Qi Gong de los 12 meridianos, por Yves Requena. Editorial La libere de marzo

Qi Gong de los 12 meridianos (Libro + DVD)

Referencia: 9788492470495
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El Qi Gong de los 12 meridianos es una serie de 12 movimientos y estiramientos específicos para estimular, abrir y desbloquear cada uno de los 12 meridianos principales que tiene la acupuntura.

El método es muy simple: verdadero estiramiento específico de los músculos y tendones situados en el trayecto de los meridianos. Actúa a nivel mecánico previniendo y fortaleciendo, como en el tratamiento de los trastornos musculares y osteotendinosos. De hecho, la interacción de los meridianos con los órganos es un excelente método de salud y curación de los síntomas físicos y emocionales.

Las ocho posiciones estáticas completan esta acción ya que fortalecen la energía vital, abriendo los 8 meridianos extraordinarios, que son los verdaderos reservorios de la energía de los meridianos principales.

Yves Réquéna,

Es doctor en medicina y acupuntor diplomado DIU de las universidades francesas. Imparte acupuntura en numerosas facultades de medicina de Francia y Europa, en EE.UU. y Latinoamérica. Es fundador del Institut Europeen de Qi Gong, la primera escuela de formación profesional de Qi Gong en Europa. Pone a nuestra disposición esta doble competencia para presentarnos este método especial de Oí Gong, el «Qi Gong de los 12 meridianos», shi erjing mai fa.

ÍNDICE

1Introducción
21 Estiramientos de los meridianos
22 Sistema de meridianos en la medicina china
32 Cómo funciona el Qi Gong de los 12 meridianos

34 MODO DE EMPLEO - Qi Gong de los 12 meridianos
37 Meridianos de Pulmón e Intestino Grueso
38 Meridiano del Pulmón
46 Meridiano del Intestino Grueso
55 Meridianos de Estómago y Bazo-Páncreas
56 Meridiano del Estómago
64 Meridiano de Bazo-Páncreas
73 Meridianos de Corazón e Intestino Delgado
74 Meridiano del Corazón
82 Meridiano del Intestino Delgado
91 Meridianos Riñón y Vejiga
92 Meridiano de la Vejiga
100 Meridiano del Riñón
109 Meridianos Maestro Corazón y Triple Calentador
110 Meridiano del Maestro Corazón
118 Meridiano del Triple Calentador
127 Meridianos de Hígado y Vesícula Biliar
128 Meridiano de la Vesícula Biliar
136 Meridiano del Hígado145 Práctica estática de los Bagua
146 Los meridianos extraordinarios y los ocho Bagua

148 MODO DE EMPLEO - Estática de los ocho trigramas
150 Postura de la Tierra
154 Postura del Cielo
158 Postura del Fuego
162 Postura del Agua
166 Postura de la Montañc
170 Postura del Lago
174 Postura del Trueno
178 Postura del Viento

183 Índice
187 Agradecimientos
189 Para saber más

Introducción

Según el concepto chino, desde siempre es primordial que los canales de cir­culación del Qi, los meridianos, se mantengan abiertos y fluidos a lo largo de todo su trayecto, es decir, sin congestiones ni estancamiento alguno. Esto es lo que se determina como estado de buena salud.

Liberar la circulación el Qi con acupuntura

El acupuntor diagnostica el desequilibrio en los meridianos y lo regula mediante la punción de los correspondientes puntos y a veces mediante la actuación en los «nudos» que obstruyen un meridiano u otro.

Por ejemplo, en el caso de la ciática, palpando con el pulgar el trayecto del meri­diano de la Vejiga, por detrás del muslo o la pantorrilla, se encuentran estos «nudos» en forma de bolitas o nódulos del tamaño de un garbanzo o una avellana en la profundidad del tejido conectivo por debajo de la piel.

El acupuntor introduce una aguja en la pequeña masa, o varias en caso de que detecte más masas, con lo que se regulará la circulación a través de los puntos distantes de la derivación homolateral y contralateral. Es un verdadero arte.

El resultado es espectacular, ya que, durante la sesión, se alivia el dolor y, en la mayoría de las ocasiones, la vértebra desplazada se desbloquea y vuelve a su sitio casi inmediatamente o en el plazo de 24 a 48 horas. Es decir, que mediante las agujas, también se ha realizado una maniobra osteopática.

