Terapias con diapasón, por Thomas Künne y Patricia Nischwitz. Ed. EDAF

Terapias con diapasón

Referencia: 9788441436855
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Ejercicios para prevenir los bloqueos, tratar enfermedades y recuperar la armonía


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La sonoterapia con diapasones es un método terapéutico eficaz y nada agresivo. Sus vibraciones tonales le permiten regresar al estado de equilibrio original, ya sea en casa, en el trabajo o de viaje.
Nuestra salud y bienestar personales tienen mucho que ver con cómo nos adaptamos al ritmo y al fluir de la vida. Cuando un instrumento musical está desafinado, genera tonos que rompen la armonía, ruidos. Si considerásemos el cuerpo humano como una gran orquesta, podríamos denominar a esos problemas de afinación como bloqueos o incluso enfermedades. Sin embargo, al igual que existen vibraciones que nos causan dolencias, también hay otras que activan a nuestro “sanador interior”, nuestras propias fuerzas curativas, para recuperar la armonía.
Este es un libro práctico, que contiene los fundamentos de los trabajos publicados hasta la fecha por estos dos expertos en fonoforesis y nos ofrece una magnífica introducción al fascinante mundo de las vibraciones y los sonidos en el ámbito de la salud.
Representan toda una ayuda ante molestias y dolencias típicas del día a día y además, le facilitarán las cosas para llevar una vida consciente y activa, con armonía, felicidad y bienestar.

• Guías para la aplicación práctica de las terapias con diapasón.
• Aplicaciones para tratar los principales bloqueos y molestias.
• Ejercicios de equilibrio para la prevención y el mantenimiento de la salud.

Cuando un instrumento musical está desafinado, produce problemas e in­terferencias. Pensemos en el organismo humano como una gran orquesta: po­dríamos comparar esos pequeños pro­blemas de desafinación con bloqueos y dolencias, que es posible armonizar e incluso sanar por medio de un diapasón.
Ello se debe a que nuestras células re­cuerdan cuál es el sonido correcto y armónico. En nuestro seno más profun­do, la función sanadora del organismo reacciona y se percata de lo que sucede: el organismo no está enfermo, está de­safinado.

«(...) Yo mismo me he sometido, natu­ralmente, a la terapia con diapasón, así que he podido experimentar y sentir personalmente cómo aplicar la vibración adecuada en el punto preciso nos per­mite resituarnos en el espacio que nos corresponde. Asimismo, pude apreciar lo próximas que pueden llegar a estar, en condiciones ideales, vibración y afi­nación como sinónimo de ánimo. (...) La vibración bien afinada nos permite re­cuperar la propia armonía, el equilibrio, restablecer la melodía original».

Dr. Ruediger Dahlke

Thomas Künne

 es asesor en medicina psicosomática, así como consejero en astrología y astrosofía. Tiene una consulta de asesoramiento en la ciudad de Limburgo del Lahn, donde celebra seminarios, en los que, entre otros temas, aborda el arte de la fonoforesis.

La doctora Patricia Nischwitz

trabaja como especialista en medicina general en una consulta de medicina familiar en la región del Rin-Meno. Además de la medicina convencional, trabaja principalmente con terapias y tratamientos naturales.

  • 15 x 21 cm.
  • Rústica con solapa. 
  • 224 páginas
  • Traducción de Roberto Romero

Indice

PRÓLOGO, por el doctor Ruediger Dahlke     10

BUENAS VIBRACIONES    15
El yo sanador interno que todos tenemos     18
Terapia con diapasón: ayuda para la vida    20

NORMAS PARA LA APLICACIÓN PRÁCTICA    25
Cómo elegir el diapasón adecuado     26
Aplicación óptima de los diapasones    27
Aceptar la serenidad tonal interior     29
Cómo encontrar los puntos correctos     30
Duración y frecuencia de la terapia     30

(RE) ACTIVACIÓN DE LOS MERIDIANOS    33
Los 12 meridianos principales de perros, gatos y caballos     35
El meridiano correcto en el momento preciso     38
Cuide (o recupere) el buen fluir de la vida    52

