ALZHEIMER, hablar el lenguaje del corazón

La vida es un regalo.
Las pruebas a las que nos enfrentamos nos brindan la oportunidad de crecer en conciencia.

No es tanto el hecho de cuidar las personas con Alzheimer lo que hace sufrir, sino la incomprensión y la ruptura de comunicación que viene a continuación, lo que suscita angustia, desolación y sufrimiento por ambas partes.
En realidad, los enfermos de Alzheimer nos abren la puerta a una nueva dimensión de comunicación interpersonal que no se basa en el intelecto. La autora nos muestra, a través de su práctica, que el encuentro se produce en otro nivel, allí donde las personas enfermas se convierten en maestros para nosotros. Alcanzar su ser profundo, saber reconocerlas en este nivel y comunicarnos con ellas en este mismo nivel es una experiencia poco común que nos lleva a descubrir una faceta, con frecuencia ignorada, de nosotros mismos.
"Este libro pretende ser un mensaje de esperanza y de enseñanza práctica de una nueva forma de comunicación que he descubierto a través de mi experiencia empírica, por amor al ser humano, más allá de cualquier razón."

Joëlle Thomas ha trabajado en el mundo de la enfermedad de Alzheimer como psicóloga y psicoterapeuta en Bélgica, desde el año 1992. Su experiencia profesional la ha conducido a crear un método de comunicación que permite vivir con las personas desorientadas unos intercambios gratificantes hasta su muerte.

• PRÓLOGO

"Un método sensible y humano" Prólogo de Chloé Sainte-Marie

He vivido 27 años junto a Gilles Carle, portador de imágenes y poesía. Mediante las palabras, él creaba historias, unas historias que compartíamos y formaban nuestro mundo de posibles e imposibles, nuestro universo de amor. Intercambiábamos en cualquier momento y a los cuatro vientos palabras, listas, memorandos del corazón que nunca olvidaré. Pero un día la enfermedad de Parkinson golpeó a Gines y puso patas arriba nuestra vida cotidiana, transformada por esta. fatalidad. Luchamos los dos con nuestros corazones y todos nuestros medios para no dejar escapar aquella felicidad que habíamos< compartidb durante todos aquellos años juntos. Los sentidos de Gines se fueron disipando lentamente, se encontraron bloqueados en su cuerpo rígido, poco a poco, perdió su libertad de movimientos y, después, el uso de la palabra. Así que tuvimos que encontrar otros medios para leernos que no fuesen la voz o los gestos e inventarnos otros signos. Un parpadeo se convertía
en un poema, una palabra, una respuesta. Me convertí en una ayudante natural de mi amor.
Cuando Joëlle Thomas me habló de su método, reconocí aquello que, de una forma natural, nosotros, Gilles y yo, habíamos intentado conseguir para poder atravesar las dificultades de comunicación impuestas por el Parkinson.
Vi en él un método sensible y humano. Chloé Sainte-Marie

