La biblia del qigong

El qigong es una milenaria práctica china de ejercicios holísticos que cultiva la energía vital y formenta la salud del cuerpo y la mente. Debido a la sencillez de sus movimientos y a sus propiedades relajantes y revitalizadoras, esta antigua disciplina oriental resulta adecuada para todo tipo de edades y condiciones físicas.
En este libro descubrirás:
* La historia del qigong, la «semilla de las artes marciales».
* Los mejores ejercicios para incrementar la salud, potenciar el desarrollo espiritual y ejercitar las destrezas marciales.
* Prácticas específicas, incluyendo adaptaciones para personas con movilidad reducida.
* Sugerencias para incorporar el qigong a la vida diaria.

Katherine Allen

enseña qigong y taichi desde 1992. Es instructora sénior y vicepresidenta honoraria del The Tai Chi Union de Gran Bretaña, de cuyo comité fue además miembro, instructora senior de Nivel 8 del Practical Tai Chi chuan International, y miembro instructor del British Council for Chinese Martial Arts.
Katherine Allen ha enseñado estas disciplinas a miles de personas, ha impartido talleres, ha ofrecido charlas y ha hecho demostraciones ante una amplia variedad de grupos e instituciones. Su interés por la salud física y mental y por los secretos del espíritu joven, alegre y en paz es el principio rector de su vida.

Índice

6 Prólogo
8 Introducción
12 PRIMERA PARTE: CONCEPTOS BÁSICOS

• 14 ¿Qué es el qigong?
• 16 Historia del qigong
• 19 Alquimia interna
• 24 Yin y yang

28 SEGUNDA PARTE: LA ESENCIA

• 30 ¿Por qué los ejercicios del qigong son diferentes?
• 32 Qigong para la salud, la destreza marcial y el desarrollo espiritual
  36 La meditación qigong

52 TERCERA PARTE: CÓMO EMPEZAR

• 54 Posturas básicas
• 66 Respirar
• 70 Principios de la postura y el movimiento
• 74 Ejercicios de calentamiento

86 CUARTA PARTE: LOS MOVIMIENTOS DEL QIGONG

• 88 Estilos de qigong
• 94 Una colección de mis favoritos
• 170 De pie como un poste: zhanzhuang
• 180 Las ocho piezas del brocado: baduanjin
• 192 Sentado en las doce piezas del brocado: shierduanjin
• 224 Los dieciocho movimientos del qigong: shibashi
• 256 El qigong de Shaolin
• 268 Cinco animales qigong: wuqinxi

299 QUINTA PARTE: EL QIGONG EN TU VIDA DIARIA

• 300 Buscar el momento
• 304 Adaptación a tus necesidades

308 Bibliografía y lecturas recomendadas

309 Glosario

315 Índice temático

320 Agradecimientos

Prólogo

Katherine Allen se inició en el taiji quan y el qigong conmigo por primera vez en 1988. Desde entonces ha llevado a cabo un estudio profundo de las artes terapéuticas interiores, incluyendo entre ellas el daoyin (guiar y conducir), el tuina (masaje chino) y el yoga. Se ha entrenado con maes­tros expertos de todo el mundo. Como terapeuta qigong, Katherine tiene mucha experiencia en el tratamiento de clientes con una amplia variedad de problemas, y ha impartido clases para personas mayores y  pacientes psiquiátricos. Es una mujer cálida y empática, dotada de un extraordinario sentido del humor. No se me ocurre ninguna otra guía mejor para introducir al lector en los misterios del qigong.