BALANCINGS CONTRA LOS BLOQUEOS, DE LA «A» A LA «Z»    55
TDAH    56
Alergias     59
Ansiedad, angustia y miedo    62
Dolores estomacales, gases y estreñimiento    65
Pesadez en las piernas, dolores de pies y rodillas      69
Orinarse en la cama (enuresis)     73
Trastornos de la próstata y la vejiga     75
Tensión sanguínea (irregularidades)    78
Estado de ánimo depresivo     81
Diarrea     84
Resfriados y bronquitis     86
Fatiga     90
Dolencias hepáticas y biliares      93
Dolores de garganta     97
Problemas de la piel      99
Debilidad del sistema inmunitario      102
Deficiencias en la concentración     105
Dolores de cabeza      107
Problemas menstruales      110
Nerviosismo      112
Problemas renales      114
Dolores de oídos      116
Dolores reumáticos      119
Dolores de espalda, cuello, hombros y lumbago     121
Trastornos del sueño      125
Vértigo y mareos      127
Disfunciones sexuales      129
Sobrepeso      131
Problemas de la menopausia      134
Problemas dentales      137

SALUTOGÉNESIS EN VEZ DE PATOGÉNESIS    141
Mente clara      142
Respiración libre      148
Digestión saludable      152
Movimientos fluidos      157
Sexualidad satisfactoria      162
Sueño relajado      167
Sistema inmunitario estable      172
Estabilidad sólida      176
Vitalidad fortalecedora      181
Relaciones armoniosas      186

LISTADO DE LOS PUNTOS DE ENERGÍA UTILIZADOS    193
Parte delantera del cuerpo     194
Parte posterior del cuerpo      198
Manos    202
Piernas     205
Cabeza    208

ÚLTIMAS VIBRACIONES    213
Agradecimientos      215
Sobre los autores      216
indice temático      217

