10 minutos al día para mejorar tu espalda
Referencia: 9788491870418
La espalda es nuestro eje, ¿cómo podemos aliviar el dolor?
Recupera el control de tu cuerpo
El dolor de espalda es uno de los más habituales y ocurre porque nuestros hábitos de vida castigan esta parte del cuerpo, que se ve incapaz de soportar las cargas que recibe a diario. La espalda es nuestro eje, ¿cómo podemos aliviar el dolor? Con este manual práctico no solo mejorarás tus posturas y reducirás el estrés, sino que recuperarás el control de tu cuerpo.
CONTENIDO
Introducción
Tu mejor plan para vivir sin dolor 8
- Las malas posturas como origen 12
- Autotest: ¿tu dolor es mecánico o de tipo inflamatorio? 13
- Empieza el día cuidando tu espalda 16
- Levántate de la cama sin dolor 22
- Las claves del ejercicio perfecto 24
- Abdominales que sí te protegen 28
- Pisar bien alinea tus vértebras 30
- Así te afectan los tacones 32
- 10 minutos de alivio por la mañana 34
- Tu valoración 42
- Al mediodía, tómate un respiro 46
- Revisa cómo colocas tu cuerpo 52
- Corrige tu "postura de espera" 54
- La mejor forma de sentarse 56
- Posturas en casa que ayudan a alejar lesiones 58
- 10 minutos de alivio al mediodía 64
- Tu valoración 74
- Por la noche libérate de tensiones 78
- La cama ideal para ganar confort 84
- Qué hacer ante una crisis de dolor 88
- Aplica un poco de frío o de calor 90
- Logra un alivio al instante 92
- Remedios naturales antidolor 94
- Por qué masajear tus pies 96
- 10 minutos de alivio por la noche 100
- Tu valoración 110
Dieta
- Mantener la línea aleja el dolor 114
- Así influye el peso en tu espalda 116
- Tus armas antikilos 118
- Menús que adelgazan y alivian 120
Elige tu momento
Pon en marcha tu plan antidolor 136
Tu mejor plan para vivir sin dolor
A veces se considera, erróneamente, que puesto que el dolor de espalda es una constante o lleva demasiado tiempo con nosotros, es imposible de vencer sin embargo, vivir sin dolor es posible. Aún más: es deseable.
Una frase atribuida durante mucho tiempo al fÍsico Albert Einstein (en realidad no se sabe quién la dijo), recoge muy bien lo que se desea transmitir en el libro que tienes en tus manos: "Si deseas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo".
APRENDER A MOVERNOS
Repetir una y otra vez los mismos gestos y los mismos movimientos, y hacerlo siempre exactamente de la misma manera, es uno de los grandes enemigos de nuestra columna vertebral. La cosa no sería tan problemática si nos moviéramos correctamente, pero lo cierto es que nuestros gestos están llenos de vicios (giros bruscos, flexiones forzadas, estiramientos indebidos...) que suponen una agresión continua sobre cada una de las vértebras que nos sujetan.
Tiempo atrás cualquier actividad suponía realizar un ejercicio físico que se traducía en una cierta mejora de la musculatura (nos levantábamos para apagar y encender el televisor; no disponíamos siempre de vehÍculo con lo cual nos veíamos obligados a caminar más...). Sin embargo, hoy día vivimos en un mundo mecanizado donde, a no ser que lo hagamos a conciencia, no trabajamos las estructuras musculares. Lógicamente, cuando hay una lesión "el cuerpo no aguanta" de la misma forma que si tuviera un buen colchón o sostén (un músculo en buena forma).
UN MAL MUY EXTENDIDO
Se calcula que más de 45 millones de trabajadores en toda Europa tiene alguna lesión lumbar, y en España, esa es una muestra más de que no estamos haciendo muy bien las cosas.