La disolución de estos nódulos en forma de pequeñas masas es tan importante en la práctica de la acupuntura que, en su arsenal, el médico dispone de agujas para sangrar y de ventosas. En determinados casos, se introduce la aguja para sangrar como un punzón o trócar (la aguja tiene una forma parecida). Después el médico aplica una ventosa para activar y sangrar esta zona hasta que la misma, que al principio es oscura, vuelve a ser roja.

Por tanto, actúa fiel al mandato terapéutico mencionado en el Nei Jing Su Wen, el primer texto histórico de la acupuntura: «Primero liberar los bloqueos, luego regularizar la circulación y después efectuar la punción de los puntos distantes.»

Liberar la circulación del Ql mediante el masaje

Los masajes chinos de Tuina y Anmo constituyen la segunda manera de actuar sobre los meridianos, igual que el Shiatsu.

De hecho, la maniobra clásica consiste en masajear el meridiano afectado por el pro­blema que presenta el paciente, después del diagnóstico del balance energético.

Si el meridiano está vacío, el terapeuta masajea en el sentido de la circulación. centrífugo o centrípeto, del meridiano afectado.

Por el contrario, si el meridiano tiene un exceso, el masaje se efectuará en sentido inverso a la circulación del meridiano.

En caso de que, recorriendo el trayecto, se percate de pequeñas masas, intentará disolverlas mediante el masaje en esta zona.

Liberar la circulación del Qi mediante Qi Gong

En general, independientemente del método practicado, el a Gong representa la tercera forma de cuidarse a sí mismo. El efecto es facilitar la circulación de la energía en todo el organismo, lo que significa que actúa de forma preventiva para no enfermar, procura la recuperación en caso de problemas de salud y optimiza las capacidades físicas y psíquicas. Entre todos los Qi Gong, el Shi erjing mai fa. el Qi Gong de los 12 meridianos es el que va a actuar sistemáticamente en cada uno de los 12 meridianos: uno a uno en el sentido de su circulación.

Los efectos a nivel de la salud son espectaculares tanto en lo que se refiere al dolor, los bloqueos articulares, las artrosis, las tendinitis o las neuralgias. como en lo que se refiere a los desequilibrios internos más generales que afectan al fun­cionamiento de los órganos y de la mente.

Por tanto, en numerosos casos, el Qi Gong de los 12 meridianos representa una alternativa a la acupuntura y a los masajes, así como, por suerte. también constituye una prolongación del acto terapéutico al cual completa y refuerza.

Así, para los acupuntores, los masajistas y los terapeutas de Shiatsu es muy importante conocer el Qi Gong de los 12 meridianos y enseñar a sus pacientes los ejercicios que mejor se adaptan a su caso en particular.

Estiramientos de los 12 meridianos y posturas del Bagua

Para poder comprender bien la fuerza de estos estiramientos, conviene presentar detalladamente el sistema de los 12 meridianos que vamos a estirar. Pero antes, debemos hacer mención de las ocho postura estáticas que completan el sistema shi er jing mai fa.

De hecho, cada una de las posturas se corresponde con uno de los ocho trigra­mas de la famosa «rosa de los vientos» china, que engloba tanto las ocho direc­ciones espaciales como las temporales.

Cada uno de estos trigramas está vinculado a un meridiano curioso que forma parte de la gran circulación de los 12 meridianos y que sin embargo cruza. En chino, se denominan literalmente Qi Jing Bamaí , lo que significa los ocho meri­dianos «aparte» o «especiales», y que, a principios del siglo XX en Occidente, se ha dado por traducir como meridianos «curiosos», «maravillosos» o «extraordi­narios». Posteriormente, se han hecho avances en la traducción dei chino, por lo que ya no necesitamos del país de las maravillas de Alicia para aprenderlos.

Mientras que, en la teoría de los acupuntores, los 12 meridianos principales trans­portan la energía nutritiva (rong) hacía los órganos y tejidos correspondientes a las 12 funciones, por su parte, los ocho meridianos curiosos transportan la energía esencial (jing) para nutrir en especial las vísceras «curiosas» o «nobles»: cerebro, médula espinal, glándulas endocrinas, médula ósea...

Prólogo

La década de 1980 supuso una momento clave para el desarrollo de la acupun­tura en Occidente, y en general, también para las restantes ciencias energéticas tradicionales de China y Japón, como la farmacopea, la dietética, los masajes Tuina y Anmo, el Shiatsu, el Feng.Shui, los Bazi y evidentemente el Qi Gong.

