Las Terapias Energeticas

El equilibrio entre la mente y el cuerpo es la clave para experimentar una vida plena, saludable y energética. Sin embargo, son muchos los obstáculos que pueden impedimos alcanzar esta meta. Con más de veinte años de experiencia clínica, Rita J. McNamara nos enseña los vínculos sutiles y energéticos existentes entre los tejidos corporales y la tensión emocional, explicando con detalle los mecanismos de la conexión mente-cuerpo. El presente manual incluye descripciones claras y profundas de diversos tratamientos que van más allá del masaje y las terapias físicas tradicionales. Entre otras, presenta técnicas detalladas para:

• Identificar los bloqueos de energía y los patrones emocionales que los provocan.
• Comprender y trabajar con los chakras.
• Aplicar diversas terapias energéticas, como los puntos de pulso, el masaje, el equilibrado de los meridianos y la terapia de la polaridad.
• Utilizar tratamientos vibratorios como la cromoterapia, la acupresión, la gemoterapia, la aromaterapia y la homeopatía.

El lector se sorprenderá al descubrir la gran cantidad de métodos prácticos, no tóxicos y eficaces que tenemos a nuestra disposición y que además, son fáciles de aplicar. El presente libro es una guía indispensable tanto para el profesional de la medicina holística como para toda persona interesada en los aspectos más sutiles del ser humano.

Cuando observamos un árbol apreciamos su forma, que es la expresión de su imagen innata y el resultado de las circunstancias que han controlado su manifestación. Ciertos árboles poseen formas vivientes que coinciden con su forma esencial. Hay otros cuyas extrañas contorsiones hablan con mucha claridad de las numerosas tormentas que han soportado y es evidente que su imagen innata original ha desaparecido por completo o sólo aparece como una negación de ella. Y, sin embargo, ¿no son precisa-mente esos árboles los testigos más veraces de lo que sucede en la vida diaria? Y, ¿no es el modo mismo en que se desvían de su imagen innata lo que en realidad la revela? De igual manera, la forma mundana de cada persona revela este doble origen. A diferencia de las plantas o los animales, nosotros somos responsables del grado en que nuestra imagen innata puede revelarse y desarrollarse, independientemente de las adversas circunstancias.

The Way of Transformation: Daily Life as Spiritual Exercise, de Karlfried, Graf von Durckheim.

