Prólogo de Kelly Turner, autora de Las 9 claves de la curación natural del cáncer y otras enfermedades

Se trata de un plan claro que proporciona a
pacientes y médicos las herramientas necesarias
para frenar el cáncer y vivir una vida en óptimas
condiciones de salud.

La médico naturópata y especialista en oncología integrativa Nasha Winters, superviviente de cáncer, y la terapeuta nutricional Jess Higgins Kelley identifican los diez elementos clave del «terreno» orgánico interno del individuo –que incluye el microbioma, el sistema inmunitario y el equilibrio de azúcar en sangre– por su relación con el proceso de desarrollo de cáncer.
Recomiendan una estrategia terapéutica metabólica, ampliamente estudiada, probada y no tóxica, que contempla la dieta cetogénica, el ayuno, el uso de fitonutrientes específicos, los tratamientos con plantas herbáceas y mucho más. El método optimizado y registrado como Terrain Ten aborda los diez aspectos principales del terreno interno del individuo. Se trata de un plan claro que proporciona a pacientes y médicos las herramientas necesarias para frenar el cáncer y vivir una vida en óptimas condiciones de salud.

Autores

Nasha Winter

 es fundadora y CEO de Optimal Terrain Consulting. Licenciada en medicina naturopática, especialista en acupuntura y miembro de la Asociación estadounidense de Naturopatía Oncológica. Ofrece conferencias por todo el mundo para enseñar a otros profesionales de la medicina la aplicación de la terapia con muérdago y para intercambiar conocimientos con otros investigadores que trabajan en el estudio de la modulación inmunitaria mediante hipertermia, dieta cetogénica y uso de muérdago. Vive en Durango, Colorado.

Jess Higgins Kelley

es terapeuta nutricional y directora del Programa de Certificación de Terapia Nutricional en Oncología, en el Instituto de Terapia Nutricional de Denver, Colorado. Es fundadora y CEO de la empresa de investigación, educación y asesoramiento en nutrición metabólica Remission Nutrition. Vive en Mid Coast Maine.

Contenido

Prólogo, por Kelly Turner      11

Introducción: La crisis del cáncer      15

1. La solución está en una estrategia metabólica      27
2. Evaluación del terreno      35
3. Genética, epigenética y nutrigenómica:

Lo que se hereda y lo que se puede controlar      49

1. Azúcar, cáncer y dieta cetogénica      79
2. Carcinógenos, cáncer y desintoxicación      107
3. El poderoso microbioma:

Las entrañas de nuestro terreno interno      145

1. Función inmunitaria:

En guardia con una nutrición en profundidad      167

1. Asociación inflamación-oxidación:

Alimentos que extinguen el fuego del cáncer      201

1. Crecimiento y diseminación del cáncer:

Detención de la angiogénesis y la metástasis      229

1. Hambre de equilibrio hormonal      253
2. Estrés y ritmos circadianos:

Tranquilidad y reconexión con los ciclos naturales      281

1. Bienestar mental y emocional:

La más poderosa de todas las medicinas      305

1. A la cocina con los diez elementos del terreno      329

Agradecimientos      357

Recursos      361

Notas      367

Índice      395

Prólogo

Solo hay que hablar cinco minutos con Nasha Winters para darse cuenta de que es una enciclopedia andante en lo referente a medicina biológica o integrativa. Cuando la conocí, yo estaba interesada sobre todo en estudiar su caso de «remisión radical», que es como defino el estado de alguien que, contra todo pronóstico, se cura totalmente de un cáncer. Cinco minutos des­pués de conocerla ya sabía que era toda una autoridad en medicina natural, con veinticinco años de experiencia clínica en oncología integrativa y con docenas de pacientes que habían experimentado remisión clínica siguiendo sus pautas. Sabía que teníamos mucho de lo que hablar.
Para empezar, Nasha insistía en algo que las personas objeto de mi estu­dio de investigación sobre remisión radical llevaban diciendo más de una década: «Todo es cuestión de las condiciones subyacentes». En La estrategia metabólica contra el cáncer se hace referencia a tales condiciones como el «terreno» orgánico interno, una hermosa metáfora que invita a que pienses en tu cuerpo como en un jardín.
Si en un jardín las plantas crecen, un jardinero novato podría simplemente rociarlas con un pesticida y confiar en que todo saliera bien. Sin embargo, un experto en jardinería ecológica tendrá muchas más cosas en cuenta. ¿Contiene el suelo los minerales adecuados? ¿Se han filtrado hasta el suelo toxinas que pueden estar dañando las plantas? ¿Reciben las plantas una adecuada insola­ción? ¿Agua limpia y abundante? ¿Se han utilizado semillas sanas? ¿Existen fuerzas medioambientales, como vientos intensos, que causan en las plantas un estrés no deseado? Este es el nivel de análisis en profundidad que nuestro libro ofrece para el sistema cuerpo-mente-espíritu. Y con resultados impresionantes.
Los conocimientos que tiene la medicina moderna sobre el cáncer datan de los últimos cincuenta años, lo cual quiere decir que el cáncer no es una enfermedad sencilla. De hecho, ni tan siquiera es una enfermedad única, sino un conjunto de más de cien enfermedades diferentes, cada una de ellas con una disfunción mitocondrial en su seno. Añadamos a esto el hecho de que el organismo de cada individuo es significativamente distinto del organismo del vecino, es decir, que no hay dos personas iguales en cuanto a exposición a toxinas, sistema inmunitario, metabolismo o microbioma, y podremos entonces empezar a comprender por qué tiene sentido un abordaje del cáncer tan personalizado.
Sin embargo, debido a toda esta complejidad del cáncer, las autoras esta­mos de acuerdo en una teoría sencilla (y ganadora de un Premio Nobel) sobre el origen del cáncer: cuando las mitocondrias de una célula fallan en su función, esa célula se torna cancerosa.
Para mí, esta teoría supuso un momento de revelación, pues me encon­traba en los años iniciales de investigación de las remisiones espontáneas de cáncer como parte de mis estudios de doctorado en la Universidad de California, en Bekeley. Nunca me había convencido la teoría de que las células cancerosas eran sencillamente células sanas que, por alguna razón desconocida, comenzaban a «portarse mal». En lugar de ello, yo pensaba y sigo pensando que existe una explicación para todo en este mundo, incluso una razón por la cual células sanas comienzan a comportarse como células cancerosas.
La teoría metabólica del cáncer, introducida por Otto Warburg en la década de 1920 y por la que fue galardonado con el Premio Nobel, afirma que el daño de las mitocondrias celulares es lo que hace que una célula se comporte de forma cancerosa. Esta explicación tenía sentido para mí porque yo sabía, por conocimientos básicos de biología, que las mitocondrias son las «centrales» celulares encargadas de producir energía (mediante respiración aerobia) y de indicar a la célula cuándo reproducirse y cuándo morir. Una célula cancerosa hace exactamente lo contrario: se reproduce cuando no debe, se olvida de morir cuando debería y obtiene su energía de la glucosa (respiración anaerobia).
Si el defecto en el funcionamiento mitocondrial conduce al cáncer, la siguiente pregunta lógica sería entonces: «¿qué es lo que causa el fallo mito­condrial?». La respuesta es: muchas cosas.
Hoy en día los investigadores del cáncer sienten a menudo frustración porque llegan a resultados contradictorios cuando intentan descubrir la causa del cáncer. Así por ejemplo, algunos han demostrado que hay virus que pueden causar cáncer, como es el caso del virus del papiloma humano y el cáncer de cuello uterino. Otros han mostrado que existen bacterias que pueden causar cáncer, como es el caso de la bacteria Helicobacter pylori y el cáncer de estómago. Y otros han puesto de manifiesto que hay toxinas que causan cáncer (como la nicotina), que las radiaciones son cancerígenas (como ocurrió en Chernóbil) o que mutaciones genéticas, traumas o incluso el estrés crónico pueden causar cáncer.
