Guía de la aromaterapia. Por Danièle Festy / Isabelle Pacchioni  . Ed. Obelisco, 2016

Guía de la aromaterapia

Referencia: 9788491111443
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La guía ideal para descubrir el fabuloso universo de los aceites esenciales ¡existe un aceite esencial para curar tus transtornos cotidianos

41 aceites esenciales para cuidarte de manera sencilla y eficaz

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Guía de la aromaterapia. Por Danièle Festy / Isabelle Pacchioni  . Ed. Obelisco, 2016

 

ISBN: 9788491111443

 

¿Por qué son tan eficaces los aceites esenciales? ¿Sabías que la menta piperita facilita la digestión? ¿Y que el árbol del clavo anestesia los dolores dentales o que el jengibre favorece el tránsito intestinal? ¿Podemos curar los achaques infantiles con aromaterapia?
Estas y otras muchas preguntas y respuestas te permitirán saberlo todo acerca de los aceites esenciales y también cómo utilizarlos. Encuentra el aceite esencial adecuado para solucionar tu problema.

DANIÈLE FESTY

Farmacéutica y apasionada de los aceites esenciales, es una eminencia en el terreno de la aromaterapia. A través de su blog y de sus conferencias aconseja con acierto sobre fórmulas y preparados magistrales elaborados a base de aceites esenciales que
cuidan de toda la familia de forma natural.

ISABELLE PACCHIONI

Isabelle siempre estuvo, desde muy pequeña, «impregnada» de naturaleza. Creció sintiendo un gran respeto por el mundo de la salud natural, en parte gracias a su madre, herborista, y a su padre, naturópata. A ellos debe una auténtica pasión por el mundo de las plantas y de la naturaleza

  • Formato: 13,5 cm x 21 cm
  • Páginas: 160
  • Traducción: Mireia Terés

Índice

Introducción 7

Los aceites esenciales en 23 preguntas-respuestas 9

  1. ¿Qué es un aceite esencial? 9
  2. ¿Qué es la aromaterapia? 10
  3. ¿Cómo se extrae el aceite esencial de una planta? 10
  4. ¿Qué propiedades tienen los aceites esenciales? 11
  5. ¿Cómo actúan? 11
  6. ¿Cómo es posible que los aceites esenciales aplicados sobre la piel curen un órgano interno del cuerpo? 12
  7. ¿Son realmente eficaces los aceites esenciales? 13
  8. ¿Realmente se puede limpiar el aire de una habitación o de una oficina mediante la difusión de aceites esenciales? 13
  9. ¿En qué casos no hay que utilizar aceites esenciales? 15
  10. ¿Por qué hay que comprar los aceites esenciales en un circuito de venta fiable? 15
  11. ¿Se pueden tomar aceites esenciales durante el embarazo? 16
  12. ¿Se pueden aplicar aceites esenciales a un bebé o a un niño pequeño? 16
  13. 13. ¿Por qué hay que mezclar los aceites esenciales con aceites vegetales antes de aplicarlos sobre la piel? 17
  14. ¿Pueden ser peligrosos? 17
  15. ¿Por qué son tan exactos los nombres de los aceites esenciales? 18
  16. ¿Se pueden utilizar los aceites esenciales como productos cosméticos? 18
  17. ¿Por qué algunos son más caros que otros? 18
  18. ¿Cómo puedo estar seguro de comprar un aceite esencial bueno? 19
  19. ¿Es obligatorio que un aceite esencial sea biológico? 20
  20. ¿Son realmente eficaces las fórmulas listas para usar (espray, roll-on, baños, bálsamos o aceites de masaje)? 21
  21. ¿Puedo utilizar aceites esenciales si ya estoy tomando homeopatía o hierbas? 21
  22. ¿Cuánto tiempo se conserva un frasco de aceite esencial? ¿Tengo que conservarlo en la nevera? 22
  23. ¿Qué hacer en caso de «accidente» con un aceite esencial? 22

 