Prólogo

Cuando me encontré por primera vez con Thomas Künne y tuve la oportunidad de conocerlo, en pleno crucero por el Mar del Norte y recién llegados a Islandia, estaba ocupado haciendo las delicias de un pequeño grupo de personas con sus instantáneas fotográficas. Por aquel entonces el mundo era todavía un lugar tranquilo, Islandia un país rico y no se divisaba signo alguno de la crisis económica que aca­baría por abatirse sobre todos.
Acampamos en Godafoss, al pie de las conocidas Cataratas de los Dioses. Me llamó la atención la calidad de aquellas fotos que tomaba, casi a la carrera, que a menudo conseguían capturar el entorno y la situación, que daban justo en el clavo. Así que mientras comíamos todos juntos, no me sorprendió descubrir que en realidad era artista y se había consa­grado fundamentalmente a la música, aunque en aquel momento tenía un puesto de responsabilidad en Polaroid. Pensé entonces que hacía lo correcto, que había conseguido convertir sus aficiones en su profesión, vivía en plena naturaleza y lo hacía gracias a su arte, así que en su tiempo libre se podía permitir regalarnos aquellas imágenes en lugar de esfor­zarse por venderlas. El caso es que compatibilizaba sus aficiones perso­nales con su actividad profesional, para beneficio de su empresa, que a buen seguro le regalaba material fotográfico, con el cual ese gerente se convertía en su mejor hombre-anuncio posible. Pasamos dos semanas viajando en el crucero Maxim Gorki y la verdad es que su compañía era una delicia, al igual que las fotos, en las que parecía resonar una cierta melodía. Me acuerdo de haber pensado que ojalá hubiese más personas como él, muchas más, tanto en los viajes como en seminarios, cursos y en el mundo en general. Personas que viviesen con alegría y que en todo cuanto hacían fuesen capaces de aunar ritmo y buen humor.
Así que me cayó muy bien, tanto que me vi obligado a confesarle que sus instantáneas con la Polaroid me parecían fantásticas... Aun­que, por otra parte, también le comenté mi pesimismo respecto a ese tipo de expresión. Ya por aquella época comenzaba la invasión de los teléfonos móviles dotados de cámaras con las que era posible tomar instantáneas. Todo apuntaba a que aquellos aparatos recién llegados arruinarían el mercado donde antes reinaba Polaroid. Así que me deci­dí a hacer algo que muy pocas veces hago: le aconsejé que cambiase de vía, que saltase de aquel tren antes de que descarrilase y eligiese otra trayectoria mientras aún era posible. Tan pronto como pudiese. Me impactó la franqueza con que asumió la propuesta y abordó mi preo­cupación. Más tarde me sorprendería también su resolución y firmeza para dedicarse a impartir seminarios como docente independiente. Es cierto que yo adoro esa actividad, dado que también es mi trabajo, pero jamás recomiendo directamente que nadie me imite... aunque con Thomas Künne no tuve miedo de hacerlo. Posteriormente asistió a mis semanarios durante semanas para aprender las leyes del destino y los principios vitales, superando el curso en un tiempo récord. Ahí pude comprobar personalmente cuál era su método de trabajo, sobre todo porque parecía avanzar de una forma muy peculiar: empezaba por algún punto intermedio, avanzaba hasta el final y después volvía a retomar el temario por el principio. Fue la primera persona a quien permití trabajar de este modo. Funcionó tan bien que, de ahí en adelante, abrí la posi­bilidad para todo el mundo. Cuando presentó su trabajo final, que por entonces era obligatorio, me pareció tan bueno que le ofrecí la posibili­dad de ampliarlo de cara a publicarlo al amparo de mi editorial, además de proponerle que yo mismo le escribiese un prefacio. Fue el primero de los muchos prefacios que tuve que escribir para los libros que después iría publicando. Actualmente todavía me saluda de vez en cuando con su lema «Lo importante no es el prefacio, sino el tema en sí», cuando me quiere invitar a ayudarle en la publicación de otra de sus obras.