Me diplomé en acupuntura en una escuela parisina, pero ante todo fui discí­pulo de un experto vietnamita, el doctor Nguyen Van Nghi. De este modo, a la edad de 27 años, me vi consagrado inmediatamente a la enseñanza y al aseso­ramiento en acupuntura en los hospitales de Marsella a partir de 1974, es decir, unos 10 años antes de este auge.

Durante esos años, pude desarrollar un método para dejar de fumar con acu­puntura en una única sesión. Experimenté este método en los hospitales con 1.353 fumadores, obteniendo resultados extremadamente significativos, muy por encima de otras estrategias basadas en el efecto placebo, y que no tardaron en surgir en esta nueva disciplina: «la tabacología».

Al mismo tiempo, los acupuntores pioneros de la época formaron un grupo de algo más que tres mosqueteros, en torno del que podríamos denominar nuestro «d'Artagnan» particular, el profesor Jean Bossy, un neuroanatomista de la facultad de Nimes.

Transcurrieron diez años de lucha con continuos desplazamientos a Paris para convencer a la Academia de Medicina, a los decanos de las universidades y a los colegios médicos de que la acupuntura no es charlatanería, sino más bien una ciencia médica perfectamente establecida y validada tanto en China como en el resto del mundo. Finalmente, nuestros esfuerzos se vieron recompensados, ya que la acupuntura fue admitida por las instancias oficiales. Se creó el Diploma Interuniversitario (DIU) en diversas facultades de medicina en Francia.

Al igual que mis otros compañeros pioneros, yo obtuve el diploma a través de títulos y trabajos. Para recibir la homologación, fue suficiente presentar mi dos­sier, mis publicaciones y mis libros. Durante todo ese tiempo, vivía para mis investigaciones sobre la medicina china con la necesidad imperiosa de dedicarme exclusivamente a una sola medicina y comparar la medicina oriental con la occi­dental para su beneficio recíproco. Ya había publicado la obra Terrains et Patho­logie en acupuncture en la editorial Maloine, un ensayo en el que se comparan ambos modelos en cuanto a su nosología. Se trata de una especie de compendio médico occidental y chino de unas 1500 páginas de trabajo consagrado a acercar estas dos medicinas y a formular protocolos razonados de acupuntura para numerosas enfermedades.

En las conversaciones con mis compañeros, hablábamos del Qi, de los meri­dianos y de aquellas nociones orientales específicas que, en el mejor de los casos, la medicina occidental sigue desconociendo, o, en el peor, sigue negando obsti­nadamente. Y todo esto, en Francia, el país de Descartes, en donde lo común es decir que lo absurdo o el sin sentido no mata, pero en donde a la par se esmeran, en todo momento, por no exponerse al más mínimo riesgo.

Afortunadamente, mis publicaciones tuvieron repercusiones imprevistas para mí: primero me invitaron al extranjero para impartir clases por toda Europa, después a los Estados Unidos, a México y a otros países. Esto me dio la opor­tunidad de salir del circuito francés, renovar mis ideas y desprenderme de la tan arraigada racionalidad, que me impulsaba al afán de tener que demostrar absolutamente todo.

Todavía no se había impuesto entre nosotros la noción pragmática anglosajona de la medicina basada en evidencia, lo que aún sigue siendo más o menos así.

En el año 1986, en Harvard, el profesor Herbert Benson(1) y sus colegas (2), padres de la psiconeuroinmunología, me recibieron sin ningún tipo de protocolo en su despacho para intercambiar ideas sobre nuestras publicaciones que habían sido traducidas y divulgadas en inglés por la editorial Paradigm. Yo volví con las primeras obras relacionadas con este nuevo enfoque que, en aquella época, era completamente inédito para la mayor parte de la gente en Francia, en donde pos­teriormente se haría célebre bajo el nombre de psiconeuroinmunología.

Así, después de Paris, siempre que me invitaban a dar clases de acupuntura, fitoterapia y aromaterapia en otras escuelas, ya fuera en Francia (Bordeaux, Mar­seílle, Lyon, Vichy...), como en cualquier otro país, exigía que dos horas por la mañana se dedicaran a la práctica del Qi Gong. Y, tal como lo había vivido la primera vez en Washington, yo transmití esta práctica en Buenos Aires, México D.C., Rio de Janeiro, Sao Paulo, Montreal y otras ciudades de Europa y EE.UU. y, esto mismo sigo haciendo hasta hoy en día siempre que me invitan a fines de semana enteros o a la inauguración de las escuelas de Qi Gong, basadas en el mismo modelo que el lnstitut Europeen de Qi , el cual fundamos mi compañera y yo en aquel año clave de 1989. Sin habérmelo propuesto, me había convertido en el paladín itinerante del Qi Gong, ya que mi deseo de transmitirlo en todas partes a donde iba, resonaba con la misma fuerza que las peticiones de mis interlocutores.

