El arte de deshidratar
Referencia: 9788484455943
Saca el mejor partido de tu deshidratador de alimentos
Prólogo de Karielyn Tillman
El arte de deshidratar, por Michelle Keogh. Ed Gaia, 2016
Saca el mejor partido de tu deshidratador de alimentos
ISBN: 9788484455943
La deshidratación es una de las formas más apetecibles y prácticas de conservar los alimentos y cuidar de nuestra dieta y salud. El procedimiento es sencillo: basta con retirarles el agua mediante la aplicación de calor moderado y una corriente de aire, conservando así sus propiedades nutricionales al completo.
Esta novedosa y adictiva tendencia culinaria permite mantener todos los beneficios de la dieta crudívora o sin gluten, con la ventaja añadida de que se pueden crear deliciosos y reconfortantes tentempiés muy duraderos y fácilmente transportables para comer en excursiones o en el trabajo.
Con esta técnica, resulta fácil elaborar crujientes aperitivos de col rizada, galletas crudas o láminas de fruta desecada.
La presente obra incluye:
• Inspiradoras recetas para preparar exquisiteces deshidratadas que harán las delicias de tus amistades y familiares.
• Instrucciones prácticas y detalladas para preparar y almacenar los alimentos y sacarle todo el partido a tu deshidratador.
El arte de deshidratar es una guía práctica y completa que enseña a aprovechar alimentos perecederos como frutas, verduras, hortalizas y hierbas, entre otros, transformándolos en una variada y novedosa despensa de delicias nutritivas. Esta obra enseña paso a paso el proceso completo de cada técnica de deshidratación y propone más de un centenar de exquisitas recetas, además de consejos útiles y claves prácticas que te ayudarán a evitar los errores más comunes y te garantizarán un resultado final perfecto desde el primer intento.
En El arte de deshidratar aprenderás:
- Las ventajas de la deshidratación en casa.
- Cómo conservar el sabor y el color de los alimentos.
- De qué manera prevenir el desarrollo bacteriano.
- Cuáles son los alimentos más adecuados para la deshidratación.
- Qué factores afectan el tiempo de secado.
- Cómo almacenar productos desecados.
- Qué detalles conviene tener en cuenta a la hora de comprar un deshidratador y sus accesorios.
Michelle Keogh
es escritora, chef, inventora de recetas y estilista de comidas, y lleva más de dos décadas trabajando en el mundo de la gastronomía. Además de dirigir restaurantes y diseñar menús, ha dedicado los últimos siete años a crear platos para una gran variedad de clientes, entre ellos diversos publicistas. Como buena apasionada de la cocina, dedica gran parte de su tiempo a leer, aprender y experimentar con todo tipo de productos, aunque prefiere los alimentos integrales y sostenibles de temporada.
Aun así, jamás pierde la ocasión de experimentar con ingredientes novedosos.
- Encuadernación: Rústica
- Dimensiones: 20 x 22 cm
- Nº Pág.: 192
Índice
Introducción 6
Capítulo uno:
Generalidades 8
Capítulo dos:
Frutas 19
Capítulo tres:
Verduras 39
Capítulo cuatro:
Láminas 51
Capítulo cinco:
Carnes y pescados 69
Capítulo seis:
Frutos secos y semillas 81
Capítulo siete:
Galletas saladas y panes
deshidratados 95
Capítulo ocho:
Hierbas y condimentos 113
Capítulo nueve:
Desayunos 125
Capitulo diez:
Entrantes 135
Capítulo once:
Postres 145
Capitulo doce:
Platos principales 161
Capítulo trece:
Caprichos para
las mascotas 171
Capítulo catorce:
Otros usos
para el hogar 179
Índice temático 190
Introducción
El arte de deshidratar alimentos se remonta a épocas en las que se recurría al sol y al viento para conservar las provisiones para los meses de invierno.
El deshidratador se ha convertido actualmente en un complemento útil, saludable y beneficioso para la cocina moderna.
Yo tengo uno desde hace ocho años y lo uso para muchas cosas: secar frutos secos y semillas, preparar aperitivos y tentempiés creativos o deshidratar frutas de temporada para poder disfrutarlas durante todo el año.
Una de mis frutas favoritas son las fresas: compro una o dos bandejas, las preparo, cargo el deshidratador y ya puedo disfrutar de fi-esas deshidratadas durante mucho tiempo.
También me encanta preparar tentempiés saludables — como rollitos de frutas, galletas Ÿ chips— para mis dos niños. Así controlo la calidad de los ingredientes y me aseguro de que no contienen conservantes, colorantes ni aromatizantes artificiales.A los niños les gustan más que los de la tienda porque están más ricos y yo los prefiero porque son más nutritivos.
Otro gran beneficio de la deshidratación es, evidentemente, que los aperitivos y condimentos que preparas son mucho más baratos que los comprados.
Pero la razón por la que prefiero el deshidratador a todos los demás aparatos de mi cocina es el beneficio que aporta a la salud. El cuerpo humano está compuesto por células vivas que necesitan alimentos «vivos» para mantenerse sanas y prevenir las enfermedades.A diario podemos elegir entre consumir alimentos «vivos» o alimentos cocinados «muertos». Cuando utilizas una deshidratadora y deshidratas los alimentos a una temperatura inferior a 47 °C ( I I 8 °F), estos permanecen «vivos» y conservan la mayoría de sus nutrientes. Al cocinarlos, en cambio, les quitas la vida.
Este libro te muestra el proceso de deshidratación de cada tipo de alimentos y te ofrece un montón de consejos útiles y recetas deliciosas. Cada capítulo se centra en una habilidad diferente, desde el deshidratado de frutas y verduras hasta la elaboración de láminas de frutas, carnes sabrosas, frutos secos y semillas deshidratadas, deliciosas comidas y postres crudos e incluso golosinas saludables para tus mascotas. Cuando domines el procedimiento, dedícate a experimentar con distintos ingredientes y sabores; comprobarás que, cuando ya se controla la técnica básica, la deshidratación es un método muy flexible de elaboración de alimentos.
Karielyn Tillman