Dan Docherty
Director de Tai Chi Union for Great Britain

Introducción

La mayoría de nosotros queremos llevar una vida saludable y disfrutar de un espíri­tu y una mente en paz. Hay muchas for­mas de lograrlo, y el qigong resulta exce­lente a estos efectos.
La presente obra pretende ser una des­cripción amplia de los aspectos más valiosos del qigong, y espero que anime al lector a incorporar en su vida diaria esta práctica tan beneficiosa para la mente y el cuerpo. Algu­nas cuestiones que merecerían todo un volumen completo de explicaciones han sido resumidas para proporcionarte una vi­sión global de este tema, tan infinitamente interesante. Sin embargo, al final del libro encontrarás sugerencias para lecturas pos­teriores, si es que deseas profundizar en tu comprensión y práctica del qigong.
No es necesario comenzar el libro por el principio. Si quieres intentar hacer cual­quier ejercicio directamente, busca la pági­na y comprueba cómo se hace, porque hemos diseñado cada sección con esmero para hacerlo posible. No obstante, antes de empezar, si lo deseas, convendría que le echaras un vistazo a los capítulos «¿Por qué los ejercicios del qigong son diferen­tes?» y «Principios de la postura y el movi­miento», ya que eso te ayudará a com­prender mejor esta disciplina. A algunas personas les gusta zambullirse de lleno en el tema mientras practican; otras prefieren adquirir primero ciertos conocimientos pre­paratorios. Hemos escrito el libro teniendo en cuenta ambos estilos de aprendizaje, de modo que puedas seleccionar cierto ejercicio en concreto, según lo que consideres que te hace falta en cada momento.
Durante mis largos años de enseñanza del qigong me he quedado maravillada al observar a cientos de personas adquirir agilidad, ponerse en forma, ganar en equi­librio y serenidad espiritual y aumentar su capacidad para enfrentarse a los proble­mas diarios; y todo ello como resultado de esta práctica. El qigong inspira una sensa­ ción de fluir que calma el sisterna nervioso y estimula todos los procesos vitales del cuerpo. Es posible adaptarlo a cualquier destreza y condición de salud. Incluso un grupo breve de movimientos diarios bene­ficia la salud al tiempo que aporta una só­lida sensación de disfrute y bienestar.
Existen miles de ejercicios de qigong, y muchas variaciones de cada uno de ellos. En este libro presento una cuidada y atractiva selección, escogida por abarcar una amplia diversidad de posturas y movimien­tos, y porque resulta de gran utilidad para aquellas personas que se inician o que apenas han practicado. Como te dirá cual­quier maestro, tratar de aprenderte todos los pasos lo más rápidamente posible re­sulta contraproducente. Si, por el contra­rio, sencillamente te relajas, aprovechas el orden en el que está escrito este manual y comienzas por los movimientos que más te gustan, comprobarás que los beneficios se van acumulando de manera natural.
Lo bueno es que todos los ejercicios del qigong comparten los mismos principios básicos, y son estos principios los que, lle­vados a la práctica, producen dichos resul­tados tan beneficiosos. La cantidad no es lo importante. Puedes practicar solo unos cuantos movimientos elegidos personal­mente, y ya aumentarás tu bienestar en general.
La relación entre el qigong y el taiji quan
El qigong y el taiji quan (también conocido como tai chi) operan a partir de los mismos principios generales y proporcionan benefi­cios muy similares. Los comienzos del qi­gong datan de hace cinco mil años. El taiji quan, en cambio, se desarrolló mucho más tarde, en el siglo XIV, de modo que el prime­ro es la fuente de la que surge el segundo.
Los ejercicios del taiji quan son una serie de movimientos originalmente concebidos como tácticas de autodefensa, que se en­ lazan en una secuencia prolongada y flui­da que recuerda a una danza y que, en términos generales, requieren de un tiem­po considerable de aprendizaje. Algunos maestros consideran el taiji quan como una sucesión larga e intrincada de movi­mientos de qigong.
Los ejercicios del qigong pueden ser tan simples, que es posible aprenderlos en cin­co minutos. Hay otros estilos de qigong que implican numerosas y complicadas secuen­cias de movimientos que se van enlazando, pero hemos preferido no incluir aquí estas series más complejas. Muchos de los ejerci­cios del qigong se utilizan para la autode­fensa, pero otros simplemente obedecen al propósito dé mejorar la salud.

¿Qué necesitas para empezar a practicar qigong?

• Ropa suelta o elástica: Cualquier cosa que te resulte cómoda y que te permita todo tipo de movimientos sin restriccio­nes. No hace falta un traje de seda ele­gánte (¡a menos, claro está, que quieras uno!).
• Zapatos planos y flexibles, con suelas delgadas a través de las cuales puedas sentir el suelo bajo tus pies, y con un es­pacio lo suficientemente amplio como para mover los dedos. También puedes hacerlo descalzo, si el terreno no presen­ta irregularidades. Los chinos suelen practicarlo en el exterior, y por eso la tra­dición es ir calzado.
• Un espacio diáfano, ya sea en un interior o en el exterior, en el que puedas hacer los ejercicios a cualquier hora del día. A los chinos les gusta practicarlo en el exte­rior a primera hora de la mañana, cuan­do la energía de la tierra es más fuerte, a ser posible bajo las copas de los árboles, y de nuevo en el ocaso.
• Una sonrisa en tu rostro; no hace falta ponerse demasiado serio, ya que eso tensa el cuerpo y la mente.

¡Y ya está! ¡Estás listo para comenzar!