El yoga cura

¿Tienes jaqueca? ¿Síndrome premenstrual? ¿Calambres en las pantorrillas? ¿El corazón roto? ¿O simplemente necesitas descargar tensión? Hay una cura de yoga para cada una de esas molestias. En El Yoga Cura, Tara Stiles ofrece una guía de todas las posturas que puedes realizar para tratar problemas específicos y sentirte mejor muy rápidamente. Recurriendo al enfoque fresco y divertido que la caracteriza, la autora nos habla de más de cincuenta síntomas o molestias comunes que van desde la artritis y la fibromialgia hasta el síndrome de las piernas inquietas y la resaca. Y lo hace con tal habilidad que consigue convencer hasta aquellos que recelan de esta práctica por considerarla algo casi «esotérico». A través de una secuencia simple de posturas Tara comparte ese don intuitivo que le permite sanar el dolor físico a través del yoga, y revela remedios que ayudarán al lector a conservar la salud y la felicidad. «Nuestro primer hogar (nuestro cuerpo y nuestra mente) necesita que lo limpiemos, lo renovemos y lo cuidemos para seguir siendo fuerte. Todo lo que necesitas para tener la vida, la salud y el cuerpo que deseas se encuentra dentro de ti».

Definida como «la rebelde del yoga» por el New York Times, Tara Stiles ha servido de inspiración para muchas personas en todo el mundo por su enfoque cercano y comprensible del yoga, la meditación, la conciencia, la nutrición, el ejercicio y el bienestar cotidiano. Ha aparecido en publicaciones como Elle, Lucky, Instyle , Esqui-re y Men's Health y en numerosos periódicos nacionales e internacionales, entre ellos Times of India, The Times (Reino Unido) y Dagens Nyheter (Suecia).
Su forma de trabajar favorece que la persona desarrolle su propia intuición y despierte su conciencia. Los resultados son una salud radiante y una felicidad duradera. Otros libros suyos son: La No-dieta: sigue tus propias reglas, El libro de cocina de la No-dieta, Strala Yoga y Slim, Calm, Sexy Yoga.

Prólogo de
Deepak Chopra

El trabajo, la educación de los hijos y el hecho de tener que hacer frente a una economía incierta han provocado que el estrés se haya convertido en una parte «normal» de la vida diaria para la mayoría de las personas. Esto podría explicar por qué tantos norteamericanos (alrededor de 16 millones según los últimos recuentos) han empezado a asistir a clases de yoga o han decidido practicarlo en casa. El yoga puede ofrecer beneficios reales y duraderos a todos aquellos que buscan un remedio de larga duración para la ansiedad y otros trastornos de salud y una mayor sensación de estar conectados consigo mismos, siempre que lo practiquen con asiduidad. Este antiguo sistema conecta la mente y el cuerpo por medio de una serie de posturas, ejercicios respiratorios y meditación. Mediante la práctica del yoga estiramos y tonificamos la musculatura, flexibilizamos la columna vertebral y dirigimos la mente hacia el interior. Esto nos ayuda a reducir el estrés y, en consecuencia, a mejorar el estado general de nuestra salud. El estrés interviene, al menos parcialmente, en muchas enfermedades; a modo de ejemplo
diré que algunos estudios demuestran que el estrés crónico duplica el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
La investigación sobre los beneficios que tiene el yoga para la salud está aún en pañales. Sin embargo, estudios piloto realizados recientemente señalan una dirección promisoria. Está demostrado que reduce la tensión sanguínea y el ritmo de los latidos del corazón, lo que puede ayudar a disminuir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. También pueden existir otros beneficios para el corazón: un estudio realizado en 2006 descubrió que el yoga ayuda a bajar los niveles de colesterol y mejora la circulación en personas que padecen trastornos cardiovasculares. Algunos hospitales han incorporado su práctica en sus programas de rehabilitación para pacientes cardíacos.
Aunque las pruebas realizadas demuestran que existen diferencias en cuanto al éxito del yoga para reducir la masa corporal, un estudio concluyó que puede ayudar a perder peso y, por tanto, mejorar el estilo de vida. El estudio informó que las personas que practicaron yoga de forma asidua comenzaron a comer más lentamente y a elegir alimentos más sanos, razón por la cual llegaron a tener menos trastornos alimenticios.