¿Cómo utilizar los aceites esenciales? 23

  1. Los ingerimos 23
  2. Los inhalamos 23
  3. Los aplicamos sobre la piel 24
  4. Hacemos baños 24
  5. Dosis aconsejadas 25

 

Los 41 aceites esenciales más útiles 29

  1. Albahaca exótica 29
  2. Árbol de palo de rosa 32
  3. Árbol de té 35
  4. Árbol del clavo 39
  5. Canela de Ceilán 41
  6. Ciprés de Provenza 44
  7. Citronela de Java 46
  8. Enebro común 48
  9. Estragón 51
  10. Eucalipto azul 54
  11. Eucalipto radiata 57
  12. Gaulteria 59
  13. Geranio bourbon 62
  14. Incienso 65
  15. Jara pringosa 69
  16. Jengibre fresco 71
  17. Laurel 73
  18. Lavanda 76
  19. Lavanda fina 79
  20. Lavandín 83
  21. Lentisco 87
  22. Limón 89
  23. Mandarina 93
  24. Manzanilla romana 96
  25. Mejorana 98
  26. Menta piperita 101
  27. Mirto 104
  28. Naranja amarga 107
  29. Naranja dulce 109
  30. Niaouli 112
  31. Orégano compacto 115
  32. Palmarosa 117
  33. Pino silvestre 120
  34. Ravintsara 123
  35. Romero alcanfor 126
  36. Romero cineol 128
  37. Salvia sclarea 131
  38. Siempreviva 135
  39. Tomillo linalol 137
  40. Tomillo timol 140
  41. Ylang-ylang 143

 

Índice de problemas 147

 

Introducción

Éste es un libro único en su género. Fruto del trabajo de dos especia­listas, cada una en su terreno, recopila las informaciones y los conse­jos más relevantes, los más prácticos y los más eficaces para que poda­mos cuidarnos a través de la aromaterapia. Va dirigido a todos aque­llos que quieran tomar las riendas de su salud, a las madre de niños pequeños (la siempreviva es extraordinaria contra los moretones, los golpes y los chichones) y grandes (para las infecciones respiratorias o el acné no hay nada más eficaz que la aromaterapia), a todos aquellos que sufren malas digestiones, el sueño perturbado, dolor de espalda, encías doloridas o migrañas reincidentes. ¡Y eso es mucha gente!
Los aceites esenciales son ideales para tratar a toda la familia en el día a día, siempre que se utilicen de forma correcta y en el momento oportuno. Son productos extremadamente eficaces, fiables y natura­les que responden a la creciente necesidad de curarnos deprisa y del todo respetando siempre nuestro organismo. Es igual que la medici­na según Hipócrates: «De entrada, no perjudicar».
Agradables, perfumados y embriagadores, los aceites esenciales también son feroces contra los microbios o los dolores, y no tienen piedad del estrés. ¡Son una mano de hierro con guante de terciopelo!

¿Un problema? ¡Una solución!

A cada situación, su aceite esencial: el pino, la ravintsara y el eucalip­to calman los órganos vitales, al tiempo que destruyen los microbios; la lavanda rebaja las quemaduras mientras que la lavanda fina relaja;
el laurel calma los dolores; el árbol del té lucha contra la micosis; la menta favorece la digestión... En resumen, los aceites esenciales nos ayudan a vivir mejor en nuestro día a día.
Los consejos que encontrarás a lo largo de estas páginas son extre­madamente prácticos y accesibles para todos. No hallarás nada más sencillo. Sin embargo, a pesar de que nuestras recomendaciones sean fiables y certeras, en ningún caso sustituyen la opinión de un médico. Te invitamos a acudir a un especialista en caso de que tu estado gene­ral sea preocupante (fiebre alta, síntomas anormales, mucho cansan­cio, dolores fuertes...), se trate de un niño o de una persona frágil (un enfermo, una persona mayor o un minusválido). En cualquier otro caso, y teniendo en cuenta que la acción de los aceites esenciales es muy rápida, casi espectacular, si no mejoras enseguida es porque el diagnóstico no era correcto o porque no has utilizado el aceite esen­cial indicado; consulta con un médico o un farmacéutico para acele­rar el inicio de un tratamiento adaptado a tu caso.