La naturaleza nos ha dado el privilegio de poder caminar sobre dos extremidades pero muchas veces hacemos las cosas contra-natura (de una manera poco saludable) y esa prerrogativa se convierte en una situación continua de dolor. Hay que tener en cuenta que caminar de forma bípeda (sobre dos piernas) implica que la columna tenga que girar constantemente. Si no lo hiciera, no podríamos sostener el peso del cuerpo cuando uno de los pies se levanta del suelo para avanzar. Si, además de ese esfuerzo (algo que no tienen que soportar los animales que caminan a cuatro patas) nuestras vértebras reciben sobrecargas añadidas (nuestro sobrepeso, las bolsas de la compra, flexiones que presionan esas estructuras...), resulta comprensible que nos duela y se dañe.
Pero eso no significa que no se pueda hacer nada al respecto. Vivir sin dolor de espalda sÍ es posible. Es suficiente con "acordarnos de ella" en cada movimiento. Parece difícil y, sin embargo, no lo es. Cuando uno se acostumbra a hacer movimientos correctos nuestro cerebro los registra, los guarda en su acervo. Basta ser constantes, repetirlos a diario para que luego surjan espontáneamente.
NUEVAS FORMAS DE ALIVIAR
En Estados Unidos, una de las naciones que más fármacos consumen, se está comprobando que hay otras formas de aliviar el dolor crónico de espalda. Los analgésicos y los relajantes musculares no están exentos de efectos secundarios importantes y, hasta la fecha, su uso y abuso ha sido bien documentado y recogido por las investigaciones médicas. De ahí que en la actualidad los expertos se muestren muy favorables a otro tipo de terapias.
Entre ellas destaca el uso delyoga (para ganar flexibilidad y superar el dolor através del manejo de la respiración) y también el llamado Mindfulness o consciencia del momento presente. Una reciente investigación americana ha demostrado que aplicar esta filosofía al dolor crónico logra, a las 26 semanas, reducir de manera significativa las molestias. ¿Y cuál es el secreto? No es otro que la persona con dolor tome consciencia de dónde le duele, la intensión de esa sensación y la aceptación del mismo. De esa forma, se consigue una percepción distinta del dolor, que normalmente se incrementa — en muchos casos se dispara — cuando se le añade la sensación de impotencia, rabia o estrés.
Esta guía te puede servir de mucha ayuda para "volver a sentir tu cuerpo", escucharlo y actuar antes de que sea demasiado tarde. Porque no debemos vivir repitiendo una y otra vez los mismos errores, y menos aún cuando se trata de cuestiones de salud.
En estas páginas podrás comprobar que se puede hacer mucho por vivir sin dolor. Basta con cambiar
un poco las rutinas: igual que nos lavamos los dientes al terminar de comer o nos quitamos el abrigo al llegar a casa, cuidar la espalda con pequeños estiramientos sanadores debería ser un hábito diario. Solo debes acostumbrarte a realizarlos en el momento del día que desees.
Cada uno de los estiramientos que aquí te proponemos, cada uno de los consejos, supone un respiro, un pequeño alivio para tu columna maltrecha. No esperes a sentir dolor para ponerlos en práctica. Como ya hemos dicho, si eres insistente, en pocos días se habrán convertido en una sencilla rutina más.
Bastan 10 minutos. Lo dicho anteriormente no debe llevarte a pensar que necesitas dedicar horas al cuidado de la espalda. No es así, el mejor plan es ser consciente de cómo te mueves, corregirlos gestos que suponen una carga añadida para las vértebras y dedicar, tan solo, diez minutos al día para estirar y que tus músculos se alarguen. Con ello, tus vértebras se liberarán de tensiones y evitarás que enfermen o se desgasten antes de tiempo.
Ficha técnica
- Autor/es:
- Equipo de Verios autores
- Editorial
- RBA
- Formato
- 19,4 x 24,0 cm
- Páginas
- 144
- Encuadernación
- Rústica con solapas (tapa blanda)
- Ilustraciones
- Color
- Fotografías
- Color