INTRODUCCIÓN

Vivir en el planeta Tierra durante el siglo XX no es lo más fácil que podíamos haber elegido. Al igual que yo, es probable que hayas pasado bastantes momentos
de ansiedad preguntándote si tendrás tiempo para hacer realidad tus sueños y resistiéndote en ocasiones a creer en el futuro. Pero cuando me alejo de la televisión y el periódico y me concentro en el proceso que es mi vida y las vidas que me rodean, se reaviva mi sentido de la esperanza y de la promesa. No dejan de sorprenderme el valor de las personas y la voluntad que el espíritu humano tiene para sobrevivir, desarrollarse y comprender.
A medida que se acerca el milenio, presenciamos un tremendo resurgimiento del interés por las formas y los sis-temas antiguos, en la búsqueda de modos viejos y nuevos
de conocemos. Desempolvamos cuidadosamente los a tefactos y examinamos los manuscritos y los pergaminos, esperando encontrar la clave, la respuesta, la forma de entrar al futuro con una sensación de gracia y decisión. Es como si, al cruzar el umbral psíquico del año 2000, sintiéramos la necesidad de entrar en contacto con todos los detalles del pasado y llevar con nosotros a nuestras abuelas y abuelos. La floreciente «nueva era» ha generado incontables tendencias, filosofías, cultos, alimentos, ideas, artículos y dietas. Casi todos ellos diseñados para «ponemos en con-tacto con nosotros mismos». Si miramos más allá de las campañas publicitarias, descubrimos las conocidas pautas de competencia y egoísmo. En el mismo sentido que nuestros padres puritanos consideraron la pobreza como un signo de desaprobación de Dios, en la actualidad muchos que-remos aprender a estabilizar nuestros problemas físicos y emocionales careciendo de gracia y de equilibrio espiritual. Hemos olvidado que las pruebas de Job fueron un medio para su evolución, su diálogo con la divinidad. Hemos olvidado que el chamán, a quien llamamos el Sanador Herido, es alguien involucrado en un combate privado con la enfermedad y la psicosis, que se ha levantado victorioso y reintegrado, convertido en un vehículo del poder.
Este libro aborda los conflictos y las pautas de la tensión. Analiza las formas en que nuestro pasado puede influir negativamente en nuestro presente y en nuestro futuro. Trata del desafio diario que enfrentamos todos, el reto de transformar de algún modo nuestros temores, nuestros sentimientos dañados, nuestros recuerdos amargos y nuestros sueños lastimados. Se refiere a nuestra lucha por ser íntegros, limpios y libres. No menciona las formas de eludir o evitar el riesgo y la incomodidad de conocemos. Ni los modos de alejar o borrar torpemente lo que nos lastima y nos reprime. Es un libro para guerreros, tal vez guerrerosamables, pero guerreros al fin y al cabo. Coincido con Menandro, quien decía que como seres humanos «nunca debemos pedir a los dioses que quiten el sufrimiento de nuestras vidas, sino que debemos pedirles valor para soportarlo».
Cuando era pequeña, soñaba recurrentemente con un anciano hechicero que atraía la lluvia. Parecía que siempre lo llamaban a los lugares más desolados, más áridos y olvidados de Dios. El cielo estaba sombrío y todo era gris de tanto polvo. Un puñado de personas lo esperaban en la estación del tren, demasiado cansados para mirarlo a los ojos. Parecían todos viejos y encorvados. Él tomaba su gastada maleta (creo que su oficio no era muy lucrativo) y se alejaba con ellos. No se sentía emoción, expectación ni nada por el estilo. Nadie parecía creer que él pudiera hacer llover. Como el cine estaba cerrado, simplemente se reunían todos a su alrededor en la plaza del pueblo. Que yo recuerde, no parecía tener muchas propiedades ni instrumentos. Sencillamente se quedaba en pie, a veces canturreaba, luego se acuclillaba y frotaba una pequeña figura de madera que traía en el bolsillo. Parecía esperar algo. Los demás también esperaban, hundidos en sus propios pensamientos, algunos incluso dormían. Después de un buen rato caían una o dos gotas de lluvia. Se podían contar porque llegaban separadas y con lentitud. Cada gota producía un suave «toc» al golpear sobre el polvo. A continuación comenzaban a caer cada vez más deprisa hasta que formaban un verdadero diluvio. Al principio nadie se movía. Después, a medida que arreciaba la lluvia, levantaban sus rostros y estiraban los brazos, sin creer lo que veían y sentían. Cuando finalmente se imponía la realidad, estallaban en un jubiloso alboroto. Después, decían: «Bueno, lo más probable es que simplemente iba a llover. En realidad el hechicero no ha tenido nada que ver con esto».
Si este libro pudiera parecerse un poco a ese hechice-ro, hacer que lloviera en la imaginación, reunir en ti mismo la tierra y el cielo, lo conocido y lo desconocido; si pudiera ayudarte a recordar y a recuperar una libertad perdida y olvidada, una sensación de totalidad e integridad, todo mi esfuerzo se convertiría en alegría.
Rita J. McNamara

INDICE

• Introducción     
• Capítulo uno: UN ARTEFACTO VIVO     
• Capítulo dos: EL TRABAJO CON LOS CHAKRAS     
• Capítulo tres: EL TRABAJO CON LOS MERIDIANOS     
• Capítulo cuatro: TERAPIAS VIBRATORIAS     
• Capítulo cinco: REPASO     
• Capítulo seis: CASOS CLÍNICOS     
• Glosario     
• Bibliografia     
• Lecturas recomendadas     
• Indice de términos     
• Acerca de la autora