Nutrición cetogénica contra el cáncer
Referencia: 9788416579990
Una alternativa deliciosa y saludable
Solo las personas que se han enfrentado al diagnóstico «cáncer» saben lo que implica emocionalmente. Después del impacto, dos preguntas vienen a la mente de los pacientes: «¿Qué pueden hacer los médicos por mí?» y «¿Qué puedo hacer por mí mismo?». Este libro trata de responder a esta última pregunta partiendo de una sencillísima premisa: si somos lo que comemos, modificar nuestra alimentación debería ser el primer paso. Las células cancerosas necesitan de la glucosa para prosperar ?es su alimento?, y partiendo de este hecho, los autores proponen una estrategia elemental para combatirlas: matarlas de hambre. La nutrición cetogénica consiste en la reducción drástica del consumo de alimentos ricos en glúcidos. Cuando estos desaparecen de la dieta, el hígado empieza a producir cetonas a partir de las grasas y, a diferencia de la glucosa, las cetonas son un combustible que las células cancerosas no pueden aprovechar. Nutrición cetogénica contra el cáncer no pretende convencer ni imponer; el único objetivo es ayudar en la batalla contra el cáncer proponiendo una dieta sabrosa, fácil de seguir y fundamentada científicamente.
Además de nutrirnos, los alimentos activan en nuestro organismo un gran número de procesos que pueden contribuir a mejorar nuestra salud o a empeorarla.
Este libro explica con claridad por qué una alimentación pobre en glúcidos puede ser muy recomendable para los pacientes de cáncer.
Los autores han seguido esta dieta durante largos períodos de tiempo. Hablan, pues, desde la experiencia: seguir una dieta cetogénica no solo es posible, sino también una experiencia agradable y deliciosa.
Ulrike Kämmerer, Christina Schlatterer y Gerd Knoll
AUTORES
La doctora en Biología Humana Ullrike Kämmererr
es bióloga y, junto con su grupo de trabajodeé la clínica ginecológica de la universidad Julius Maximilians de Wurzburgo (Alemania), investiga los planteamientos inmunológicos de la biología tumoral y reproductiva. Es pionera en estudios clínicos sobre la alimentación cetogénica y el cáncer.
La doctora en Ciencias Naturales Christina Schlatterer
es bióloga. El foco principal de su investigación se centra en el reconocimiento de procesos de señalización celular. En la actualidad trabaja en la universidad de Constanza en BadenWürttemberg (Alemania) y desde hace años también es publicista.
El doctor en Ciencias Naturales Gerd Knoll
es biólogo y asesor científico. Además, desde hace años también es publicista y autor especializado, sobre todo en alimentación y cáncer. Su interés principal se centra en el papel de las mitocondrias.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 7
EXPERIENCIAS DE UNA PACIENTE 15
LA RELACIÓN CON EL MÉDICO 27
PARTE I: ¿POR QUÉ ELEGIR UNA DIETA CETOGÉNICA? 31
- ¿Qué es el cáncer? ¿De qué se alimenta? 33
- Los glúcidos, la fruta y las verduras
¿son tan buenos para la salud como creemos? 39
- Se cierra el círculo: Breve historia
de la investigación contra el cáncer 45
- ¿Cómo se alimentaban nuestros antepasados? 51
- ¿Debemos culpar a los genes o al entorno y la
alimentación? ¿suerte u oportunidad y esperanza? 57
- Luchar contra los niveles elevados
de azúcar y de insulina 63
- Fortalecer los elementos sanos del organismo 69
- ¿Por qué «un poco menos» no es suficiente? 75
- ¿Y se supone que es saludable? 83
- Ejercicio: un plus para la salud 91
- ¿Es, de verdad, el ayuno una solución alternativa? 101
- Las cetonas: ¿son un medicamento? 107
- i La alimentación cetogénica no es una
«dieta milagro» más predicada por charlatanes! 113
PARTE II: Los NUTRIENTES
Fundamentos de la cocina cetogénica 119
PARTE III: LOS ALIMENTOS
Alimentos cetogénicos: proveedores de grasa,
fuentes de proteínas, sustitutos de los glúcidos 141
PARTE IV: LA PRAXIS. PRÁCTICA, PECULIARIDADES, PROBLEMAS 185
Práctica, peculiaridades, problemas 187
PARTE V: RECETAS
El desafío de la cocina cetogénica 2 1 1
Las 10 recetas más apreciadas del estudio KOLIBRI 237
PARTE VI: ANEXO 247
SOBRE LOS AUTORES 271
NOTAS 273
INTRODUCCIÓN
Solo las personas que se han enfrentado al diagnóstico «cáncer» saben lo que implica emocionalmente. Después del impacto inicial, dos preguntas vienen a la mente de los pacientes: «¿Qué pueden hacer los médicos por mí?» y «Qué puedo hacer por mí mismo?». En este libro trataremos de responder a esta última pregunta. A pesar de lo terrible que es saber que estamos enfermos, debemos recordar que nadie está desarmado frente al cáncer. Es importante contar con médicos competentes y comprensivos, pero no son las únicas opciones: los pacientes tienen en sus manos diversos modos de complementar la terapia. Por lo tanto, cuanto antes empiecen a actuar, más posibilidades tendrán de curarse, es decir, de influir positivamente en la evolución de la enfermedad y de nuevo llevar una vida activa y tan sana como sea posible.
