Respiración mindfulness

Si puedes ser consciente de tu respiración, puedes estar presente sin esfuerzo

Ser consciente de tu respiración significa simplemente observarla y dirigir tu atención a ese proceso corporal sin controlarlo ni juzgarlo, permitiendo que sea tal y como es.
Este libro inspirador contiene 16 ejercicios de respiración mindfulness basados en el Anapanasati Sutta, un texto que recoge las enseñanzas universales del Buda acerca de la atención plena.

Rose Elliot,

pionera de la cocina vegetariana, fue nombrada Miembro de la Orden del Imperio Británico en el año 1999 por su contribución como chef a este tipo de alimentación.
Hace algunos años, Rose escuchó hablar a un monje budista sobre las Cuatro Nobles Verdades y afirmar que todo lo que se necesita saber sobre el budismo podría resumirse en el reverso de una tarjeta postal. Este hecho inspiró la práctica meditativa de la autora, así como sus escritos y su amor e interés por el budismo.

ÍNDICE

Prólogo    9

Introducción Cómo comenzó todo    11

Capítulo 1    Cómo respirar conscientemente    25

Capítulo 2    Sana tu cuerpo    47

Capítulo 3    Apacigua tus sentimientos    75

Capítulo 4    Serena tu mente    113

Capítulo 5    Libera tu espíritu para fluir con la vida    147

Epílogo 177

Notas presentes en el texto    185
Agradecimientos 187

INTRODUCCIÓN
Cómo empezó todo

Al igual que mucha gente, yo también había oído hablar antes del mindfulness. Sabía que consistía en prestar atención, en tomar conciencia de lo que está sucediendo en el momento presente y en aceptarlo sin juzgarlo ni tratar de controlarlo.

También sabía que estaba demostrado que su prác­tica aportaba múltiples beneficios (mayor paz, energía y confianza en uno mismo, menos estrés, alivio de la depresión y la ansiedad, disminución de dolores...) y quería experimentarlos por mí misma.

Sin embargo, por más que lo intentaba, la práctica se me resistía. Todo eso de «observa lo que haces mien­tras te lavas lo dientes» me parecía monótono, tedioso y aburrido. Lo cierto es que yo no era capaz de pillarle el tranquillo.

Ya sé que según los expertos si lo practicas correc­tamente el mindfulness nunca es aburrido, pero para mí sí que lo era. No dejé de intentarlo, pero no podía seguir así.

Y entonces, cuando estaba a punto de abandonarlo todo, conocí a un monje (una experiencia que describí en mi libro I Met A Monk) que discretamente me sugi‑

rió que me iría mejor si fusionaba la práctica del mind­fulness con la respiración.

Eso me ayudó mucho. De hecho, me fue tan bien que decidí investigar sobre esta práctica. Lo que descu­brí casi me deja sin aliento, si se puede decir así. Y sin duda cambió mi vida.

Averigüé que, en sus orígenes, el mindfulness ya se basaba en la respiración: era parte intrínseca de él.

El mindfulness y la respiración van de la mano. Si practicas aplicando la atención plena a la respiración, lo que podría haber sido algo tedioso, aburrido y me­cánico, de repente cobra vida. Es como cuando llenas el tanque de gasolina o sientes el empuje del viento en las velas: el mindfulnéss se convierte en una expe­riencia realmente gratificante que, sencillamente, pa­rece fluir.

Practicar mindfulness utilizando la respiración como punto de partida y foco de atención no solo te hace ser consciente del momento presente, que es de lo que trata el mindfulness, sino que te conecta, espontáneamente, con una mayor paz, alegría, fuerza y, me atrevo a decirlo, una sabiduría que nunca pensaste que tenías. Si lo deseas (y una vez que empieces probablemen­te así será), puede llegar a conducirte de forma natural a la meditación, con todos los beneficios demostrados para tu salud y tu bienestar que conlleva su práctica. Se trata de un proceso verdaderamente transformador. Una vez sepas respirar de forma consciente, podrás hacerlo en cualquier lugar y en cualquier momento. Es como darle al interruptor instantáneo de «paz inte­rior». ¡Y que no te quepa duda alguna no es nada abu­rrido!

Así que únete a mí y retrocedamos 250o años, hasta la noche en que se transmitieron las primeras ense­ñanzas de mindfulness: a sus orígenes...

La luna estaba llena,

la multitud no se movía...

Era el final de la temporada de lluvias en India. Va­rios cientos de personas se habían reunido y esperaban expectantes. Un hombre alto, delgado y de pelo oscuro estaba sentado con las piernas cruzadas ante ellos. Pa­seó la vista por la gente, pensativo, y a continuación, tras una pausa, empezó a hablar...

Sus palabras iban a ayudar a personas normales de toda condición, a aquellas que lo escucharon esa noche y a los millones más que lo escucharían en el futuro gra­cias a la repetición de su discurso a lo largo de los siglos

hasta la actualidad: explicó cómo respirar con atención plena para hallar la paz interior, la fuerza y la sana­ción sin importar la situación personal ni la clase social.

El mundo ha cambiado radicalmente desde enton­ces, pero lo seres humanos y los problemas a los que nos enfrentamos no. Por eso sus enseñanzas son tan actuales y útiles hoy en día como hace siglos.

Este libro está basado en las enseñanzas que Buda nos transmitió. Están agrupadas en sencillos ejercicios de respiración que van recorriendo el libro como si­guiendo un hilo de oro, enseñándonos a aplicar la aten­ción plena a la respiración y a utilizarla en todos los aspectos de nuestra vida: con nuestro cuerpo, con nues­tros sentimientos, con nuestras emociones, con nuestra mente y con nuestro espíritu.

En la práctica, todas esas áreas se solapan y entrela­zan influyendo las unas en las otras. Por eso, si te vuel­ves más consciente de una, las demás también se bene­ficiarán, lo que aportará a tu vida una mayor sensación de equilibrio y armonía.

Si practicas la respiración mindfulness unos minu­tos al día, tal y como se indica, estarás permitiendo que esta hermosa práctica y sabiduría ancestral sane tu vida desde dentro hacia fuera y aumente tu paz, tu li­bertad y tu alegría.