De La Tecnica Metamorfica Al Masaje Celular

PRÓLOGO

La obra que tienes entre tus manos es mucho más que un libro de consulta para todo aquel que esté interesado en conocer y profundizar en la Técnica Metamórfica, el Masaje Celular y los Principios Universales; ya sea profesional, futuro profesional o simplemente amante de la salud y la ayuda a los demás. Es la búsqueda del equilibrio tan necesario entre lo profesional y lo humano; entre los protocolos de trabajo y la sensibilidad del terapeuta.

NOTA DE LA AUTORA

Este libro nace como el resultado de más de veinte años de experiencia trabajando con las terapias manuales para ayudar al cuerpo a descubrir el camino de vuelta al equilibrio.

En el camino de la vida he aprendido de cada paso y de cada tropiezo. Me gustaría poder transmitiros a los que queráis conocer estas terapias y mi trabajo, una parte de mi aprendizaje y descubrimientos, ya que todos tratamos de ayudar a los demás y aspiramos a ser cada vez mejores terapeutas.

En primer lugar os hablaré de mi trayectoria: en 1989 comencé a estudiar quiromasaje, para adentrarme después en la reflexoterapia podal. Esa técnica me pareció tan sorprendente que no he dejado de profundizar en ella. Poco a poco al trabajar en los pies, llegué a la técnica metamórfica, encontrándome con una terapia muy sencilla y a la vez muy potente, capaz de llegar a conectar con lo más profundo del SER: sus cimientos, los nueve meses de gestación, y desde ahí ayudarle a cambiar toda su estructura.

Mi experiencia con personas discapacitadas psíquicas y paralítico-cerebrales profundas en la Fundación A.N.D.E. entre los años 1998 a 2004, fue la que me llevó a descubrir junto a Miguel Ángel Alfonso Velasco, un nuevo aspecto del masaje metamórfico. Muchos de los chicos no permitían que les tocáramos los pies y llevaban nuestras manos donde querían ser tratados: a la columna vertebral y la cabeza. Ellos nos abrieron el camino para desarrollar el que llamamos «Masaje Celular»: Un masaje dirigido hacia la conciencia, la memoria y la comunicación celular.

La terapia metamórfica trabaja sobre el período prenatal a través de las zonas del pie donde se reflejan la cabeza y la columna vertebral. Efectuando suaves caricias sobre estas zonas conseguimos que la persona entre en un estado de relajación en el que puede llegar a conectar con su raíz, los nueve meses de gestación, base de la estructura física, mental y emocional.

El «Masaje Celular», nace en principio ligado a la técnica Metamórfica, posteriormente tomará forma independiente, pero siempre van de la mano, ya que también dirige su fundamento hacia el período prenatal.

Hoy sigo trabajando e investigando con esta terapia y, desde los centros de energía, a través de mis manos, trato de comunicar a cada una de las células con su conciencia y memoria para ayudar-las a encontrar el camino de vuelta al equilibrio.

La primera vez que descubrí una célula a través de un micros-copio tenía quince años, era una pequeña ameba (protozoo unicelular) que se contorsionaba ante mis ojos sobre un portaobjetos. Se movía en ondulaciones con diferentes colores en su membrana según le incidiera la luz. Ese momento fue crucial a la hora de decidir hacia donde quería encaminar mis estudios.

Aprender Biología me ha aportado una perspectiva fundamental para comprender mejor el camino hacia la salud. En el cuerpo no podemos tratar nada de forma separada, todo se mantiene en equilibrio dentro de un ecosistema funcional, al igual que mantendremos mejor el equilibrio si el ecosistema en el que vivimos está sano.

Somos un microcosmos dentro de un macrocosmos.

INTRODUCCIÓN

Después de mucho tiempo tratando de dar un enfoque a lo que que-ría y consideraba más importante exponer sobre la «Técnica Metamórfica» y el «Masaje Celular» ha surgido este libro que espero que os sirva de consulta. En él comento algunas de mis experiencias para que se pueda entender mejor por qué funcionan estas técnicas, animando al aprendizaje e investigación de las mismas.

El interés que siempre he manifestado hacia la fisiología de la Medicina Tradicional China y su filosofía de la enfermedad también lo veréis plasmado, ya que cuando tratamos el pie estamos incidiendo sobre seis de los meridianos principales y cuatro de los 8 puntos resonadores, que abren los Vasos Maravillosos.

Su filosofía del hombre como parte del universo y que evoluciona con él es fundamental para comprender que es una medicina de la salud más que de la enfermedad. Para ellos la medicina buena es la que previene que la enfermedad aparezca, la regular es la que mejora a la persona cuando aparecen los primeros síntomas, y la mediocre la que cura cuando el sujeto ya está enfermo. Esto nos viene a decir que el estado natural del individuo es estar sano. Entonces, ¿por qué enfermamos?

La respuesta es sencilla: porque vamos en contra de la naturaleza y de nosotros mismos.

Formamos parte de un universo, de un macrocosmos, y no podemos olvidar que interactuamos constantemente con él, nuestra actitud de respeto hacia el medio natural en el que nos movemos será una proyección del respeto que tenemos por nosotros mismos. Es la Ética de la Vida con mayúsculas. No somos un ente aislado, sino seres sociales, necesitamos integrarnos en nuestro entorno y hacerlo cada vez mejor pero no sólo para nosotros, también para los demás y para las generaciones futuras, ya que somos los únicos seres vivos de este planeta con conciencia de trascendencia.

Sin el entorno, el medio ambiente en el que vivimos, la estructura social que nos cobija, los valores que sostienen nuestra par-te mental, emocional y espiritual; el desequilibrio está asegurado. Nuestra casa es nuestro cuerpo y tiene que estar en consonancia con nuestro «Ser» que es quien lo gobierna.

Según la filosofía oriental, siguiendo el texto del Curso de Acupuntura de José Luis Padilla, tres son las energías hereditarias:

La energía original o Yuan: esta energía proviene de la fuerza original del universo, y es común a todos los seres creados.

Energía cromosómica o Zong: energía que procede de nuestros ancestros: abuelos, padres; y, se transmite a través del óvulo y el espermatozoide que se unen.

Energía intermediaria o Jing: que participa de las anteriores y hace posible que ambas se unan para formar al nuevo ser.

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