Muchos afirman tener una sensación general de bienestar desde que practican yoga. Las investigaciones demuestran que también puede ayudar a aliviar ciertos dolores específicos, como por ejemplo migrañas, jaquecas, lumbalgias, artritis y dolores de parto. Los investigadores no saben a ciencia cierta cuál es el mecanismo, pero una teoría sostiene que las posturas de yoga funcionan de la misma forma que un masaje. Una postura envía rápidamente la señal de «presión» al cerebro a través de fibras nerviosas mielinizadas (aisladas) y, al mismo tiempo, la señal de «dolor» llega al cerebro más lentamente a través de fibras nerviosas menos mielinizadas. La señal de «presión» cierra la puerta del receptor y bloquea el estímulo «doloroso». Otra teoría afirma que el yoga aumenta la serotonina, que actúa como un analgésico natural del cuerpo.
Aunque es necesario que se realicen más investigaciones en estas áreas, los practicantes de yoga también han comunicado que sufren menos insomnio y tienen mejores digestiones. En particular, las mujeres embarazadas parecen dormir mejor cuando practican yoga; además, tienen menos probabilidades de sufrir tensión alta durante la gestación o dar a luz prematuramente.
El trabajo del yoga incluye la mente y el cuerpo, por lo cual no debe sorprendernos que ayude a paliar la ansiedad y la depresión, especialmente en personas cuya ansiedad se asocia a una enfermedad grave, como puede ser el cáncer. Un estudio piloto sugiere que puede mejorar la depresión al aumentar las ondas cerebrales alfa, asociadas a la relajación. Otra explicación posible es que el yoga reduce la cantidad de cortisol, una hormona que el cuerpo libera en respuesta al estrés. Algunos científicos creen que los niveles altos de cortisol pueden estar relacionados con la depresión y también con trastornos de la función inmunitaria.
Si los beneficios potenciales del yoga para la salud no resultan suficientes para convencerte de que lo pruebes, considera lo siguiente: el yoga puede tonificar tu cuerpo y mejorar tu estado físico, además de favorecer que te muevas con más soltura, especialmente cuando te haces mayor. Un estudio de 2007 sobre Hatha yoga reveló que aumenta la fuerza muscular, la flexibilidad y la resistencia. En la actualidad, muchos deportistas recurren a esta disciplina para que su entrenamiento sea integral.
Es evidente que el yoga no puede curar todas tus dolencias, ni conseguir que tu jefe sea más amable, pero te ayudará a reducir el estrés y a encontrar más fácilmente
 el camino que debes seguir para sentirte más a gusto con tu vida. Esto representa una enorme diferencia para tu salud general.
Así que... vamos a respirar larga y profundamente para iniciar el mejor camino hacia la salud y la felicidad.

Introducción

El yoga te lleva nuevamente a ti mismo... donde está todo lo bueno. Cualquier persona puede practicar yoga y aprovechar todos sus beneficios. No necesitas flexionar tu cuerpo como un pretzel1 ni pasar un año entero en silenciosa devoción para beneficiarte de la práctica. Si puedes respirar, puedes hacer yoga. Es así de simple. Si crees conocer el yoga, o nunca lo has probado porque piensas que está demasiado centrado en el «om», es demasiado místico y está lleno de cánticos (traduzco:¡oh, Dios mío, qué aburrimiento!), deberías echarle un vistazo a este libro. El yoga es algo mejor que todo eso, y también más simple, y tiene un efecto intenso en tu vida y tu salud.
¿Qué necesitas saber para comenzar?
Inhalar. Exhalar. Repetir.
No dejes que nadie te engañe. Es así de sencillo. En cuanto consigas concentrarte en tu respiración, todo lo demás
comenzará a desplegarse fácilmente. No hay necesidad de recurrir a un ser sublime para que te conceda lo que necesitas. Tú mismo puedes serlo. Estoy segura de que alguna vez has escuchado la vieja expresión: «A dondequiera que vayas, ahí estás». Es absolutamente cierta. i Podemos dedicarnos a hacer del lugar donde nos encontramos un gran lugar!
El yoga puede curar tu cuerpo, calmar
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tu mente y propulsar tu energía hacia los niveles que tenías cuando ibas a preescolar. Y si en este momento levantas una ceja y te preguntas: «¿ Será verdad?», sigue leyendo. ¿Por qué no ser una persona descabelladamente feliz con un cuerpo supersano y una mente atenta y relajada? El yoga puede tratar desde la depresión hasta la ansiedad, desde las antiguas lesiones deportivas y el
dolor de espalda hasta las alergias, también el síndrome premenstrual e incluso la resaca. Considerando los increíbles beneficios que aporta una práctica asidua, no se me ocurre ninguna razón por la cual alguien podría negarse a probarlo. Y este libro tiene por objeto dar a conocer remedios fáciles, originales y divertidos que el yoga nos ofrece para aliviar o curar malestares comunes.
