Ajustes de Yoga
Referencia: 9788416579211
Filosofía, Principios y Técnicas de Yoga
El nuevo libro de Mark Stephens, dirigido a profesores de Yoga, está enfocado en la asistencia práctica, en el tacto, para mejorar sus técnicas y ayudar a los alumnos.
Más de 850 fotografías.
Para profesores de yoga y estudiantes avanzados.
Este manual reúne la quintaesencia de la enseñanza práctica del yoga. A la hora de ayudar y guiar al estudiante, las indicaciones táctiles pueden ser extraordinariamente efectivas para inducir la alineación correcta, de modo que la postura se sienta equilibrada y fluya abierta y libre. El experimentado instructor Mark Stephens aborda en este libro la filosofía de la práctica del yoga y muestra los toques sensibles que conciencian y mejoran la postura, los siete principios manuales y los veinticinco sistemas más efectivos de orientación táctil. Se trata de un recurso de incalculable valor para todos los profesores de yoga, entrenadores y estudiantes avanzados. El libro incluye más de 850 fotos.
MARK STEPHENS
Comenzó a practicar yoga en 1991. Cinco años después se dedicó a la enseñanza y desde entonces ha formado a más de un millar de profesores de yoga.
En el año 2000 recibió el primer premio Karma Yoga de la revista Yoga Journal por su labor sin ánimo de lucro con la fundación Yoga Inside. Con frecuencia dirige retiros, clases y talleres de capacitación para profesores de yoga en todo el mundo.
- Peso 985 gr.
- Páginas 456
- Encuadernado Rustica
Indice
Prólogo de Shiva Rea 9
Introducción 13
PRIMERA PARTE - FUNDAMENTOS 17
- Filosofía y planteamientos de los ajustes de yoga 19
- La esencia de la práctica y las directrices del yoga 22
- Cruzar el puente entre la práctica y la enseñanza 26
- Guiar con las manos 28
- Contacto físico, somática y autotransformación 31
- Revisando la práctica y la enseñanza del yoga 35
- La ética de la enseñanza y el contacto físico 37
El maestro interior 40
- Los siete principios de la enseñanza con las manos 43
1.º principio: enseña lo que sabes 44
2.° principio: pide permiso para tocar 46
3." principio: ten un propósito claro 49
4.° principio: muévete con la respiración 51
5.° principio: respeta la seguridad de la biomecánica 53
6.° principio: enseña los elementos esenciales de la asana 56
7.° principio: ayuda a mantener unos cimientos firmes 59
- Fundamentos y técnicas al hacer ajustes de yoga 61
Aprender a ver y a entender a los estudiantes en las asanas 63
Mejorar el acercamiento, la evaluación y la comunicación con los estudiantes 70
Las cualidades del contacto físico 71
Cómo no tocar 74
Cinco pasos básicos para dar instrucciones y asistencia prácticas 77
Las posiciones y técnicas de los ajustes de yoga 81
Al separarte de un estudiante 90
SEGUNDA PARTE - APLICACIONES 95
- Las asanas de pie 97
- La integración de la musculatura abdominal 181
- Apoyos y equilibrios sobre brazos 195
- Flexiones posteriores 241
- Torsiones sentadas y supinas 287
- Flexiones anteriores sentadas y supinas y abridores de cadera 309
- Inversiones 377
TERCERA PARTE - EVOLUCIÓN. 397
11. La enseñanza del yoga en el siglo XXI 399
Apéndice A - Las asanas en sánscrito y en español 405
Apéndice B - Glosario 427
Apéndice C - Otros recursos 437
La enseñanza del yoga: fundamentos y técnicas esenciales 437
Secuencias de yoga: cómo crear magníficas clases de yoga 438
Notas 439
Bibliografía 443
Índice temático 449
Sobre el autor 452
Prólogo de Shiva Rea
Año1994, nos encontramos en Yoga Works, en la última clase nocturna de Vinyasa. Estudiantes procedentes de todos los ámbitos sociales, con diferentes niveles de experiencia y cuerpos de diversos tamaños yformas se mueven al unísono creando un mar de flujo rítmico y meditación profunda. En medio de estos mudras de cuerpo entero (posturas de pie que se van transformando en torsiones y en flexiones posterioresy anteriores) está la inteligencia de la asistencia práctica que, acompasada al flujo de la respiración, orienta a los alumnos. El lenguaje del tacto (el conocimiento somático que fue nuestra primera manera de percibir el mundo) les da a mis instrucciones una connotación visceral: «Enraizad los muslos en la tierra», «Estirad la columna desde la base», «Hundid los omóplatos en el cuerpo», «Llegad hasta la coronilla», «Sentid como el corazón se expande por el espacio».
