El Tao del amor y el sexo
Referencia: 9788415887157
La ancestral vía china hacia el éxtasis
«Para los taoístas no existen líneas divisorias entre las dichas terrenas y celestiales: lo unen todo en el éxtasis, en el disfrute tanto de lo natural como de lo artístico; el taoísmo está siempre en comunicación con el Universo».
JOLAN CHANG
El Tao del amor y el sexo, por Jolan Chang. Ed. Neo Person
La ancestral vía china hacia el éxtasis
ISBN: 9788415887157
Jolan Chang, una de las autoridades más sobresalientes del taoísmo moderno, nos ofrece en El Tao del amor y el sexo una clara y fiable interpretación de las antiguas enseñanzas taoístas sobre la sexualidad. Un texto clásico que, año tras año, sigue siendo un éxito de ventas.
La obra comienza con una introducción sobre la filosofía del Tao y, tomando como punto de partida los cánones de la medicina taoísta, aborda los siguientes temas:
- los diferentes métodos de contacto en el encuentro amoroso
- las ventajas de las diversas posturas sexuales
- las modalidades del beso erótico
- la importancia de la satisfacción femenina y del control de la eyaculación en el varón
- las claves ancestrales de la alquimia del Tao aplicadas a la longevidad
- los beneficios de determinadas técnicas de respiración energética
- las repercusiones de la práctica taoísta del sexo en la salud
- el procedimiento para la superación de la impotencia
Con un prólogo y un epílogo de Joseph Needham (historiador y divulgador occidental del ancestral legado chino), El Tao del amor y el sexo constituye el primer estudio completo sobre las técnicas amatorias según las escuelas taoístas, y demuestra que los principios de los textos antiguos del Tao continúan vigentes para estimular y mejorar la salud sexual de las nuevas generaciones
«El taoísmo cree que no puede haber solución para ninguno de los problemas del mundo sin un enfoque directo hacia el amor y el sexo. Casi todas las destrucciones y autodestrucciones, casi todo el odio y tristeza, la codicia y las ansias de dominio surgen de un oculto y profundo anhelo de amor y de sexo. Y los manantiales y las fuentes del amor y del sexo son tan inagotables como el propio Universo».
JOLAN CHANG
Jolan Chang (1917-2002)
fue un sexólogo y filósofo taoísta, autor de los clásicos El Tao del Amor y el Sexo y The Tao of The Loving Couple. Nació en 1917 en Hangzhou, China, y tras la revolución de Mao vivió durante varios años en Canadá para trasladarse finalmente a Suecia, donde murió en 2002.
- Encuadernación: Rústica
- Dimensiones: 14,5 x 21 cm
- Nº Pág.: 245
Índice
AGRADECIMIENTO 7
PRÓLOGO 13
INTRODUCCIÓN 17
EL TAO AMOROSO 21
¿Qué es el Tao? 29
La similitud entre los estudios sexuales antiguos y modernos 31
Reconsideración de la eyaculación 33
La armonía del Yin y del Yang 37
La similitud entre autores antiguos y modernos en la teoría de la armonía y de la felicidad 38
Nei tan (elixir interior) y Wai tan (elixir exterior) 40
COMPRENSIÓN DEL TAO AMOROSO 43
Tres conceptos básicos del Tao 45
El papel de las mujeres 46
Importancia de hacer el amor 47
Cómo observar
la satisfacción femenina 48
Concepto erróneo del Tao 50
CONTROL DE LA EYACULACIÓN 55
La verdadera dicha de amar 61
El método cerrado 63
El moderno método cerrado 65
La técnica de Masters y Johnson de la presión 65
Antigua técnica china de la presión 66
Consejos para hombres experimentados 68
Frecuencia eyaculatoria 69
Variaciones individuales 71
Eyaculación insuficiente 71
¿Eyaculación prematura? 72
MIL EMPUJES AMOROSOS 75
La capacidad del varón puede ser aumentada grandemente 80
Tipos de penetración 80
Profundidades de la penetración 82
Procedimientos de penetración 84
Gimnasia sexual 86
Los versátiles métodos del maestro Sun 87
POSICIONES AMOROSAS 91
Cuatro posiciones básicas y veintiséis variaciones 93