Como pioneros en aquel tiempo, teníamos el afán por invitar al Instituto a los Maestros chinos, así como a los pocos expertos occidentales para que nos inicia­ran o perfeccionaran en este arte.

El plan de estudios duraba y sigue durando, como mínimo, tres años.

En la primera promoción del Instituto, Alain Baudet, uno de los pocos expertos occidentales de aquella época, se inscribió como alumno. De hecho, por aquel entonces, él ya disponía de un recorrido por el Qi Gong por sus encuentros con los maestros de las Artes marciales: Yi Quan, Bagua Quan y deTai Ji Quan. Él fue quien humildemente, propuso transmitir «el Qi Gong de los estiramientos de los 12 meridianos»: alumno-profesor, profesor-alumno. Esto fue todo un privilegio en esta época pionera.

Alain, al que nuestros alumnos recuerdan con cariño, supo mostrarnos este método con total templanza y serenidad..

Para mí, esto realmente fue el segundo choque emocional que experimenté en cuanto a los meridianos. Yo los conocía en las láminas, puncionaba los puntos y enseñaba los trayectos, pero nunca antes había sentido con exactitud su circu­lación, tal como lo pude experimentar con estos estiramientos.

El primer choque emocional lo había experimentado en 1987 en Boston, cuando consulté con un acupuntor chino, Maestro en Qi Gong y capaz de proyec­tar el Qi con sus manos. En aquel momento, había sucumbido a un resfriado porque llegaba de México a Boston, en donde estaban en pleno invierno.

Me pidió que me acostara y, situándose a mi derecha, me proyectó la energía sobre el meridiano del Pulmón; a su alumno y asistente le pidió que hiciera lo mismo en el lado izquierdo. No solamente sentí un flujo corriendo a lo largo del trayecto en ambos lados, sino que era claramente más fuerte sobre mi lado dere­cho que sobre el izquierdo, aunque la remisión de los síntomas no fue tan espec­tacular como yo lo esperaba.

Aun quiero contar otra anécdota concerniente a los meridianos: en una ocasión al lado de mi Maestro Nguyen Van Nghi, observé que al puncionar un punto, apareció un meridiano en un trayecto idéntico al descrito en los libros de texto. Tuvimos el tiempo justo para tomar fotografías antes de que el fenó­meno desapareciera: como si se tratase de una vibración y similar a las marcas que dejan las medias de mujer con costura.

Algunos años después, dando clase en Montreal, expliqué esta anécdota a los alumnos de la clase. Cuál fue mi sorpresa al oír que este grupo también había podido observar el mismo fenómeno. Al día siguiente, me trajeron las diapositivas, y las proyectamos.

Tras la punción de un punto, seguida de una estimulación vigorosa de la aguja, que a veces es dolorosa, los pacienten llegan a sentir numerosos fenóme­nos subjetivos. En acupuntura esto se denomina daqi, la sensación de la circula­ción de la energía. Una tras otra, las personas describen un hormigueo y un entumecimiento que fluye a lo largo del meridiano y, por tanto, sin seguir el trayecto de ningún nervio en concreto. Esto mismo ocurrió en aquel paciente que se visitó por ciática y en el que estimulé el punto kun lun, un punto del meridiano de la Vejiga, situado en el lado externo del calcáneo, en el tobillo. Inmediatamente sintió una corriente bioeléctrica característica de daqi que subía por la pantorrilla y el muslo (territorio del nervio ciático) para continuar por el trayecto del mismo meridiano paravertebral lumbar y dorsal hasta la nuca. Lo increíble es que el paciente describió claramente que esta misma corriente después volvía a des­cender en sentido inverso por el trayecto del otro lado llegando hasta el tobillo opuesto (ver más sobre este trayecto en el elemento agua / invierno).

Cabe destacar que esta persona no tenía ninguna noción de acupuntura y nunca había visto las láminas de anatomía de los meridianos.

Liebre De Marzo
9788492470495

Ficha técnica

Autor/es:
Yves Réquéna
Editorial
La Liebre de Marzo
Formato
24 x 23 cm
Páginas
192
Encuadernación
Rústica con solapas (tapa blanda)
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