Nuestras manos, que enseñan los fundamentos de la asana y ayudan al flujo del yoga, reflejan un conocimiento y una sabiduría aplicables a la vida. ¿De dónde vienes? ¿Hacia dónde vas? ¿Cómo moverte de una manera que esté conectada a tu centro? La asistencia práctica del profesor revela el potencial del alumno en espera de manifestarse. Y, como en la vida, unas veces esa asistencia práctica es firme y otras ligera y sutil; nos ayuda a atravesar los lugares que tememos y nos guía hasta aquellos en donde nos sentimos como en casa.
En aquellos días, Mark Stephens realizaba una labor extraordinaria como ayudante en mis clases nocturnas. La magia era palpable en esas sesiones de las que fue surgiendo la síntesis del estilo Vinyasa Flow que ahora, veintidós años más tarde, puedo decir con
orgullo que ayudé a introducir y desarrollar. Recuerdo la energía de la sala en aquellas clases nocturnas en donde el ajetreo mental de la vida urbana cedía con mayor facilidad al estado no verbal de flujo. Yo me situaba en un extremo y Mark en el opuesto y alzábamos la vista para contemplar la satisfacción con la que los alumnos profundizaban en la manifestación de su potencial y la fuerza serena que ofrecía la asistencia práctica a ese proceso.
Estaba agradecida de poder compartir con Mark y los estudiantes lo que me habían transmitido mis profesores, Sri Pattabhi Jois, Chuck Miller y Erich Schiffmann, extraordinarios maestros del arte de la asistencia transformativa. El proceso de prestar «asistencia» cubre un espectro que va desde impartir una base educativa y prestar apoyo diariamente hasta realizar intervenciones tan profundas que pueden transformar una vida. Ya en aquellos días podía ver cómo Mark absorbía todo este conocimiento en mis clases, y es por eso por lo que me alegra enormemente poder ofrecer hoy el prólogo a este compendio, fruto de su evolución, para todos los maestros del arte de la asistencia práctica.
La experiencia previa de Mark en el mundo académico, como director de educación alternativa y propietario de un centro de yoga, le ha proporcionado la fortaleza y el alcance necesarios para desarrollar un planteamiento honesto de este conocimiento que resulta digno de encomio por su complejidad y lucidez. Celebro que no se haya limitado a cubrir únicamente la biomecánica de la asistencia práctica y la escala que va desde el sencillo apoyo técnico hasta la dirección energética sutil, y que haya abordado además la dinámica interna y la ética que el poder del tacto saca a relucir en toda clase de personas. Mark ofrece dinámicas prácticas que comprenden los diferentes aspectos del respeto al proceso personal, el tratamiento de las lesiones y la realización de ajustes, así como la importancia de respetar los límites al adentramos en esta labor, a menudo comparable a la de una «partera de la experiencia corporal». Él nos hace entender el poder somático del tacto y el papel de la asistencia práctica en el desarrollo del yoga.
Mark continúa con este libro, al igual que con el anterior sobre la secuenciación, su labor de divulgación de las múltiples capas de este conocimiento en diversos estilos de yoga, lo cual constituye un verdadero logro. Valoro especialmente que siga resaltando la importancia de conocer primero en nuestro propio cuerpo las dinámicas de una asana (es decir, sus efectos principales, su vinyasa krama o fases de la práctica y sus contraindicaciones) con objeto de poder prestar una asistencia eficaz al alumno.
Gracias, Mark, por el tiempo y el esfuerzo consagrados a proporcionar este servicio a los profesores de yoga de todo el mundo. Escribo estas líneas cuando estoy a punto de finalizar mi primer libro, circunstancia que me permite apreciar la extraordinaria dedicación que se precisa para transferir el conocimiento vivo a la forma escrita.
Tu escritura transpira esas mismas cualidades que descubrí en ti en aquellas clases nocturnas. Vives con plenitud y comprometido con tu propia evolución, esforzándote y abriéndote a todo el proceso del yoga. Enhorabuena por esta maravillosa ofrenda al mundo del yoga que a buen seguro prestará durante mucho tiempo un gran servicio a los profesores.
Que todos los seres que emprenden este viaje se abran a su potencial a través del yoga y al don de nuestras manos para promover la conciencia, la sanación, el apoyo y la integración.
