Clara-Mente

Recientes descubrimientos científicos muestran que en el estado meditativo se origina un profundo descanso, en el que reposamos más que cuando dormimos. Meditar estimula las neuronas creando nuevos caminos y conexiones, que provocan en nuestro cerebro sentimientos de bienestar, tranquilidad, ánimo y alegría. Para que estos sentimientos perduren y sean cada vez más intensos es necesario incluir la meditación en la rutina diaria, como un elemento imprescindible de nuestra higiene personal. Este libro ofrece una visión clara de lo que significa meditar y sus beneficios. Se trata de una obra sencilla, dividida en tres partes. La primera hace referencia al significado de la meditación, en la que se recogen numerosos testimonios de maestros experimentados y se explica cuales son las diversas etapas por las que transitamos al meditar. En la segunda parte, se muestra qué sucede cuando la meditación forma parte de nuestra vida. Y en la tercera y última, se explican diversos ejercicios meditativos para poder incluirlos en nuestro día a día

Alma Dyvia (María Luisa Ramos)

se formó como profesora de Hatha Yoga y Ashtanga Yoga en Dharamsala, en 2009 por la International Society of Vedic and Yogic Sciences, institución reconocida por la Yoga Alliance en EEUU.
En 2011 obtiene el título de profesora de yoga clásico y yogaterapia, por la Escuela de Yoga y Psicología Transpersonal de Pilar Ínigo en Zaragoza, certificada por la Asociación Española de Practicantes de Yoga, entidad miembro de la Unión Europea de Yoga.
Se ha especializado en técnicas meditativas durante su formación como profesora de yoga. Y posteriormente por la Escuela Internacional de Oshodhara en Delhi (India). Es Consultora en Mindfulness por la Escuela de Desarrollo Transpersonal
Kai-Zen de El Escorial, dirigida por José María Doria y con certificación de la Universidad Europea Cervantes. Asimismo se ha formado en Terapia Ayurveda por la Kerala Ayurvedic Health Care, en Delhi (India). Y ha sido iniciada en los Tres Niveles de Reiki, por la Escuela Usui Shiki Ryoho de Japón.
En la actualidad es profesora de Arqueología en la Universidad de Cantabria, donde desarrolla su actividad docente e investigadora. Ha escrito varios libros y más de un centenar de artículos en revistas especializadas y congresos relacionados con la Arqueología, el Yoga, la Lactancia Materna y la Infancia.
Ha sido fundadora y presidenta de la Asociación de Apoyo a la Lactancia Materna en Cantabria «La Buena Leche», a lo largo de casi dos décadas. Y ha trabajado durante diez años como vocal de la Junta Directiva de UNICEF Cantabria, llevando las áreas de «Materno Infantil» y «Educación para el Desarrollo».
Además ha editado un libro de cuentos infantiles. Y como directora de cine documental ha realizado cinco cortometrajes que han recibido diversos premios y distinciones a nivel nacional e internacional, dos de ellos de temática arqueológica y el resto dedicados al universo femenino.