De modo que ¿quién está en lo cierto? Todos ellos, dado que cualquiera de estos episodios puede conducir a un fallo mitocondrial.
Es aquí donde el abordaje personalizado del tratamiento del cáncer que propone el libro colma un vacío que se hacía necesario llenar. ¿Por qué concretamente fallan tus mitocondrias o las mitocondrias de esa persona a la que quieres? Y lo que es más importante, ¿ cómo puedes empezar a reparar tus mitocondrias?
Como verás a lo largo de este libro, puedes empezar a responder a estas preguntas, en primer lugar, valorando tus hábitos de estilo de vida presentes y pasados y, después, acudiendo a tu médico para someterte a una serie de pruebas genéticas y sanguíneas concretas. En este libro te enseñamos a encontrar y a corregir la causa que está en la raíz del cáncer, en lugar de solamente tratar de matar cualquier célula que pueda estar comportándose de manera cancerosa.
Cuando hayas valorado tu terreno orgánico interno mediante el método Terrain Ten, o de los diez elementos del terreno (diez áreas de tu cuerpo y de tu mente que debes evaluar y medir), el libro te ofrece una sencilla solución para recuperar el equilibrio: los alimentos. Sí, la comida, el más maravilloso de los remedios. Como dijo Hipócrates, «Que el alimento sea tu medicina y la medicina sea tu alimento». Yo creo poderosamente en estas palabras, pero por desgracia la medicina moderna las ha olvidado casi por completo. Afor­tunadamente este libro, junto con el trabajo de profesionales de la medicina biológica y funcional, está ayudando a cambiar tan tremendo error.
En realidad es bastante sencillo: nuestro organismo funciona gracias a los alimentos, el agua y la energía. Si das a tu cuerpo los alimentos sanos y el agua que necesita, al mismo tiempo que creas en tu vida las condiciones emocionales que conducen a un abundante flujo de energía en el organismo, estarás en el buen camino hacia una vida saludable.
En lo que respecta a los alimentos, este libro aboga por la dieta ceto­génica, que limita de manera estricta la cantidad de carbohidratos que se ingieren, al mismo tiempo que aumenta la cantidad de grasas consumidas,
con objeto de obligar a las células a recibir energía procedente de las gra­sas y no de la glucosa (que a las células cancerosas les encanta). Aunque es posible que muchos de mis colegas vegetarianos y veganos no estén de
acuerdo con algunos elementos de la dieta cetogénica, prefiero centrarme en los aspectos compartidos por estos diferentes puntos de vista, es decir, en la recomendación de comer muchas frutas y verduras y de eliminar las fuentes de toxinas. Todo el mundo estará de acuerdo en que la curación comienza por un importante aumento del consumo de frutas y verduras y una disminución equivalente de toxinas.
Hay un aspecto que yo considero muy importante en el enfoque ali­mentario que propone La estrategia metabólica contra el cáncer y es que consideramos que cada persona requiere una dieta diferente dependiendo de su fisiología personal y de su cáncer en particular. No se contempla en ningún momento algo así como una dieta «talla única». Conozco la bate‑
ría de pruebas que la doctora Nasha Winters solicita y analiza para cada uno de sus pacientes y sé que los resultados de estas pruebas le indican las recomendaciones que ha de dar a la persona en cuestión sobre lo que debe y no debe comer, así como sobre los suplementos y los cambios en el estilo de vida que necesita en ese momento, sabiendo perfectamente que, en seis meses, el paciente necesitará muy probablemente toda una serie de reco­mendaciones distintas.
Algunos tratamientos nutricionales se utilizan de manera temporal, como el ayuno, mientras que otros pueden beneficiar al organismo a largo plazo. El aspecto en el que hace hincapié el libro, y con el que yo estoy totalmente de acuerdo, es que cada ser humano es único y diferente y, por consiguiente, la clave consiste en considerar los síntomas y los resultados de laboratorio como mensajes que están tratando de decirnos dónde y cómo hemos perdido el equilibrio.
Una vez que sepas dónde reside tu desequilibrio, este libro te propor­cionará las herramientas necesarias para recuperar la salud. Encontrarás deliciosas recetas, ejercicios específicos y recomendaciones para reducir el estrés, y terminarás la lectura con una poderosa lista de cambios de estilo de vida que querrás poner en práctica. Y, en mi opinión, esto es algo bueno, pues uno de los mayores problemas del tratamiento convencional del cáncer es que niega al paciente la facultad de participar en su proceso de curación.
En este libro te animamos a asumir tu legítimo papel de jardinero jefe de tu «jardín», esto es, de tu sistema cuerpo-mente-espíritu, y a comenzar a formularte preguntas más profundas: ¿estás dando a tu cuerpo el alimento-medicina adecuado para ti en este momento concreto? ¿tienes síntomas físi­cos o emocionales que están tratando de decirte algo? ¿qué cambios puedes acometer para reducir tu estrés y aumentar tu alegría de vivir? ¿qué cambios puedes emprender para devolver a tu cuerpo el pleno equilibrio?
Las respuestas a estas preguntas pueden encontrarse en esta estrategia metabólica para el tratamiento del cáncer..., en esta joya de libro. Prepárate para adentrarte en un mundo de auténtica medicina personalizada: es así como debería plantearse la atención para la salud del futuro.

KELLY TURNER