Sarva Mangalam. Dicha y prosperidad para todos.
SHIVA REA,
fundadora de Prana Flow® Energetic Vinyasa
Introducción
Este es un libro para cualquiera que se haya comprometido a dar clases seguras, razonables y transformadoras en la senda de la enseñanza del yoga. Solo en Norteamérica hay más de cien mil profesores de yoga y surgen nuevos programas de formación para ellos prácticamente a diario, con lo cual las filas del profesorado aumentan a una velocidad proporcionalmente mayor que las del alumnado. Aunque uno podría sentirse tentado a ver en esto una ventaja para el estudiante a la búsqueda de un profesor adecuado a sus necesidades, en algunos casos los propios profesores son estudiantes de yoga o tienen una experiencia o un conocimiento tan limitados de esta disciplina que suscitan una preocupación legítima sobre su capacidad. Quedaron atrás los tiempos en los que la mayoría de los profesores estudiaba y atravesaba un periodo de aprendizaje bajo la orientación de un mentor con gran experiencia, en un proceso que duraba años o incluso décadas; y el trabajo de mentor puede haber quedado limitado a aquellos profesores veteranos que no siguen el ritmo de los numerosos avances y perfeccionamientos de las técnicas y métodos de la enseñanza del yoga, especialmente cuando se están aunando esfuerzos para elevarla a la calidad de una profesión seria y ampliamente respetada, marcada por altos estándares de formación y competencia.
Al escribir mi primer libro para profesores de yoga, La enseñanza delyoga: fundamentos y técnicas esenciales, me centré en ofrecer un texto amplio que cubriese los elementos principales de la enseñanza de esta disciplina, entre ellos su historia y su filosofía, la energía sutil, los puntos destacados de la anatomía funcional, las técnicas generales, los métodos de enseñanza de las clases de asanas, el modo de enseñar diversas técnicas de pranayama y meditación y las bases de la secuenciación y del trabajo con estudiantes con necesidades especiales. Mientras tanto, al prestar una mayor atención a cómo los profesores diseñaban sus clases y oírles comentar sus mayores dificultades, me sentí inspirado a escribir Secuencias de yoga: cómo crear magnificas clases de yoga. Este segundo libro para profesores parte de una pregunta sencilla pero esencial para dar una clase equilibrada de yoga: «¿Por qué esto y después aquello?». La obra expone la filosofía, los principios y las técnicas para diseñar clases de yoga, explica detalladamente cómo secuenciar las propias instrucciones y ofrece sesenta y siete modelos de secuencias que cubren una gran variedad de necesidades y niveles de intensidad de los estudiantes, así como recursos prácticos para diseñar de un modo razonable tus propias clases de yoga.
Justo cuando el segundo volumen iba a entrar en imprenta, estalló la bomba del artículo sensacionalista que William J. Broad publicó en el New York Times bajo el título «Cómo puede el yoga perjudicar a tu cuerpo». Mi reacción ante estas afirmaciones, lo mismo que las de muchos otros miembros de la comunidad del yoga, fue tan rápida como visceral. Me pareció que Broad le había asestado un golpe bajo a esa comunidad y, como tantos otros, le respondí vehementemente por escrito. Asimismo me puse en contacto directamente con él para tratar de entender mejor su preocupación y conocer las fuentes en las que se basaba. Me envió una inmensa base de datos de lesiones relacionadas con el yoga recogidas mediante el Sistema Electrónico Nacional de Vigilancia de Lesiones, que forma parte de la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo. Aunque en esa información descubrí algunos errores debidos a la mala interpretación de datos estadísticos y otros problemas relativos a la integridad de estos datos, el mensaje fundamental de Broad, es decir, que el yoga puede dañar al cuerpo, estaba plenamente justificado.' Tras examinar con mayor atención la información contenida en su siguiente libro, The Science of Yoga, y en muchos artículos similares publicados durante los últimos veinte años en la prensa popular, y escuchar además a muchos profesores que se desconciertan hasta por las afecciones más nimias de sus alumnos, me convencí de la necesidad de escribir la presente obra.2
Este libro trata de las sutilezas de la enseñanza de las asanas y de cómo hacerla lo más accesible y llevadera posible para los estudiantes de nuestra clase. Al enseñar asanas utilizamos principalmente tres medios para orientarlos: la demostración visual, las instrucciones verbales y las instrucciones táctiles. En la medida en que, como profesor, tengas claro lo que tratas de comunicar a tu alumno, cualquiera de estos tres medios servirá para guiarle a ajustar y perfeccionar sus movimientos, con lo que su práctica se volverá más segura, llevadera y transformadora. Este es el mantra principal de este libro: seguro, llevadero, transformador. A continuación examinaremos la utilización
equilibrada y apropiada de estos modos de orientación, prestando una atención especial a cómo se interrelacionan al guiar cualquier asana.
