Dieta cetogénica, recetas de 30 minutos (o menos)

La dieta cetogénica está basada en la capacidad de nuestro cuerpo para metabolizar las grasas como fuente de energía. Este proceso, denominado cetosis, se activa cuando ayunamos pero también cuando disminuimos el consumo de carbohidratos mientras aumentamos la ingesta de grasas.
Tanto nuestro cuerpo como nuestro cerebro se benefician de los ácidos presentes en las grasas, que actúan como una fuente de energía más efi ciente —aunque más lenta— que los carbohidratos (glucosa) y además contribuyen al equilibrio metabólico del organismo.
Siguiendo la dieta de la cetosis cuidarás tu salud y alcanzarás tu peso ideal. Para hacerte la vida más fácil, esta obra te propone 100 recetas cetogénicas deliciosas, sencillas y variadas con las que podrás preparar desayunos, almuerzos, cenas, postres e incluso tentempiés en menos de media hora.

GUISO AL ESTILO DE ORIENTE MEDIO - ROLLITOS DE ACELGA CON SALMÓN AHUMADO ‑ HUEVOS ROYAL EN DOS ESTILOS - POLLO KORMA FÁCIL - HAMBURGUESITAS DE CHORIZO Y PAVO - ROLLOS DE CÚRCUMA Y SARDINAS - TARTA DE QUESO EN TARRO - GOFRES DE QUESO SIN CEREALES - CRUMBLE DE FRUTOS SECOS TOSTADOS CON BAYAS

ÍNDICE

Introducción . . . 7

CAPÍTULO 1

La cocina cetorrápida.... 8

Lista de ingredientes cetorrápidos . . . 15

Un comentario importante sobre las medidas . . . 17

CAPÍTULO 2

Ingredientes básicos ... 18

CAPÍTULO 3

Desayunos ... 32

CAPÍTULO 4

Tentempiés ... 56

CAPÍTULO 5

Comidas rápidas ... 66

CAPÍTULO 6

Sopas y ensaladas ... 82

CAPÍTULO 7

Cenas ... 107

CAPÍTULO 8

Postres y bebidas ... 16o

Sobre la autora  . . 186
Listado de sinónimos . . . 186
Índice temático . .  187

Introducción

Como muchos de vosotros sabéis, cambié mi forma de alimentarme en 2011, cuando me diagnosticaron la enfermedad de Hashimoto, una disfunción autoinmune que afecta a la glándula tiroides. Después de conocer el diagnóstico, dejé de comer cereales y azúcar y empecé a seguir una dieta cetogénica básica. Al principio no fue fácil, pero estaba harta de regímenes que no funcionaban y había decidido que quería recuperar mi salud. Y funcionó. Hoy tengo más energía para hacer todo lo que me gusta, y tomo deliciosos platos con un alto contenido en grasas saludables. No cuento las calorías y hago menos ejercicio del que hacía antes. Mantengo un peso beneficioso. Es una alegría que los días de contar calorías y de las dietas bajas en grasa se hayan acabado por fin, y es solo cues­tión de tiempo que las recomendaciones dietéticas (que se basan en conocimientos científicos anticuados) cambien a favor de verdaderos alimentos nutritivos. No es nin­guna sorpresa que la industria del adelgazamiento haya encontrado una oportunidad en la actual epidemia de obesidad, y que bombardee a la gente con publicidad de píl­doras para adelgazar, batidos quemagrasas y dietas de choque que en teoría lo hacen todo por nosotros. Y, por supuesto, nada de eso funciona. Creo que su único efecto es empeorar los trastornos alimentarios y los problemas con la propia imagen corporal. La verdad es bien simple: la alimentación saludable no tiene por qué ser complicada, y no necesitas pasar hambre para perder peso. Cuando tomas comida sana baja en carbohi­dratos, con un contenido en proteínas moderado y elevado en grasas, consigues perder peso al equilibrar tanto las hormonas que controlan el apetito como la manera en que el organismo utiliza las grasas (insulina, grelina y leptina). Solo necesitas adoptar hábi­tos saludables que puedas mantener, de forma que nunca te sientas «haciendo dieta» ni privándote de alimentos sabrosos. De eso va la cetodieta. Aun así, me consta que todos estamos muy ocupados. Si eres como yo, seguramente te faltan horas y las que tienes no quieres pasarlas en la cocina cada día. ¡Ningún problema! En este libro aprenderás los secretos para preparar docenas de recetas cetogénicas deliciosas y sanas, desde sencillos desayunos a comidas y cenas rápidas, además de tentempiés, bebidas y pos­tres, en 30 minutos o menos.

¡Que aproveche!

MARTINA S LAJEROVA