La importancia que tiene la alimentación en la lucha contra el cáncer no sorprende a nadie. Lo mismo que nos alimenta a nosotros alimenta también a los tumores.
Además de nutrirnos, los alimentos activan en nuestro organismo un gran número de procesos que pueden contribuir a mejorar nuestra salud o a empeorarla. Lo que comemos puede ir más allá del abastecimiento de energía del tumor: en ciertos casos puede ayudar a que prolifere, en otros ralentizar su crecimiento y en otros incluso perjudicarlo.
Esto es una buena noticia, porque significa que podemos aprovechar los alimentos que ingerimos para lograr un efecto neutro o nocivo en el tumor.
Es la razón por la que las personas enfermas de cáncer deberían esforzarse por elegir, de manera precisa, aquellos alimentos y bebidas que nutren y fortalecen las partes sanas de sus cuerpos, sin que los tumores saquen provecho de ellos —e incluso mejor si los debilitan—. Estas personas deberían tomarse en serio el consumo de alimentos que permitan a su organismo crear sus propios remedios para luchar contra el cáncer.
Nosotros como autores del libro Krebszellen lieben Zucker-Patienten brauchen Fati (publicado en 2012 por la editorial systemed-Verlag) estamos convencidos de que una alimentación pobre en glúcidos está indicada en la gran mayoría de los cánceres. Esta obra tenía como objetivo explicar las razones de nuestra convicción e indicar qué alimentos elegir; para ello presentamos, de manera detallada, los principios y argumentos científicos a favor de la alimentación pobre en glúcidos.
Este libro que tienes entre manos se diferencia en dos cosas del anterior. Por un lado, es una versión más breve, clara y simplificada pero también más práctica y asequible, cumpliendo así las peticiones de muchos lectores que encontraron el primero demasiado científico, detallado y «estadístico», por citar algunas críticas. Por otro lado, se trata también de una puesta al día de las investigaciones y los descubrimientos científicos hechos desde entonces.
En estas páginas te mostramos los conocimientos actuales sobre las dietas muy bajas en glúcidos para la salud en general y para el tratamiento contra el cáncer en particular. Partiendo de esta base científica, recomendamos una alimentación que, a la vez que satisface las necesidades fundamentales de nutrientes, micronutrientes, vitaminas y fibra alimentaria, cubre de forma directa las necesidades de las personas con cáncer. Al cabo de un tiempo, el metabolismo de los enfermos de cáncer se modifica, de manera que una alimentación rica en glúcidos se hace cada vez más dificil de asimilar y resulta perjudicial para su salud. Por el contrario, una alimentación cetogénica, es decir, baja en glúcidos, puede fortalecer las células sanas de sus cuerpos y proporcionarles, de manera óptima, la energía y las sustancias que necesitan para renovarse, sin que las células tumorales se aprovechen de ello.
En este libro no te proporcionamos una dieta «milagro». Sus afirmaciones de ninguna manera pretenden deslumbrar asegurando que basta con seguir una alimentación pobre en glúcidos y que se pueda «matar de hambre» al cáncer dejando de comer azúcar y feculentos. No contiene ninguna declaración no comprobada ni ninguna teoría arriesgada. Estos últimos años, la leyenda urbana que sostiene que se puede «matar de hambre» a los tumores se ha extendido como la pólvora y algunos nos han acusado de propagarla en nuestro libro publicado en 2012. Basta con leerlo para ver que esto no es cierto.