• Peso: 230 gr.
• Páginas: 120
• Encuadernado: Rústica

Prólogo

Este libro que tienes en tus manos seguramente te habrá llegado por azar, pero puede cambiarte la vida. Muy a menudo aparece ante nosotros, en momentos precisos, aquello que necesitamos, por lo que debemos reconocerlo como una oportunidad que se presenta bajo la forma de una lectura, de un encuentro o de un cambio existencial. Para mí, después de graves problemas de salud, esta oportunidad fue el encuentro con Alma y su gran amistad después. Su personalidad luminosa y profundamente intuitiva me ayudó a superar un momento de crisis vital. Ella me inició en el camino de la meditación, ini más ni menos! Con sencillez y humildad, me ha mostrado las diferentes técnicas meditativas que aprendió a lo largo de sus muchos años como profesora de yoga y como meditadora en sus diferentes estancias en la India, de la mano de los diversos maestros que ha conocido. Profesora titular de Arqueología en la Universidad de Cantabria, ha encontrado también en las capas profundas de la cultura universal el lado espiritual que tiene todo ser humano y que le empuja a conocer su propia naturaleza divina.
Paradójicamente, en lugar de vivir el presente, las personas mal informadas tienden a dejarse llevar por sus pensamientos en una rumiación mental incesante de problemas. La meditación es el medio adecuado para frenar esta actividad, al permitirnos ser más conscientes de nuestro cuerpo y de nuestra mente.
La meditación existe desde hace varios miles de años en la tradición budista, cuyos monjes han sabido guardarla viva hasta nuestros días. Pero las técnicas meditativas las encontramos también en Occidente bajo diferentes aspectos en la antigüedad y así mismo en las tres grandes religiones monoteístas, por lo que hemos de considerar la meditación como patrimonio común de la humanidad.
El budismo en particular tiene dos tipos de meditación, denominadas en la lengua pali como vipassana y samatha. Vipassana o «visión interior» corresponde a la consciencia de aquello que vivimos momento a momento en el presente. Y samatha o «tranquilidad espiritual» conduce a la mente a concentrarse en un único objeto, lo que conlleva paz mental.
Hace falta comprender que la meditación es un modo de vida, una forma de estar en el mundo. El despertar y la realización de ciertas técnicas de meditación tienen como resultado una relajación, una forma de estar bien con uno mismo y encontrarse en paz. Se han asociado en ocasiones a reducciones cognitivas, para constituir unos verdaderos protocolos terapéuticos válidos científicamente,' que constituyen hoy en día la tercera generación de terapias cognitivo-conductuales.
El término meditación, procedente de la misma raíz que medicina, designa el conocimiento a través de la cultura de la atención, del surgimiento de una mente clara, es decir, esa función psíquica susceptible de englobar sin prejuicios y con benevolencia todas las sensaciones y percepciones pero también pensamientos, emociones, motivaciones y acciones. La consciencia así definida puede entonces considerarse como un sexto sentido, a veces simbolizado por el tercer ojo.
Meditar es vivir en el presente, mientras se está conectado con el mundo, no de una forma conceptual, pero como si el mundo exterior y el «ser» (interior) no estuvieran separados («estado de flujo»). Es esa situación que todos hemos conocido alguna vez de forma fugaz, delante de una obra de arte o frente a una puesta de sol, por ejemplo. Meditar no requiere que tengamos ninguna cualidad en especial y no consiste tampoco en buscar estados alterados de consciencia, como aquellos que nos producen las sustancias psicodélicas. Meditar no implica adherirse a una religión, cualquiera que sea; es, ante todo, una práctica laica.
Meditar es ser consciente de nuestra presencia en el mundo, aquí y ahora, instante a instante, sin ninguna otra finalidad, sin esperar nada más. Y luego por supuesto los efectos benéficos se dejarán notar.
Meditar no consiste en esperar conseguir uno u otro estado de calma, sabiduría, éxtasis o desarrollo personal; se trata de una práctica que consiste en no hacer nada. No hay que salir de la realidad sino, por el contrario, recrear un espacio interno de amor y encuentro con uno mismo, porque ¿cómo seremos capaces de amar a los otros si no nos amamos a nosotros mismos? La meditación implica, en efecto, el desarrollo de la compasión hacia uno mismo primero y hacia todo lo que nos rodea, después. La presencia en el mundo consiste en acoger los buenos momentos como los malos, el placer como el sufrimiento, sin engancharnos a uno u otro.
Si el budismo lo ha introducido en gran parte en Occidente Chögyam Trungpa, la meditación de la «plena consciencia» (justa atención o samma sati en sánscrito) la desarrolló en Francia en los años setenta un monje budista vietnamita, Thich Nhat Hanh, fundador de una comunidad en el sudoeste francés que se iluminó viviendo plenamente su presencia, gracias a la vigilancia y a la atención, para ayudar a sus conciudadanos a salir adelante en el desgarrador período de la guerra. Al respecto escribió un libro, El milagro de la plena atención consciente; en opinión de su autor, tener «plena consciencia» sobre lo que hacemos puede transformar el mundo. Años después Jon Kabat-Zinn, profesor de Medicina en la Universidad de Massachusetts y un gran apasionado de la cultura oriental y de las tradiciones budistas, fundó la Clínica de Reducción del Estrés en 1979 y posteriormente, en 1995, el Centro para el Mindfulness en Medicina, Salud y Sociedad. Kabat-Zinn definió mindfulness como «d estado consciente que se desarrolla tomando atención deforma deliberada en el momento presente, sin juicios de valor».
La plena consciencia ha servido de base en las nuevas formas de terapia indicadas para el dolor crónico, y en particular para los problemas ligados al estrés, que se han desarrollado muy rápidamente, gracias a las investigaciones de Zindel Segal, profesor de Psicología de la Universidad de Toronto. En 1990 Kabat-Zinn reunió el movimiento instaurado en 1987 por Francisco Varela, investigador en neurociencia; Adam Eagle, hombre de negocios, y el Dalái Lama, en el seno del Instituto