Los aceites esenciales en 23 preguntas-respuestas

Está demostrado empíricamente que hace siglos que el hombre utiliza aceites esenciales, básicamente por fumigación o por fricción. En el antiguo Egipto, 4.000 años a. C., ya embalsamaban a los muertos con estos preciados compuestos vegetales. ¡Los cuerpos de los faraones han resistido el paso del tiempo en un estado de conservación tan ex­cepcional gracias a los aceites esenciales! Sin embargo, la historia ha preferido quedarse con el proceso de fabricación de la cerveza, del que los egipcios también eran unos auténticos maestros... No fue hasta 1887 que Chamberlain estudió las actividades de los aceites esencia­les del orégano, el clavo de olor y la canela sobre el bacilo del carbón (Bacillus anthracis). Los estudios posteriores fueron confirmando el poder antibacteriano y antifúngico (antihongos) de los aceites esen­ciales, y sobre grandes «espectros»: ¡un único aceite puede combatir con eficacia una gran cantidad de temibles gérmenes!

1. ¿Qué es un aceite esencial?

El aceite esencial es el extracto vegetal más potente. Los aceites ve­getales no están presentes en todas las plantas, únicamente en las denominadas «aromáticas». Es la propia esencia de la planta. Cuando pelas una naranja o una mandarina, o te acercas un racimo de lavanda a la nariz, el olor que desprenden es la esencia, lo que se convertirá
en aceite esencial después de un proceso de destilación o expresión mecánica. Sin embargo, este perfume no sólo transporta moléculas aromáticas, también encierra un determinado número de sustancias químicas con acciones terapéuticas muy potentes.
Entre otras, algunas son antisépticas, otras son antivíricas, y otras calmantes o cicatrizantes.
Las plantas, flores y otros árboles con esencias no podrían sobre­vivir sin sus aceites esenciales, porque es lo que las protege de cual­quier agresión o ataque externo.

2. ¿Qué es la aromaterapia?

Es el uso de los aceites esenciales con fines terapéuticos. La palabra «aromaterapia» no apareció hasta el año 1930 y es una rama de la fi­toterapia. Esta última ciencia se divide en numerosas formas (tisanas, extractos secos o fluidos, macerados, siropes, suspensiones integra­les de plantas frescas...) utilizando distintas partes de la planta. En la aromaterapia, casi siempre se utiliza únicamente una parte de la planta, aunque a veces se usa la planta entera. Además, las técnicas de extracción del aceite esencial son más delicadas que las que utiliza la fitoterapia. El aceite esencial que se obtiene es muy activo a nivel terapéutico y hay que utilizarlo con determinadas precauciones.

3. ¿Cómo se extrae el aceite esencial de una planta?

En función del vegetal utilizado, existen varios métodos. No se ex­trae de la misma forma el aceite esencial de la corteza de la canela que el de la mandarina. Los dos métodos de extracción más habitua­les son:

1. Destilación: es el más utilizado, puesto que se aplica a la mayor parte de los vegetales. Se «envía» vapor de agua sobre la planta, un vapor que se cargará de esencia al paso de la fracción volátil que un aparato especial «recuperará» por enfriamiento. Deci­mos que se obtiene un aceite esencial.
2. Expresión: se prensa de forma mecánica la parte de la planta en cuestión para obtener las esencias. El caso más típico es el de los cítricos (naranja, limón, mandarina). Decimos que se obtiene una esencia.

El resultado, el aceite esencial, está considerado como la quintaesen­cia de la planta. Por eso los frascos son pequeños y pueden parecer caros, pero apenas se utilizan unas gotas en cada aplicación.
Ahora es muy fácil comprender por qué la manipulación de los aceites esenciales debe ser precisa y rigurosa. ¡Una gota es una gota, no son dos!