¿Una cura para el agotamiento? Aquí la encontrarás.
¿Sufres de «afición al sofá» (falta de voluntad para abandonarlo)? Sí, también está aquí.
¿Te sientes como el jorobado de Notre Dame después de pasar una semana en la oficina? ¿Te molesta la espalda, te duelen el cuello y los hombros, te escuecen los ojos? Busca aquí la solución.
¿Sientes la cabeza embotada por pasar mucho tiempo en tu escritorio y tu cerebro está sobreestimulado, estresado y exhausto? Unas pocas posturas sencillas y respirar profundamente pueden ayudarte a mejorar la situación.
Si necesitas ayuda para resolver un pequeño ataque de pánico; si tienes las nalgas flácidas, los hombros caídos, el cuerpo desproporcionado o la barriga prominente; si padeces el síndrome «no llego a tocarme los dedos de los pies», en este libro hay algo para ti. No obstante, El yoga cura también incluye a los sospechosos
habituales, como la tensión sanguínea alta, los catarros, la gripe, el vértigo, el desequilibrio tiroideo, el síndrome premenstrual, la artritis y muchos más.
Si sientes que has llevado tu energía hasta el límite, deja que estos más de cincuenta remedios y las rutinas asociadas a ellos te liberen del estrés.
AHORA HABLARÉ UN POCO DE MÍ
Siempre he sido una hippy un poco salvaje que se siente mucho más cómoda llevando pantalones de deporte y una sudadera con capucha que un sofisticado equipo de yoga. No me gusta decir que soy maestra de yoga porque eso implica una relación maestro-discípulo, y eso me sugiere que necesito una regla y una libreta de notas para darme aires mientras me paseo por la sala. Prefiero decir que me ofrezco como guía para enseñarte a conocer la práctica del yoga, pero no me debes nada. No debes jurarme lealtad ni donarme tu primogénito, ni nada que se le parezca. Solo limitarte a trabajar, a mantenerte sano y feliz, y al final del día serás tu mejor maestro. Eso es más que suficiente para mí; estoy aquí simplemente para sentarme en el asiento del acompañante en tu viaje de retorno a ti mismo.
Mi objetivo es conectarte otra vez con tu propio ser, donde encontrarás toda la intuición que necesitas para alcanzar tu potencial y vivir una vida sana, inspirada, creativa y feliz. Una maestra de yoga me dijo en una ocasión que sería muy útil y positivo para mí conectarme con «el hombre de la calle». Esa afirmación ilustra uno de los principales problemas relacionados con la forma en que ha evolucionado el yoga. La cuestión es que no estamos separados del hombre de la calle; de hecho, todos lo somos.
Siempre he pensado en mí misma como una persona en estrecha interrelación con todos los demás habitantes de este planeta. Yo dependo de ti. Tú dependes de mí. Todos estamos conectados. En esto no hay ningún misterio, se trata simplemente de algo natural. Cuando ignoramos las leyes de la naturaleza, nos desequilibramos. Por el contrario, cuando actuamos en armonía con la naturaleza, nos sentimos conectados y notamos que todo fluye y empieza a encajar y a cobrar sentido. Cuando les damos el poder a los demás, a un maestro de yoga o a quienquiera que sea, dejamos de seguir nuestra intuición y nos apartamos de nosotros mismos. Y eso no es nada bueno.
A lo largo de mi vida he sido una hippy que vivía en el campo, bailarina de ballet y modelo de Ford. Más adelante me convertí en usuaria de YouTube, bloguera y propietaria de un estudio de yoga. Y ahora me siento muy afortunada de poder tener a Deepak Chopra como amigo, maestro y alumno. Además, estoy rodeada de muchas personas extraordinarias que están materializando sus sueños. Si yo puedo vivir mi sueño, tú también puedes hacerlo.
Si has tenido la fortuna de que alguien te dijera: «Puedes hacer lo que quieras con tu vida» cuando eras un niño, como adulto posiblemente te relaciones con muchas personas que te animan y te apoyan en todo lo que emprendes. Si no es así, déjame ser esa persona. A lo largo del camino, todos aquellos que te digan que nunca serás capaz de conseguir tus propósitos únicamente tendrán razón si tú lo permites. En última instancia, eres el único que puede detenerte o, por lo contrario, estimularte para realizar tus objetivos, deseos y sueños.