Hay que encontrar una posición conveniente 96
Cambio de posición 101
La mujer encima 101
Ventajas de la posición
de la mujer colocada encima 102
Variaciones de la posición de la mujer encima 103
Penetración por detrás 104
La experimentación es la clave 104
EL TAO Y LOS BESOS ERÓTICOS 107
La esencia Yin 110
Besos eróticos y sexo oral 111
Ventajas de los besos eróticos 112
Besos en los pezones 113
Consejos para los besos eróticos 114
EVOLUCIÓN Y DEGRADACIÓN DEL TAO DEL AMOR 117
Insistencia acerca de la satisfacción femenina 119
La dinastía Han 122
Desde la dinastía Sui a la dinastía Ming 124
Superstición y vampirismo 125
Algunas nociones confusas 126
Cómo llegó casi a desaparecer el Tao del amor 130
Período de agonía y frustración 130
LA CONQUISTA DE LA IMPOTENCIA 133
Miedo irrazonable de la impotencia 136
Cómo superar la impotencia 138
Método de la penetración suave 139
Seguridad 142
Tamaño y forma del pene (y desarrollo de los ejercicios) 143
Actitudes modernas 145
El método de Wu Hsien 145
LA LONGEVIDAD Y EL TAO DEL AMOR 151
El acto amoroso y la longevidad 154
Culto moderno de la juventud 155
La eyaculación en la edad madura 158
El control de la eyaculación y la longevidad 159
Breve historia de la longevidad en China 160
RELACIONES MAYO-SETIEMBRE 165
Prejuicios sociales 168
Relaciones entre una mujer joven y un hombre maduro 168
Relaciones entre un hombre
y una mujer maduros 169
La atracción no es siempre unilateral 170
Ventajas de las relaciones entre una mujer madura y un hombre joven 171
Higiene personal 172
Conclusiones 174
LA RESPIRACION,
T'Al CHI CH'UAN Y EL TAO DEL AMOR 175
Una respiración correcta 177
Ejercicios respiratorios 178
Mejora de los órganos 179
T'ai Chi Ch'uan 180
El T'ai Chi Ch'uan como
autodefensa y estupendo ejercicio 181
Dieta 182
ESTUDIO DEL TAO 185
Desarrollo sensorial 188
Hay que aprender a comunicarse 192
El Tao no es solo para hombres 193
La importancia de
una compañera adecuada 194
Orgasmo masculino: la vía del Tao 196
Respuesta a algunas preguntas 196
RESUMEN FINAL: ALGUNAS EXPERIENCIAS PERSONALES 205
EPILOGO de JOSEPH NEEDHAM 215
BIBLIOGRAFÍA I: TEXTOS CHINOS 229
BIBLIOGRAFIA II: TEXTOS EN INGLÉS 233
PRÓLOGO
Muy pocos eruditos occidentales han dedicado un estudio a la sexología tradicional china. Sin embargo, el tema es de extraordinario interés para el hombre, y, por otra parte, cabe esperar de la cultura china en particular, con su genio sin parangón para combinar lo racional y lo romántico, que tenga cosas muy importantes que decir al respecto.
Aparte el admirable Henri Maspero, uno de los principales investigadores fue Robert von Gulik (al que se cita repetidamente en este libro), a quien encontré por primera vez, en 1924, durante la guerra. Salía para Chungking como encargado de Negocios de Holanda, mientras yo me dirigía también allí como consejero científico de la Embajada británica. Más tarde, si la memoria no me es infiel, pronuncié unas palabras durante la ceremonia de su boda con la señorita Shui Ssu-Fang, que formaba parte de nuestro equipo de cooperación científica. Después de la guerra, cuando comencé a interesarme por el taoísmo y su búsqueda de la longevidad y la inmortalidad, él y yo mantuvimos una amplia correspondencia, con la que creo que logré persuadirle respecto a que no había nada de perverso o patológico en las técnicas sexuales descritas y prescritas por los adeptos del taoísmo. Esto se hallaba de acuerdo con su propia convicción, derivada de un profundo conocimiento de la literatura, en relación con que la vida sexual china a través de los siglos había sido sumamente saludable, libre de las aberraciones del sadismo y del masoquismo, pero extraordinariamente hábil en afortunadas variantes y entregas mutuas. El presente libro se halla situado por completo dentro de esta tradición.