4. ¿Qué propiedades tienen los aceites esenciales?

Teniendo en cuenta su extraordinaria riqueza en moléculas bioquími­cas distintas, a menudo más de 200, es fácil entender que cada aceite esencial posee varias propiedades. Todo lo contrario que los medica­mentos clásicos, que generalmente encierran una molécula viva que corresponde a una propiedad.
Además, todos los aceites esenciales son más o menos antisépti­cos. No olvides que su función principal es proteger a la planta de forma natural contra las enfermedades, las invasiones de parásitos, etc.

5. ¿Cómo actúan?

Los aceites esenciales deben su eficacia terapéutica a su composición química extremadamente potente y compleja. Determinadas molécu­las matarán las bacterias, otras impedirán que se reproduzcan, otras incluso contribuirán a reparar la piel afectada, o estimularán o ralen­tizarán los intercambios de neurotransmisores en el cerebro. Este último punto explica la destacable eficacia de muchos aceites esenciales ante los problemas nerviosos.

6. ¿Cómo es posible que los aceites esenciales aplicados sobre la piel curen un órgano interno del cuerpo?

Cuando aplicas un aceite esencial sobre la piel, los principios activos atraviesan la epidermis para incorporarse al riego sanguíneo. Y, desde allí, llegan al órgano enfermo. De ahí que, minutos después de un ma­saje en la columna o en la planta de los pies con aceite esencial de eu­calipto (con la finalidad de curar una bronquitis), el aliento desprenda un agradable aroma a... ¡eucalipto! Es fácil adivinar el proceso: los activos han pasado a la circulación y han llegado a los pulmones. Y lo mismo se aplica al sistema digestivo o renal, los problemas nerviosos, los dolores de cabeza, etc. Además, como si actuar deprisa y bien no fuera suficiente, los aceites esenciales se mantienen activos mucho tiempo dentro del organismo (alrededor de unas seis horas).
Por eso, en este libro, aconsejamos mucho la aplicación por vía externa para tratar problemas de orden general, y no únicamente para mejorar la condición de la piel.
¿Te estás preguntando si la eficacia de los aceites esenciales se ha probado y demostrado? La respuesta es que sí, ¡y varias veces! Tomemos, por ejemplo, un dolor de cabeza. Se han realizado dos estudios controlados centrados en la menta piperita (en aplicación local) frente a un producto placebo y un paracetamol de 1 g. El re­sultado ha demostrado que la menta piperita es superior al placebo e igual de potente que un paracetamol de 1 g. En cuanto al aceite esencial de lavanda, ha demostrado su poder en los casos de cefaleas tensionales asociadas a las contracturas cervicales, en colaboración con la acupresión.1 Los estudios han tenido en cuenta el alivio rápi‑
do (en algunos casos, 5 minutos después de la aplicación) y duradero (ninguna recaída en las 12 horas posteriores). Un auténtico sueño para las víctimas de dolores de cabeza, a pesar de que en la actua­lidad existen unos rollos «anti dolor de cabeza», elaborados a base de varios aceites esenciales analgésicos, muy prácticos, puesto que sólo tienes que guardarlos en el bolso y utilizarlos ante los primeros síntomas.

7. ¿Son realmente eficaces los aceites esenciales?

¡Su eficacia es espectacular! Desde hace siglos teníamos pruebas em­píricas, puesto que la aromaterapia es una de las medicinas más anti­guas y, si ha sobrevivido, será por algo. Pero, sobre todo, existen más de 14.000 estudios científicos de muy alto nivel, y todos publicados en revistas médicas (disponibles a través de la web rigurosamente se­ria Medline, que agrupa la integridad de las investigaciones médicas internacionales publicadas; es decir, que están validadas por expertos independientes). Y más concretamente, ¡todos los usuarios quedan perplejos ante la eficacia de los aceites esenciales y están encantados de la rapidez de acción!

8. ¿Realmente se puede limpiar el aire de una habitación o de una oficina mediante la difusión de aceites esenciales?