Mente y Vida que organiza encuentros interdisciplinares con el fin de promover investigaciones científicas sobre las tradiciones meditativas. Estas investigaciones fueron multiplicándose por iniciativa del profesor Richard Davidson, creador de la neurociencia afectiva, en la Universidad de Madison, Wisconsin, junto con otros investigadores a nivel mundial. Los avances en estos programas de neurociencia contemplativa dieron lugar a la publicación de la obra L'esprit est son prope médecin.
Como médico, psiquiatra y psiquiatra infanto-juvenil, mi encuentro con la meditación me ha confirmado que no son las medicinas o las terapias las que curan, sino el propio paciente que moviliza sus defensas para sanarse a sí mismo. Desde esta perspectiva el terapeuta no es más que un mero catalizador, un facilitador de la curación. Yo mismo, con la ayuda de mi colega Catherine Alexandre, he desarrollado, con indudable éxito, un programa destinado a los adolescentes de entre doce y dieciocho años que presentan problemas ansio-depresivos.
Cultivar la plena consciencia consiste en constatar, sin oponerse, las sensaciones corporales y sus tensiones —más o menos dolorosas—, las percepciones sensoriales inevitables que nos rodean, el encadenamiento incesante de pensamientos y emociones —permitiendo que los miremos como nubes que pasan por el cielo, sin engancharnos a ninguno de ellos—, pero así mismo vivir conscientemente, evitando los comportamientos automáticos que adoptamos en nuestra vida cotidiana, sin ser verdaderamente conscientes de lo que hacemos y que tienden a hacer de nosotros verdaderos autómatas que no reaccionamos de manera consciente ante lo que nos rodea.
La «atención plena» es la energía que está aquí y ahora, prestándote atención a ti mismo, sobre todo en los aspectos
claves del cuerpo como la respiración, por ejemplo. Se trata de liberarse de la rumiación mental sobre situaciones que hemos vivido en el pasado, o que anticipamos del futuro, en beneficio del momento presente, que pone en espera el modo «hacer», reemplazándolo por el modo «ser».
La meditación en la tradición budista es darse cuenta de que la fuente del sufrimiento está en nuestro interior y no es el resultado de las causas externas. La meditación logra ese nivel de consciencia donde los pensamientos y emociones que están más o menos asociados se observan sin implicarnos en ellos, en lugar de tratar de huir de nuestro dolor psíquico o físico, que enferma a nuestro cuerpo y a nuestra mente.
Para llevar a cabo esta vida meditativa, como dice Alma, nada mejor que practicar con regularidad o espontáneamente, cuando surge la necesidad, los variados ejercicios que en esta obra se ofrecen.