Mi propio ejemplar de la colección china más importante de tipo sexológico, la Shuang Mei ChingAn Ts'ung Shu, editada por Yeh Te-hui, lo adquirí, como puedo recordar con placer, en una librera en el Liu Li Ch'ang, de Pekín, en 1952. Desde entonces me he dedicado de nuevo al estudio de esos temas, dado que el importante nei tan, o «elixir interior», que forma parte de la alquimia china, está íntimamente relacionado con las técnicas sexuales y, según se cree, puede prolongar la vida y tal vez conducir a la inmortalidad material 2.
Más tarde, en 1972, apareció un nuevo astro en este firmamento, nuestro amigo Chang Chung-Lan (Jolan Chang), de Estocolmo, cuyos libros acerca de la sexología china y universal recomiendo a los lectores de espíritu abierto. Con enorme sapiencia y habilidad ha encontrado palabras para explicar a hombres y mujeres del mundo moderno una parte de cómo la sabiduría de la cultura china se ha manifestado en los temas del corazón, del amor y del sexo. Aunque expone todo ello de una forma técnica, estas materias deben siempre contemplarse teniendo como telón de fondo esa vastísima sapientia, por asombroso que pueda parecer a los occidentales, la convicción china de que ni siquiera hay una línea de diferencia entre el amor sagrado y el profano. Con toda seguridad, esto es algo inexcusable para todos y en todas partes.
JOSEPH NEEDHAM
INTRODUCCIÓN
Deben amarse los unos a los otros pero no saben cómo.
SANDOR FERENCZI 1
En su popular libro titulado Miedo a volar, la feminista Erica Jong hace las siguientes reflexiones:
... pero el mayor problema consiste en cómo lograr que vuestro feminismo armonice con vuestra insaciable ansia de varón. No es algo sencillo. Además, cuanto más mayores os hacéis, cada vez resulta más evidente que, básicamente, los hombres están aterrados ante las mujeres. Unos en secreto y otros abiertamente. ¿Qué puede ser más penetrante que unas mujeres liberadas que se muestren completamente de acuerdo con un pene fláccido? Los mayores problemas de la historia palidecen si se comparan con esos dos objetos quintaesencíales: la mujer eterna y la siempre verga floja.
Más adelante continúa: «Esa es la desigualdad básica que nunca podrá ser equilibrada: no que el macho posea un maravilloso atractivo adicional que se llama pene, sino que la hembra tenga una maravillosa vagina para todas las estaciones. Ni la tormenta ni la ventisca o la oscuridad de la noche pueden perturbarla. Está siempre allí y siempre dispuesta. Constituye algo verdaderamente terrible cuando se piensa en ello.
No hay por qué asombrarse de que los hombres odien a las mujeres. Ni tampoco hay que maravillarse de que hayan inventado el mito de la incapacidad femenina».
No puedo mostrarme de acuerdo cuando la autora afirma que «los mayores problemas de la historia palidecen si se comparan...», pero sentimos que nos devuelve la esperanza en seguida al añadir «que nunca podrá ser equilibrada». Los antiguos taoístas encontraron un camino hace ya miles de años. De hecho, muchos taoístas y algunos afortunados no taoístas lo están aplicando actualmente en todo el mundo. Lo desafortunado radica en que este conocimiento no se haya pro-
pagado aún lo suficiente, hecho que este libro confía en ayudar a subsanar. En esta introducción intentaremos responder
a dos importantes preguntas. Una mañana del pasado invierno,
en su bello retiro del sur de Francia, el famoso autor Lawrence Durrell me apremió a que explicara cómo me había hecho
taoísta y qué me había impulsado a escribir este libro. Lo que sigue constituyendo una explosión de idealismo inspirada por
la eternamente investigadora mente de un novelista.