Sí, es una de las mejores formas de conseguirlo. ¡Y el resultado es verdaderamente prodigioso! No hay nada más eficaz para prevenir las epidemias otorrinolaringológicas,2 y evitar que se propaguen por la casa o la oficina. Puesto que la mala calidad del aire interior favorece la aparición de problemas respiratorios, su empeoramiento o su cronicidad, y que no contribuye para nada a conciliar un sueño repara­dor, no tenemos nada que perder.
La prueba de la eficacia antivírica, antibacteriana, antiácaros y an­tifungicida de los aceites esenciales hace tiempo que se ha demos­trado ampliamente. Tomemos, por ejemplo, los estudios realizados alrededor del producto «Puressentiel Aire Sano: espray aéreo sano elaborado a base de 41 aceites esenciales» (laboratorios Puressentiel). Se han analizado sus capacidades de luchar contra los virus y las bac­terias más habituales, los hongos (levaduras y humedades, habitantes habituales e involuntarios de nuestras habitaciones), y los ácaros.
En total, 12 estudios3 validan la eficacia y la buena tolerancia de este espray para limpiar y sanear el aire interior (casa, oficina, co­che...) y respirar un aire más sano en el día a día. También limita las fuentes de epidemias y alergias.
Gracias a sus propiedades acaricidas, bactericidas, virucidas y fun­gicidas demostradas, este espray aéreo también supone una gran ayu­da contra el asma alérgico. Sus aceites esenciales, efectivamente, son capaces de eliminar los ácaros del aire interior sin la agresividad de un aerosol clásico. En realidad, la eficacia de los productos de síntesis que están disponibles en la actualidad es inconstante y cada vez más resultan irritantes para los bronquios de los asmáticos. ¡Ellos que lo que buscan, por todos los medios, es reducir las mucosas respirato­rias!
Hay que destacar que la eficacia del Puressentiel Aire Sano tam­bién se ha probado sobre las polillas de la ropa y los chinches del colchón. Los destruye y los repele con eficacia, ¡un motivo más para utilizarlo de forma regular en los espacios interiores!

g. ¿En qué casos no hay que utilizar aceites esenciales?

En la mayor parte de los casos y como medida de seguridad, las mu­jeres embarazadas no deben utilizar aceites esenciales durante los tres primeros meses del embarazo. Durante los dos últimos trimes­tres, deben acudir a la consulta de un médico o consultar con un far­macéutico especialista en aromaterapia. Probablemente, determina­dos aceites esenciales sean absolutamente inofensivos y no presen­ten ningún riesgo para el embarazo. No obstante, como medida de precaución y ante el estado actual de los conocimientos, preferimos evitarlos. Los aceites esenciales contienen múltiples componentes, y algunos podrían ser potencialmente nocivos para el feto. ¡Nunca se sabe!
Aparte de esto, existen restricciones de uso. No todos los aceites esenciales están adaptados a determinadas personas. Los niños pe­queños (menores de 6 años) sólo deben tomar los aceites esenciales, las dosis y las formas apropiados a su edad. Las personas epilépticas, los ancianos y las que sufren enfermedades crónicas deben pedir con­sejo antes de utilizar determinados aceites esenciales.

10. ¿Por qué hay que comprar los aceites esenciales en un circuito de venta fiable?

Porque existe un auténtico tráfico de aceites esenciales. Debido a la intensa demanda por parte del gran público, las imitaciones y los pro­ductos de calidad mediocre han florecido por todas partes. Incluso en algunas tiendas un poco «especializadas» encontramos productos más o menos puros, y que a veces incorporan moléculas de sínte­sis (es decir, que no son naturales y, por lo tanto no son eficaces, e incluso son peligrosas). Te recomendamos que compres los aceites esenciales en una farmacia o parafarmacia, donde se obliga a los fabri­cantes a entregar expedientes de control muy completos, y donde los farmacéuticos verifican muchos parámetros ante cada entrega, pues
ellos son los responsables de los productos que comercializan. Cono­cen bien a los distribuidores que, a su vez, conocen a los fabricantes; la trazabilidad es absoluta y, en caso de algún problema, es muy fácil localizar un lote. No sucede lo mismo en un mercado, en una tienda de perfumes o, aún menos, en Internet. ¿Sabías que, en el siglo xv, a los farmacéuticos los llamaban... aromatherii? ¡Para que veas la importancia de los aceites esenciales en el arsenal terapéutico, ya en aquella época!