Desde aquellos tiempos, Thomas Künne ha progresado muchísimo y es toda una personalidad en este ámbito. Ha fundado su propia editorial y con frecuencia nos encontramos en congresos en los que participamos como ponentes. Siempre es una alegría coincidir con él.
¿Por qué cuajó tan bien su cambio de carrera profesional y su entra­da en el mundo de la docencia de seminarios? Pues porque interiorizó a fondo mi consejo más sencillo, así que aprendió de forma exhaustiva las leyes del destino y los principios vitales. A continuación no se limitó a copiar mis temas, sino que siguió su propia trayectoria y aportó sus habilidades y conocimientos musicales tan especiales. De este modo conformó una magnífica síntesis, con muy buenos resultados, al tiempo que creaba algo nuevo.
Desde la publicación de su primer libro sobre la fonoforesis en 2005, Künne ha abierto un gran campo en la terapia con los diapasones, que crece sin cesar, a cuyos seminarios acuden participantes de toda Europa. Los «terapeutas especialistas en vibraciones» que él forma per­sonalmente difunden también su trabajo dentro de sus propios países y áreas de trabajo.
Además, Thomas Künne se ha asociado con la doctora Patricia Nis­chwitz, especialista en medicina general y experta en medicina china, en quien ha encontrado a una coautora y colaboradora. De esta coo­peración es fruto la combinación de terapia con diapasones y cono­cimientos derivados de la medicina china, que cristaliza en nuevos métodos menos agresivos, lo que podríamos considerar como una terapia hermana de la acupuntura, pero en versión ligada a los sentidos y vibraciones más venusianos.
Al igual que había sucedido en nuestro primer encuentro con su cámara fotográfica instantánea, en este libro Thomas Künne (en esta ocasión acompañado por la coautora) nos revela sus enseñanzas de forma precisa y nos ofrece vibraciones que devolverán la armonía a órganos y tejidos para conseguir que todos los elementos puedan interpretar la parte que les corresponde en la sinfonía que todos cono­cemos como «salud». Cada persona dispone de su propia sinfonía ori­ginal, pero todos obedecemos a unas mismas leyes (del destino); algo similar a lo que ocurre con los copos de nieve: cada uno es totalmente particular y distinto, pero todos ellos tienen la forma de mandalas de planta hexagonal.
Incluso yo mismo me he tratado con la terapia de los diapasones y he podido experimentar y sentir cómo la vibración precisa, aplicada
en el lugar correcto, permite alcanzar la posición adecuada que nos corresponde, precisamente, dentro del organismo. Asimismo, también sentí lo cercanos que están en las condiciones ideales el humor o la actitud y las propias vibraciones.
Por medio de las vibraciones de los diapasones Thomas Künne tiene la posibilidad de «afinar» y coordinar el estado de humor o la actitud del organismo y su sistema de vibraciones, de una forma que hubiese hecho las delicias de mi antiguo amigo Joachim-Ernst Behrend, falle­cido tiempo atrás, pues tras una vida llena de música y de vibraciones, había titulado su biografía Nada Brahma: El mundo es sonido. El propio Thomas Künne acompañó el título de una de sus obras con la leyenda «Usted no está enfermo, solo está desafinado». Las vibraciones correc­tas nos permiten recuperar la armonía propia, retomar el equilibrio y volver a resonar con fuerza en el lugar que nos corresponde.
Con motivo de este nuevo libro, le deseo que continúe investigan­do y ampliando el alcance de esta disciplina, con fidelidad a la idea original de Maria Montessori: «Ayúdame a hacerlo por mis propios medios». Si trasladamos esa máxima al presente y al trabajo de Thomas Künne, podríamos resumirla y traducirla en su lenguaje tan chispeante y coloquial como «Hay que curarse, pero sin arruinarse».