Una madre hace mucho más que dar la vida a su hijo. Posee la más poderosa influencia formativa y moldea el futuro de su hijo para lo bueno o para lo malo, para una vida dichosa o para una triste autodestrucción.
A este respecto, soy en extremo afortunado. Mi madre era una mujer dotada de gran comprensión, gusto y compasión, y, aunque durante muchos años no me percaté de ello, la persona más naturalmente taoísta que nunca he encontrado.
Cuando digo «naturalmente» me refiero a que, sin profesar el taoísmo o incluso sin haberse dado cuenta de serlo, creó una atmósfera y un ambiente familiar en el que prevaleció una actitud de tipo taoísta. Al desenvolverme en una atmósfera así, yo también me convertí en un taoísta de tipo natural, solo que llegué a ser consciente de ello cuando tenía unos doce años.
Por lo general, un taoísta siente un amor infinito por el Universo y por cuanto vive en él. Cualquier forma de despilfarro y destrucción es algo demoníaco para un taoísta y que se debe evitar. Con estos antecedentes, es comprensible que debía buscar medios para corregir esa violencia y esa destrucción que están tan extendidas, y saber por qué razones muchas personas, al parecer afortunadas, habían puesto fin a su vida: Ernest Hemingway, George Sanders, Mark Rothko; en realidad, la lista sería interminable. Y por qué millares de hombres y mujeres saludables, e incluso niños, se destruyen lentamente a sí mismos por medio del tabaco, de las drogas, del alcohol y por malos hábitos alimentarios y de vida. Por qué muchos miles de personas lo odian todo y a todos, y desean, o lo intentan, destruirlo todo. Y, finalmente, por qué la historia del hombre constituye una serie de guerras sin fin. ¿Por la gloria de la conquista o solo debido a una codicia sin límites? ¿O por ansia de poder?
Desde mi adolescencia siempre me he preguntado todo esto y he buscado respuestas a tales preguntas. Tras muchos años de viajar por varios continentes, de reunirme con miles de personas de diferentes nacionalidades e indagar en todas las filosofías y religiones importantes del mundo, he llegado a la conclusión de que esos males tienen sus raíces en el fracaso de hombres y mujeres en logrAr la armonía fundamental del Yin y el Yang, y que era en el taoísmo donde podría encontrarse una respuesta que fuese al mismo tiempo sencilla y agradable.
¿Por qué constituye un medio fácil? Porque carece de formalismos, de dogmas, de iglesia. Y porque todo lo que exige es relajarse, ser natural.
¿Y por qué resulta tan agradable? Porque no exige renunciar a ningún tipo de placer terrestre o celestial, como la música o la belleza, como ya lo hiciera la antigua filosofía china del mohísmo (una filosofía altruista contemporánea del confucianismo, que no debe confundirse con el maoísmo). Tampoco exige rechazar todo tipo de deseo, como el anhelo de la belleza de las formas, del sonido, del olfato, del gusto, del tacto y del amor carnal, como casi han hecho las escuelas budistas. Por el contrario, el taoísmo aconseja que cada uno cultive sus
gustos preferidos, viva saludablemente y goce con plenitud de las dichas de la tierra y del cielo. Para los taoístas no existen líneas divisorias entre las dichas terrenas y celestiales: lo unen todo en el éxtasis, puesto que, para el disfrute de las cosas naturales o artísticas, el taoísmo está en comunicación con el Universo (su término para referirse a Dios),
Como he podido experimentar personalmente, el taoísmo cree que no puede haber solución para ninguno de los problemas del mundo sin una total aproximación al amor y al sexo. Casi todas las destrucciones y autodestrucciones, casi todo el odio y tristeza, casi toda la codicia y ansias de dominio surgen del ansia de amor y de sexo. Y los manantiales y las fuentes del amor y del sexo son tan inagotables como el propio Universo. Esta no es exactamente mi idea original; es solo un intento de revivir lo que los antiguos taoístas conocían desde hace miles de años: que sin la armonía del Yin y del Yang, el origen de la vida y de la felicidad, no nos queda otra cosa que la muerte y la destrucción.
Estocolmo, 1976.
JOLAN CHANG