11. ¿Se pueden tomar aceites esenciales durante el embarazo?

Como ya hemos comentado en la pregunta 9 de una forma general, está prohibido utilizar aceites esenciales durante el primer trimes­tre del embarazo. Durante los dos últimos, algunos sí que se pueden utilizar, pero únicamente bajo consejo de un profesional de la salud (médico o farmacéutico) especialista en aromaterapia.
Si estás embarazada, habla siempre con tu médico o tu farmacéu­tico antes de utilizar un aceite esencial. Recuerda que, por un princi­pio de precaución y salvo prescripción médica, es mejor evitarlos du­rante todo el embarazo. Y lo mismo se aplica en el caso de las madres lactantes, puesto que los aceites esenciales se transmiten a través de la leche materna.

12. ¿Se pueden aplicar aceites esenciales a un bebé o a un niño pequeño?

¡Sí! A estas edades, los pequeños son muy receptivos, aunque es cierto que hay algunos aceites que están prohibidos para los menores de 3 meses y otros para los menores de 6 años. A partir de esa edad, la mayor parte de los aceites esenciales se pueden utilizar de una deter­minada forma; hay que adaptar la posología y las vías de administra­ción, preferiblemente rectal o cutánea. En general, hay que dividir entre dos o cuatro (según la edad) la cantidad de gotas de aceite esen­cial que se vayan a utilizar.
Antes de usar un aceite esencial en un niño por primera vez, pedir siempre consejo a un especialista.

13. ¿Por qué hay que mezclar los aceites esenciales con aceites vegetales antes de aplicarlos sobre la piel?

Porque, a menudo, los aceites esenciales son demasiado potentes para utilizarlos de forma pura, y menos sobre grandes superficies de piel. Correrías el riesgo de irritar la piel. Y, como no son solubles con agua, hay que mezclarlos con un cuerpo graso (el aceite vegetal) o con una sustancia diseñada con esa finalidad (una base para el baño).
Cada aceite vegetal también posee sus propiedades, que refuerzan las del aceite esencial. Por ejemplo, el aceite de almendra dulce tiene propiedades calmantes. Es el ideal para los bebés. El aceite de palo María mejora la circulación. Está particularmente indicado para los problemas circulatorios y linfáticos. El aceite de nueces de macada­mia es muy penetrante. El aceite de germen de trigo, que es excepcio­nalmente nutritivo, es perfecto para los cuidados de la piel y las uñas. El aceite de hipérico calma las quemaduras. Los aceites de ricino, de coco o de jojoba cuidan el cabello, y el de nuez se suele añadir a las fórmulas para adelgazar.

14. ¿Pueden ser peligrosos?

Los aceites esenciales son muy potentes. Pueden provocar efectos se­cundarios, sobre todo si no se utilizan bien (un diagnóstico erróneo, una posología incorrecta, una vía de administración mal adaptada, cantidades inadecuadas...). Las consecuencias pueden ser desde «be­nignas» a «graves»: irritaciones, alergias, perturbaciones hormona­les, o epilepsia. Sin embargo, estos efectos secundarios únicamente se producen después de una mala administración de aceites esenciales.
Las dosis tóxicas dependen del aceite. Evidentemente, si sigues los consejos de uso del libro, no tienes nada que temer.

15. ¿Por qué son tan exactos los nombres de los aceites esenciales?