¿Qué tiene que ver todo esto con el yoga y su capacidad para curarnos? Precisamente es aquí donde el yoga entra en juego. Tú haces el trabajo. Tú obtienes los resultados. Cuanto más te comprometes con tus objetivos, más rápido adviertes que el destino final es el proceso. La buena noticia es que tú inicias ese proceso ahí donde estás; de modo que ya te encuentras exactamente donde debes estar.
Solemos pasar gran parte de nuestra vida luchando por adornar y mejorar lo que nos rodea, una casa más grande, un coche más moderno..., y con ese objetivo podemos pasar toda la vida adquiriendo objetos. Pero cuando practicamos yoga dirigimos la atención hacia el interior y recordamos que nuestro primer hogar (nuestro cuerpo y nuestra mente) necesita que lo limpiemos, lo remodelemos, lo renovemos y lo cuidemos para seguir siendo fuerte. Cuando nos ocupamos de nuestro mundo interior, el mundo exterior refleja ese cuidado y, además, creamos una base sólida sobre la que podemos crecer y desarrollarnos. Insisto una vez más en que todo lo que necesitas para tener la vida, la salud y el cuerpo que deseas se encuentra dentro de ti.
SENTIRSE FELIZ, DESCABELLADAMENTE FELIZ
Todos hemos tenido momentos en que nos hemos sentido absolutamente fantásticos; mejor que fantásticos, invencibles. Plenamente felices y vitales. Quizás esa sensación sea ahora un recuerdo lejano de la infancia, o también puede
ser que experimentemos ese tipo de sensación tan solo algunas veces, que no sea frecuente ni común. Cuando practicas yoga de forma asidua, esos momentos
 descabelladamente felices comienzan a producirse más a menudo, hasta que se unen y se convierten en tu propia vida. ¿Crees que estoy prometiendo demasiado? Pues no es así. Todos estamos diseñados para tener un gran potencial y ese diseño se puede mejorar si elegimos un estilo de vida saludable.
El recorrido del nervio vago va desde lo más profundo del tronco cerebral hasta el abdomen. Vago deriva del verbo vagar, que significa «deambular», «errar». El nervio recorre el cuerpo portando impulsos y abriéndose camino desde el abdomen, por el diafragma, el pecho y el cuello y, pasando por la parte externa de la columna vertebral, se dirige hacia el cerebro. Este nervio se ocupa concretamente de la conexión entre la mente y el cuerpo. La terapia de estimulación del nervio vago se viene aplicando en pacientes epilépticos desde 1997 y utiliza un dispositivo similar a un marcapasos que se implanta en el pecho. Se la considera también un tratamiento para la depresión clínica. Afortunadamente, es un método no invasivo de estimulación que consiste en agilizar la conexión entre la mente y el cuerpo. La respiración Ujjayi del yoga, a menudo llamada respiración de Darth Vader, también estimula el nervio vago que, literalmente, activa señales que te hacen sentir feliz. Cuando respiras profundamente mientras practicas yoga, este nervio intercambia mensajes entre el sistema nervioso central y los órganos principales y se libera la hormona oxitocina, que favorece la relajación y reduce la tensión sanguínea y los niveles de cortisol (estrés crónico). En todo momento contamos con nuestro propio sistema antiestrés, listo para ponerse en marcha. Lo único que tenemos que hacer es respirar.
Cuando llegamos al mundo, estamos llenos de potencial en bruto. A raíz de ahí, nuestro trabajo puede ser negar ese potencial y ocultarnos tras nuestras tensiones y miedos, o luchar por desarrollar nuestra individualidad y perfeccionar nuestros talentos para ver cuáles son nuestras posibilidades en la vida. Creo firmemente que cuando un número suficiente de personas comprenda y experimente el poder transformador y sanador que tiene una práctica asidua de yoga, no solo llegaremos a ser deslumbrantemente sanos, sino también más compasivos con nosotros mismos y con los demás, más alegres, más felices y más vitales.
¿Estás preparado para probarlo?
LOS SIETE GRANDES BENEFICIOS DEL YOGA
Físicos: los movimientos de yoga te modelarán un cuerpo esbelto, fuerte y seguro.
Mentales: las respiraciones profundas devuelven tu mente a su estado natural, es decir, a un estado mental sereno, centrado y agudo.