En esta obra, explicamos cómo las personas que padecen cáncer pueden seguir una dieta cetogénica para sentirse mejor —a pesar de lá enfermedad.
¿Qué es la «alimentación cetogénica»? Cuando una persona consume a diario alimentos y bebidas que contienen, a la vez, muy pocos glúcidos y una cantidad importante de materia grasa, su hígado fabrica un gran número de pequeñas moléculas llamadas «cetonas», «cuerpos cetónicos» o «ácidos cetónicos»: se dice entonces que sigue una alimentación —o una dieta— cetogénica. El hígado produce cetonas a partir de la materia grasa. Estas cetonas representan una excelente fuente de energía para casi todos los tejidos corporales, sin aportarles nada o casi nada a las células cancerosas. Con la alimentación cetogénica, los tumores tienen un acceso más restringido a su alimento principal: el azúcar. Por este motivo, las cetonas pueden frenar de muchas maneras el crecimiento y la proliferación de los tumores. Además, una persona que sigue una alimentación cetogénica no le impone, de ninguna manera, a su cuerpo unas condiciones «artificiales» o anormales. De hecho, a lo largo de la historia de la humanidad, los períodos en los que la alimentación del ser humano contenía pocos glúcidos eran la regla y no la excepción.
Estos últimos años hemos visto muchos descubrimientos que hacen pensar que la alimentación cetogénica no solo es inocua para los pacientes de cáncer, sino que, además, es beneficiosa para la gran mayoría de ellos. Hemos escrito este libro porque estamos convencidos de que esta alimentación constituye un excelente y seguro modo —aunque por desgracia aún desconocido— de ayudar a los pacientes, y es nuestro deseo ponerlo a disposición de todo aquel que esté decidido a ponerlo en práctica.
Queremos precisar que, más allá de la venta de este libro, ninguno de los autores tiene ningún interés económico vinculado con la alimentación cetogénica ni con ningún pro- ducto o servicio relacionado con el contenido de estas páginas. No vendemos productos de la dieta cetogénica. Tampoco damos conferencias lucrativas. Y al contrario que otros autores de libros sobre alimentación anticáncer, nosotros somos totalmente independientes. No nos afecta ningún conflicto de intereses.
Además, nosotros probamos lo que recomendamos. De hecho, todos hemos seguido la dieta que preconizamos aquí durante largos períodos de tiempo y algunos aún continuamos con ella.
Hablamos, pues, desde la experiencia: seguir una dieta cetogénica no solo es posible, también es agradable y delicioso. Podemos elaborarla sin mucho esfuerzo, usando productos congelados y precocinados, aunque es siempre mejor, por supuesto, cocinar uno mismo con ingredientes frescos y naturales. Pero de un modo u otro, la alimentación cetogénica es variada y sabrosa. Si por un lado elimina o sustituye las guarniciones a base de feculentos, incorpora por otro gran cantidad de vegetales y plantas aromáticas. Permite ser creativo en la cocina sin muchos esfuerzos. Ya sean entremeses, platos o postres, la alimentación cetogénica abre nuevos horizontes gustativos nó solo a los enfermos, también a todos los que comparten mesa con ellos. Estos últimos pueden elegir: son libres de seguir acompañando sus platos de pasta o patatas —pero quizás se den cuenta de que una alimentación pobre en glúcidos les hace mucho bien a ellos también.
Este libro es una propuesta. No queremos convencer a nadie ni imponer nada. Lo que pretendemos es informar al público de que existe una manera de alimentarse especialmente adaptada para las personas con cáncer.
Esperamos que os sea útil.
CONSTANZA Y WURZBURGO, diciembre de 2015
Ficha técnica
- Autor/es:
- Ulrike Kämmerer, Christina Schlatterer y Gerd Knoll
- Editorial
- Sirio
- Traducción
- Carolina Gómez Herranz (
- Formato
- 210x135 cm
- Páginas
- 280
- Encuadernación
- Rústica con solapas (tapa blanda)
- Fotografías
- Color