Porque la aromaterapia es una ciencia exacta. Por eso, al nombre del aceite (por ejemplo, «tomillo») se le añade su quimiotipo (por ejem­plo «de linalol»). Existe una gran variedad de tomillos (de tuyanol, de linalol, de timol, etc.), y cada uno tiene sus propias propiedades. El tomillo de linalol, por ejemplo, es extremadamente eficaz para los problemas ORL, y no supone ningún peligro para los niños pequeños, cosa que no sucede con el tomillo de timol. Y lo mismo debe aplicarse a todos los aceites: la lavanda fina no tiene las mismas propiedades que la lavanda, etc.

16. ¿Se pueden utilizar los aceites esenciales como productos cosméticos?

¡Por supuesto! Hay numerosos aceites esenciales que participan ac­tivamente en la belleza de la piel, el pelo, las uñas, algunos ayudan a eliminar la celulitis... Como atraviesan la barrera cutánea con tanta facilidad, actúan en profundidad. ¡Son cosméticos naturales, 100 % seguros y eficaces! El geranio, el árbol de palo de rosa y el árbol del té se suelen utilizar para que estemos más guapos, aunque el ylang-ylang y la siempreviva también son muy preciados. Se utilizan mezclados con aceite vegetal en la crema hidratante, el champú o la mascarilla.

17. ¿Por qué algunos son más caros que otros?

Las diferencias de precio entre unas marcas y otras siempre son con­secuencia de una diferencia en la calidad del producto. Por ejemplo, si encuentras un aceite esencial de lavanda de una marca mucho más barata que otra, puedes estar seguro de que, en el primer caso, el fa‑
bricante hace la vista gorda con la calidad del producto; por ejemplo, la materia prima procede de China, donde no existen los controles, o se trata de otra variedad menos rica en principios activos.
No obstante, dentro de una misma gama de productos, el lentisco es casi tres veces más caro que el árbol del té. Y es normal, puesto que el precio refleja el «rendimiento» de la planta.
Determinadas plantas dan mucho aceite esencial (como, por ejem­plo, los frutos del árbol del clavo, de los que se extrae 1 kilo de aceite a partir de 10 kilos de clavos), y otras menos (como la rosa, por ejemplo, que apenas da unos gramos de aceite por cada 100 kilos de pétalos).
Este rendimiento aleatorio explica, en gran parte, las enormes di­ferencias de precio entre un aceite esencial y otro.

18. ¿Cómo puedo estar seguro de comprar un aceite esencial bueno?

Existen distintas calidades, e incluso falsificaciones (perfumes de sín­tesis) que no favorecen en nada a la salud; es el caso de la mayoría de productos que se comercializan para perfumar y desodorizar las casas. Los mayores consumidores de aceites esenciales son las industrias de perfumería, cosmética, agroalimentarias y detergentes. En estos casos, únicamente buscan obtener las calidades perfumadoras o aromatizan­tes de los aceites esenciales al menor precio. Únicamente los aceites esenciales 100 % naturales y 100 % puros tienen auténticas propie­dades terapéuticas y son 100 % activos. En estos casos, pueden curar y prevenir numerosos males cotidianos. Busca en el frasco las siglas HEBBD (huile essentielle botaniquement et biochimiquement défi­nie), AEQ (aceite esencial quimiotipado), BIO si se trata de una planta cultivada o «Aceite esencial 100 % puro, natural y quimiotipado».
Estas siglas indican que aportan todas las precisiones necesarias relativas al origen botánico, el órgano reproductor de la planta y el perfil bioquímico.
– Únicamente la nomenclatura en latín de la especie botánica es suficientemente precisa. Así se salvan los escollos de los nom­bres comunes. Cuando existen varios tipos de aceites esenciales «cercanos», como en el caso de la lavanda o del tomillo, el la­tín permite que todos los botanistas del mundo hablen el mismo idioma.
– Hoja, brote, corteza, pétalo... La mención del órgano produc­tor (o.p.) también permite ser más preciso, puesto que algunas especies producen aceites esenciales diferentes dependiendo del órgano destilado.
–Las especificidades bioquímicas (e.b.) son otro indicador útil que dirige hacia las propiedades específicas del aceite esencial del frasco. Es cierto que estas especificidades cambian mucho en función del país, el suelo, el clima, la altitud, etc.