Como profesores de yoga, nuestra misión es orientar e inspirar a los estudiantes en su práctica personal, hasta que lleguen a un punto en el que puedan seguir practicando durante su vida guiados por el mejor de todos los maestros: el que habita en su interior. Para esto es esencial crear una relación abierta, clara y respetuosa entre el profesor y el estudiante. Nuestra función como profesores no consiste en realizar ajustes forzados para corregir las posturas, ni en ayudar a los estudiantes a llegar más allá de donde son capaces de llegar solos. Somos, en el mejor de los casos, guías que les enseñan e inspiran, y quizá ese algo más grande que nos impulsa a dedicarnos a enseñar esta práctica con la seriedad que se merece.
En mi propia evolución y aprendizaje a lo largo de la senda del yoga, he tenido la suerte de contar con maestros competentes en diferentes aspectos de esta disciplina que no solo me contagiaron su profundo compromiso con la práctica, y el arte y la ciencia de transmitirla, sino que fueron una de las principales fuentes de los conocimientos fundamentales que aparecen en esta obra. Con mi primer maestro de yoga, Erich Schiffmann, aprendí a relacionar los ajustes que se realizan durante la práctica con los principios de alineamiento y las acciones energéticas en las asanas. Chuck Miller me enseñó a asistir a los estudiantes sin interrumpir el flujo de las secuencias de Ashtanga Vinyasa. Jasmine Lieb, de quien fui aprendiz durante medio año, compartió conmigo su profundo conocimiento sobre la enseñanza de estudiantes de nivel inicial, así como de aquellos con diversos problemas físicos, conocimiento procedente de su formación con Indra Devi, así como de su propia práctica y su educación como terapeuta física. Tras coincidir con Shiva Rea en las clases de Ashtanga Vinyasa, en los talleres de Iyengar y en sus innovadoras clases de Vinyasa Flow a principios de los años noventa, la ayudé en sus clases, talleres y retiros, en los que reveló algunas de las formas poderosamente inspiradoras en que un maestro puede compartir la práctica en sintonía con los ritmos y estaciones de la vida.
Muchos otros han influido a través de talleres en el desarrollo de las aptitudes y conocimientos que he sintetizado, expandido, pulido y presentado aquí: Kofi Busia, Tim Miller, Lisa Walford, Dona Holleman, Rodney Yee, Judith Lasater, Ramanand Patel, Richard Freeman y Patricia Walden, participantes de mis talleres de ajustes en la práctica durante los últimos quince años y extraordinarios estudiantes que han sido siempre mis maestros más perspicaces. Mi agradecimiento a todos ellos.
Al elaborar este libro he tenido, una vez más, el placer de trabajar con North Atlantic Books, muchos de cuyos miembros se encuentran en la senda del yoga o son almas afines que exploran la conciencia y el devenir. Doug Reil me animó a consagrarme
a este proyecto cuando, en ocasiones, me planteé otros propósitos y me ofreció varias sugerencias que me ayudaron a darle al libro su forma actual. Mi editora de proyecto, Leslie Larson, dirigió todo el proceso que va del manuscrito al 1 ibro publicado. Christopher Church una vez más hizo mi escritura más clara y contribuyó a dotar de una mayor coherencia al manuscrito. La bella portada y el diseño interior del libro realizados por Suzanne Albertson hablan por sí mismos.
Varios amigos, compañeros y profesores de yoga me ofrecieron comentarios muy valiosos sobre los borradores de mi manuscrito original: Amy Hsiung, Andreas Kahl, Anne Tharpe, Erika Abrahamian, Jennifer Lung, Marcia Charland, Max Tarjan (cubierta), Michelle Naklowycz, Nadia Lewis (cubierta), Pat Tao, Ray Charland, Samantha Rae Boozer, Sean Lang, Shannon McQuaide y Tom Simpkins. James Wvinner tomó todas las fotos de asanas y de ajustes en la práctica.
Este libro no habría sido posible sin el apoyo lleno de cariño de Dianna Van Eycke, Melinda Bukey, Michael Stephens, Jennifer Stanley, Mike Rotkin, James Wvinner, Ralph Quinn, Siddha y Pi.