Psicológicos: el hecho de dirigir la mente hacia el interior ilumina nuestra conducta y nuestras inclinaciones. Los mismos hábitos que tenemos sobre la esterilla de yoga son los que tenemos en la vida real. Cuando nos damos cuenta de ello, somos más libres para elegir. ¿Quién quiero llegar a ser? Cada día nos creamos o recreamos a nosotros mismos. Una práctica asidua te procura claridad mental y te otorga inspiración y coraje para estar en constante expansión y mejorar tu vida.
Neurológicos: cuando tu cerebro se conecta con el yoga, tu sistema neurológico vuelve a equilibrarse y puede guiarte naturalmente hacia un estilo de vida saludable. Nuestro cuerpo está permanentemente preparado para facilitar cada vez más todo lo que emprendamos. Cuando trabajamos para tener una vida sana y equilibrada, llegamos a conseguirlo.
Intuitivos: cuando la mente y el cuerpo están tensos, tu intuición queda enterrada y tu cuerpo se pone en «modo supervivencia». La práctica del yoga abre espacios físicos en el cuerpo, libera tensiones y calma la mente para que tu intuición pueda emerger a la superficie y guiarte.
Creativos: la vena creativa comienza a fluir cuando tu cuerpo y tu mente se van liberando de bloqueos. La creatividad no puede salir a escena cuando hay factores que producen estrés, sea debido a tensiones físicas o a obnubilación mental. Cuando dichos factores desaparecen, ella sale a jugar.
Conectividad: el yoga es la práctica de sentirse conectado. Independientemente de cuáles sean tus ideas sobre la espiritualidad, cuando practicas yoga recuerdas que todos estamos interrelacionados para ayudarnos mutuamente, y que nuestro potencial aumenta cuando somos amables y solidarios con los demás.

Índice

Prólogo de Deepak Chopra     7
Introducción     11
PRIMERA PARTE - ADOPTAR UNA POSTURA     17
¿Qué es el yoga?     21
La conexión mente-cuerpo y la ciencia que respalda la curación
por medio del yoga     37
Para empezar, limítate a seguir tu nariz     49
SEGUNDA PARTE - REMEDIOS DE LA A LA Z     57
Acné     69
Afición al sofá     72
Agotamiento     75
Aguafiestas     78
Alergias     82
La ansiedad     88
Apatía     93
Arrugas     96
Artritis     99
Autoestima (falta de)     102
Azúcar (antojo de comer algo dulce)     105
Barriga prominente      108
Calambres en las piernas     112
Calambres en los pies     114
Catarros     116
Celulitis     119
Comer compulsivamente     123
Conciliar el sueño     126
Corazón roto     129
Cuerpo de oficina     135
Depresión     137
Diabetes     139
Dispersión mental     141
Embarazo (molestias)      143
Estómago (problemas de)     146
Fibromialgia     148
Gripe     151
Hombros encorvados     153
Malestares y dolores     155
Mente de mono     160
Mente de oficina     162
Miedos     165
Miedo a volar     168
Migrañas     171
Molestias de los corredores      173
Muslos flácidos     175
Nalgas caídas     177
Ojeras y bolsas debajo de los ojos     180
Pectorales caídos     183
Procastinar     186
Resaca (cruda)     189
Síndrome premenstrual y calambres     192
Sobrepeso y obesidad     194
Sofocos     204
Tensión     207
Tensión sanguínea alta     209
Tensiones acumuladas     212
Tiroides (desequilibrios)     215
Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)     218
Vértigo     222
Viajes agotadores en coche     225
Visión borrosa     228
MATERIAL ADICIONAL - CÓMO DISEÑAR TUS PROPIOS RETIROS DE YOGA EN CASA     231
Retiro para desintoxicarse, organizarse y ordenar      235
Yoga para organizarse y ordenar: retiro matinal     237
Yoga para organizarse y ordenar: rutina vespertina      247
Retiro para inspirarse     253
Yoga para potenciar la inspiración: rutina matinal     256
Yoga para potenciar la inspiración: rutina vespertina     266
Retiro para relajarse, revitalizarse y rejuvenecer     271
Yoga para relajarse: rutina vespertina     272
Yoga reconstituyente: rutina matinal     274
Yoga reconstituyente: rutina vespertina     277
Unas pocas consideraciones más antes de que cierres el libro     281
Biblioteca de las posturas de yoga     283
Posturas de pie     287
Posturas sedentes     299
Flexiones hacia atrás     307
Inversiones y posturas de equilibrio sobre los brazos     309
Posturas en posición tumbada     313
Agradecimientos     317
Sobre la autora     319