19. ¿Es obligatorio que un aceite esencial sea biológico?

En la actualidad, es imposible proponer una gran gama de aceites esenciales con el logo de Agricultura Biológica por dos sencillas ra­zones:

  1. Es imposible encontrar determinadas plantas en el mercado biológico.
  2. Muchos aceites esenciales provienen de países lejanos cuyos productores no realizan los trámites de certificación biológicas por motivos económicos. Poner en marcha estructuras de con­trol de este tipo les saldría demasiado caro. Aunque eso no les impide trabajar de forma tradicional y sin pesticidas.

Así pues, busca la definición «puro y natural» en la etiqueta del fras­co. Un aceite esencial «100 % puro y natural» es una garantía de calidad.

20. ¿Son realmente eficaces las fórmulas listas para usar (espray, roll-on, baños, bálsamos o aceites de masaje)?

Sí. Estos productos son muy aconsejables. Ya se trate de un roll-on contra los granos o los dolores de cabeza, un espray limpiador del ambiente, un gel contra las «pupas» o cualquier otra mezcla bien for­mulada, como una preparación farmacéutica, por ejemplo. Los acei­tes no sólo actúan en sinergia (suelen ser más eficaces varios que uno solo), sino que además las fórmulas están estudiadas para descartar cualquier riesgo de toxicidad o irritación cutánea. Además, permi­ten ofrecer texturas agradables y/o adaptadas, como el gel, el espray (especialidades) o las cápsulas, óvulos o supositorios (preparados far­macéuticos). En definitiva, recurrir a estos productos es económico. Tomemos por ejemplo el espray elaborado a base de 41 aceites esen­ciales; ¡comprar los 41 frascos individuales para fabricar tú mismo la mezcla te costaría una fortuna!
No obstante, nada te impide elaborar tus propias mezclas, con la condición de que sean sencillas, con 3 o 4 aceites como máximo. Es muy agradable poder prepararte «tu» aceite de baño, siempre respe­tando el número de gotas recomendado.

21. ¿Puedo utilizar aceites esenciales si ya estoy tomando homeopatía o hierbas?

Sí, siempre que no te tomes ambos tratamientos al mismo tiem­po. Debes respetar una pausa de una hora, mínimo, entre ambos. Tómate, por ejemplo, el granulado homeopático o las hierbas a las ocho, y los aceites esenciales a las nueve. Tómate siempre primero los medicamentos homeopáticos y, una hora después, los aceites esenciales.

22.                 ¿Cuánto tiempo se conserva un frasco de aceite esencial? ¿Tengo que conservarlo en la nevera?

La mayoría se conservan perfectamente bien entre 3 y 5 años, siem­pre que sigas algunas indicaciones estrictas. Hay que preservarlos del aire, el calor y la luz, sobre todo las esencias de cítricos (limón, man­darina...) o de lentisco, que debe estar lejos también de focos o luces halógenas. La conservación perfecta es a temperatura ambiente, den­tro de un armario cerrado, lejos de la vista y el alcance de los niños.

23.     ¿Qué hacer en caso de «accidente» con un aceite esencial?

En caso de un problema externo: Si te cae una gota en el ojo o la piel «te quema» en el lugar donde te lo has aplicado, recurre siempre al aceite vegetal; lava la zona en cuestión con aceite (de almendra dulce, de girasol, de oliva... cualquiera servirá) para diluir el aceite esencial y reducir inmediatamente el dolor.
En caso de problema interno: Si, desafortunadamente, ingieres me- dio frasco de aceite esencial, por ejemplo, ponte en contacto INME­DIATAMENTE con el centro de intoxicaciones de tu zona y llama a emergencias médicas. No esperes a experimentar síntomas para pedir ayuda. No bebas nada (¡ni agua, ni leche, ni aceite!) y no fuerces el vómito. Respeta las instrucciones.

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