Ruediger Dahlke

TamanGa, octubre de 2015

Buenas vibraciones

Los médicos aplican medicamentos de los que apenas saben nada para tratar enfermedades que apenas conocen en pacientes a los que desconocen por completo.
Cuando el filósofo francés Voltaire (1694-1778) plasmó sobre el papel esta amarga constatación, la esperanza de vida entre sus coetáneos apenas superaba los 40 años. Era la época de la Ilustración, movimiento
que se basaba en la razón del ser humano, preconizaba la lucha contra los prejuicios y se orientaba según las leyes de la naturaleza.
Actualmente en Alemania la esperanza de vida ronda los 80 años entre los hombres y es incluso unos años más para las mujeres. Siempre hablando de promedios, naturalmente. Si nos fijásemos solamente en estos datos, bien cabría hablar de un avance triunfal de la medicina, que ha eliminado agentes patógenos y ha reducido las tasas de mor­talidad infantil enormemente.
Por si fuera poco, desde hace unas décadas vivimos en una era de paz, de modo que las guerras tampoco influyen negativamente sobre el promedio de edad que alcanzan nuestros congéneres.
Con estos avances (claramente positivos) se crea también la impre­sión (incorrecta) de que casi cualquier enfermedad se puede curar con medicamentos, sin que además importe cuál es su causa. Parale­lamente, se fueron cimentando y desarrollando gigantescas empresas farmacéuticas, cuyos insaciables departamentos de marketing exten­dieron sus prodigiosos tentáculos para abrazar el mundo entero.
Las tradiciones curativas y escuelas de sabiduría heredadas a lo largo de los siglos, como la máxima de que «Cada persona tiene dentro de sí su curación» fueron cayendo paulatinamente en el olvido. La población comenzó a externalizar el cuidado de su salud, al igual que muchos otros ámbitos de la vida cotidiana o de su actividad profesional, depo­sitando su bienestar en las manos de otros.
Pero lo cierto es que si observamos el «balance de la salud» para cada persona (así como para el colectivo de la población en general), no todo es de color rosa. Así lo ponen de relieve estadísticas alarman­tes de la OMS (Organización Mundial de la salud). Al parecer, no solo no es cierto que estemos cada vez más sanos, sino que podríamos estar cada vez más enfermos. Las malas lenguas llegan a afirmar que esos años de esperanza de vida que hemos ido ganando se invierten casi exclusivamente en sufrir más enfermedades que las generaciones que nos han precedido.
Sí sabemos con seguridad que nuestro estilo de vida actual es com­pletamente distinto del que imperaba en tiempos de Voltaire. El mundo moderno y la cultura occidental han traído muchas ventajas y bendi‑
dones, pero también inconvenientes. La industrialización, la sociedad de consumo, la globalización, la revolución tecnológica, el mundo de la informática, las redes de comunicaciones, la contaminación debida a la electrónica, los medios de comunicación de masas, la disolución de las estructuras familiares extensivas, etc.
En el marco de nuestra sociedad, donde reinan los medios de cornu­nicación, nos llueve la información desde el exterior. Nuestro mundo moderno, sobre todo en el ámbito del trabajo, nos obliga a despe­garnos y cortar cada vez más los lazos con nuestro mundo interior, lo que nos aleja de nuestros deseos, sentimientos y también de nuestra posibilidad de curación propia y autónoma. Como muestra, una peque­ña anécdota:
En la India se cuenta todavía hoy la historia de una mujer sabia llamada Rivana. Un buen día parecía buscar algo en el mercado de su aldea, repleta de prisas y nervios. Sus amigos y vecinos se percataron de ello y le preguntaron: «Dinos, Rivana, ¿podemos ayudarte en tu búsqueda? ¿Qué es lo que buscas? Rivana les respondió que había perdido su aguja de coser. Tras un buen rato de búsqueda ansiosa y denodada, uno de los presentes preguntó dónde había extraviado la aguja. Rivana contestó al punto: "¡Pues fue en casa, la verdad!". Al oír aquello, todos los que ayuda­ban en la búsqueda se quedaron de piedra y se quejaron ante Rivana. ¿Para qué iba a buscar entonces la aguja en el mercado, en lugar de buscarla en su casa? Muy tranquila, Rivana contrapuso: "Tan solo quería que os contemplaseis en un espejo, pues buscáis en el exterior lo que, en reali­dad, habéis perdido por dentro, en vuestro interior".»
Pues bien, ya hemos llegado al meollo de problema, ya que este es un libro práctico y su finalidad es ayudarle a descubrir su interior (más bien a redescubrirlo) y a (re)activar sus capacidades de curación. Porque dichas facultades no están ocultas solamente en algunas personas, sino que están presentes en todos y todas.
El deseo de los autores del presente libro es proponerle ejercicios de equilibrio, de eficacia probada, con cuya ayuda logrará aliviar las molestias más importantes que le acucian día a día, así como comba­tir otras enfermedades y curarlas. Además, estas técnicas le serán de utilidad para fines de prevención. Aquí encontrará ejercicios equilibra-dores o balancings que le servirán de apoyo para llevar una vida plena y consciente, con armonía, alegría y bienestar.
En el primer caso hablamos de «patogénesis», mientras que en el segundo nos referimos a la «salutogénesis».
Con ello, este libro práctico sobre la terapia con diapasones consti­tuye una aportación fundamental en materia de ayuda a la autoayuda. O como ya formuló en su día con tanta precisión Maria Montessori, «Ayúdeme para que yo que pueda hacerlo por mis propios medios».
Su lema vital para el futuro, por tanto, bien podría ser «por mis medios yo me curo y el bolsillo cuidar procuro».
Le rogamos que tenga en cuenta que este libro práctico sobre la terapia con diapasones contiene, por así decirlo, la esencia (en un lenguaje más coloquial podríamos decir que es un «recopilatorio de grandes éxitos») de todos los trabajos publicados anteriormente por la editorial Mankau Verlag (libros, CD y DVD) sobre este método de curación, eficaz y nada agresivo.

