El masajista de almas

El coaching es una herramienta cada vez más valorada por las empresas y por todas aquellas personas que quieren dar un gran salto adelante. En palabras del autor de este libro, «te ayuda a hallar el interruptor de la luz de la habitación en la que tú te encontrabas a oscuras».
Las 22 historias reales de superación que componen este libro permiten incorporar a la propia vida el poder de la empatía y de la buena comunicación, a la vez que nos enseñan a superar los miedos y limitaciones que ponemos de forma artificial en nuestro camino.
Después de cada caso, Josecho Vizcay, un coach de enorme prestigio en España y Portugal, nos proporciona claves y ejercicios prácticos para aplicar a nuestra propia vida y lograr:

• Más autoestima y seguridad en uno mismo.
• Resolver conflictos aparentemente sin solución.
• Mejorar nuestra comunicación con los demás.
• Impulsar nuestros proyectos soñados.
• Vivir en armonía con los demás y con nosotros mismos.

Josecho Vizcay

Es coach personal, ejecutivo y empresarial, especialista en comunicación, mediación y en asesoramiento a familias empresarias. Colabora con RMA Asesores de F.E., S.L., en España, Portugal y Latinoamérica. Socio fundador y director general de Pure Executive Coaching, S.L., cuenta con más de veinte años de experiencia en puestos de alta dirección en banca y empresa privada. Conferenciante empático y cercano, considera la gestión de las emociones como un elemento clave en el «estado de ánimo» de los individuos y de las organizaciones empresariales.
Josecho Vizcay es mediador en resolución de conflictos. Con formación en Humanidades por la Universidad de Navarra, diplomado en Estrategia Empresarial por COSYF y máster en Dirección General por la Escuela Europea de Administración de Empresas de París.

Índice

Digámosle simplemente amor       9

1. Un paseo revelador       15
2. El hombre sin alma     25
3. La barrera del rencor      35
4. El piano que no sonaba      45
5. Un cambio profundo      53
6. El aprendiz de coach      59
7. Atrapado en el hielo      65
8. El clic que salvó una vida      73
9. El folio en blanco      85
10. Un corazón en su armadura      91
11. Las olimpiadas de la resiliencia      97
12. Un silencio en el tiempo       107
13. La legitimidad del líder       115
14. La felicidad se conjuga en plural       125
15. La montañera en la cumbre      133
16. Un puente a los demás      143
17. Fuera de juego      149
18. El reconocimiento es el hogar de los grandes       157
19. La jaula de los miedos       165
20. Al descubierto       171
21. Un físico en el universo de las emociones      181
22. Volver a nacer       187

Epílogo      197

Acerca de El masajista de almas      199

Agradecimientos      201

Digámosle simplemente amor

Prólogo de Francesc Miralles

En los veinte años que llevo dedicado al periodismo de psicología y espiritualidad, entre otras cosas, a menudo me preguntan qué escuela o enfoque terapéutico considero que funciona mejor. Aunque desde un punto de vista teórico tengo mis preferencias, mi respuesta siempre es: «Depende de la persona que vaya a ocuparse de ti».
Aunque no soy afín al psicoanálisis, no tengo duda de que Freud era muy efectivo en su consulta, porque tenía pasión y entrega, el «amor al paciente» de los médicos de antes. Del mismo modo, cualquier disci­plina terapéutica puede ser eficaz si quien la aplica es alguien que, más allá de sus competencias, está lleno de humanidad y compasión, es capaz de escuchar activamente y darse al completo a la causa que ponen en sus manos.
Esos son los atributos de Josecho Vizcay.
Mi relación con el coaching antes de conocerle era casi nula. Tengo algunos amigos que trabajan en ese ámbito, pero jamás me había inte­resado por cómo es una sesión y los objetivos que se persiguen.
A través de un editor portugués a quien tengo en gran estima, una noche cenamos juntos con Josecho en Madrid. Enseguida me sedujo su carácter afable y humilde. Pese a tener un currículum envidiable, no es de los que se dan importancia ni proclaman sus éxitos. Al contrario, su atención está siempre enfocada a las necesidades de los demás.
Enseguida me preguntó lo que hacía, si me gustaba, se interesó por mi pareja, por su situación profesional, por los sueños y proyectos de
ambos... Un poco como los médicos de familia de los que hablaba antes, alguien que puede actuar porque conoce de cerca la vida coti­diana de sus pacientes.
Como yo también soy de preguntar, contraataqué queriendo saber qué se llevaba Josecho entre manos. Ésa fue la primera vez que oí ha­blar de El masajista de almas. Me encantó el título y me pareció un enfoque apasionante empezar con los casos prácticos contados por el autor o por sus clientes.
Así como una imagen vale más que mil palabras, un ejemplo prác­tico enseña más que mil teorías, ya que a través de él puedes entender la evolución de la persona, el viaje que le lleva de lo que es a lo que puede ser.
Al leer las 22 historias que componen este libro, comprendí de forma muy clara el trabajo de Josecho que, más que un coach, como dijo un amigo suyo, es masajista de almas.
Siendo consciente de que tenía un diamante en bruto entre manos, tras leer aquel primer manuscrito, le sugerí que añadiera a cada testi­monio una parte práctica para que los lectores pudieran aprender al­gunos conceptos relativos a cada caso.
Hecho esto, además de 22 historias de superación, este libro permi­te incorporar a la propia vida el poder de la empatía y de la buena co­municación, a la vez que nos enseña a superar los miedos y limitacio­nes que ponemos de forma artificial en nuestro camino.
Mi admiración por Josecho y por su trabajo tiene especial mérito, porque debo confesar que antes de conocerle no me atraía el coaching. Matizaré esto último: no me atraía porque hay muchas personas que ejercen sin haberse trabajado antes suficientemente.
El autor de este libro es un caso aparte, ya que es un sabio y un maestro de la vida cotidiana. Por este motivo, hace poco recomendé a una amiga empresaria en apuros que no dudara en contar con sus ser­vicios cuanto antes.
Con independencia de su formación, que ha sido extensa, Josecho, más que masajista, es un médico del alma. De esos que tienen amor al
paciente, al cliente o al coachee, como se denomina técnicamente a quien entra en un proceso de coaching.
Las etiquetas dan igual.
Lo que Josecho ofrece trasciende los principios del coaching y de cualquier otra disciplina.
Digámosle simplemente amor.

FRANCESC MIRALLES