DR. MICHEL HÉNIN
Ex Director General de Hospitales de psiquiatría infantil y juvenil de Francia.
Jefe de Psiquiatría Infantil en el Hospital de Blois.
Diplomado en Medicina, Meditación y Neurociencia (Universidad de Estrasburgo).

Introducción

Este libro surge de una serie de conferencias sobre la meditación, acompañadas de talleres, realizadas en diferentes lugares de España y Francia. Acostumbrada a explicar a los neófitos «qué es la meditación» y «cuáles son sus ventajas», algunos alumnos me pidieron que plasmara en un libro todas esas enseñanzas que suelo impartir en un fin de semana. Los cursos realizados se han desarrollado para el público en general y para los profesionales de la salud en particular, en diferentes hospitales de Francia.
El título de este libro, Clara-Mente, hace referencia a lo que nos muestra últimamente la ciencia sobre el estado meditativo, que se ha dado en llamar el cuarto estado de consciencia, diferenciándolo del estado de vigilia, sueño o fase REM, en la que nuestra mente tiene diversos sueños. Se trata de un estado profundo de descanso, en el que reposamos más que cuando dormimos. En ese estado nuestra mente da muestras de una única actividad cerebral electrofisiológica, es decir, una
actividad mental clara y ordenada, con una coherencia máxima. Esto es muy importante, ya que está relacionada con la inteligencia, la creatividad y las habilidades de aprendizaje, además de mostrar una estabilidad psicológica y una madurez emocional. En palabras del físico cuántico John Hagelin: «Todo lo bueno que tenga una mente depende de su actividad ordenada».
Con las diversas técnicas meditativas que se van a mostrar aquí, conseguiremos que la mente se desconecte por unos momentos de su habitual manera de reaccionar frente al mundo exterior.
A día de hoy, tenemos conocimiento de que el cerebro es plástico y sigue creando nuevas redes neuronales (sinapsis) cada vez que aprende algo diferente. Pues bien, el hecho de meditar estimula las neuronas originando nuevos caminos que provocan en nuestro cerebro sentimientos de bienestar, tranquilidad, ánimo, alegría y muchas otras emociones relacionadas con la felicidad. Para que estos sentimientos perduren y sean cada vez más intensos y duraderos, es necesario practicar regularmente la meditación e incluirla en nuestra rutina diaria, como un elemento más de nuestra higiene personal, en este caso imprescindible para tener una correcta salud mental.
El propósito de este libro es el (le ofrecer una visión clara de lo que significa meditar y sus beneficios, para todas aquellas personas que nunca lo hayan hecho anteriormente. Se trata de una obra sencilla, dividida en tres partes. La primera hace referencia al significado de la meditación, en la que se recogen los diversos testimonios de maestros experimentados y se explica de una forma concisa cuáles son las diversas etapas por las que transitamos al meditar. Se habla también de sus
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grandes beneficios y se ofrecen las diversas evidencias científicas descubiertas al respecto.
En la segunda parte, se muestra qué sucede cuando la meditación forma parte de nuestra vida, en la que además de potenciar nuestra intuición, aumenta nuestra creatividad y nos convierte en seres resolutivos en el devenir de nuestras experiencias vitales, o lo que es lo mismo, dejamos de dudar sobre
lo que más nos conviene.    •+
En la tercera y última parte, se explican diversos ejercicios meditativos para que puedan ser incluidos en tu día a día, sin necesidad de dedicarles un gran tiempo extra, que en muchas ocasiones no se tiene o es difícil de hallar. Para que la práctica sea más sencilla y eficaz, hemos creado unos audios que te ayudarán a realizar numerosos ejercicios meditativos guiados.
Por último, se ofrece una bibliografía sobre algunos de los numerosos libros escritos sobre la meditación y se añade un apartado de autores musicales que ofrecen piezas relajan-tes para que puedas escucharlas durante tu práctica.