya, de por sí, muy apretada, pero el compromiso de dedicar un tiempo a la práctica en casa constituye una parte esencial del programa. Por ello reco­mendamos que sería mejor que no comenzara las clases quien no esté dispuesto a comprometerse en ellas.

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Kairos
9788499885674

Ficha técnica

Autor/es:
Zindel Segal, Mark G. Williams, John D. Teasdale
Editorial
Kairós
Traducción
David González Raga
Fernando Mora
Formato
15X23 cm
Páginas
640
Encuadernación
Rústica (tapa blanda)
Nuevo
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