INTRODUCCIÓN

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, de evolución progresiva que afecta a una parte de las células del cerebro, provocando déficits cognitivos con la alteración de la memoria a corto plazo, asociada a varios problemas por lo que respecta al lenguaje, los gestos usuales de la vida cotidiana, el reconocimiento y la organización de la vida normal y corriente.
La enfermedad progresa por etapas. Al principio, las personas son muy conscientes de la alteración de sus capacidades cognitivas e intentan compensarlas por diferentes medios: libretas y hojas recordatorio, manipulación, humor, solicitud de ayuda... La evolución de la enfermedad, fuente de tal sufrimiento, y la negación que se deriva de ello provocan una alternancia de momentos conscientes con momentos inconscientes. Entonces es cuando los problemas de comprensión mutua resultan difíciles, y a veces incluso imposibles, de gestionar. Debemos aprender a encontrar a la persona desorientada en su mundo y descubrir, y después
compartir, su propio modo de comunicación. Esa es la clave para que la persona se sienta reconocida en sus vivencias y el resultado de todo ello sea una fuente de bienestar recíproco.
Las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer nos impulsan a cuestionarnos nuestra propia humanidad: ¿quiénes somos cuando nuestra memoria se apaga? ¿Quiénes somos al margen de nuestro intelecto? ¿Quiénes somos cuando ya no somos productivos?
He conseguido obtener respuestas a estas preguntas ocupándome de personas desorientadas desde 1992. Las personas enfermas de Alzheimer nos brindan la ocasión de ir a lo más íntimo de la Vida. He aprendido mucho de ellas y hemos vivido momentos excepcionales en los que el uno y el otro rozábamos lo esencial. ¡Cuando todo ornamento, falso semblante desaparece... nos encontramos de ser a ser gesto no tiene precio!
En el momento presente vivimos lo que somos verdaderamente, sin confundirnos con nuestro cuerpo, con nuestro intelecto, nuestros conocimientos o incluso con nuestros activos o nuestras acciones.
Se produce un breve encuentro de alma a alma', que vuelve a concederles toda su importancia, son verdaderos momentos de gracia.
Estos encuentros, de una belleza excepcional, solamente son posibles con la aceptación de lo que se es, sin condenar o querer cambiar nada: ¡se puede decir que es verdadera sabiduría!
Entonces me planteé si la enfermedad de Alzheimer se estaba convirtiendo en la enfermedad del siglo para que tomásemos conciencia de que existíamos más allá de nuestro cuerpo físico, nuestros pensamientos y nuestras emociones.
¿Es preciso que perdamos la memoria para poder experimentar la intensidad de ser en el momento presente, solamente ser, sin un objetivo a alcanzar, sin tener que demostrar nada?
¿Es preciso que nuestro cerebro pierda la capacidad de controlarnos y dirigirnos para que aprendamos a escuchar a nuestra alma?
Debemos abandonar los senderos habituales de la comunicación basada en el modo intelectual y aprender a comunicarnos de corazón a corazón, dando carta blanca a nuestra alma. Confiar en las señales y los mensajes que vienen de nuestro subconsciente, manifestaciones de nuestro cuerpo espiritual. Tenemos la costumbre de comunicarnos a partir de las informaciones que nuestra parte mental ha recopilado, organizado y analizado. La enfermedad de Alzheimer hace que esta práctica sea caótica. Por lo tanto, si cambiamos este hábito de dar prioridad a nuestra parte mental, podremos hacer crecer de forma consciente un espacio en nuestro fuero interno, que nos permitirá estar presentes en nuestro ser esencial que se revela mediante nuestra alma.
Y de este enfoque es de lo que os voy a hablar en este libro.
En el primer capítulo, hablaré de las siete claves del método que he creado y que permite mantener, hasta su muerte, una relación activa con las personas desorientadas y un crecimiento de la conciencia a través de esta relación. Seguidamente, compartiré con vosotros las primeras experiencias que para mí han sido revelaciones llenas de felicidad. Proseguiré explicando los descubrimientos que he realizado basados en mis observaciones, extraídas a raíz de mi trabajo de acompañamiento a personas afectadas de Alzheimer, así como a sus seres queridos, y estableceré vínculos con enseñanzas, encuentros, técnicas y citas que han sustentado mis reflexiones.
Finalmente, y como procede, terminaré con una conclusión. Advertencia:
Todo lo que vais a leer en esta obra es el resultado de mi experiencia personal.
Por supuesto, no todo sirve para todo el mundo. Tan solo tendrá valor lo que vosotros experimentéis que podéis reconocer como adecuado o inadecuado para vosotros mismos, en vuestra situación particular y en un momento dado.

ÍNDICE

PRÓLOGO 9
INTRODUCCIÓN 11
CAPÍTULO I. Las siete claves del método Joëlle Thomas
para acceder a una verdadera relación 17
CAPÍTULO II. Escuchar mi voz interior se revela como
"mi enseñanza" 23
CAPÍTULO III. De la iniciación a la práctica intensiva 27
CAPÍTULO IV. La comunicación basada en el modo afectivo 35
CAPÍTULO V. Desarrollar la conciencia de uno mismo y
la conciencia del otro en la comunicación 47
CAPÍTULO VI. Elegir armonizarse con el otro para facilitar la
comunicación de alma a alma 63
CAPÍTULO VII. El encuentro se sitúa en el instante presente 69
CAPÍTULO VIII. Cuidado con las relaciones de poder
pueden conducir al enfermo a destruirse 75 CAPÍTULO IX. Nuestras percepciones crean nuestra realidad 93
CAPÍTULO X. Utilidad de la desorientación para abordar los conflictos
internos no resueltos 103
CAPÍTULO XI. Comprender la función vital de las emociones para
obrar o reaccionar adecuadamente 113
CONCLUSIÓN. Los enfermos que padecen alzheimer nos abren una nueva dimensión de comunicación interpersonal 121
Formación con el método Joëlle Thomas 125