EL YO SANADOR INTERNO QUE TODOS TENEMOS
Podemos denominar como capacidad de curación propia (ese «yo sanador interno») a la facultad del organismo humano para regenerarse y recuperar la armonía, combatiendo, aliviando y venciendo bloqueos,
heridas y enfermedades, tanto de índole externa como interna. No solo la medicina alternativa y las terapias naturistas le otorgan cada vez más importancia a explotar e intensificar las capacidades de curación propias, sino que también lo hace la moderna medicina convencional, frente a los tratamientos terapéuticos directos (cirugía, radioterapia, medicamentos, etc.).
El objetivo de este libro práctico es servirle como socio fiable y seguro para lograr que le sea posible, sin grandes costes y de forma autónoma, aliviar y armonizar todos los bloqueos que aquí figuran enumerados. Y que además pueda hacerlo en cualquier lugar, ya sea en casa, en el trabajo o en pleno viaje.
Para esto se puede ayudar por medio de tres factores:

  • Asuma en sus propias manos la dirección de su bienestar.
  • No debe tomar ningún medicamento que pueda tener efectos secundarios.
  • Siempre puede activar su yo sanador interno, en todo momento.

Ahora bien, le rogamos que no espere a meter el pie en un charco para reaccionar. Es decir, no espere a sufrir bloqueos, desafinamientos o incluso enfermedades, no permita que esas molestias se asienten en su organismo. Empiece hoy mismo (aquí y en este preciso instante) a adop­tar medidas de prevención para su sistema inmunitario completo. Tam­bién en este aspecto el presente libro le ofrece ejercicios estimulantes y equilibradores muy valiosos. La máxima es esta: nuestra salud y nuestro bienestar personales tienen muchísimo que ver con cómo de bien (o mal) bailamos o nos adaptamos al fluir de la vida, a sus vibraciones. Cuan­do se producen vaivenes, alteraciones o vibraciones que nos provocan molestias o enfermedades, asimismo existirán obligatoriamente otras vibraciones con la capacidad de activar a nuestro yo sanador interno. Con la ayuda de la terapia con diapasones, nada agresiva, también las personas sin experiencia pueden adaptarse mejor al fluir de la propia vida y eliminar los desafinamientos para recuperar la armonía.
Resumido en una frase concisa y precisa: «La salud es mucho más que la mera ausencia de enfermedades».
Naturalmente, debe respetar las limitaciones del autotratamiento y si contrae una enfermedad, solicite la ayuda de un doctor o médico naturópata con experiencia. Las propuestas terapéuticas presentadas no deben sustituir en ningún caso la visita o la consulta médica al espe­cialista, sino que están pensadas como medidas de prevención perso­nales para intensificar y redondear el cuidado de la propia salud. Los ejercicios de equilibrio o balancings propuestos constituyen medios de ayuda para la autoayuda. Todo lector debe, en cualquier caso, con­sultar periódicamente cualquier aspecto que afecte a su salud con un médico, especialmente lo que concierna a los síntomas y el devenir de las enfermedades que exijan diagnóstico y supervisión por parte de profesionales sanitarios.
Si aparece alguno de los siguientes síntomas o sufre alguna de las siguientes enfermedades, suspenda los ejercicios de equilibrio o espe­re a consultar primero a su médico para continuar con ellos:
Supuraciones, heridas abiertas, infecciones por hongos o altera­ciones extensas de la piel
Enfermedades cancerígenas, intoxicaciones, infecciones graves, todo tipo de enfermedades graves y agudas
Agravamiento o reaparición de molestias
Debe prestar atención para discernir si las molestias que reaparecen periódicamente solamente remiten breve y temporalmente al aplicar el autotratamiento. Si se da este caso, consulte a un experto o experta en la materia sin dilación.

TERAPIA CON DIAPASÓN: AYUDA PARA LA VIDA
Cuando ponemos en resonancia el área del organismo «desafinada» o enferma aplicándole vibraciones curativas por medio de un diapasón (es decir, cuando lo ponemos en contacto con los puntos de acupuntu­ra indicados en este libro), tenemos la posibilidad de prestarle ayuda al cuerpo. Se restablece así el modelo de afinación y con ello se alivia el
desafinamiento y recobra la armonía. Por tanto, diríamos que el diapa­són cumple la función de un apuntador, que le recuerda al organismo cuál es la partitura.
En este contexto la resonancia denomina a una relación compuesta por dar y tomar: por un lado, para estar en resonancia se exige que tengamos una disposición abierta y nos mostremos receptivos para aceptar las vibraciones curativas que recibiremos desde el exterior. Por otro lado, también se apelará a que movilicemos nuestra capacidad innata de responder y participar en la curación con nuestra propia capacidad interior.
Esto es algo que sabemos por experiencia: cuando un instrumento musical está desafinado, da un tono o sonido erróneo. Si considera­mos el cuerpo humano como si fuese una gran orquesta, podemos denominar a estos casos de desafinamiento como «bloqueos» o tam­bién, como enfermedades, que es posible armonizar y eliminar por medio del diapasón. Todo ello gracias a que nuestra consciencia celular recuerda cómo es el tono correcto, cómo es esa armonía perdida. En lo más profundo de nuestro ser reacciona nuestro yo sanador interior, que finalmente toma conciencia de que no está enfermo, sino desafinado. A propósito del consciente celular: este concepto denomina y engloba lo que conoce cada una de las células individuales que componen un organismo. Aquí es donde están ancladas todas las experiencias del pasado y del presente, tanto individuales como colectivas, que están en contacto y en resonancia con todas las demás células del organismo. Por tanto, no es tan sorprendente constatar que sea posible lograr un efecto terapéutico por medio de la exposición a vibraciones positivas.
En caso de que se produzca un desequilibrio físico o psíquico, una armonización nos ayudará a recuperar el equilibrio. Esos ejercicios equi­librados, denominados balancings en inglés (de la misma raíz de «balan­ce») consiguen restaurar la unidad y la armonía donde antes se había producido el desequilibrio, la disparidad. Un balancíng o equilibrado nos devuelve la armonía perdida, el equilibrio y el bienestar. Es un apoyo para centrarnos, retomar nuestra senda y seguir por el buen camino.
Desde aquí le rogamos que considere, en todos los casos, que los bloqueos que sufra no son sino signos que apuntan a que algo no
fluye, algo ha visto su discurrir interrumpido. Indican la existencia de elementos dentro del organismo humano que retrasan u obstaculizan el sano fluir de nuestra energía vital o «chi» (también conocida como «qi») hasta provocar un atasco y un parón en la actividad.
Por ese motivo abordamos también el simbolismo de cada síntoma descrito, así como la forma de tratarlos, de forma que sea posible visua­lizar, comprender y acceder al auténtico origen (psíquico) del bloqueo correspondiente.

Edaf
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